Esta comedia negra sobre las desventuras de un artista en decadencia y su frustrado representante le otorga algunas variantes al cine de uno de los directores de «El ciudadano ilustre». Pero no demasiadas. En función de otro guion de Andrés Duprat sobre las miserias del mundo del arte y la cultura apuesta a un neocostumbrismo del que a la vez parece burlarse. Con Guillermo Francella y Luis Brandoni.