Estrenos online: crítica de «Te veo», de Adam Randall (Netflix)

Estrenos online: crítica de «Te veo», de Adam Randall (Netflix)

por - cine, Críticas, Estrenos, Online, Streaming
20 Abr, 2021 02:50 | comentarios

Entre el suspenso y el terror, este film protagonizado por una irreconocible Helen Hunt se centra en una familia que vive una serie de extraña situaciones en su casa en medio de una investigación policial.

El tercer largometraje de Adam Randall (director de IBOY) es una de las pocas películas de terror que mejoran con el paso de los minutos. Dentro de un género que muchas veces ofrece puntos de partida inquietantes pero resoluciones mediocres, uno de los méritos de TE VEO es ir de menor a mayor. Esa «evolución», de todos modos, no la transformará en un clásico ni mucho menos pero sí en una película más atractiva de lo que parece en un principio. Dicho de otro modo, si tras ver diez minutos piensan que no tiene mucho sentido continuar lo único que puedo decir es que la cosa mejora.

En cierto sentido, TE VEO son dos películas en una. O tres. O cuatro. Digamos que, al menos, hay tres momentos clave en su historia en la que todo lo que hemos visto tiene que ser «recalculado» en función de nuevas informaciones narrativas que alteran casi todo lo visto previamente. Por consideración con los lectores que prefieren leer críticas antes de ver las películas, tendré cuidado con los spoilers. Más adelante en esta crítica aparecerán algunos –solo los de la primera vuelta de tuerca, que sucede antes de la mitad de la película–, pero serán oportunamente avisados.

El film empieza con un shock. Un chico que anda en bicicleta por un bosque es frenado en medio del aire por lo que parece ser un campo de fuerza misterioso y cae derribado. Pronto en la TV dirán que es otro de los chicos desaparecidos recientemente en circunstancias extrañas. Al investigar, los policías descubrirán que el misterio quizás no sea del orden sobrenatural ya que aparecen un cuchillo y un fino hilo que, cruzado sobre el camino, puede haber sido el responsable de tamaña «frenada en seco» del chico.

El policía que investiga, Greg Harper (Jon Tenney), atraviesa una complicada situación en su casa ya que su mujer, Jackie (Helen Hunt), tuvo un affaire con otro hombre y en la casa la tensión familiar se nota, especialmente en Connor (Judah Lewis), el hijo adolescente de la pareja, que maltrata todo el tiempo a su madre. Mientras Greg investiga el caso –que tiene muchos parecidos con uno de hace muchos años, algo raro ya que el culpable de esos crímenes está en la cárcel–, en su casa familiar empiezan a suceder cosas extrañas: desaparecen objetos, otros se mueven de lugar y un vendedor le dice a Jackie que habló con su hija, aunque los Harper… no tienen hijas.

Aquí es donde habría que frenar y no contar más para evitar cualquier tipo de spoilers. El problema es que no solo lo narrado tiene poco y nada que ver con lo que finalmente sucede sino que, si uno tuviera que analizar solo esta parte de la película (unos 40 minutos, digamos), esta dejaría mucho que desear. Digamos que en esta parte lo más shockeante que verán es el rostro de Hunt. Es que la actriz de MAD ABOUT YOU ha sufrido algún tipo de alteración –supongo que vía cirugía estética– que la ha vuelto no solo irreconocible sino que la ha dejado con un aspecto un tanto espeluznante, casi como si tuviera puesta una máscara para Halloween. Quizás los espectadores más jóvenes que no estén familiarizados con la actriz no lo sientan tanto, pero para los que la conocimos en otras épocas es muy difícil no distraerse al verla.

SPOILERS SPOILERS SPOILERS: Los que no hayan visto la película deberían saltar hasta el último párrafo

Entre eso y lo poco promisoria que parece la trama, da la sensación de que estamos ante un producto bastante mediocre. Pero en ese momento la película gira sobre sí misma, vuelve atrás en el tiempo y le da sentido a su título, ya que nos muestra que en la casa de los Harper habitan todo este tiempo dos adolescentes que practican el llamado phrogging, algo similar a lo que sucede en PARASITOS: son un chico y una chica (Alec y Mindy) que se cuelan en casas, duermen en sus sótanos y altillos y las aprovechan durante el día mientras las familias que las habitan no están. Quizás ellos estén relacionados con los movimientos raros que se observan en la casa, algo que parece querer provocar Alec, al que esto de esconderse todo el tiempo lo aburre. Pero: ¿qué pasa con las personas que son atacadas dentro de ella? ¿Y con los chicos secuestrados en el bosque? ¿Cómo se conectan todas esas cosas?

El spoiler que les adelanté es solo uno de los varios giros narrativos que se acumularán sobre el final del film, vueltas de tuerca que, curiosamente, están bastante bien incorporadas a la trama (el que quiera puede discutirlas en los comentarios). Dicho de otro modo: al menos mientras se observan los acontecimientos precipitarse sobre el final, uno tiene la sensación que Randall maneja muy bien los hilos del relato, quizás no tanto desde un lugar de «horror» pero sí en relación al suspenso y al misterio. Quizás, un tiempo después de haber terminado de ver la película, uno se de cuenta que todo el asunto se desmorona como un castillo de naipes, pero TE VEO cumple durante su metraje con la tarea de mantener al espectador intrigado, atento y, en un punto, hasta gratamente sorprendido por la apariencia de sensatez de los giros del relato. Algo que, convengamos, no pasa muy seguido en este tipo de películas.

FIN DE ZONA DE SPOILERS

La segunda mitad de TE VEO, entonces, le da sentido a su primera parte y termina por dejarle al espectador la sensación de que vio una película que, dicho coloquialmente, «al final no estaba nada mal«. Y en algún sentido es cierto: además de contar con el ingenio del guión de Devon Graye, Randall maneja bien las tensiones creadas en los distintos escenarios y tonos paralelos en los que se mueve la historia, yendo del drama doméstico al thriller de carácter policial con la amenaza permanente de algún tipo de explicación sobrenatural respecto a lo que está sucediendo. Cualquier cosa es posible, hasta terminar sacando adelante una película que al principio parecía condenada al fracaso.