Viennale 2025: crítica de «It’s Never Over, Jeff Buckley», de Amy Berg

Viennale 2025: crítica de «It’s Never Over, Jeff Buckley», de Amy Berg

por - cine, Críticas, Festivales
11 Oct, 2025 06:04 | Sin comentarios

Este documental se centra en la corta vida y carrera del cantante y músico estadounidense que publicó un solo álbum en vida y murió accidentalmente a los 30 años.

La corta vida y carrera de Jeff Buckley, un artista que pese a editar en vida solamente un álbum logró una amplia repercusión y un culto de devotos fans, es recuperada y analizada en este emotivo y sensible documental que se enfoca tanto o más en su personalidad y en sus relaciones que en su música. Un cantante de un enorme rango vocal y una exquisita sensibilidad, Buckley supo combinar influencias del soul, el jazz, el folk y la música de Nusrat Fateh Ali Khan con su pasión por el más puro rock & roll, especialmente Led Zeppelin, banda de la que era devoto fan. Un símbolo también de una época en la que muchos artistas independientes eran rápidamente contratados por grandes estudios, Buckley no tuvo una real oportunidad de crecer de a poco. Y ese choque fue demasiado fuerte para poder sobrellevarlo del todo bien.

Si bien su muerte, a los 30 años, fue accidental –se metió a nadar en un río y se ahogó, no tenía drogas ni alcohol en la sangre–, Buckley vivió con dificultad su súbita llegada a la fama y popularidad, las presiones del estudio y sus propios conflictos internos. Si bien nunca se lo diagnosticó, sus ex parejas y compañeros de banda dan a entender que sufría de algún tipo de síndrome bipolar que se dejaba entrever en sus constantes cambios de ánimo. IT’S NEVER OVER… pone el foco en sus idas y vueltas personales, su infancia, sus inicios en la música, su relación con su peculiar madre de origen panameño y la ausencia y conflictiva conexión con su padre, Tim Buckley, que fue también un cantante que murió joven, en su caso por sobredosis.

Berg, directora de varios documentales sociales y políticos como DELIVER US FROM EVIL y WEST OF MEMPHIS, pero también uno sobre Janis Joplin (LITTLE GIRL BLUE), utiliza materiales grabados en su época, muchos de los cuales provienen de sus shows en vivo, ya que Buckley creció y se desarrolló como artista en escenarios, tanto antes de editar su único álbum, GRACE (1994), como durante los casi tres años de giras que tuvo a posteriori. Esos materiales se combinan con emotivos testimonios –mensajes de voz, cartas, objetos y algunos momentos animados– que ofrecen tanto su madre, Mary Guilbert, como sus parejas (Joan Wasser y Rebecca Moore), además de colegas como Michael Tighe, Matt Johnson, Aimee Mann, Ben Harper y Parker Kindred, entre otros.

No es una película que se ocupe especialmente de analizar su música en detalle. Si bien Jeff era un obsesivo fan de artistas –gran parte de sus canciones publicadas fueron covers, especialmente su famosísima versión de Hallelujah, de Leonard Cohen– y un músico que lidiaba mucho con la dificultad de componer canciones que estén a la altura de sus ídolos, su faceta artística está más trabajada desde su difícil relación con la presión de los sellos discográficos, la parte autobiográfica de sus letras y, especialmente, su llamativo rango vocal, que es lo más característico de sus variados talentos.

Sin salirse del todo de la norma de los documentales biográficos sobre artistas cuyo destino suele ser formar parte del catálogo de las plataformas de streaming, IT’S NEVER OVER, JEFF BUCKLEY logra retratar al músico con sensibilidad, afecto y, sobre todo, comprensión acerca de sus dificultades personales y profesionales, las de un chico talentoso y carismático cuya promisoria carrera se vio cortada abruptamente cuando todavía tenía muchísimo para dar.