Series: crítica de «Los crímenes de Åre» («Åremorden»), de Viveca Sten (Netflix)

Series: crítica de «Los crímenes de Åre» («Åremorden»), de Viveca Sten (Netflix)

Los cinco episodios de esta serie sueca se dividen en dos distintos casos policiales que tienen lugar en el nevado pueblo de Åre, en Suecia. Estreno de Netflix.

Uno creía que ya lo había visto todo pero siempre es posible innovar en los formatos serializados. LOS CRIMENES DE ÅRE es uno de esos casos. No es, estrictamente, una serie y tampoco es una película. Sus cinco episodios pueden considerarse, al menos tomando en cuenta su duración y ritmo, como dos películas juntas: los tres primeros episodios cuentan una historia ligada a un hecho policial en el nevado pueblo de Åre, un centro de esquí en medio de Suecia, y los dos restantes cuentan otro hecho criminal que tiene lugar allí, con los mismos policías involucrados. Pese a que el primer caso ocupa un episodio más que el segundo, sus duraciones en realidad son similares, ya que los primeros tres capítulos son más breves que los dos últimos. Si uno cuenta la extensión y la organización narrativa, es como si estuviéramos viendo una película e, inmediatamente después, su secuela.

Adaptados ambos de sendas novelas de la escritora sueca Viveca Sten, la mayor diferencia entre ambos es que el primer caso, llamado MUERTE EN LAS MONTAÑAS, es mucho más rico que el segundo, que se titula MUERTE EN LAS SOMBRAS, y genera mucho más interés y tensión. Los dos, obviamente, tienen en común las mismas locaciones y a los mismos investigadores, pero el resto del universo –criminales, sospechosos, etcétera– es totalmente distinto. Se trata de una decisión rara, que prueba que Netflix considera que es más fácil vender una serie que una película y entonces la divide en episodios. Y además, para que el conjunto no quede demasiado corto, junta dos historias y las estrena al mismo tiempo con un título que las engloba.

Yendo a la «serie» en sí, lo que se cuenta en MUERTE EN LA MONTAÑA arranca con la llegada a Åre de Hanna Ahlander (Carla Sehn), una policía de casos de violencia doméstica de Estocolmo que ha decidido tomarse un descanso en esas tierras para aflojar las tensiones y los problemas de su vida la capital. No se imagina que, al mismo momento de su llegada, justo iba a desaparecer una joven llamada Amanda. Si bien su idea no era trabajar allí –viene de atravesar una situación laboral y personal complicada en Estocolmo–, hace falta gente para investigar el caso y por eso se suma a la policía local, encabezada por Daniel Lindskog (Kardo Razzazi), al que no le gusta nada la intromisión de la recién llegada.

El caso, que involucrará decenas de sospechosos, incluyendo amigas de la escuela, profesores, ex novios, personal de limpieza, empresarios locales y maridos celosos, está –salvo por su un tanto apresurada y excesivamente caótica resolución– bien narrado, con un inteligente uso de las locaciones, personajes ambiguos que pueden o no tener que ver con el caso, un par de escenas de suspenso temerarias y unos espectaculares escenarios nevados que le agregan un plus al asunto.

El segundo caso, MUERTE EN LAS SOMBRAS, es menos rico en detalles, personajes y circunstancias. Arranca con la aparición de un cuerpo destrozado en partes en medio de la nieve y, en la persecución de sospechosos, deriva a la vez en una situación más propia de abuso y violencia familiar para ir, de allí en adelante y un tanto forzadamente, intensificando todo. Si en la primera de las dos partes el eje narrativo estaba puesto en la historia de Hannah, acá el show se ocupa más de contar las vidas de Daniel y de otros miembros de la policía local, expandiendo a lo ancho las características de cada uno de ellos como para darle una continuidad a futuro al mundo que se ha creado.

La idea, uno imagina, es seguir adaptando novelas de Sten en otros nuevos «crímenes» ligados a Åre. La especialista en policiales hasta ahora ha escrito cinco en esa serie, pero si hace falta uno imagina que hará más. De todos modos, se hace difícil pensar que ese nevado y coqueto pueblo sueco con bellas montañas para esquiar pueda tener tantos casos como para requerir una división especializada en homicidios. Pero nunca se sabe. Todo allí puede parecer muy bonito, amable y hasta refinado, pero yo no me fiaría demasiado de algunos de esos tipos. Casi todos esconden algo.