Estrenos: «Mustang», de Deniz Gamze Erguven

Estrenos: «Mustang», de Deniz Gamze Erguven

por - Críticas
12 Ene, 2016 12:08 | comentarios

Una de las principales candidatas, junto a SON OF SAUL, para quedarse con el Oscar a mejor película extranjera representando a Francia (es una coproducción dee Turquía con ese país y la directora vive allí hace años aunque la película es turca de principio a fin y de francés no tiene nada en la ficción), […]

mustang-toh-exclusive-posterUna de las principales candidatas, junto a SON OF SAUL, para quedarse con el Oscar a mejor película extranjera representando a Francia (es una coproducción dee Turquía con ese país y la directora vive allí hace años aunque la película es turca de principio a fin y de francés no tiene nada en la ficción), MUSTANG se maneja en el límite exacto entre el drama convencional políticamente correcto y premiable en festivales internacionales y una película más sutil e inteligente que aparece por momentos y tiende a luchar por la primacía con la primera.

Se trata de un drama que tiene algunos puntos de contacto con LAS VIRGENES SUICIDAS. Aquí son cinco hermanas que, al terminar el último día de clases en la escuela, se van al mar con unos chicos a nadar y divertirse. Al volver a la casa en la que viven con su abuela (sus padres murieron años atrás y siempre las cuidó y educó ella) las espera una sorpresa: todo el pueblo estuvo comentando esos juegos «peligrosos» de las chicas con varones (la abuela compara subirse a los hombros de un chico con masturbarse en público) y la señora decide, con la participación del tradicionalista tío de las chicas, encerrarlas en su casa y prohibirles todo contacto con el mundo exterior.

mustang-cannes-film-festivalEse encierro se vuelve en algo parecido a un entrenamiento para casarlas: les enseñan a cocinar, a hacer las tareas del hogar, a prepararse para su vida como futuras esposas. Pero las adolescentes, que hasta ese momento parecían llevar un estilo de vida más liberal (normal, en términos occidentales) no se llevan nada bien con las nuevas disposiciones familiares y, especialmente dos de ellas (la mayor y la menor) hacen lo imposible por fugarse, rebelarse y enfrentar al tío, a la abuela y, de hacer falta, al pueblo entero. Ese será el punto de partida para una situación que empieza a volverse más densa (y por momentos cómica) cuando familias con hijos varones empiezan a llegar hasta la casa a pedir las manos de las niñas siguiendo todos los pasos tradicionales.

MUSTANG pone en su centro el choque cultural que se produce en países, como Turquía, donde ciertas costumbres musulmanas tradicionalistas chocan con otras más liberales y occidentalizadas. Las chicas son bellas, usan el pelo largo, les gusta el fútbol, los chicos y salir, pero desde que bajó la orden de convertirlas en esposas vírgenes todo ese mundo les fue extirpado. Ahora deben ser discretas, lavar, cocinar y aprender a servir a sus futuros maridos. Y para eso deben estar encerradas las 24 horas, algo que no cuaja para nada con la personalidad festiva y hasta acelerada de la mayoría de ellas, adolescentes hormonales a fin de cuentas. La secuencia de eventos –y casamientos– irá tensando más la cuerda entre las chicas y sus «captores» (tío y abuela, sí, pero también todo el pueblo) en lo que finalmente es una metáfora un tanto obvia pero bastante contundente sobre los derechos de la mujer en este tipo de culturas.

mustang 1Es evidente que la película de Deniz Gamze Erguven tiene todo para funcionar en los mercados internacionales: es una película de denuncia que jamás pierde su costado humano, está contada en un «estilo internacional» que facilita su distribución y aceptación por los distintos públicos y el tema de los derechos de la mujer en los países musulmanes la ponen en pole position a la hora de hablar de premios en festivales o el propio Oscar (tengo la impresión que podría ganarla a la más «difícil» SON OF SAUL, sin ir más lejos). Pero eso no le quita verdad ni intensidad en muchos de sus momentos, especialmente en los que juegan las chicas, tratando a su manera de encontrar formas de seguir viviendo más o menos libremente en los confines de la casa, escapándose a ver un partido de fútbol, complicándoles las cosas a sus parientes con trampas y trucos, entre otras incidencias. En algunas situaciones complicadas que luego se presentan, la película también apuesta por la sutileza y el fuera de campo, algo que resulta más que bienvenido. Y si bien su riesgo estético es mínimo, su potencia emocional es innegable.