La película del realizador uruguayo es un regalo a los sentidos. En otras manos, esta historia sobre un joven español que decide “apostatar” (ser excluido de los registros de la Iglesia Católica) podría haber sido un drama oscuro o una película de denuncia convencional. En las de Veiroj, es un producto inclasificable: un poco Luis Buñuel, un poco Nanni Moretti y mucho del cóctel creativo y cinéfilo que ya es una marca registrada del realizador de «La vida útil».