Venecia 2025: crítica de «Milk Teeth» («Dinți de lapte»), de Mihai Mincan (Orizzonti)
Rumania, 1989. El ocaso de la dictadura de Nicolae Ceauşescu. En un pequeño pueblo, una niña de diez años es la última persona en presenciar la desaparición de su hermana. Desgarrada por la pérdida, intenta comprender una nueva y aterradora realidad.
En lo que ya parece ser una tendencia en el festival –el drama saudí HIJRA tiene un similar punto de partida y SHORT SUMMER no le queda lejos en tono–, la película rumana MILK TEETH se centra en las experiencias de una niña a partir de la desaparición de su hermana mayor. En este caso, la historia tiene lugar en Rumania en 1989, en medio de la caída de la dictadura de Nicolae Ceauşescu.
La protagonista es María (Emma Ioana Mogos), una niña de diez años que juega con su hermana Alina (Lara Maria Alexandra Comanescu) y otros chicos en la calle una tarde en apariencia normal. En un momento su hermana se aleja a llevar la basura pero no vuelve. Y cuando van a buscarla, no está. Luego llegarán los padres, desesperados, y nada. La chica no aparece. Nadie sabe qué pasó con ella. Allí comenzará un doble derrotero. Por un lado, el de los padres, tratando de entender qué sucedió y entrando en conflicto con la realidad política y social de la época, un momento en el que había muchas desapariciones de este tipo.
Por el otro, y principalmente, la película se ocupa de las experiencias y vivencias de la pequeña María, que tiene que lidiar y procesar lo que sucedió mientras que intenta reacomodar su vida en función de su nueva realidad y la de su familia. MILK TEETH combina ambos registros, indagando acerca de la realidad política de la época –se muestra a la resiliente madre que no consigue información pese a su insistencia ante el burócrata a cargo de la investigación–, pero poniendo el acento en la vida de esa niña en ese pequeño pueblo rumano que se va viendo cada vez más afectado por los eventos dolorosos que lo rodean.
Se trata de un film también sensorial, que busca más transmitir sensaciones que armar una narración con una estructura dramática clásica –que de todos modos existe ya que se apoya, especialmente en su primera mitad, en la búsqueda de la chica desaparecida– y que casi nunca abandona el punto de vista de María, que va viendo cómo su mundo familiar se desvanece frente a sus ojos y uno nuevo, enigmático y difícil, empieza a abrirse sin que ella pueda comprenderlo muy bien. MILK TEETH es un doloroso coming of age que apuesta a mirar de modo poético a un país que, a su manera, también tiene que empezar a crecer.
