La tercera entrega de «Avatar» oscila entre la armonía espiritual y la guerra total, dejando en claro que el verdadero mundo de James Cameron no es Pandora, sino el cine.
La tercera entrega de «Avatar» oscila entre la armonía espiritual y la guerra total, dejando en claro que el verdadero mundo de James Cameron no es Pandora, sino el cine.