Estrenos online: crítica de «El amigo» («The Friend»), de Scott McGehee y David Siegel (Flow, Claro Video, Movistar TV)

Estrenos online: crítica de «El amigo» («The Friend»), de Scott McGehee y David Siegel (Flow, Claro Video, Movistar TV)

Tras la muerte de su amigo y mentor, una profesora «hereda» su perro gran danés y debe aprender a convivir con el gigantesco y muy triste animal. Con Naomi Watts y Bill Murray. Disponible en varias plataformas de alquiler.

Películas caninas hay por decenas y cada una tiene su propio tono, su propia lógica, su propio estilo. EL AMIGO, en el fondo, no es muy distinto a otros films que trazan la relación entre un perro y su dueño, una que se inicia torcida y con el paso del tiempo se acomoda, solo que aquí se ubica en el marco de un drama adulto sobre el duelo que va más allá –o eso parece, al menos– que las vicisitudes de ver dónde el perro duerme o si come la comida que le trae.

Todo empieza con la historia de cómo Walter (Bill Murray), una famoso escritor y profesor universitario, conoció casualmente y adoptó a Apollo, un gran danés que lo acompaña en esta etapa de su vida. La película ha tenido apenas dos escenas cuando nos topamos con la noticia de que Walter se ha suicidado shockeando a muchos, en especial a Iris (Naomi Watts), una ex alumna, breve pareja durante unos días y amiga de mucho tiempo. Walter deja atrás una vida personal un tanto complicada: tres ex esposas, una hija de otra mujer, una fama de mujeriego y ese suicidio que a todos incomoda y que nadie logra explicarse del todo.

Deja otra cosa más: a Apollo, su gigantesco gran danés cuyo destino no definió previo a su muerte. Como sus exes no pueden, no saben o no quieren hacerse cargo del enorme animal, el perro se vuelve responsabilidad de Iris, quien tampoco parece querer saber nada de entrada con el bicho. Por un lado, porque ella es una cat person. Y, por otro, porque en el coqueto edificio en el que vive en Nueva York no se permiten perros.

Los primeros días de convivencia entre ambos son complicados: Apollo está triste, no quiere comer, ni levantarse mucho de la cama (la de ella) que le ocupa. E Iris se frustra, sin saber qué hacer con él. Cuando se va a dar clases, encima, Apollo rompe varias cosas en el cuarto. Sin embargo, con su cara de tristeza y/o depresión, es imposible enojarse con él. Y de a poco las cosas empiezan a acomodarse, salvo en su edificio, cuyo encargado (Felix Solis) le dice una y otra vez que tiene que sacarlo de ahí si no quiere que los dueños la echen.

EL AMIGO es un drama en el que el perro funciona cómo una suerte de puente entre Iris y Walter, llevándola a pensar en las experiencias que vivieron juntos y en su propio dolor, reflejadas en la cara triste del perro. El animal se mete a la vez en medio de su bloqueo creativo que no le permite avanzar en sus proyectos literarios, uno de los cuáles tiene que ver con recuperar toda la correspondencia de su mentor y antologizarla, algo que hace (o debería hacer) junto a la hija de Walter, Val (Sarah Pidgeon). Mejorar la relación con Apollo, de algún modo, es para ella poder hacer su cierre personal de su relación con Walter.

A diferencia de otros films más ligeros del subgénero, EL AMIGO no pierde demasiado tiempo en peripecias raras o desastres varios cometidos por el perro. Hay un par de momentos álgidos (cuando ella se va a trabajar y encuentra la casa un tanto destrozada, alguna que otra tensión) y otros incómodos en la vía pública o edificios a los que ella trata de ingresar con él, pero por lo general la relación entre ambos –y la película que los contiene– se mantiene en un territorio bastante realista y emotivo, coqueteando con el sentimentalismo pero sin caer del todo en él.

Los directores vienen del cine independiente (empezaron en los ’90 con SUTURE y hace poco hicieron MONTANA STORY) y eso se nota en la manera en la que prefieren evitar caer en muchos de los clichés más mainstream del género. De todos modos, eso no implica que THE FRIEND sea cine de autor en un sentido profundo o que tire a la basura todas las reglas de este tipo de películas. No, al adaptar la novela de Sigrid Núñez, McGehee y Siegel siguen con bastante fidelidad los pasos y procedimientos de este tipo de relatos, solo que lo hacen de un modo asordinado, discreto, pudoroso y sin grandes sobresaltos. Provocará lágrimas igual, pero no se sentirán sacadas a fuerza de golpes bajos. Bueno, no todas…