En el que fue su último papel para cine (luego se lo vería, brevemente, en “Twin Peaks”), Harry Dean Stanton se luce encarnando a un personaje que retrotrae a otros de su carrera, y hasta lo que él era en vida. Un drama asordinado, naturalista, melancólico pero jamás sentimental, acerca de un anciano que sigue viviendo su vida en un pequeño pueblo, apegado a sus hábitos y sin dejarse vencer ni por la edad ni por los achaques.