TV: «The Night Of» (Miniserie)

TV: «The Night Of» (Miniserie)

por - Series
29 Ago, 2016 09:09 | comentarios

La excelente serie de ocho episodios de HBO, creada por los escritores Richard Price y Steven Zaillian, se centra en un joven de origen pakistaní que es acusado de haber matado a una chica, en su difícil paso por la cárcel y en sus intentos judiciales por probar su inocencia. Riz Ahmed y John Turturro se lucen en este notable y humano estudio sobre la Ley y la Justicia.

the-night-of-poster_FULLUna mala decisión. Un momento fugaz que puede cambiar la vida de una persona, de una familia, hasta de una comunidad. Es eso, más que cualquier otra cosa, lo que cuenta THE NIGHT OF, que ya desde el título anuncia que ahí está el secreto de todo. Pero no es solo las circunstancias del crimen las que cambian la vida de Nasir Khan en la serie (SPOILERS, de aquí en adelante) sino las inmediatamente posteriores, las que el abogado defensor que encarna John Turturro explica claramente al jurado a la hora de los alegatos de cierre. Naz pudo o no haber cometido el crimen, pero a la luz de los investigadores nunca hubo duda: la presunción de inocencia desapareció al instante, la «duda razonable» jamás existió. Y con Naz marcado como culpable –admitamos, es cierto, que muchas pruebas circunstanciales lo dejaban como principal sospechoso– no habia ya vuelta atrás. Al final del juicio el jurado puede no haberse decidido entre enviarlo a la cárcel o no, pero el Nasir que conocimos en ese primer episodio desapareció «the night of…»

Adaptada por el novelista Richard Price (EL COLOR DEL DINERO, EL BESO DE LA MUERTE, CLOCKERS, THE WIRE, entre otras) y el guionista y director Steven Zaillian (hizo los guiones de LA LISTA DE SCHINDLER, PANDILLAS DE NUEVA YORK, GANGSTER AMERICANO y LA CHICA DEL DRAGON TATUADO, entre otros) a partir de la serie británica CRIMINAL JUSTICE, utiliza a la perfección los tiempos y posibilidades que le da el formato de miniserie (8 episodios que fueron casi 9 horas) para partir de una situación casi prototípica del relato policial –el salvaje asesinato de una bella mujer– y llevarla más allá del territorio de la resolución del caso. Es claro, ya cuando Naz pone el pie en la comisaría promediando el primer episodio, que nada será lo mismo para él ni para nadie.

the-night-of-2THE NIGHT OF es una historia sobre el sistema criminal, sobre la Ley y la Justicia, pero también sobre los seres humanos que la ponen en funcionamiento, día a día, en sus diferentes roles. Un pequeño detalle en el último episodio (la abrupta salida de un personaje de la sala de juicio) marca un cambio radical en un camino que podía haberse dado de otra manera y que parecía ir de lleno a una condena. Un alegato de inesperado y alto poder emotivo dicho por Jack Stone (el abogado a lo «Saul Goodman» pero con menos humor, peor ropa y un sinfín de alergias que encarna John Turturro) puede hacer lo mismo.

Reflejada en la un tanto subrayada pero eficaz escena del final que tiene Stone mirando un infomercial en la televisión –y con el tierno «chiste» animal del cierre–, acaso la única opción que los creadores ofrecen, como salida a este universo gris que habitan los personajes, es que los que se dedican a la tarea de impartir justicia o de imponer la ley se preocupen por el otro aunque sea un poco. Que tomen en cuenta que lo que ellos consideran un trabajo, para alguien puede ser un antes y un después en su vida. Y ese 6-6 del jurado nos pone ahí en el medio, como si los autores nos dejaran a los espectadores la decisión de ser el que tiene el voto del desempate.

TV-John Turturro-Night OfLa miniserie de HBO es muchas cosas, acaso por momentos demasiadas. Es un relato policial sobre el crimen en sí, es otro sobre la supervivencia y los cambios de Naz en la carcel, es uno sobre la investigación que Stone hace por su cuenta buscando otros culpables que a la policía no le interesa buscar, es uno sobre la vida de los musulmanes en Nueva York con los conflictos que eso conlleva desde 2001, es otro sobre los abogados que buscan fama, fortuna o sacarse un problema de encima lo más rápido posible y otro sobre el propio Stone, inesperado héroe de la historia. Esa mirada panorámica, novelística, por momentos se pierde en el ir y venir narrativo (hay episodios más sólidos y efectivos que otros y así), pero siempre tiene claro el objetivo, algo que se adivina de entrada. Una especie de «nadie sale vivo de aquí» aunque haya solo un cadáver en toda la trama.

THE NIGHT OF no es una serie renovadora sino una clásica, hasta tradicional si se quiere, usando modelos y temas que pueden remontarse a las novelas del siglo XIX. Su puesta en escena, su estilo visul y actoral, tampoco escapan de la tradición de la «televisión de prestigio». Pero todos sus rubros están cuidados al máximo, agregándole notas de color muy específicas que revelan el conocimiento de ese universo por parte de los creadores. Personajes como el Sargento Box (un extraordinario Bill Camp), la fiscal Helen Weiss (Jeannie Berlin, a quien se puede ver en un rol muy distinto en la nueva película de Woody Allen), el siempre sutilmente temible Michael K. Williams como el «protector» de Khan en la carcel, la bienintencionada pero inexperta abogada defensora Chandra (Amara Karan), los padres de Nasir, y hasta cada perito y especialista que aparece son fundamentales para darle credibilidad a la serie.

thenightof2Pero, claro, las palmas se la llevan, Turturro y Ahmed. El primero, en un papel que originalmente iba a hacer James Gandolfini, le da una insospechada humanidad a un personaje que al principio parece un cliché del género: el abogado «carancho» que pone avisos coloridos y recorre comisarías buscando giles en problemas. Sus tics y enfermedades, primero, y el momento final en el que, por una de las extrañas vueltas de la investigación, se ve obligado a hacer el alegato de cierre, lo transforman del payaso inicial en una suerte de figura trágica, capaz del gesto más humano sin obtener ninguna ventaja por ello.

Nasir (Ahmed), por su parte, al principio parece cambiar de una forma demasiado rápida y radical del buen chico musulmán que conocimos en el primer episodio a un «peso pesado» de la cárcel en lo que parecen ser solo unos pocos meses. Pero cuando conocemos más de su historia y sus «actividades secretas» también entendemos que ese «otro yo» estuvo siempre ahí, adentro suyo, agazapado, al punto que promediando la serie el espectador empieza también a pensar que bien pudo él haber sido el asesino. La convicción con la que se presta a ir a juicio en lugar de llegar al buen acuerdo que le ofrecen hacen creer que él está convencido de su inocencia, pero su experiencia carcelaria –como queda claro en su testimonio final– lo hace dudar de sí mismo. «Tal vez, ¿quién sabe?, en el estado en el que me encontraba, pude haber hecho algo así», parece decir.

the night ofLa «duda razonable» (título que tranquilamente podría haber tenido la serie) es el centro del asunto. «¿Qué es eso?», les pregunta Stone a los integrantes del jurado. Nadie lo sabe bien. «Escuchamos mucho ese término –les dice un lacrimógeno Stone que saca similares lágrimas en el espectador–. Pero, ¿qué significa? ¿Cuál es su definición? No la tiene. Es lo que pensamos y, tanto como lo que pensamos, lo que sentimos. Y lo que nosotros sentimos y lo que ustedes sienten va a determinar lo que le sucede a este joven por el resto de su vida». Así de simple y de contundente. Así de cruel.

Al final, más allá de la indefinición del jurado, las cartas están echadas. La mirada que Naz se cruza con su amigo, la tensión que surge con su madre, su relación con el barrio y con sus vecinos, su adicción a drogas más duras. Todo cambió «la noche de…». Su inocencia o la culpabilidad –lo mismo que saber quién mató a Andrea– son secundarias. El sistema no suele funcionar para impartir Justicia sino para sacarse problemas de encima, para poner la mira en «los sospechosos de siempre» mientras los otros (en este caso, los que más motivos tenían para matarla) son ignorados a tal punto que recién en el último episodio aparece el potencialmente más implicado de todos.

Finalmente, THE NIGHT OF es (fue) una miniserie ambiciosa que estuvo a la altura del enorme desafío que se planteó. No es poco. Si el cine hoy ya no puede –no sabe cómo, no tiene público suficiente para este tipo de productos, no tiene ejecutivos preocupados en otra cosa que no sean superhéroes–, al menos nos queda la tranquilidad que para esos veteranos de la pantalla grande como Price y Zaillian existe la alternativa de la televisión, la última esperanza del relato clásico (norte)americano.