Debate con spoilers: «Había una vez… en Hollywood», de Quentin Tarantino

Debate con spoilers: «Había una vez… en Hollywood», de Quentin Tarantino

por - cine, Críticas, Estrenos
19 Ago, 2019 09:17 | comentarios

Aquí pueden pasar a opinar y reflexionar sobre la nueva película del director de «Pulp Fiction» que se estrena el jueves en Argentina conociendo todos los detalles de su trama. Están avisados. Los que ya vieron la película (o quienes les importa poco los SPOILERS) pasen y lean. El resto, espere a verla primero.

En lo que ya es un clásico de este sitio –pueden recorrer entregas previas de este «género» poniendo «Debate con spoilers» en el buscador como hice yo acá— volvemos a un formato que no es del todo una crítica pero que sí abre la posibilidad de pensar ciertos films conociendo todo lo que sucede en ellos hasta el final. La crítica completa fue posteada antes, desde el Festival de Cannes, y pueden leerla aquí. No hay spoilers en aquel texto. Acá abajo sí. Esto es, sépanlo, un océano de spoilers, un mar de revelaciones, una catarata de cosas que quizás no quieran saber antes de entrar a ver la película. Están avisados.

RECUERDEN. SPOILERS A MORIR!

Está claro, ¿no? No quiero reclamos.

Como ya lo hizo en BASTARDOS SIN GLORIA y, en cierto punto, en DJANGO SIN CADENAS, Tarantino se asume el derecho de modificar La Historia n HABIA UNA VEZ… EN HOLLYWOOD. Si en BASTARDOS… tomaba la decisión de, en la ficción, matar a Adolf Hitler, aquí toma una parecida: que sus personajes de ficción encarnados por Leonardo DiCaprio y Brad Pitt salven a las víctimas del real crimen de la «familia» de Charles Manson. Esto es: ni Sharon Tate ni ninguno de los que fueron masacrados esa noche de agosto de 1969 muere en la ficción de HABIA UNA VEZ… EN HOLLYWOOD. Un poco por error y confusión de los perpetradores y otro tanto por la «capacidad» de Rick Dalton y, especialmente, de Cliff Booth, para resolver «escenas de acción», el actor en decadencia y su doble de cuerpo resuelven la cuestión y cambian la historia.

Hay varios ejes a analizar en la larga secuencia del desenlace y los voy a plantear como preguntas a los lectores para luego darles mi propia lectura de los hechos que se cuentan y las decisiones narrativas de Tarantino.

-¿Qué piensan con respecto a la decisión de QT de cambiar la historia real? ¿Les parece justa y noble, un homenaje a los viejos actores de cine y a la fábrica de ficción en relación a la cruda y amarga realidad? ¿O les parece un despropósito y hasta una celebración del viejo Hollywood en contra de los cambios que se estaban produciendo en el cine entonces?

-¿Qué opinan de la particular y explícita violencia de esas escenas, especialmente del hecho que la mayoría sean ejecutadas por hombres y contra mujeres? ¿Creen que hay que tomarlo con humor y en el contexto de la época y los personajes o les parece excesivamente violento y hasta misógino por más que estén salvando a varias mujeres al hacerlo?

-¿Les pareció muy radical el cambio de tono del film que, de ser hasta cierto punto un relajado y melancólico repaso por el Hollywood de fin de los ’60 pasó a transformarse en una oda a la violencia/revancha? ¿O creen que la propia estructura de la película llevaba sí o sí a un final de este tipo?

Por último: viendo la película, ¿sospechaban que iba a terminar así? No digo en lo específico (perro, drogas, alcohol, lanzallamas, etc) sino en que Tarantino iba a tomar la radical decisión de dejar vivir a Sharon Tate y matar al Clan Manson. ¿Lo imaginaron? ¿Los sorprendió?

En lo que a mí respecta, tengo una postura en general bastante a favor de la forma en la que QT decide terminar la película –es decir, cambiando la Historia– aunque no estoy del todo convencido respecto a algunas cuestiones formales específicas. Creo que ya desde el título (no olvidar que BASTARDOS SIN GLORIA empieza con la frase «Once upon a Time in a Nazi Occupied France») había algo de fábula en lo que se estaba contando y quedaba claro que se iba a permitir jugar con la realidad a su manera. No me imaginaba que el final iba a ser específicamente este, pero no me sorprendió tanto.

No me molestó tampoco, en un sentido general. Creo que los personajes, de algún modo, en el contexto de la ficción, se ganan un poco el derecho a esta insólita redención. Creo que sí, que es un homenaje de QT a los «actores del montón», a cierta clase trabajadora de Hollywood que nunca llegó a la gloria cinematográfica y a quienes él redime a través de esta salvación. Y creo que, como en otras películas suyas, es consistente con su idea de que el cine es más grande y hasta más importante que la vida. No hace falta coincidir con esta idea, pero es indudablemente uno de sus temas favoritos. Para alguien que ha vivivo pendiente de la ficción cinematográfica a lo largo de su vida en un punto es lógico creer que las historias pueden tomar el papel de la realidad y reemplazarla. Si el mundo es un lugar potencialmente horrible donde suceden cosas desafortunadas nadie le puede negar el derecho a «arreglarlo» en sus películas mediante el recurso de la ficción.

Creo que es coherente también como elegía para los personajes, casi como homenaje. Con lo que tengo algunas dudas es con la ejecución. No tanto en lo que se refiere a cuestiones sexistas –el Clan Manson que cometió el asesinato consistía principalmente en mujeres y nuestros personajes son dos hombres y un perro– sino al radical cambio de tono que hace pasar a HABIA UNA VEZ… EN HOLLYWOOD de una película melancólica, amable y contemplativa a otra violenta, genérica y totalment pulp. Es cierto que la violencia casi humorística estaba planteada desde antes (las escenas de Pitt con Bruce Lee o con la familia en el Rancho) pero ahí la película se desata ofreciendo de golpe todo lo que antes había aparecido a cuentagotas. No es que moleste la violencia –bueno, un poco excesiva me parece– solo que por momentos sentía que lo hacía no tanto a pedido de la historia o de la película sino como fan service, para darle a su público lo que espera de un film de Tarantino: sangre, golpes, acción.

Respecto a si esa secuencia es una suerte de mensaje conservador que bien podría leerse, como algunos muy respetables críticos dijeron, como un «Make America Grea Again» en su celebración de cierto machismo old school de los ’50 en contra de los «sucios hippies» que habían aparecido a mediados de los ’60, creo que es una lectura posible y respetable pero –desde mi opinión– incorrecta. Creo que Tarantino ha demostrado a lo largo de su carrera que no se lo puede acusar ni de reaccionario ni de misógino (solo basta, bueno, ver sus películas) pero a la vez es posible que su fascinación por cierto cine de género norteamericano que fue olvidado con la llegada de las nuevas generaciones de jóvenes autores lo haya «traicionado» al punto de que, al querer homenajearlo, terminó «ensuciando» a sus reemplazantes.

De todos modos creo que también es una lectura un tanto miope pensar que el Clan Manson representa a las nuevas generaciones y que la película es una surte de anti EASY RIDER en la que uno festeja que los «viejos» maten a los «hippies». De hecho, tengo la impresión que los Manson representan la traición a esos ideales y que culturalmente son vistos como responsables no tanto de acabar con el Hollywood clásico sino de arruinar y ensuciar un recambio generacional que no solo era lógico sino que se produjo igualmente. Con o sin los Manson, ese cambio cultural iba a darse. Su aparición en el mapa, a lo sumo, oscureció y complejizó esos ideales hippies un tanto ñoños dando como resultado algunas de las mejores películas de la historia, un cine norteamericano que, en los ’70, fue novedoso en lo formal y que también supo ver su propio lado oscuro.

Pero HABIA UNA VEZ… EN HOLLYWOOD permite que cada espectador vea lo que quiera ver y lea lo que quiera leer. La película lleva a eso. Los fascinados por las operaciones que Tarantino hace sobre el mundo a partir de la ficción lo verán como un gesto maravilloso. Los que odien estas estrategias lo pensarán como una negación de la realidad, como si no dejara de ser un niño caprichoso que cree que las cosas se pueden cambiar solo cerrando los ojos y deseándolo fuerte. Yo creo que es un poco las dos cosas, pero entiendo que es su mundo, su deseo convertido en ficción y tiene el derecho de imaginarlo como quiera sin pedirle permiso a nadie. En nuestro mundo, llamémoslo real, Sharon Tate y compañía seguirán estando muertos como lo estuvieron desde ese día en el que los Manson los masacraron y no había viejos cowboys en la casa de al lado para salvarlos. En el mundo de Tarantino, cuando la realidad es horrible la ficción la arregla, la acomoda y la dignifica. Es un relato en el que al final, si uno lo desea y lo escribe, los que ganan son los buenos.

¿Qué opinan ustedes del final?