BAFICI 2013: Panorama III (16 críticas)
Este último bloque de la sección Panorama del BAFICI tiene películas que van de la «N» hasta la «Z». Por ahora tiene 16 críticas y, como los demás, calculo que se extenderá hasta las 18/20 para cuando empiece el festival. En breve vendrán las críticas de la sección Música, la Retro de Vanguardia y Género (un […]
Este último bloque de la sección Panorama del BAFICI tiene películas que van de la «N» hasta la «Z». Por ahora tiene 16 críticas y, como los demás, calculo que se extenderá hasta las 18/20 para cuando empiece el festival. En breve vendrán las críticas de la sección Música, la Retro de Vanguardia y Género (un repaso de títulos como EL CLUB DE LOS CINCO, EL REY DE LA COMEDIA y SOBREVIVEN!, todos clásicos) y, para cerrar, un breve repaso de algunas de las películas de las Retrospectivas, especialmente las que tengo vistas en su totalidad, como las de esos dos gigantes del cine que son Adolfo Aristarain y Hong Sangsoo. Luego de esas dos «nuevas», volveré a actualizar el Panorama. Y así, una y otra vez…
LA NOCHE DE ENFRENTE, de Raúl Ruiz (Chile) Admito que, como fue la última película que vi en Cannes, algo desfalleciente, me costó seguir el ritmo de este filme póstumo de Ruiz. Por momentos lo encontré un poco enamorado de sus propias ocurrencias -visuales y verbales- y por otros me parecía ingenioso, jugado, muy original desde su puesta en escena cadenciosa, de esos planos larguísimos y móviles que le son tan propios, de la forma en la que de alguna manera no hacía otra cosa que hablar de su propia muerte en cada fotograma. Como Resnais, un veterano Ruiz filmó con mucha maqueta de fondo y muchos juegos narrativos paralelos. Da la impresión, ya lo dije antes, que a cierta edad los cineastas se liberan, en una especie de “hago lo que se me da la gana” que tiene resultados, a veces, geniales (Rohmer hizo lo mismo, Wakamatsu algo similar). Aquí, por momentos es genio puro, por otro regodeo en ese genio. En todo momento, puro Ruiz. (Del Festival de Cannes 2012)
NOT IN TEL AVIV, de Nony Geffen (Israel) Es una pena que esta película que tiene todo para ser excepcional termine siendo apenas intermitentemente simpática. Tres protagonistas encantadores, muy buena música, excelente fotografía en blanco y negro y un arranque notable se van perdiendo en un combo bastante absurdo que funciona o no por momentos, como si la película fueran varias metidas en una. Hay algo del espíritu del primer Godard en esta historia con chicas y pistolas acerca de las desventuras de un neurótico y bastante amargo profesor que es echado de su trabajo, secuestra a una alumna que no parece hacerse muchos problemas por ser secuestrada y luego suma al grupo de fugitivos («fugitivos» hasta ahí, nadie parece muy preocupado por ser encontrado) a una bella mujer de la que está enamorada desde hace muchos años. Situaciones románticas, juegos violentos de basquet, peleas, persecuciones y muchas canciones conforman este filme de tono zumbón y juguetón que, por momentos, tiene la mala idea de volverse demasiado en serio (como la escena de la muerte de la madre del protagonista, apenas comienza el filme). Ese ir y venir, por un lado, entre lo disparatado y absurdo -donde la lógica no importa y nos entregamos al goce de lo arbitrario- y, por otro, los momentos en los que la película parece tomarse en serio a sí misma generan un choque un poco irritante que echa a perder buena parte de lo logrado. De cualquier manera, esta comedia indie israelí es un buen punto de partida para acercarse a una nueva generación de cineastas de ese país.
ORLEANS, de Virgil Vernier (Francia) En una zona entre la ficción y el documental, lo diurno y lo nocturno, lo urbano y lo campestre, lo actual y lo medieval, los espacios abiertos y los cerrados se mueve este curioso filme de Vernier, el quinto de su carrera contando largos y mediometrajes (ORLEANS no llega a los 60 minutos). El filme arranca poniendo en perspectiva geográfica e histórica a la ciudad de Orléans, famosa por la saga de Juana de Arco (entre otras cosas, claro) y pasa a mostrar la vida cotidiana, dentro y fuera del trabajo, de dos strippers de un club nocturno de la ciudad. Promediando el relato las dos chicas saldrán a la ciudad y se mezclarán con las peculiares actividades que se realizan en conmemoración de la muerte de Juana, a los 19 años. No es difícil, claro, adivinar cuáles son las metáforas que usará Vernier. Si bien eso no es muy original, la película sí lo es, al menos formalmente, eligiendo mostrar con un realismo bastante cándido la vida, sueños y conversaciones de estas dos inmigrantes que viven como strippers y sueñan con conseguir mejores trabajos e irse de allí. En lo que parece ser una ficción actuada en un contexto documental (la celebración, el «mapping» sobre la Iglesia, los personajes que por allí se mueven, son verdaderos), Vernier va haciendo un paralelo curioso entre dos épocas en apariencia muy lejanas para dejar en claro que tal vez no lo estén tanto, que las miserias, penurias y sacrificios de estas mujeres jóvenes sobreviven a los siglos.
OUTRAGE BEYOND, de Takeshi Kitano (Japón) Segunda parte de lo que, se calcula, será una trilogía moderna sobre los yakuza (gangsters japoneses, por si alguno a esta altura no lo sabe), OUTRAGE BEYOND continúa los eventos de la primera parte unos años después y, como la anterior, es más que nada, una especie de película de reuniones de potenciales traidores entre sí, con una familia yakuza con enemigos tanto en la policía como en las otras familias como en los miembros «postergados» de su propio clan. Un poco instigados por un policía que conoce muy bien cómo se manejan las bandas, los rivales de una familia yakuza comienzan a intentar quebrarla, pero sin demasiados resultados y perdiendo varios miembros (personas y, digamos, pedazos de personas) en el camino. En el medio sale de la cárcel Kitano, que también entrará en la pelea por quedarse con el poder, pero siempre -como es su costumbre- «oliendo mierda», desconfiando de todos. Para seguir todos los enfrentamientos cruzados de la película se necesita un mapa de familias y personajes ya que es imposible recordar las dos docenas de mafiosos que se enfrentan, se unen o separan (y, además, es mejor si uno recuerda esas mismas conexiones de la película anterior). Si bien en un punto esto puede volverse excesivamente confuso (no pongo los nombres aquí de los personajes porque es inútil), la película va creciendo en intensidad a la par que crecen los gritos de los yakuzas enfrentados (algunos apuntan el Record Olímpico de Gritos en el Cine Japonés). La película es cerebral y calma durante dos tercios de su metraje, con pocas y cortas escenas de acción (un clásico de Kitano, que siempre va directo al shock del disparo o el dedo cortado), pero si hay alguna diferencia con el Kitano de la época de su mejor cine, es que esta película se ve como demasiado impersonal y fría, sin las peculiaridades (de edición y música, sin ir más lejos) que hacían tan distintivo el cine del japonés. Es una película de gangsters de escritorio con media hora final en el que liquidan a casi todos los personajes y que se disfruta como tal, especialmente algunas escenas truculentas como una de tortura beisbolística y otra con un… bueno, mejor no cuento. Lo cierto es que, sin dejar de apreciar lo efectivo de OUTRAGE BEYOND, uno extraña un poquito al Kitano más enrarecido y sensible al que no le iba bien en taquilla. Desde que la OUTRAGE anterior fue un golazo en Japón, nuestro antihéroe japonés favorito se parece, en su forma de proceder, a esos yakuza que privilegian el dinero antes que nada…
PARADISE: LOVE, de Ulrich Seidl (Austria) Nunca fui fanático de su cine, las películas que vi suyas tienden siempre a irritarme, a fastidiarme, me genera la sensación de ser alguien descarnado que somete a sus actores/personajes a situaciones de crueldad y exposición innecesarias, que los ridiculiza para nuestro perverso placer como espectadores, para que nos permitamos sentirnos superiores a esas decadentes criaturas. DOG DAYS me irritó al punto tal que estuve a punto de irme de la sala, si se quiere, a modo de protesta (algo que nunca hice).IMPORT/EXPORT me pareció más lograda, compleja, ambigua. Por eso la sorpresa de PARADISE: LOVE, que empieza como un típico filme de Seidl (planos frontales y secos de gente patética o enferma o con problemas), pero luego va volviéndose más compleja y ambigua. Temáticamente es muy simple (mujer de 50 sola viaja a Africa en plan turismo sexual, pero allí se da cuenta que en realidad lo que busca es otra cosa), pero lo que Seidl hace esta vez es transmitir cierta empatía por este personaje, nos permite ponernos en su lugar y no tomarla como un chiste fácil para la satisfacción del espectador. El filme es excesivamente largo y reiterativo, pero ya que esté protagonizado por seres humanos le suma unos puntos. Entre esta película y AMOUR, de Haneke, además de las obvias conexiones de sus respectivos títulos, algo raro está pasando en Austria. Tal vez todo lo humano no les sea tan ajeno… (Del Festival de Cannes 2012)
PARADISE: HOPE, de Ulrich Seidl (Austria) La tercera y última parte de la trilogía iniciada en Cannes 2012 con LOVE y continuada en Venecia con FAITH estrena en competencia en Berlín. No vi la segunda, pero considerando la naturaleza narrativa de la trilogía, no cambia demasiado. Las tres películas siguen a tres personajes en sus respectivas “vacaciones”, en este caso es una adolescente que va a un “Diet Camp”, un campamento para perder peso. Allí pasa lo que parecen ser varias semanas haciendo ejercicios físicos, charlando con sus amigas en su cuarto (que casi parece una celda de prisión) y empezando a mantener una relación cada vez más intrigante con un doctor del campamento, un hombre de más de 50 años al que trata de seducir y con el que empieza a mantener juegos eróticos. Más breve que la primera película de la trilogía, encuentra lo mejor del filme en las conversaciones bastante procaces de las chicas (que deben tener 13 o 14 años) y en algunas escenas entre la protagonista y el doctor en cuestión. El problema, como me pasa con muchas otras películas de Seidl, es hasta qué punto uno se queda con la impresión de que el director se mofa de sus personajes. Uno podría decir que en esta trilogía hay un grado de compasión y entendimiento por el sufrimiento de los protagonistas, pero a la vez es inevitable sentir que la cámara la humilla y degrada cada vez que puede. Cuando una canción bastante ridícula que cantan los chicos vuelve con los créditos, el espectador no puede evitar sentir que, en el fondo, más que empatía hay algo parecido a la manipulación. La película completa así una trilogía de poco vuelo, olvidable casi. Da la impresión de que con todo el material se podía hacer una sola película y no se perdía demasiado… (Del Festival de Berlín 2013)
LA PLAGA, de Neus Ballús (España) Este documental de observación se centra en un diverso grupo de personas que vive en un pueblo catalán cercano a Barcelona, pero con una vida casi campestre casi, completamente alejada de los ritmos de una gran ciudad. Está Iurie, que trabaja en el campo pero su mayor interés está en la práctica y la competencia de lucha libre. Raúl es su jefe en el campo, que atraviesa la invasión de una plaga que podría hacerle perder todo. De cualquier modo, su madre parece más preocupada en que Raúl coma bien y vea a sus hijos, no como hizo su padre. María, en tanto, es una mujer muy anciana y encorvada que vive en un asilo de ancianos donde la cuida Rosemarie, una inmigrante filipina que trabaja allí con las personas mayores de edad y se pelea y se encariña (a veces las dos cosas al mismo tiempo) con la simpática pero también quejosa y caprichosa anciana. Un quinto personaje de esta sencilla y entradora propuesta es Maribel, una mujer de más de 50 años a la que la falta de trabajo la obliga a prostituirse. La opera prima de Ballús describe el pueblo a través de estos personajes, cada uno conectado con el otro de maneras directas o indirectas. La película es episódica y el interés crece o decae en función de cada momento. Esa estructura es a veces problemática, ya que nunca profundiza del todo en un personaje y, al ir y venir entre varios, parece no hacer del todo pie nunca en ninguno. Ese es un problema casi inevitable en un filme que intenta ser coral y descriptivo: muchas veces los personajes no terminan de marcar huella y son secundarios a ese todo que es la vida en el lugar. Y eso, sin dudas, Ballús lo capta de manera perfecta. LA PLAGA es un retrato de un verano cadencioso en ese pueblo que esconde, en su aparente calma y tranquilidad, historias complejas de un país en crisis (Del Festival de Berlín 2013).
POST TENEBRAS LUX, de Carlos Reygadas (México) El realizador mexicano se especializa en confundir a los críticos y espectadores. Si BATALLA EN EL CIELO es el título difícil -el Lado B- que siguió a la muy valorada JAPON, POST TENEBRAS LUX parece también jugar a ser el espejo deformante, experimental, la mirada desde el otro lado, de LUZ SILENCIOSA. Ese ida y vuelta entre luz y oscuridad queda muy claro hasta en los títulos de las películas. En PTL (llamemos así a POST TENEBRAS LUX) están los ensimismados universos pastorales, pero también el Diablo, el asesino y la violencia social, temas y formas con las que el realizador ya trabajó antes. En este filme aparecen dos figuras nuevas: la experimentación visual más radicalizada, que lo lleva a salir de los procedimientos narrativos convencionales muchas veces, usando un lente deformante de los bordes de la pantalla en todas las escenas de exteriores; y el protagonismo de una alta burguesía acomodada a la que describe con precisión y bastante crudeza. Es bastante duro, incluso, con su protagonista, a quien pinta como una mezcla de ángel y demonio, de hombre comprensivo y gentil por momentos, pero también uno que maltrata a sus perros, hostiga por momentos a su mujer y termina mezclándose en una situación violenta cuando roban su casa (la parte “Tenebras” del título). La “lucha de clases” es otro tema central, con Reygadas tratando de analizar los miedos y las miserias de la clase alta, pero siendo igualmente poco “políticamente correcto” con los trabajadores, que terminarán por volverse contra el patrón. Ese “paraíso” de animales sobre la Tierra va a ir camino de desaparecer en una suerte de apocalípsis bíblico que Reygadas muestra con violencia y crudeza en algunas escenas que generaron fastidio en algunos espectadores (no las voy a contar acá para no arruinar la sorpresa), algunas de las cuales yo también creo que no funcionan. Entre el surrealismo y el animismo, metiendo su cámara en las cosas y dando a entender que una lógica cósmica se precipita sobre ellas de manera que no logramos entender del todo, PTL es una película pequeña y personal que también quiere abarcar el estado del mundo y sus cosas. De alguna manera, es una película Lado B de la propia obra de Reygadas, y hasta de películas como EL ARBOL DE LA VIDA, digamos. Acá, la “luz” está ahí, sólo que la oscuridad acecha todo el tiempo y nos hace difícil la posibilidad de capturarla y, aunque sea por un tiempo, dejar que nos ilumine. (Del Festival de Cannes 2012)
ROMANCE JOE, de Lee Kwang-kuk (Corea) Asistente de dirección de un par de películas de Hong Sang-soo, cuya influencia en el filme es evidente, Lee cuenta una serie de historias encadenadas, en las que realidad y ficción (o ficción y metaficción) parecen mezclarse. El esquema de la película es que un hombre y una mujer se encuentran y uno le cuenta a otro una historia. Luego, lo mismo hacen los personajes de esa historia, encadenándose en varias más y volviendo a las anteriores, ya que varias de ellas están interconectadas. Toma un tiempo encadenar el mapa de historias “en abismo” (el “overplotting” excesivo atenta contra el interés de cada historia: más que escuchar lo que dicen estás buscando pistas de conexiones entre ellas), pero cuando se logra hacer (si es que se logra hacer) lo que Lee logra en una “hongsiana” historia de amores perdidos y encontrados, relaciones circulares, mucho alcohol (soju, claro), pero con una puesta en escena más prolija y cuidada que la de su maestro. Me gustó la película, pero prefiero la desprolijidad y frescura de Hong, donde a veces todo se conecta entre sí forzadamente, pero de manera lúdica y juguetona. (Del Festival de Mar del Plata 2012)
THE SHINE OF DAY, de Tizza Covi y Rainer Frimmel (Austria) Admito que me he fanatizado con la obra de esta dupla y que considero a LA PIVELLINA como una de las mejores películas de los últimos años, por lo que es probable es que esta crítica en exceso entusiasta no sea del todo compartida por quienes no coincidan en esa apreciación. Es que es fácil pasar por alto la maestría del trabajo de Covi y Frimmel, considerarlos una suerte de mezcla de los Dardenne con Ken Loach (por decir algo) y pensar que nada nuevo traen bajo la manga. Es que tal vez no traigan nada nuevo, lo que hacen es combinar la rigurosidad casi documental y directa de los primeros con lo más interesante que tiene el segundo, su humanismo y cariño por sus personajes de la clase trabajadora. Aquí se trata de la relación que se establece entre un viejo hombre de circo austriaco (a quien vimos en LA PIVELLINA) y su sobrino, un conocido y bastante ocupado actor alemán que hace varias obras a la vez y lo acoge en su casa, aún cuando casi no lo conoce. Este encuentro entre dos muy diferentes artistas que pasan de la desconfianza mutua al cariño y la comprensión es notable en casi todos los detalles, desde sus similitudes a sus diferencias, sus diálogos, peleas, encuentros y desencuentros. Los directores filman todo como si fuera un documental (un buen tiempo se llevan las obras de teatro) y, quizás, la subtrama ligada a unos vecinos inmigrantes ilegales no sea tan lograda -un poco más narrativamente incrustada en la trama- como la principal. Pero nunca molesta. Al final de la película queremos conocerlos más, que sigan viviendo en la pantalla con todos nosotros.
SLEEPLESS NIGHT STORIES, de Jonas Mekas (Estados Unidos) Mekas, a los 90 jovencísimos años, está de regreso en ésta, su nueva película/diario. Y si lo ve «en su salsa»: con su cámara en mano, filmando en su ya clásico estilo intimista sus noches de caminatas, de hogar, de amigos, de borracheras, de historias buscadas y encontradas en sus noches de insomnio, tal cual reza el título de esta pequeña gran película. Personajes y situaciones graciosos, poéticos y humanos se suman en ese devenir filmado de la propia existencia que tan bien arma el mítico realizador con una naturalidad que pocos cineastas de un tercio de la edad tienen o tendrán jamás. De casa al bar, del bar a ver a los amigos, y así, un fluir de historias nocturnas que podrían no terminar nunca… y seguir, seguir, seguir. Como la increíble y a la vez muy familiar y reconocible vida de este maravilloso personaje del cine de las últimas décadas. (Del Festival de Berlín 2012)
O SOM AO REDOR, de Kleber Mendonca Filho (Brasil) De lo mejor de la competencia -de lo mejor del cine latinoamericano del último año-, esta película del también crítico brasileño se centra en lo que sucede en un condominio de clase media en Recife, en el que los habitantes contratan a una firma de seguridad. Lo que sucede a partir de eso, a través de diversas historias y personajes, es lo que cuenta esta película inusual para los que están acostumbrados a un cine brasileño “for export”, tanto desde los que explotan la violencia urbana como el pintoresquismo del interior profundo del país. Kleber trabaja sobre la violencia y los conflictos de clase, sí, pero lo hace desde una perspectiva inusual, más cerca del cine de Antonioni que del realismo social, creando a la vez tensión y suspenso en situaciones aparentemente pequeñas e intrascendentes como un perro que ladra o un CD que se pierde. Películas sobre los conflictos de la clase media no son lo que usualmente exporta el cine de América latina. Esta película es eso y más. Imperdible. Ganadora de uno de los tres Tiger Awards del Festival de Rotterdam. (Del Festival de Mar del Plata 2012)
STARLET, de Sean Baker (EEUU) Tenía muchas expectativas con esta película por lo que me habían comentado algunos colegas extranjeros (las altas expectativas terminan siendo siempre un problema), así que debo admitir que algo me decepcionó el nuevo filme de Baker. No es una mala película y hace una muy interesante y fresca pintura de la industria pornográfica (tal vez un touch naive), pero ese no es el tema central, sino la relación que establece una rubia bastante tonta que trabaja en películas porno con una viuda solitaria cuando, sin querer, se lleva 10 mil dólares de su casa dentro de un termo que le compró a la señora por un dólar. Devolverle la plata se le complica, por lo que termina tratándose de hacerse amiga de la muy cabrona octogenaria. La relación y el secreto son en exceso forzados, pero terminan rindiendo sus frutos emocionales. Lo que más me costó a mí fue engancharme con el personaje de la chica (encarnada por Dree Hemingway, bisnieta del escritor e hija de Mariel) que es una rubia bastante tonta al estilo Paris Hilton, por más que Baker encuentra maneras de hacerla simpática (su perrito chihuahua ayuda). Entre ella y su aún más insoportable amiga porn star hacen difícil que la película te caiga simpática. Eso sí, capturan el interés por otro lado… (Del Festival de Mar del Plata 2012)
THREE SISTERS, de Wang Bing (China) Si la película de Scheffner exige y demanda atención constante a las vicisitudes del caso, el nuevo y soberbio documental del chino Wang Bing -el director de la monumental WEST OF THE TRACKS– opta por la observación y la contemplación. Es la historia de tres hermanas que viven en una aldea pequeña en el sur de China la mayor del parte del tiempo casi solas, si bien un abuelo las cuida. La madre desapareció del mapa y el padre, que trabaja en un pueblo cercano, las visita muy poco. En una de esas visitas, el padre se lleva consigo a las dos hermanas más chicas, dejando a la mayor (de 10 años) viviendo y trabajando casi sola, como si fuera un campesino más, cargando pesadísimas bolsas de papas y acarreando animales. Con un ojo único para los detalles y momentos que hacen conmovedora la experiencia, Wang vuelve a pintar el otro lado del crecimiento económico chino. Muy cerca, se dice en el filme, las ciudades crecen vertiginosamente. Aquí, salvo por una televisión y algún celular descolgado- parece que el tiempo no hubiera pasado desde la Edad Media. Ganadora de la sección Orizzonti del Festival de Venecia 2012. (Del DocBsAs 2012)
THE PIRATE BAY: AWAY FROM KEYBOARD, de Simon Klose (Suecia, Dinamarca, Noruega) El juicio que Hollywood le hizo a The Pirate Bay, la compañía de intercambio de archivos (via Torrent) de origen sueco es el centro de este intenso y bastante frenético documental que opone a tres jóvenes tecnohackers suecos frente al poder político, económico y cultural sueco y de los Estados Unidos. Poniéndose de su lado pero también dejando entrever su confusión y contradicciones, Klose logra poner en juego los conflictos ligados a la piratería dándoles un rostro humano. Veremos las idas y vueltas, las acusaciones, las defensas, las peleas y separaciones entre los miembros del grupo, su defensa de la internet libre y la inevitable caída en desgracia. Los “torrents” siguen funcionando, pero por momentos da la sensación de que algo cambió en los últimos años, al menos en el Hemisferio Norte, con el crecimiento de los streamings y las descargas legales. Para nuestros países, ver cómo los tres amigos suecos operaban este “imperio de la piratería” con unos aparatos del tamaño que entrarían en un canasto no sorprende. Sólo hay que irse a La Salada y chusmear un poco. De cualquier modo, la historia que cuenta TPB: AWK -como se conoce a la película, que pueden ver acá mismo en el sitio, con subtítulos en inglés- vale la pena para seguir discutiendo el rol de internet, de los derechos de autor y de la circulación de bienes culturales. Como bien dice uno de ellos, para saber si no es hora de aceptar lo que internet permite y encontrar un nuevo modelo de negocios. (Del Festival de Berlín 2013)
VIC + FLO SAW A BEAR, de Denis Coté (Canadá) Un gran hallazgo poner al canadiense (quebecois) Coté en la competencia de Berlín. Su película sin duda es la más original e intrigante de esa sección hasta el momento, contando una extraña historia de Victoria, una mujer de 60 años que sale de la cárcel y se va a vivir a una cabaña en medio de un paraje desolado, donde se reúne con Flo, su pareja, una mujer bastante más joven. Su complicada relación se enrarece aún más por la aparición de otra mujer -que quiere vengarse de Flo por una deuda del pasado- y por la presencia de un oficial de libertad condicional que las controla. Todo esto está contado de una forma cercana al absurdo, pero sin exagerarlo del todo hacia la comedia. Es una relación curiosa atravesando una situación nada usual en una película que no se parece a muchas otras. Fría y un poco cínica, pasa de la tensión sexual al absurdo y su narración es episódica y muy original. Generará amores y odios, pero no dejará a nadie indiferente. (Del Festival de Berlín 2013)