Estrenos: crítica de «Karla», de Christina Tournatzés

Estrenos: crítica de «Karla», de Christina Tournatzés

por - cine, Críticas, Estrenos
26 Nov, 2025 11:55 | Sin comentarios

Una chica se escapa de su familia y llega a la policía para denunciar a su padre por abusos sexuales en este drama legal protagonizado por Elise Krieps y Rainer Bock. Estreno en cines argentinos: 27 de noviembre.

Más de 60 años atrás los casos de abuso sexual a menores eran raramente reportados a las autoridades. Muchísimos menos aún terminaban en algún tipo de juicio y condena al abusador. El caso que se cuenta en KARLA es considerado, en Alemania, como uno de los primeros (sino el primero) de su historia en la que una niña de tan solo 12 años reportó y acusó formalmente a su padre por violación. Y las idas y vueltas de esa novedosa y arriesgada acusación se cuentan en este film pequeño, de cámara, que intenta meterse en las vivencias y sensaciones de la protagonista en un kafkiano y complicado proceso legal que no entiende de entrada muy bien.

Todo empieza cuando Karla (Elise Krieps, hija de Vicky Krieps y muy parecida a su madre) se escapa en medio de un viaje en auto de su familia y termina presentándose a la policía. No sabemos nada respecto a qué pasó antes, pero la chica parece muy decidida a alejarse de su familia y denunciar a su padre. Lo que no tiene son elementos claros, pruebas contundentes ni poder de convicción. Cuando le preguntan cosas se calla, se aturde, contesta con monosílabos y en alguna ocasión vomita. El que toma su caso es el Dr. Lamy (Rainer Bock), un juez que se sorprende con su presencia e intenta ayudarla, pero se topa con que la niña prefiere no hablar mucho del tema ni recordar actos precisas o fechas determinadas. Solo espera que le crean y Lamy le confirma que con eso quizás no alcance para ganar un juicio.

La película se estructura a través de tres espacios y ejes narrativos. Christina Tournatzés evita flashbacks con detalles o que la niña tenga que poner en palabras qué es lo que le pasó, pese a la insistencia de varias. Lo que hace es, por un lado, mostrar la nueva vida de Karla en una institución en la que vive tras escapar de su familia; por otro se ocupa de los trabados interrogatorios para que su caso se pueda presentar en juicio con cierta solidez y, más adelante, en los giros inesperados del juicio en sí. En todos los casos el centro es siempre Ana, a quien la pequeña Krieps encarna como una chica muy firme y decidida en algunos aspectos aunque evidentemente traumada al acercarse a otros.

Se trataba de un mundo distinto donde estas cosas se «escondían bajo la alfombra» y no se hacían públicas. Es sorprendente para un espectador de hoy el nivel de brutalidad de algunas preguntas, de la desconfianza de casi todos los hombres respecto a lo que dice la chica –«los niños mienten todo el tiempo», asegura más de uno– y hasta cómo el propio hecho en sí se minimiza. Tournatzés se mantiene cerca de sus dos personajes principales y, más allá de algunas excepciones, la película se construye en torno a esa relación entre dos generaciones muy diferentes entre sí. Para el Dr. Lamy las cosas que entre dientes cuenta Karla son shockeantes y para la niña lo que es sorpresivo es el nivel de trabas e impedimentos que encuentra.

KARLA se mete en los detalles legales del caso, lo que explica un poco lo preciso y casi frío de la puesta en escena, intencionalmente burocrática. Y Tournatzés logra armar a dos personajes que, aún con sus diferencias (generacionales, de sexo y de mirada sobre el mundo), aprenden el uno del otro. El abogado sabe que, si quiere ganar el juicio, la chica no puede presentarse sin hablar de lo que le pasó. Al principio se fastidia pero luego irá entendiendo el concepto de trauma que la persigue y que le impide contar detalles de su abuso. Y menos todavía si lo tiene que hacer en una sala de juicios.

Sin ampulosidad ni escenas de innecesaria crueldad, con un tono que apuesta más al drama inteligente que a intentar conectar emocionalmente con los espectadores, Tournatzés cuenta en KARLA una historia que podría considerarse «pionera» en la materia. «Si no contás lo que pasó será su palabra contra la tuya», le dice el Doctor a Karla. Pero la chica no puede hacerlo, se congela ante el espanto que viene con el recuerdo. «No alcanza con que te crean, tiene que haber pruebas», insiste. Pero no las hay. O al menos no de esas evidentes con las que se resuelven policiales. Será cuestión de intentar buscar un ángulo, ir por otro lado. Y esa es la búsqueda que plantea esta muy buena película alemana.