Estrenos online: crítica de «One to One: John & Yoko», de Kevin Macdonald (HBO Max)

Estrenos online: crítica de «One to One: John & Yoko», de Kevin Macdonald (HBO Max)

Este documental está construido a partir de archivos que utilizan el concierto ‘One to One’ de John Lennon en 1972 como lente para explorar esa época en la vida del músico y su pareja Yoko Ono: años de activismo, agitación y reinvención artística. Disponible en HBO Max.

Se han hecho tantos documentales sobre los Beatles y específicamente sobre John Lennon que uno se pregunta sinceramente qué hay de nuevo que se pueda contar y/o mostrar. ONE TO ONE viene a demostrar que, si se cuenta con buen material de archivo, imágenes y grabaciones inéditas y, sobre todo, una idea conceptual fuerte a partir de la cual organizarlo, hay muchas historias más para contar. Aún cuando en su mayoría de las cosas que se cuentan sean conocidas, la manera en la que el material de este documental está armado permite un acceso al mundo de Lennon y de Yoko Ono más ligado a su tiempo que a la saga –acá dejada casi por completo de lado– de los cuatro «pelilargos» de Liverpool.

ONE TO ONE se estructura alrededor de un concierto (el que conocimos discográficamente, en una versión reducida, como John Lennon: Live in New York City), pero no es un lo que se da por llamar un concert film, sino uno que toma canciones y momentos del show para conectarlos con la realidad social y política circundante que, en esos momentos, ocupaba casi por completo la vida de la pareja recién mudada a Nueva York y fascinada con la intensa actividad militante de «la ciudad que nunca duerme». Narrado de este modo, el documental se transforma en un retrato de las conexiones (y desconexiones) de la pareja con una época álgida en lo político que va desde 1971 y 1973. Y en el medio hay un concierto cuyas canciones parecen comentar los acontecimientos.

Macdonald plantea una hipótesis a partir de declaraciones de John y Yoko quienes dijeron que, al mudarse, se pasaban todo el tiempo en la cama mirando la televisión. Y es ese caos de información política, social, publicidades, música y militancia el que les va ir permitiendo armar lazos con diversos grupos en la ciudad, siempre con la intención de aprovechar la fama y la popularidad de Lennon para llamar la atención sobre temas que consideraban importantes. Viendo el film da la impresión que, en el espíritu de la época, la dupla no dejaba pasar una causa sin ponerse al frente: la situación en las cárceles, el racismo, el feminismo, la crisis en los hospitales, la despenalización del consumo de drogas y así. A la par, uno de sus objetivos personales centrales era recuperar el contacto con Kyoko, la hija de un anterior matrimonio de Yoko Ono, a la que su padre había alejado de la pareja y negaba la posibilidad siquiera de verla.

En medio de ese torrente de información, el realizador de muy buenos documentales como ONE DAY IN SEPTEMBER o TOUCHING THE VOID y de no tan interesantes ficciones como THE LAST KING OF SCOTLAND y THE MAURITANIAN va intercalando canciones del que terminó siendo el único concierto completo (el resto fueron apariciones especiales o breves en shows de otros o en eventos) que Lennon dio en su vida posterior a los Beatles. Así, canciones como New York City, Power to the People, Come Together, Instant Karma, Imagine, Don’t Worry Kyoko y Mother, entre otras, van sonando en una filmación y grabación que se ve y se escucha increíblemente bien.

Entre una y otra canción, Macdonald va hilando lo que parecen ser las noticias diarias de esos años intensos, con Nixon y Vietnam como temas centrales del material de archivo. Junto a eso, se escuchan audios grabados de conversaciones telefónicas que muestran la intimidad de la pareja y sus miedos respecto a mezclarse en situaciones que puedan tornarse densas (Lennon tenía una amenaza de deportación encima) combinados con otros más casuales o hasta absurdos, como los intentos de conseguir mil moscas para una performance.

ONE TO ONE es un muestrario de una época intensa, como puede serlo también la actual, pero más centrada en la actividad política que se daba en los espacios públicos o en las constantes apariciones televisivas de la dupla para tomar posición sobre, bueno, sobre casi todo. En el medio aparecen activistas como Jerry Rubin y Abbie Hoffmann, poetas como Allen Ginsberg, personajes llamativos de la época como A.J. Weberman (el dylanólogo que revolvía la basura de Bob Dylan y lo criticaba por «haberse vendido al establishment») y empieza a surgir, de a poco, el caso Watergate que terminaría por explotar más adelante acabando con la presidencia de Nixon.

Hay, en un momento, un giro de Lennon y Ono hacia una búsqueda más íntima y personal que los muestra tomando cierta distancia de la militancia más radical y acercándolos a las llamadas «terapias primales» (es por esa etapa en la que se escucha, obviamente, la canción Mother) y a la idea de mirar más «lo interior que lo exterior». Ahí aparece una combinación de clima de época con los propios miedos de la dupla que no querían ser deportados del país ni arruinar las posibilidades de reconectar con la hija de Yoko. Poco después de irse del departamento ubicado en 105 Bank St. en el West Village al Edificio Dakota en el Upper West Side neoyorquino nacería Sean y la vida de ambos cambiaría bastante a partir de ahí. En los 18 meses que narra ONE TO ONE Lennon parecía poder estar en el centro de todo el caos y, a la vez, encontrar la manera de expresarlo en sus canciones. Y este extraordinario documental los pinta a ambos y a su época como pocos lo han hecho.