Estrenos online: crítica de «The Rhythm Section», de Reed Morano (Google Play)

Estrenos online: crítica de «The Rhythm Section», de Reed Morano (Google Play)

por - cine, Críticas, Estrenos, Online
23 Abr, 2020 05:58 | 1 comentario

Mitad drama sobre una mujer traumatizada y mitad película sobre espionaje y crímenes internacionales, este thriller se queda a mitad de camino entre géneros sin unificarlos nunca. La protagonista, Blake Lively, hace todos los esfuerzos posibles, pero no le alcanza. Disponible en Google Play.

Hay algo que no termina de funcionar en THE RHYTHM SECTION (conocida aquí también como EL RITMO DE LA VENGANZA). La impresión que uno tiene es la de estar viendo dos películas en una, atadas con un hilo muy tenue y frágil que no permite que se sostengan juntas. Por un lado, es un drama con toques de thriller acerca de una mujer adicta y emocionalmente torturada cuya familia (padres y hermanos) murió en un atentado terrorista en un avión. Por otro, una película de acción y suspenso internacional al mejor estilo James Bond o Jason Bourne. O, dicho de otro modo, es una película que empieza de una manera y pasada la media hora pasa a convertirse en otra, hasta tornarse completamente irreconocible. Y, convengamos, un poquito absurda.

La película, cuyo título engañoso hace pensar que se trata de algo ligado a la música (ya verán a qué viene), es una adaptación de la primera de una serie de cuatro novelas escritas por Mark Burnell centradas en Stephanie Patrick, la traumatizada mujer que termina convirtiéndose en una asesina profesional. EON Productions, la compañía de Bárbara Broccoli, la misma que produce los films de James Bond, es la que compró los derechos de las novelas seguramente con la intención de generar alguna alternativa femenina a la saga del mítico agente británico. Es cierto que terminaron estrenándola en un mal momento (a fin de enero pasó por los cines en Estados Unidos y solo recaudó 6 millones de dólares teniendo un presupuesto de 50), pero de todos modos parece difícil, al menos a partir de esta película, pensar en una franquicia con este personaje.

Blake Lively encarna a la tal Stephanie. La película arranca con ella a punto de dispararle a alguien que está de espaldas. La escena se corta y la acción retrocede ocho meses. Irreconocible, la chica se prostituye en una casa oscura de Londres mientras sigue en un estado bastante catatónico causado por las drogas y por la muerte de sus familiares en lo que, ella cree, fue un accidente aéreo. Hasta que aparece un periodista investigando el caso y le explica que el avión fue derribado en un atentado ligado a cuestiones políticas de Medio Oriente. El periodista aparece rápidamente muerto y la todavía medio zombie Stephanie decide, a partir de alguna información que le robó, buscar a los culpables.

Esa primera media hora del film dirigida por Reed Morano (MEADOWLAND y varios episodios de la primera temporada de A HANDMAID’S TALE) tiene un tono oscuro y una fotografía estilizada que le dan un aspecto, si se quiere, de thriller existencial, de esas películas que tomaron un modelo europeo (digamos, EL SAMURAI) y lo comercializaron a partir de la idea de un asesino profesional frío por fuera y torturado por dentro que se maneja con pocas palabras y efectiva sequedad. Pero eso pronto va a cambiar.

Tras un fallido intento de hacer justicia por su propia cuenta con uno de los sospechosos, Stephanie termina cayendo en un paraje lejano escocés y ahí es entrenada por un ex-espía británico (Jude Law, con un vestuario que parece más caro que la casa en la que vive) en el manejo de las armas y la defensa personal. Cuando nos damos cuenta, la chica ya es una aprendiz de Black Widow, o una mezcla del personaje de ATOMICA con cualquiera de la vieja época de Luc Besson. Y el drama personal mutó en una película de James Bond de mediano presupuesto, con la chica recorriendo países al mejor estilo espía internacional, usando decenas de pelucas y matando gente o escapando de persecuciones con una destreza sorprendente.

Desde que Bourne y el Bond reciente de Daniel Craig fueron perfeccionando la idea del espía internacional emocionalmente desgarrado, parece que no hay película de ese subgénero que pueda escapar a esa tendencia. THE RHYTHM SECTION es ese caso: no tiene nunca la profundidad dramática que parece anunciar la primera media hora y la parte de «acción y aventuras» nunca resulta muy apasionante que digamos ya que cualquier cosa parecida a la «diversión» esta afuerá de la ecuación narrativa.

La que hace máximos esfuerzos por darle una coherencia emocional al film es Blake Lively. La actriz de MIEDO PROFUNDO intenta que exista una mínima continuidad entre la casi desahuciada chica que arranca la película y la audaz asesina que la concluye. Acaso lo mejor del film está en que, una vez que empieza a perseguir por Europa, Africa y Estados Unidos a los aparentes causantes de su desgracia, aún teniendo el talento para liquidarlos, todavía tiene dudas, temores y reparos morales. Y situaciones que debería poder manejar, se le complican más de lo necesario.

THE RHYTHM SECTION tiene escenas que, separadamente, pueden funcionar bien y ser efectivas (hay una persecución automovilística, supuestamente filmada en una sola toma, que está muy bien lograda), pero que no cuajan dentro de ningún conjunto. No hay un guión consistente y si bien la película está visualmente muy cuidada (Morano viene de la fotografía y el encargado de la imagen acá es Sean Bobbitt, que trabajó en las películas dirigidas por Steve McQueen, entre otras) es difícil generar un estilo visual para una película que apuesta por cosas tan distintas al mismo tiempo.

Quizás un director como el mismo Jaume Collet-Serra –que dirigió a Lively en MIEDO PROFUNDO y realizó varias de las mejores películas de acción de Liam Neeson– podía haber encontrado alguna forma de contar esta historia con más consistencia e intensidad. Pero dudo que un acercamiento más seco y «realista» a esta misma trama hubiera podido ser realizable en la estructura de producción de los creadores de la saga Bond. Así como está la película no es una cosa ni la otra. Y al finalizarla uno tiene la sensación de que debería volver al principio y chequear si realmente siguió viendo la misma película todo ese tiempo o si algo raro pasó en el medio.

La película está disponible en Google Play o por medios alternativos