Estrenos online: crítica de «What Drives Us», de Dave Grohl (Amazon Prime Video)

Estrenos online: crítica de «What Drives Us», de Dave Grohl (Amazon Prime Video)

Este documental dirigido por el músico de Foo Fighters y Nirvana es una colección de entrevistas a celebridades del rock (Ringo Starr, The Edge, Steven Tyler, Slash, Flea y muchos otros) que recuerdan las giras y los shows de sus comienzos.

Dave Grohl no podía imaginar que su documental centrado en entrevistas a músicos hablando de su pasión por las giras y tocar en vivo iba a estrenarse en un marco tan distinto al que se filmó. Realizado en 2019 –se menciona la fecha y, además, queda claro por la cantidad de entrevistas hechas en persona–, WHAT DRIVES US cobra un mayor significado y tiene otro peso en estas épocas de recitales y tours cancelados, en las que tocar en vivo ante grandes grupos de gente amontonada resulta todavía impensable. De golpe, lo que sería un documental algo perezoso con entrevistas a famosos músicos, amigos del director, para que cuenten anécdotas sobre sus carreras «on the road» tiene ahora un plus de nostalgia, melancolía y hasta dolor. ¿Quién sabe cuando algunos de estos músicos, especialmente los más veteranos, podrán volver a girar como lo hicieron hasta 2020?

Eso no quita, de todos modos, que WHAT DRIVES US no sea un documental un tanto perezoso, una suerte de tour de Grohl por casas de celebridades de la música con las que charlar un poco de cualquier cosa con la excusa de hacer una película sobre… algo. El mismo Grohl admite en el film que inició el proyecto con la idea de hablar sobre las giras iniciáticas, al bordo de una van (combis, furgonetas), que son parte del ritual clásico de la historia del rock para luego derivar en algo más amplio que se explica en el juego de palabras del título. «Lo que nos conduce» es traducible también como «lo que nos impulsa» y ese doble sentido sirve para hablar de esas viejas furgonetas de los ’70 y ’80 pero también de la pasión y la motivación de girar y tocar en vivo, sea en combis o en jet privados.

El grupo de entrevistados es un panteón de grandes del rock, empezando por Ringo Starr (de esos cuatro de Liverpool) y siguiendo por Steven Tyler (Aerosmith), The Edge (U2), Lars Ulrich (Metallica), Slash & Duff McKagan (Guns N’ Roses), Brian Johnson (AC/DC), Flea (Red Hot Chili Peppers), St. Vincent, Ben Harper y un buen grupo de veteranos del punk y el heavy metal de los ’80 como Ian MacKaye (Minor Threat, Fugazi), Exene Cervenka (X), Mike Watt (Minutemen) además de miembros de Black Flag, L7, Dead Kennedys, Slayer, de algunas bandas actuales con muy jóvenes miembros (si uno los compara con los veteranos que dominan el relato) y de integrantes de Foo Fighters, la banda de Grohl.

Yendo de un lugar a otro, en algunos casos, en la recuperada y restaurada furgoneta que Grohl usó en los inicios de Foo Fighters (si bien él ya era una estrella post Nirvana los comienzos de su nueva banda fueron «de abajo», asegura), el hombre va conversando con sus colegas/amigos de sus inicios en el rock, de cómo fueron sus primeros pasos con bandas que estaban lejos de imaginarse convertidas en mito y, fundamentalmente, de todo lo ligado a girar por las rutas en rodados de cuestionables condiciones y en estados quizás no del todo aptos para andar manejando. Lo que suma aquí es la relación de pares que Grohl establece con sus entrevistados, quienes se sueltan a hablar de cosas que quizás no le contarían a otra persona.

El film se va todo el tiempo por las ramas, muchas veces en función de lo que cada entrevistado quiere contar. El baterista de Dead Kennedys habla de sus adicciones; Flea, de su familia violenta; Harper, de sus vecinos punk y así. Un eje interesante del film es la historia de la ruta de lugares para tocar y hoteles para quedarse que fueron armando desde fines de los ’70 las bandas del hardcore californiano, especialmente Black Flag. Y las bandas más jóvenes dejan en claro que, si bien esa cultura de las giras autogeneradas tan cara a las bandas del rock independiente no tiene el mismo peso de entonces, siguen teniendo similares características.

De a poco el documental se va volviendo un homenaje al espíritu iniciático del rock: salir de gira con amigos, vivir experiencias juntos, tocar en vivo en lugares no siempre en condiciones. La idea de hacer música para salir de trabajos rutinarios –como cuenta Johnson– o de vidas aburridas de pueblo chico –como recuerda The Edge–, entre otros temas que son canónicos a cualquier biografía de bandas de rock es la que organiza el relato. Grohl no intenta innovar en esto. Lo que hace es elegir un segmento de la cultura rock y apuesta a que conectemos con esas celebridades de un modo humano, haciéndoles recordar las épocas en las que dormir todos encimados en la ruta, tocar para cinco personas, bañarse una vez por semana o sufrir algún accidente de tránsito bizarro era parte de la vida cotidiana. Y, para los más jóvenes, lo sigue siendo. Bah, seguía siéndolo hasta 2019.

La pandemia, los cierres de lugares para tocar, la cancelación de prácticamente todo tipo de shows en vivo que no sean grabados sin público y emitidos vía streaming (originalmente este documental iba a darse antes de los shows de una gira en plan nostalgia de Foo Fighters llamada «The Van Tour» que se suspendió) le terminan por dar a esta colección de anécdotas un carácter casi mítico. Lo que cada uno de los entrevistados cuenta es un reflejo de un doble cambio de época, ya que lo que para ellos era nostalgia por una etapa personal previa (muy pocos de los entrevistados siguen girando por las rutas así) hoy lo es para todos. La ruta, las giras, los shows, el público fervoroso. Parte de una historia que hoy está suspendida en el tiempo y que espera regresar.