
Estrenos online: crítica de «Revista Ms.: Una revolución editorial» («Dear Ms.: A Revolution in Print»), de Cecilia Aldarondo, Alice Gu y Salima Koroma (HBO Max)
A través de la lente de algunas de sus portadas más icónicas y con imágenes de archivo nunca antes vistas, tres cineastas se sumergen en el legado histórico y complejo de la revista feminista Ms. Disponible en Max.
Estandarte combativo y controvertida punta de lanza del movimiento feminista de principios de los años ’70, la revista Ms. fue un punto clave de reunión para una generación de mujeres que no eran escuchadas ni tenidas en cuenta tanto en el mundo editorial como en el real. Una revista feminista cuyos críticos (hombres) consideraban que no duraría ni seis meses y que todavía, con sus giros y cambios, existe actualmente, Ms. comenzó como un proyecto modesto de un grupo de periodistas y editoras que no se sentían comprendidas ni tenidas en cuenta en los medios en los que trabajaban y que estaban convencidas que había muchas mujeres que querían leer algo más sustancial y relevante que recetas de cocina o consejos para vestirse, registros clásicos de las típicas revistas femeninas.
Comandada por un grupo de mujeres cuyo rostro más popular y visible fue el de la periodista y escritora Gloria Steinem, Ms. es objeto aquí de un interesante y crítico recorrido que tiene una forma un tanto particular. Más que organizarse como una sola película que cuenta su historia, el film se divide en tres, dirigidos por tres mujeres distintas y centrados, cada uno, en un eje particular: la complicada relación de la revista con las mujeres afroamericanas, la manera en la que llevó al discurso común temas como el acoso sexual y la violencia de género –que entonces ni siquiera tenían un nombre– y su también debatible relación con la pornografía.

Cada uno de los films (podrían ser tres episodios de 40 minutos de una serie pero se presentan como un todo) toma además una época del proyecto y va, en paralelo a sus ejes temáticos, haciendo avanzar la historia de la publicación y de su relación con sus lectores y con la cambiante sociedad estadounidense de esos años, llegando hasta mediados de los años ’80. A través de entrevistas a las organizadoras del proyecto –casi todas están vivas–, de una enorme cantidad de material de archivo inédito de la época y con testimonios de muchas mujeres que tuvieron una relación de amor-odio con la revista, DEAR MS. va contando la historia de una publicación que fue importante para la sociedad de la época, si bien quizás no del modo en el que algunas hubieran querido.
El primer film, dirigido por Salima Koroma, se centra en la conflictiva relación de la revista con las mujeres afroamericanas, que no formaban parte del consejo editorial y cuya problemática específica era muy poco tenida en cuenta en las notas de cada edición de la revista. Así, si bien la gran mayoría de la sociedad se sentía entre shockeada y escandalizada por una revista que hablaba de aborto, de violencia de género, del sometimiento de las mujeres, del deseo sexual, de masturbación, de acoso en el trabajo y de los temas centrales de las distintas etapas del feminismo, las mujeres negras tenían una opinión un tanto más ambigua sobre sus logros y sus omisiones.
El segundo episodio, de Alice Gu, es menos controversial respecto a la revista en sí ya que pone el eje en la manera en la que Ms. instaló las temáticas de la violencia doméstica y del acoso laboral. Hoy parece absurdo pensar que eran temas que no tenían siquiera nombre, pero una fuerte tapa de la revista, de 1976, mostrando a una mujer golpeada, abrió la discusión social al respecto. Y otra, del año siguiente, puso el eje en el acoso laboral. En medio de los episodios, otros asuntos ligados a las dificultades comerciales de la revista, a la reacción conservadora (inclusive de grupos de mujeres) a sus notas y a su relación con la legislación se van colando.

El tercero, de la boricua Aldarondo, se centra específicamente en la relación entre la revista con el erotismo y la pornografía, poniendo en discusión a las que creían que había una diferencia sustancial entre conceptos como «erótica» y «porno» –ligada al sexo como poder y violencia–, y las que tenían una relación más amplia y abierta con ese tema, incluyendo varias actrices y artistas del género, debate que llevó a una división profunda dentro de un medio en el que, a lo largo de su historia, escribieron luminarias como Alice Walker, Susan Sontag, Anne Sexton y Zora Neale Hurston, entre muchas otras, además de la propia y prolífica Steinem.
El documental tiene una factura clásica dentro del género en su versión plataforma y si bien la división en episodios funciona de una manera un tanto rara –hay cosas que se repiten en varios de ellos, incluyendo la presentación de los hablantes, aún cuando sus entrevistas fueron grabadas en una misma circunstancia–, a su favor juega ese inusual mirada crítica que tanto el film como las editoras originales de la revista poseen acerca de su propia historia. De todos modos, más allá de esa mirada detallista, lo que el film deja en claro es que Ms. fue una revista fundamental para acompañar a una década de cambios profundos, cambios que parecían haber llegado para quedarse, pero que hoy –reacción conservadora mediante– han vuelto a provocar las mismas controversias que entonces.



