El BAFICI suele acostumbrar a algunas experiencias cinéfilas que quedan en su historia, la mayor parte de ellas ligadas a películas de larga extensión. Recuerdo aquel SATANTANGO, de Béla Tarr, que nos ocupó todo un día. Y años después, la involvidable función de prensa de HISTORIAS EXTRAORDINARIAS, de Mariano Llinás. Con este filme de largo aliente […]