Estrenos online: crítica de «Ad Vitam», de Rodolphe Lauga (Netflix)
Este thriller francés se centra en un ex gendarme que debe rescatar a su esposa embarazada que fue secuestrada por un misterioso grupo armado. Con Guillaume Canet y Stéphane Caillard. Estreno: 10 de enero en Netflix.
Así como en el catálogo de Netflix existe una batea «drama europeo de la Segunda Guerra Mundial» hay otra a la que llamaremos «película de acción francesa«. Se trata, usualmente, de algún enérgico thriller de ese origen, lleno de persecuciones y disparos, habitualmente protagonizado por algún reconocido actor de ese país y que la plataforma suele estrenar en esos meses con pocos títulos nuevos en circulación. Dentro de ese esquema se inserta AD VITAM, cuya mayor diferencia quizás sea que, durante buena parte de su metraje, tiene más de drama que de film policial. Eso sí, cuando la acción llega, los franceses de Netflix tiran la maison por la fenêtre.
Guillaume Canet es un respectado actor/director francés de títulos como NO SE LO DIGAS A NADIE o MI IDOLO, además de muchos otros —de directores como Patrice Chéreau, Olivier Assayas, Cedric Kahn y André Techine y varias grandes producciones comerciales— en los que solo participó como intérprete. Acá se pone al frente de un relato de acción y suspenso tradicional que califica también como drama humano. Canet encarna a Franck, a quien conocemos en un peligroso trabajo con andamios en la Basílica del Sagrado Corazón. El hombre vive con su esposa, Léo (Stéphane Caillard), quien está a punto de parir. Y en su casa vienen sufriendo una serie de extraños robos: llega gente, remueve todo y se va sin llevarse nada.
Pronto descubriremos que Franck guarda algo allí, algo secreto que su mujer parece no saber. Y es eso lo que buscan los atacantes. Un día los tipos llegan, los encuentran allí y, tras una pelea que deja en claro que la parejita sabe lo que está haciendo, atrapan a Léo y amenazan a Franck: «Si no entregás lo que buscamos, ella morirá«, le dicen o algo así. Al hombre le dan un tiempo muy breve para cumplir su requisito y ahí la película aprovechará para regresar diez años atrás y contar, más que el secreto detrás de ese McGuffin que los villanos buscan, la relación entre Franck y Léo, el lugar en el que se conocen y qué fue pasando en sus vidas hasta conectar con el caso que hoy los tiene al borde de la muerte. Y ahí, claro, volverá la acción y el suspenso con todo.
Un thriller con una trama simple pero que se cuenta de un modo poco claro (da la impresión que ni al director ni al guionista les interesa verdaderamente explicar qué se esconde detrás de eso muy importante que buscan), AD VITAM pasa de la acción, corridas y violencia del principio a casi media película en la que veremos a la hoy pareja de casados y sus compañeros entrenando en la Gendarmería Nacional, enamorándose y saliendo con amigos a bailar o a comer. Hasta que, tras ver el violento hecho que conecta el pasado con el presente, entenderemos, a grandes rasgos, el peligro que corren.
Un poco más elegante y menos pirotécnica que otras películas francesas de Netflix, con escenas de acción más físicas y menos digitales, con un intento no del todo logrado de ocuparse más de los personajes que lo usual en este tipo de relatos en los que suelen primar las peleas, los disparos y las persecuciones (de autos, motos y otras cosas más que mejor no adelantar), a AD VITAM le funciona bien su metraje breve, de poco más de 90 minutos, y la decisión de Rodolphe Lauga de no «embarrar demasiado la cancha» llenando la trama de las complicaciones típicas de este tipo de relatos que envuelven política, espionaje y algún otro asunto oscuro.
Lo que AD VITAM intenta ofrecer es un drama humano, un relato de suspenso de influencias hitchockianas (el clásico personaje que se enfrenta a las autoridades a costa de que lo persigan a él mientras intenta develar el misterio y limpiar su nombre) y un thriller que tiene paisajes parisinos y, como importante elemento extra, a una mujer a punto de parir. Habrá tiroteos, drones, piñas y choques, pero nada superará nunca en tensión y nerviosismo al drama de una embarazada a la que le cuesta mucho llegar al hospital para dar a luz.