La nueva película de Edgar Wright («Shaun of the Dead») es un notable ejercicio de estilo que no logra convertirse en una gran película por enfocarse más en los detalles formales que en los personajes que la habitan. De todos modos, este filme con Ansel Elgort, Kevin Spacey, Jon Hamm y Jamie Foxx logra ser por momentos atrapante y sus persecuciones automovilísticas son de una perfección apabullante.