Series: reseña de «Only Murders in the Buiding – Temporada 5», de Steve Martin y John Hoffman (Disney+)

Series: reseña de «Only Murders in the Buiding – Temporada 5», de Steve Martin y John Hoffman (Disney+)

En la quinta temporada, los tres investigadores y podcasters lidian con un nuevo crimen y con potenciales sospechosos que son muy peligrosos. Con Steve Martin, Martin Short, Selena Gómez y varias estrellas invitadas. Desde el 9 de septiembre por Disney+

Con cinco temporadas encima, ONLY MURDERS IN THE BUILDING funciona como una máquina aceitada, con lo bueno y lo malo que eso implica. Lo bueno, claro, tiene que ver con la química entre los protagonistas, con tener los ritmos y el tono ya claro, y con la comodidad de saber cómo fluye y funciona el todo. Lo «malo» de la máquina aceitada es caer en el yeite, en el recurso, dejar de pensar qué es lo mejor que se puede hacer en una escena –o, para los guionistas, en una historia– y recurrir a lo probado, a lo que ya salió bien o, como pasa en muchos de estos casos, poner todas las fichas en los invitados.

En esta quinta temporada de OMITB suceden ambas cosas. Selena Gomez ya está integradísima a la dupla inseparable de Martin Short y Steve Martin al punto que uno podría pensar a los tres como un experimentado trío cómico. Y la lógica de los crímenes ha empezado a ampliarse –como en la temporada anterior– al punto de hacer cada vez más referencias al mundo exterior y a la industria del espectáculo que los contiene. Por el lado de la «contra» está el carácter repetitivo, por momentos esquemático, de tener a nuestros tres sabuesos buscando resolver siempre un crimen raro de características inusuales que parece suceder una y otra vez en el mismo escenario. A esta altura de la vida criminal de ese edificio, ya es hora que los vecinos empiecen a pensar en cuidar sus vidas y mudarse de ahí.

Continuando tras el cierre de la temporada 4 (sin spoilers), los protagonistas lidian e investigan la sospechosa muerte de Lester, el encargado del edificio, y de un conocido mafioso. Todos aseguran que fue accidental, pero ellos encuentran un dedo y sospechan que hubo alguna jugada sucia ligada a la muerte de Lester. En su investigación, nuestros protagonistas descubren un casino subterráneo en el mismo edificio y ahí la serie aprovecha para contarnos un poco el pasado de ese encargado, de cómo llegó allí tímidamente para terminar siendo una presencia importante del lugar. Como el otro muerto era mafioso, pronto el trío cree que hay una mano oscura metida detrás del crimen. Pero el asunto probará ser un poco más complicado que eso.

Entre los invitados que van apareciendo vemos de entrada a Keegan-Michael Kay, otro de los que trabajan en el edificio; a Beanie Feldstein como una vieja amiga de Mabel (Gomez) convertida en estrella pop; a Bobby Cannavale en un rol un tanto particular y a Tea Leoni como su «esposa». Además, los tres personajes que serán clave en la temporada aparecerán en episodios posteriores: Cristoph Waltz, Renée Zellweger y Logan Lerman interpretan a un grupo de modernos ejecutivos que son algo así como la versión siglo XXI de la vieja mafia. ¿Estarán ellos involucrados en las muertes que empiezan a sucederse? ¿Y cuáles podrán ser los motivos?

En el medio, la temporada se las arregla para hablar de un tema urticante. El podcast de los protagonistas es adquirido por una gran empresa que tiene conexiones con algunos millonarios y poderosos de la alta sociedad norteamericana. ¿Qué pasará entonces si las pistas que consiguen los conducen hacia esa gente? ¿Tendrán libertad para acusarlos o serán censurados? Esa conexión entre la fantasía de la trama y el realismo de un contrato que podría obligarlos a tener que mirar para otro lado, lleva a la serie a tener que convivir con cuestiones más urticantes de la vida real. En un mundo de fantasía pura como el que propone ONLY MURDERS… es un bienvenido ángulo para explorar.