«Somewhere» y «Perdidos en Tokio»: similitudes y diferencias

«Somewhere» y «Perdidos en Tokio»: similitudes y diferencias

por - Críticas
29 Ene, 2011 04:20 | comentarios

Una de las cosas más escuchadas desde que salió a la luz SOMEWHERE, la película de Sofia Coppola, es cuánto se parece a PERDIDOS EN TOKIO. Sin embargo, pese a eso, la gran mayoría parece coincidir en que, por decirlo sutilmente, TOKIO es mucho mejor que la nueva. Por no decir directamente que SOMEWHERE es […]

Una de las cosas más escuchadas desde que salió a la luz SOMEWHERE, la película de Sofia Coppola, es cuánto se parece a PERDIDOS EN TOKIO. Sin embargo, pese a eso, la gran mayoría parece coincidir en que, por decirlo sutilmente, TOKIO es mucho mejor que la nueva. Por no decir directamente que SOMEWHERE es una porquería. El asunto deja tela para analizar. Uno diría: si son tan parecidas, casi idénticas, ¿porqué una es genial y la otra es tan mala? Digo, las críticas a SOMEWHERE, en su mayoría, no dicen que es «menos de lo mismo» o que «no está tan buena» como PERDIDOS EN TOKIO. Directamente la gente que ama la vieja desprecia a la nueva (son muy pocos los casos inversos).

Me parece que el problema en la reacción de buena parte del público y la crítica al nuevo filme se basa en asumir que. porque SOMEWHERE toca temas parecidos a PERDIDOS EN TOKIO. deberían ser esencialmente películas parecidas. Y no lo son. Los temas sí son similares y eso es innegable: gente viviendo en hoteles, la soledad, la relación entre dos seres que se conocen poco y que van estrechando un lazo, la abulia y la melancolía. Todo, además, con personajes de buen pasar económico. La frase «la tristeza de los niños ricos» se usa cada dos por tres para describir el cine de Sofia Coppola (todos estos temas aparecen también en MARIA ANTONIETA).

Sin embargo, las similitudes temáticas no son estilísticas y es allí donde, tengo la impresión, la recepción a este filme no ha sido tan buena como la de PERDIDOS EN TOKIO. Es que, más allá algunos rasgos de estilo que le son propios a Coppola y se reiteran, SOMEWHERE apuesta a un registro más seco, minimalista, casi desprovisto de música (la mayor parte es lo que se llama «música diegética», la que se escucha en la escena), con escenas largas y sin ese costado «clipero» que tenia PERDIDOS EN TOKIO.

SOMEWHERE es más árida, seca, menos «cool» en el sentido formal del término, decisión de Coppola y su director de fotografía Harry Savides, cuyo trabajo (bastante similar por cierto) se puede apreciar en otra reciente película sobre abulia, soledad y depresión en Los Angeles como es GREENBERG, de Noah Baumbach. La misma realizadora contaba que una de las influencias a la hora de hacer este filme fue la película JEANNE DIELMAN, de Chantal Akerman, y su trabajo sobre el tiempo real. Esa «influencia» no estaba presente en PERDIDOS EN TOKIO y es la que marca las mayores diferencias a la hora de la recepción.

Si la cita a Michelangelo Antonioni como referencia de su cine es permanente, hasta el momento sólo había sido temática y no estilística. La sensación que transmite SOMEWHERE es que aquí sí se intenta contar esa abulia y soledad transmitiendo esas sensaciones al espectador desde la puesta en escena, algo que no sucedía en la más accesible PERDIDOS EN TOKIO. Allí, la principal referencia de Coppola parecía ser el cine de Wong Kar-wai, y había algo de ese estilo que se colaba en todos los poros del filme. El hecho de transcurrir en el Sudeste Asiático le agregaba otro punto más a la comparación.

Aquí, WKW desaparece para dar lugar a cierto cine norteamericano de principios de los ’70 (más la línea Bob Rafelson que la de su propio padre, digamos). Y la comparación con Antonioni se hace más evidente: en la duración de las escenas, en la organización de los planos, en el montaje y hasta en ciertos encuadres. SOMEWHERE es una película más desnuda, más radical si se quiere (en el sentido de la puesta en escena), que hace menos concesiones al «goce» del espectador.

Esas diferencias, entiendo yo, son las que producen que una película como SOMEWHERE produzca rechazo en muchos de los que amaron PERDIDOS EN TOKIO y no sólo la repetición temática o la ausencia de Bill Murray y Scarlett Johansson. Es cierto que esos elementos marcan diferencias: si bien la química entre Stephen Dorff y Elle Fanning es palpable, a muchos no les generará el mismo efecto que la de aquel filme. Sea por el carisma de la anterior dupla o bien porque la relación platónicamente amorosa de aquella sea para muchos más reconocible que la de esta película, entre padre e hija.

No intento con esto defender SOMEWHERE ni vapulear PERDIDOS EN TOKIO. Es, más bien, un intento por analizar porqué provocan reacciones tan disímiles en el mismo público. Le sumaría que ganar el León de Oro en Venecia no ayudó, creando demasiadas expectativas en torno al filme. De hecho, los italianos que adoraron aquella película no fueron del todo benévolos con ésta.

Creo, igual, que SOMEWHERE es un intento de Coppola de correrse hacia un lugar más marginal e independiente del cine norteamericano, del «falso indie» de Sundance. Su película tiene más en común con el cine de Kelly Reichardt (WENDY & LUCY) que, digamos, con el de Debra Granik (WINTER’S BONE), y su alejamiento del mainstream quedó en evidencia cuando la misma Academia que le dio varias nominaciones y un premio por PERDIDOS EN TOKIO la ignoró por completo en este filme.

Vuelvan a ver SOMEWHERE, si la encuentran por ahí. No la vean en relación a PERDIDOS… y traten de prestar atención a los detalles sonoros y visuales que ofrece. Algunas cosas podrán tornarse algo obvias (como la escena del principio), pero si la ven sabiendo más o menos qué es lo que propone, tal vez puedan rendirse a sus tiempos, a sus escenas, a sus momentos, a sus imágenes, a su magia. Es una gran película.