Festivales: crítica de “The Pluto Moment”, de Zhang Ming (Cannes/Pingyao)

Festivales: crítica de “The Pluto Moment”, de Zhang Ming (Cannes/Pingyao)

por - cine, Críticas, Festivales
06 Oct, 2018 11:36 | Sin comentarios

Un equipo de filmación se interna en zonas inhóspitas buscando encontrar pueblos donde todavía se realizan míticas ceremonias funerarias en el nuevo filme del director chino que se centra en las dificultades de filmar una película independiente y en el valor de perseguir los deseos hasta las últimas consecuencias.

THE PLUTO MOMENT es ese tipo de película que logra, como pocas, incorporar lo “meta” dentro de un relato y volverlo natural, al punto que promediando el film nos olvidemos que estamos viendo una película dentro de otra y nos metemos de lleno en su historia. Es que, al fin y al cabo, lo nuevo de Zhang Ming es la historia de un equipo de filmación a lo largo de un viaje de investigación para un nuevo relato. Y lo que parece ser, en principio, una película sobre la industria del cine rápidamente abandona ese costado para volverse una historia de personas que se encuentran a la búsqueda de algo cuyo interés es, finalmente, más personal que cinematográfico.

El filme arranca con Wang Zhun, un director de cine, esperando a que su pareja, una famosa actriz, termine de rodar una escena en una gran coproducción internacional que se filma en Shanghai. El no tiene nada que ver con ese mundo. Viene del cine independiente y lo observa con distancia. De hecho, lo intentan echar del rodaje como si fuera un fan de la actriz. Su proyecto es otro, más pequeño, pero su mujer no puede involucrarse por los compromisos contraídos.

La película abandona ese escenario glamoroso y se interna en pequeños pueblos y las montañas de la provincia de Sichuan. Allí Wang está con su pequeño equipo de rodaje buscando material e historias para su nueva película. Lo que más quiere es ver y escuchar los cánticos y ceremonias funerarias de la zona, que tienen un carácter mítico. El equipo es chico. Además de él está la productora, una joven directora de fotografía, un actor y el infaltable fixer, que en este caso es un miembro del partido que termina convirtiéndose en el lider de facto de esta suerte de expedición.

THE PLUTO MOMENT se volverá una road movie de gente caminando, mayormente, ya que en uno de sus primeros viajes descubren que su camioneta no puede pasar un río y, hartos de esperar que los busquen, se adentran en el bosque a pie. Si bien parece que presenciaremos un cuento de horror, la película prefiere centrarse en las relaciones de los personajes: el porqué del interés del director por el tema de la muerte, la admiración (y acaso algo más) de la camarógrafa por él, el deseo del actor de probarse a sí mismo y la imposibilidad de la productora de conseguir lo buscado. Pero Zhang hace que su cámara, sutilmente, incluya siempre en el plano al miembro del partido, observador/participante omnipresente y dueño de una personalidad avasalladora.

Con la búsqueda de la ceremonia como excusa la película avanza mostrando las relaciones y contradicciones de los personajes. Al llegar a un pequeño pueblo se detendrán ahí y aparecerán otros personajes (especialmente una mujer) que torcerán el destino, no tanto de la historia, como de su punto de vista. Ya verán porqué y cómo. Más allá de ese giro —que resulta un tanto innecesario y hace cambiar algo bruscamente el funcionamiento del relato—, la película va logrando interesarnos en este grupo de gente, en la historia de las míticas ceremonias funerarias y en la dificultad que existe en cualquier país para poder hacer una película pequeña, con pocos recursos.

Pero lo central sigue teniendo que ver con el personaje del director y su imposibilidad de concretar su sueño. Al propio Zhang le costó muchos años levantar este proyecto y en el personaje del realizador agotado, frustrado, que busca persistentemente algo que no encuentra está el corazón de la película. De todos modos, THE PLUTO MOMENT no es sólo un relato acerca de lo difícil y desgastante que es hacer películas. Cuando Wang, el director en la ficción, se acerque a lo que busca, la película dejará en claro que los esfuerzos (por hacer cine, por cumplir un sueño) pueden valer la pena. Tal vez no de la forma imaginada, pero eso acaso sea lo de menos.