Festival de Mar del Plata 2025: críticas de «Criollos», de Matías Tamborenea y «3000km en bicicleta», de Ivan Vescovo

Festival de Mar del Plata 2025: críticas de «Criollos», de Matías Tamborenea y «3000km en bicicleta», de Ivan Vescovo

por - cine, Críticas, Festivales
10 Nov, 2025 05:28 | Sin comentarios

Dos documentales relacionados lateralmente con el deporte. El primero se centra en un equipo venezolano de béisbol en Argentina y el otro en las aventuras de un ex campeón de BMX.

CRIOLLOS, de Matías Tamborenea (Competición Latinoamericana). Primera película como realizador de un productor de larga carrera en el cine independiente local, CRIOLLOS es un documental centrado en las experiencias de un grupo de exiliados venezolanos en la Argentina que juegan en un equipo de béisbol que tiene el nombre de la película. Pero más que sobre ese deporte –que se juega poco en la Argentina por lo que al equipo venezolano no le cuesta demasiado ascender–, la película de Tamborenea se ocupa de las experiencias de los inmigrantes, especialmente en la de Julio Briceño, que es uno de los responsables del armado del equipo y el principal protagonista del film, ya que su relato y sus experiencias son centrales a lo que acá se cuenta.

De una forma visualmente cuidada y prolija, la película supera una organización narrativa un poco caótica gracias a la ternura, el cariño y la amabilidad del protagonista, su familia y los que lo rodean. Uno se queda con ganas de conocer más a los otros jugadores y otras historias –algunas aparecen, brevemente–, pero el foco de la película está siempre en Briceño y son sus cuidadas y medidas palabras las que llevan adelante un relato que recupera su complicada historia en Venezuela e imagina un presente y un futuro posible para él y su familia acá en la Argentina. El béisbol es, en ese sentido, un lugar de pertenencia simbólico, un pedazo de su país y de su historia que viaja con él adonde vaya.


3000 KILOMETROS EN BICICLETA, de Ivan Vescovo (Competición Argentina). El BMX es un deporte que, hasta su explosión en los últimos Juegos Olímpicos en los que el campeón fue el argentino José «Maligno» Torres, era más que nada de nicho y sus celebridades solo eran conocidas entre sus cultores. Una de esas «celebridades» del BMX es, o fue, Iñaki «Iki» Mazza, que ganó la Medalla de Oro de los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2018 y después pareció abandonar o al menos alejarse del deporte. En este ocurrente, original y bastante lírico documental, Iki reaparece y explica en parte los motivos de su alejamiento: un cansancio con la formalidad, la corrección y hasta el nacionalismo del deporte y los juegos. A tal punto está fastidiado con todo eso que trata de ver si puede empeñar su medalla.

Este documental lo reencuentra varios años después de aquella victoria, sin tocar su bici desde entonces, embarcado en la tarea de viajar hasta Tierra del Fuego a ver a una «novia» (acá no corresponden las definiciones de ese tipo) que vive allá, de donde él es originalmente, y a la que no ve hace mucho tiempo. Va en una BMX que no es, precisamente, el tipo de bicicleta más apta para andar en la ruta y mucho menos las patagónicas. Pero, entusiasmado por sus amigos y por algunos consumos alucinógenos, el chico se lanza de Córdoba hacia el sur, haciendo más de 3000 kilómetros por las rutas argentinas y atravesando varias peripecias, complicaciones y alegrías a lo largo de un camino visualmente arrebatador.

No se trata de un documental inspiracional en el sentido Netflix del término sino un tipo de film que celebra romper con las convenciones que van desde las que hay el deporte profesional hasta las ligadas a los cánones de sexualidad clásico o lo que se supone que se espera de chicos de su edad que recorren ese camino. La cultura del BMX –al menos en el universo que rodea a Iñaki– tiene bastantes similitudes con la de los skaters. Hay algo entre punk y lírico, entre filosófico y psicodélico, en la conexión que buscan entre la bici y los espacios que atraviesan con ella. Su amiga-novia Abyss se comunica con él desde un centro de rehabilitación en Río Grande leyéndole elaborados poemas y él va metiéndose en el frío y ventoso sur del país, con su pequeña bicicleta en rutas peligrosas, intentando encontrarse con lo que más quiere. Y la bici, para él, es un instrumento que le sirve para acercarse más a la felicidad que a eso que llaman éxito.