Festivales: crítica de «Matronas» («Sages-femmes»), de Léa Fehner (Punta del Este)

Festivales: crítica de «Matronas» («Sages-femmes»), de Léa Fehner (Punta del Este)

por - cine, Críticas, Festivales
27 Feb, 2024 01:30 | Sin comentarios

Este drama francés se centra en el tenso y frenético trabajo cotidiano de las parteras de una sala de Maternidad de un hospital público de Toulouse.

Pese a haberse presentado y haber sido premiada en la edición 2023 de la Berlinale, es poco lo que se ha escuchado de MATRONAS, película de Léa Fehner que no ha tenido demasiada repercusión ni distribución internacional pese a ser un más que digno drama sobre la ardua tarea de las parteras y mujeres que trabajan en la sección maternidad de un hospital público francés. Con un ritmo intenso y un grupo de chicas que corren incansablemente de acá para allá tratando de resolver decenas de problemas al mismo tiempo, SAGES-FEMMES alcanza por momentos el tempo enervante de series como THE BEAR u otras que exploran trabajos que requieren estar constantemente corriendo.

Claro que acá el asunto es más importante que la buena o mala preparación de un sandwich o si llega frío un plato a la mesa. La película pone el eje en una decena de mujeres y hombres (mayoría de las primeras) que trabajan en un hospital público que tiene menos personal del que necesita para cumplir sus obligaciones sin hacer explotar o matar del stress a su personal. Y el centro de la historia son dos chicas que viven juntas, acaban de ingresar a la institución y atraviesan de maneras muy diferentes la experiencia.

Sofia (Khadija Kouyaté) y Louise (Héloïse Janjaud) acaban de sumarse a la maternidad de un hospital de Toulouse. La primera parece muy profesional, segura de sí misma y dispuesta a hacerse cargo sola de situaciones complicadas. La segunda, en cambio, un poco más tímida y timorata, parece entre asustada y confundida con las obligaciones, la información y el caos que la rodea. Si bien entre el personal parecen llevarse bien, las tensiones de cada ronda y cada caso muchas veces terminan en discusiones y peleas. La mayoría de ellas, claro, se solucionarían con más personal. Pero también en el sistema de salud francés hay recortes presupuestarios.

En un formato narrativo dividido en varios casos, algunos más sencillos y otros más complicados, que tienen que atender, MATRONAS va mostrando cómo Sofia empieza a perder la confianza y la seguridad ante algunos partos difíciles mientras intenta taparlo todo con una preocupante obsesión por querer estar en cinco lados a la vez. Louise, en cambio, va acomodándose de a poco a su tarea y parece hallar un buen balance entre la obligación, las corridas y la calidez para ocuparse de algunos casos complejos de un modo más humano. Habrá uno de esos casos –una mujer inmigrante africana– que las llevará a entrar en un conflicto personal entre ambas. Y con el hospital también.

Más allá de algunas decisiones de guión un tanto caprichosas (el arco narrativo de Sofia es en exceso convencional para una película que se pretende realista), MATRONAS ofrece una mirada comprensiva y empática a este grupo de mujeres y hombres que ocupan gran parte del tiempo de sus vidas en ayudar a dar a luz, aún resignando sus propias necesidades personales. Pero más allá de ser un homenaje o un reconocimiento a las parteras, auxiliares y el personal de una maternidad, la película también es un reclamo por salarios dignos, por condiciones de trabajo acordes y, más que nada, por no hacer recortes presupuestarios en los lugares que más necesitan. Allá, acá y en todo el mundo.