
Series: reseña de «Poker Face – Temporada 2», de Rian Johnson (Universal+)
Continúan las aventuras de la chica que detecta a los mentirosos y se mete constantemente en problemas policiales. Con Natasha Lyonne y muchos invitados por episodio.
Que una serie esté o no en boca de todos ya no depende de su calidad. O no solamente. Tal como está armado el panorama de streaming hoy, muchas veces lo esencial para ser un éxito no es solo eso sino la accesibilidad. El caso de POKER FACE es una evidencia de esa deformación. Una serie divertida y por momentos muy original, creada por Rian Johnson, protagonizada por Natasha Lyonne y con un elenco de estrellas invitadas que envidiaría cualquier otra producción, POKER FACE sería un éxito rotundo de estar en una plataforma como Netflix o, quizás en menor medida, de aparecer en Disney+, Prime Video o HBO Max. Pero la serie llega acá vía Universal+, plataforma que poca gente tiene o ve. Y como sucede en los casos de otras series que van por Apple TV+, MGM+, Paramount+ (el caso MOBLAND es similar) o plataformas de menor penetración en el mercado, pasa prácticamente desapercibida.
Y es una pena porque es una de las series más entretenidas que hay en el mercado. En su segunda temporada, POKER FACE continúa y expande su propuesta retro de homenajear y jugar con los formatos de los años ’70 o de la televisión episódica clásica para poner a su peculiar protagonista a vivir una nueva serie de curiosas aventuras. Lyonne encarna a Charlie Cale, una algo excéntrica mujer que vive escapándose de unos mafiosos que la persiguen y que tiene dos raras habilidades. Una de ellas es que es capaz de detectar cuando una persona miente. Y la otra es su insólita capacidad para caer siempre y casualmente en lugares donde se cometió o se cometerá algún tipo de crimen o delito. Estas características personales dan pie a episodios por lo general autocontenidos en los que Charlie–sin ser policía ni detective ni nada parecido– termina resolviendo crímenes de todo tipo y color.

El formato remite a series tipo EL INCREIBLE HULK o COLUMBO, con cada capítulo transformado en una pequeña minipelícula con personajes que, salvo contadas excepciones, entran y salen de la historia general para no volver. El único constante es ella, una chica en fuga, aventurera –anda siempre en su vintage Plymouth Barracuda Modelo 1969–, que quiere vivir una vida tranquila pero no puede evitar toparse una y otra vez con situaciones policiales, raras o violentas. La originalidad se la da el tono satírico, algunos episodios particularmente delirantes o ingeniosos y, sobre todo, la personalidad de Charlie, una mujer que Lyonne interpreta como una suerte de espíritu libre, una «chica rockera» a la que no le gustan las ataduras ni las convenciones (ni la policía, ni los mafiosos) y que tiene un muy personal sentido de la justicia.
A lo largo de doce episodios, Charlie se mete en situaciones de todo tipo: enredándose con gangsters, con ladrones y con una convención de policías, trabajando en el comedor de una escuela con alumnos intensos o en un equipo muy loser de las ligas menores de béisbol y, en todos los casos, metiéndose en problemas o ayudando a resolverlos. La mayoría de los episodios arrancan mostrando una situación específica y el crimen o delito que se termina cometiendo entre sus protagonistas (la mayoría, actores invitados conocidos) para luego volver el tiempo atrás, ver cómo Charlie estuvo rondando siempre la situación desde los márgenes y cómo luego encuentra la manera de atar cabos y resolverla.

Hay algo en los planos, en la composición de cuadros, en el ritmo y la musicalidad de los episodios que hace recordar a la época de oro de series setentosas como SHERIFF LOBO, KUNG FU o LAS AVENTURAS DE B.J., shows que tenían similares protagonistas errantes casi siempre en la ruta, personas fuera del sistema que se involucraban en situaciones criminales, en la mayoría de los casos, tratadas con ligereza. Y por más predecible que pueda resultar cada episodio –casi todos concluyen con ella resolviendo el asunto–, hay algo fresco, simpático y por momentos hasta bizarro en la manera en la que cada uno se desarrolla y concluye.
Les suma tener un elenco de grandes figuras invitadas, otro formato clásico de la época (ver EL CRUCERO DEL AMOR) que POKER FACE homenajea. Acá están Steve Buscemi (en varios episodios, pero solo a través de la voz), Cynthia Erivo, Giancarlo Esposito, Katie Holmes, John Mulaney, Richard Kind, Simon Rex, Margo Martindale, Gaby Hoffman y Kumail Nanjiani (ambos en el episodio más divertido, el de la convención policial), entre muchos otros que aparecen. Lo constante es la presencia carismática de la actriz de ORANGE IS THE NEW BLACK y el tono pícaro, nostálgico pero a la vez inspirado, que logran darle Rian Johnson y compañía. Si no tienen a mano la plataforma que la emite, bueno, ya saben que pueden encontrarla por ahí…



