Lo mejor del 2011 – Parte 8

Lo mejor del 2011 – Parte 8

por - Críticas
28 Dic, 2011 01:50 | comentarios

La idea de terminar las diez entradas de este Top 100 antes de fin de año no va a poder ser. Demasiados asuntos pendientes en las semanas previas demoraron poder dejar todo listo antes de tomarme una semana de vacaciones. Y aquí, lejos de la ciudad, ni la situación ni las condiciones ayudan. Esta serie […]

La idea de terminar las diez entradas de este Top 100 antes de fin de año no va a poder ser. Demasiados asuntos pendientes en las semanas previas demoraron poder dejar todo listo antes de tomarme una semana de vacaciones. Y aquí, lejos de la ciudad, ni la situación ni las condiciones ayudan. Esta serie por entregas, me temo, tendrá su final recién para los primeros días del 2012. No creo que sea nada grave, a decir verdad, pero la demora necesita ser aclarada. Sin muchos más rodeos, vamos a seguir con una nueva entrada, la octava, de este «Lo mejor de 2011» con comentarios. Sí, lo sé, sería más rápido hacerlo sin explicaciones ni justificaciones de ningún tipo, llegaría a «la meta». Pero la idea era hacer exactamente eso: listas numeradas sin justificación ni explicación, hay miles, incluso mías. Esta no es una de ellas.

1.- LOS MARZIANO, de Ana Katz y VAQUERO, de Juan Minujín. Dos películas muy diferentes entre sí, pero unidas por algo en común, que es el  intento de hacer un cine de autor con ciertas pretensiones comerciales, y el «encontronazo» con un público que no se suma a la propuesta -o al menos no tan bien como se esperaba-, pese a las buenas críticas. Las une a ambas una cierta extrañeza, un alejamiento de ciertas fórmulas, la idea de hallar relatos, historias y formas no del todo convencionales para contar historias, en principio, bastante accesibles. Buenas actuaciones, buenos guiones y sólidas realizaciones para proyectos autorales que apuestan a «abrirse» más que a cerrarse. Como pasó con LAS ACACIAS en cierta forma, sigue siendo muy difícil unir estos dos universos. (cine/estrenos)

2.- I AM VERY FAR, de Okkervil River. Una de esas tantas bandas estadounidenses que pasan «bajo el radar» que parecen siempre marcar sus pares británicos (o grupos con propuestas más marketineras), Will Sheff y los suyos siguen sacando disco tras disco de nobles y notables «canciones americanas», allá donde la música alternativa, el rock, el «indie rock» y el AOR parecen mezclarse y convivir más o menos sanamente. (música/discos)

3.- THE KID WITH THE BIKE, de los hermanos Dardenne. No sé como lo hacen, pero si hay un cineasta (en este caso, dos) que sé que nunca me van a fallar, son los Dardenne. Hay algo implícito en su estilo que parece ser como una destilación de lo más puro que tiene el cine: ficciones como documentales, la idea de que no puede pasar otra cosa que lo que pasa y como pasa, que no hay nada forzado, impuesto, ajeno, extraño al lugar, a los personajes o al concepto. Y lo que en el final del filme puede parecer algo excesivo, de a poco se revela, más que como un acto de fe, como uno de amor. O una forma de revelar una cosa en la otra. (cine/festivales)

4.- SIN ESCAPE, de Benjamin Heisenberg. Me fascinó cuando la vi, en el Festival de Berlín, y no se me fue de la cabeza desde entonces. La idea del ladrón/maratonista puede sonar un poco ridícula pero, al margen de estar basada en un hecho real, la puesta en escena de Heisenberg es de una excelencia que apabulla, haciendo una especie de thriller bressoniano acerca de un hombre que huye, como profesión de vida, como condición de existencia. Otro condenado a muerte se escapa. O algo así. (cine/estrenos)

5.-PARALLAX, de Atlas Sound. Creo que los que vienen siguiendo esta lista podrán establecer un parámetro -o hacerse una idea- de la música que me suele gustar. Esta encarnación de Bradford Cox (el extravagante líder de Deerhunter) propone un formato canción pop, con espacio para la experimentación y el juego, pero no tanto como en su proyecto grupal. Cox es una de las «estrellas» de rock más curiosas de estos tiempos y eso agranda, un poco más todavía, la excelencia de su música. (música/discos)

6.-THE DESCENDANTS, de Alexander Payne. No sabía si incluir o no este título que, como otros, será un estreno de 2012. Pero me es imposible dejarlo afuera, ya que Payne es uno de los realizadores cuyo trabajo más me intriga. Sus películas me gustan -no soy fan incondicional, pero me atrapan- y me resulta siempre sorprendente ver cómo las construye. THE DESCENDANTS es el ejemplo más claro del «efecto Payne», tan personal y distintivo como los de Wes Anderson o los hermanos Coen. Humor y drama, emoción y distancia, cariño y frialdad: Payne construye en base a opuestos que no deberían convivir. Pero él logra hacerlos funcionar juntos. No sé bien cómo, pero lo logra. (cine/festivales)

7.- DE CARAVANA, de Rosendo Ruiz, y YATASTO, de Hermes Paralluelo. Pongámoslo de este modo: no sé si existe o no el cine cordobés, pero si hay una película que lo representa (que es su bandera, su PIZZA, BIRRA, FASO) debería ser la opera prima de Rosendo. No sólo por ser la más «cordobesa» en su temática, sino por ser la que recupera un idioma para el cine, construye algo original combinando elementos ya usados (gastados, en algunos casos) de una manera propia. A su manera, YATASTO hace lo mismo. Bebe de otro «manantial», pero lo hace propio, parece reconstruirlo a su paso. (cine/estrenos-festivales)

8.-LA CUEVA DE LOS SUEÑOS OLVIDADOS e INTO THE ABYSS, de Werner Herzog. Creo que, más allá de las bromas en YouTube, a esta altura yo podría disfrutar de escuchar a Herzog narrando nombres de la guía telefónica y entrevistando, uno a uno, a todos los que figuran en ella. Dos películas muy distintas y un mismo espíritu: encontrar algo, más allá del «tema central», que nos vuelva personales a estos universos. Herzog lo hace, siempre se mete más allá, en zonas que nosotros ni siquiera sabemos que existen, como esos cocodrilos albinos. (cine/estrenos-festivales)

9.- FATHER, SON, HOLY GHOST, de Girls y BELONG, de The Pains of Being Pure at Heart. Pop-rock simple, puro y directo, más allá de los disfraces y vestimentas de turno que sirven para envolver, de maneras marketineras, a dos bandas que ofrecen algo difícil de encontrar: grandes melodías, canciones que te toman y no te sueltan. Como The Strokes, en algún momento, más allá de «la idea» que se quiera vender de una banda, está lo que la banda realmente hace. (música/discos)

10.- COPIA CERTIFICADA, de Abbas Kiarostami. Ya lo escribí antes y lo repito: pese a todas las apariencias en contrario, el hombre no cambia. Sigue haciendo películas sobre el cine y la representación (o «la representación en el cine») tanto en Irán como en Italia, en ficción o en documentales, con actores desconocidos o con Juliette Binoche. Esta pequeña y tramposa maravilla es un ejemplo de que aún encuentra formas originales para jugar con los mismos temas de siempre. (cine/estrenos)