«Gravedad», de Alfonso Cuarón: debate con spoilers
Tras un exitoso primer fin de semana de taquilla en la Argentina (y unas cifras récord en los Estados Unidos, donde recaudó 130 millones de dólares en apenas once días y casi no parece «caer» de semana en semana), GRAVEDAD se ha convertido en algo así como «la sorpresa del año» cinematográfico. O bien, para […]
Tras un exitoso primer fin de semana de taquilla en la Argentina (y unas cifras récord en los Estados Unidos, donde recaudó 130 millones de dólares en apenas once días y casi no parece «caer» de semana en semana), GRAVEDAD se ha convertido en algo así como «la sorpresa del año» cinematográfico. O bien, para algunos, «la película del año», ya candidata por muchos a ganar el Oscar. A la vez, se trata de un filme que ha generado -y seguirá generando- muchos debates, tanto técnicos como narrativos. Ya que no conviene hacer muchas revelaciones de la trama, abro este post para permitir el debate con spoilers y discutir los acontecimientos, digamos, no «habilitados» en las críticas convencionales.
Aquí, entonces, mi crítica publicada en OtrosCines.com y mi comentario sobre su discutido desarrollo narrativo y final. Abajo siéntanse libres de spoilear en los comentarios la -para mí- extraordinaria GRAVEDAD, de Alfonso Cuarón, con Sandra Bullock y George Clooney.
El título es engañoso: lo que menos sentirá un espectador viendo Gravedad es la fuerza de atracción de la Tierra sobre los cuerpos. La película de Alfonso Cuarón se presenta como un objeto flotante, que separa cinematográficamente al movimiento del peso y que transmite la sensación de transcurrir en un “no-lugar”, tan vasto como inabarcable, sólo reconocible por esa gigantesca bola de tonos azules que es la Tierra. Sin embargo, en un sentido metafórico, sí es una película sobre la gravedad: no sólo la “gravedad de la situación” -las dificultades que atraviesan nuestros protagonistas, tanto en el planeta como fuera de él-, sino por la forma en la que, para resolver sus conflictos, se ven necesariamente obligados a aferrarse a algo.
La extraordinaria película de Cuarón es un logro técnico asombroso, descomunal. Armada en su mayoría mediante técnicas de animación computarizada, se presenta casi como una atracción de museo: la posibilidad de ver una película en la cual podamos entender y vivenciar las dificultades de sobrevivir en una situación tan complicada como la que se le presenta a los protagonistas, dos astronautas a los que un inesperado choque con residuos de un satélite deja librados a su suerte en ese espacio en el que, como decía el famoso eslogan de Alien, “nadie te escuchará gritar”.
Un experto en el arte de los engañosamente largos planos-secuencia (aquí, como en Hijos del hombre, son increíbles, más allá que uno advierta que no son “reales”), Cuarón presenta la experiencia de estar en el espacio como si el espectador jugara en alguna clase de simulador de la NASA: Ladies and Gentlemen, We Are Floating in Space, como aquella enorme canción de Spiritualized. Además de las complicaciones de movimiento, en Gravedad no se utiliza el sonido en forma convencional: los choques y explosiones no generan ni ruido ni fuego y -más allá de la música y los efectos sonoros que nos acompañan durante toda la película- lo único que escuchamos son los diálogos radiales entre los astronautas, entre ellos y “Houston”, y sus propios -desesperados y desesperantes- monólogos.
Todo esto queda demostrado de entrada en una secuencia impactante que abre la película y que se extiende, sin aparentes cortes, durante más de 13 minutos, y que arranca con un pequeño punto blanco perdido en el fondo del plano que va acercándose hasta revelar que se trata del Telescopio Espacial Hubble y que alrededor de él hay tres astronautas trabajando en reparaciones. De a poco aparece la Tierra y la cámara empieza a girar como en una coreografía submarina: no hay altura, distancia o lugar que no pueda atravesar, acercándose a los rostros de los personajes para luego volver a alejarse y observar el planeta y la inmensidad negra que lo rodea.
La doctora Stone (Sandra Bullock) es una científica haciendo su primer viaje espacial y está un poco descompuesta por la experiencia. Kowalski (un nombre con reminiscencias cinéfilas que le tocó en suerte a George Clooney) es un astronauta veterano que bromea, cuenta historias a la base (“Houston, tengo un mal presentimiento”, dice, bromeando, sin saber que se volverá real) y se hace el seductor con su atribulada compañera. Sin jamás cortar el plano nos enteraremos de que se acercan los temidos residuos satelitales que pronto chocarán con la nave generando, por un lado, un caos dramático y, por otro, un extraordinario ballet cinematográfico que invita a pararse y a aplaudir en la sala.
Como no conviene contar demasiado lo que sucede en el film, diremos que buena parte de la narración tendrá que ver con los esfuerzos de ambos por recuperar el contacto entre ellos y tratar de llegar -literalmente, flotando por el espacio- a otra estación espacial que pueda sacarlos de ahí y devolverlos a la Tierra. Para eso habrá que luchar contra varias dificultades técnicas: el oxígeno que se acaba, los residuos que siguen girando por la órbita y la nada sencilla lógica de viajar por el espacio, algo que se parece a nadar bajo el agua sin saber si uno avanza o se queda quieto en el lugar.
Gravedad combina, un poco a la fuerza, dos vertientes formales muy distintas. Cinematográficamente es, por momentos, casi una película experimental, o una atracción de IMAX, y el disfrute en parte está en la experiencia en sí misma, en la capacidad de transportar al espectador, en 3D, a un universo antes sólo imaginado. Esa película, ya por sí misma, es un espectáculo único, que hará caer la mandíbula de admiración a los que crecieron con los mitos del programa espacial, pero también con el cine de Brian De Palma, James Cameron o el propio Orson Welles.
A la vez, la película tiene una estructura dramática que podríamos definir como tradicional: Kowalski es un veterano profesional haciendo su último viaje por el espacio y Stone es una “rookie” (novata) con un fuerte trauma personal que funciona como eje temático del film, el que pone en cuestión la idea de la “no gravedad”. En ese sentido, Gravedad se afirma en una tradición hollywoodense clásica que se extiende hasta la actualidad y de la que tal vez Steven Spielberg sea su máximo representante vivo.
Cuarón bordea varias veces el exceso melodramático, pero siendo un enorme director de instintos clásicos, jamás deja que la película se vuelva pomposamente “new age”. Los elementos están ahí (de 2001, Odisea del espacio a esta parte, pasando por Solaris, es un eje recurrente en la ciencia ficción con tintes místicos), pero la lógica de su guión es la de una película de “comando”, de resoluciones prácticas a problemas específicos: prender un motor con una guía escrita en chino, cerrar una compuerta, conservar el aire, agarrarse de lo que sea que uno encuentre a su paso. Es así que su ambición temática, humanista (la película no es otra cosa que la saga de un parto, que incluye a una criatura semidesnuda en posición fetal), está casi siempre subordinada dramáticamente -como en películas tipo Apollo 13 o la mismísima Náufrago– a los mecanismos clásicos de la aventura.
En ese sentido, no hay metáfora más clara y contundente que la de la mismísima gravedad de la que habla el título. Esa Tierra que no logra empujar a los cuerpos que están fuera de ella desde lo físico, sí lo hace desde nuestra percepción, desde nuestra historia. Es esa la atracción que persiste en el espacio, la que hace que, aunque los cuerpos floten como en una pileta de millones de gigalitros de líquido amniótico, la doctora Stone y los espectadores busquen desesperadamente alguna manija, palanca, escalón o cordón (¿umbilical?) de los que aferrarse. Es la gravedad, parece decir la película, la que nos hace humanos.
Como a muchos, la experiencia de ver GRAVEDAD me resultó subyugante. Sin embargo, algunos de los que disfrutaron la primera mitad del filme tuvieron reparos con varias cosas. Veamos:
-La lagrimita en 3D y en primer plano.
-La lógica de las situaciones: ¿cómo le es es posible a Bullock sobrevivir?
-La actuación «canchera» de Clooney.
-La muerte temprana de Clooney.
-La reaparición «fantasmagórica» de Clooney.
-El trauma materno de Bullock y cómo su hija muerta termina siendo un eje clave del relato.
-La simbología y las metáforas, digamos, «new age» de la película.
-El final, ya en la Tierra.
Debo admitir que no me molestaron casi ninguna de todas ellas. A lo sumo me pareció un poco caprichosa la suerte de Bullock para sobrevivir y lograr sortear todas las etapas de la peripecia. Pero en el 90% de las películas de Hollywood las escenas de acción se sostienen narrativamente con alambres y nadie parece hacerse problema. Creo que es el realismo que la película tiene la que nos hace ponernos en extremo exigentes y ese «logro» de la película termina jugándole un poquito en contra.
-El «Clooney Show» puede ser un poquito cansador, pero me da la impresión de que es necesario para que la película no entre en un tono excesivamente sombrío desde el principio. La película se pone más sombría cuando lo pierde a él y ese cambio le da a «Gravedad» cierta «gravedad». La «ligereza clooneyana» no es para tanto.
-Por lo demás, no siento que la película sea «new age» ni se exceda con la «lección de vida». Casi todas las películas sobre el espacio trabajan apoyándose narrativamente en situaciones traumáticas y simbologías de «afirmación de la vida», un clásico esquema narrativo de Hollywood. Cuarón nunca es ampuloso (como podría serlo similares escenas finales de «Avatar», por ejemplo) y combina a la perfección lo humano con lo físico/científico de una manera que me hizo recordar a Spielberg, otro artista que en su momento fue muy criticado por similares «sentimentalismos». No están desubicados en ninguno de los dos casos.
-Es cierto que muchos habríamos preferido una película casi experimental sobre flotación en el espacio, pero «Gravedad» es es eso, o no lo es todo el tiempo. El Hollywood de hoy no está capacitado, creo, para gastar 150 millones de dólares en un ballet espacial y necesita hilos narrativo y dos estrellas. Películas de Michae Snow como «La Region Centrale» están para eso y no han salido tanto dinero.
-Se puede decir que la película bordea el sentimentalismo o el melodrama o lo que los americanos llaman «corny», pero mi impresión es que Cuarón logra que «Gravedad» nunca caiga en el exceso. Creo, igual, que eso será algo que cada espectador sentirá de manera diferente. Digo, todavía hay gente que sigue discutiendo a Spielberg, así que…
Te faltó la ranita que salta, la cámara se va con ella haciendo un leve paneo a la izquierda y deja de lado la lucha de Ryan por zafar de las cuerdas del paracaídas. Aclaro, no me molestó ni esto ni ninguna de las otras cosas enumeradas. Creo que es una gran película que tiene un poder visual casi sin precedentes (por el uso de la profundidad de campo, el uso dramático del 3D, etc.) y que pierde su fuerza en el final-final, el único plano filmado en un escenario real.
Entré pensando que iba a ser un film con más silencios y en realidad como no quise ver ningún adelanto imaginé que la trama iba a ser algo así como si la peli era lo que le pasaría al personaje de Clooney cuando dejamos de verlo (pensaba q)
perdon, sigue… (pensaba q la pelicula era 40 minutos de eso, un tipo colgado gravitando)
pero es una pelicula simple, de acción, excelentemente filmada, con buenas (aunque no excelentes actuaciones).
Pero el hecho de q haya estado 90 minutos con la boca abierta y los ojos bien abiertos no es poco. menos hoy en día.
En algunas cosas me parece q Gravity puede ser la Jaws de hoy.
Veamos
-La lagrimita en 3D y en primer plano: Irritante e innecesaria
-La lógica de las situaciones: ¿cómo le es es posible a Bullock sobrevivir?: Mas allá del vuelo filosófico y los inagotables recursos que Cuarón maneja con soltura, es cine pochoclero mal que nos pese.
-La actuación “canchera” de Clooney: Aún en Los descendientes y toda la carga dramática y pesimista el tipo sigue con su semi sonrisa complaciente. Como a Darín, se le asignan siempre los chistes «inteligentes» del guión. No deja de cumplir su parte.
-La muerte temprana de Clooney: Un poco cargada de sentimentalismo, pero justa. No fue mala la alegoría de «aprender a soltar».
-La reaparición “fantasmagórica” de Clooney: Cine.
-El trauma materno de Bullock y cómo su hija muerta termina siendo un eje clave del relato: Lugar común, remanido. Sin embargo sin background sería más criticado el contexto de la acción en pantalla.
-La simbología y las metáforas, digamos, “new age” de la película: Algunas remarcadas, otras con sutileza bien elegidas. Habría que ver cuales estaban originalmente en el relato y cuales se incluyeron a la fuerza.
-El final, ya en la Tierra: Toda la secuencia del reingreso, en un falso tiempo real, fue fantástica.
Me gustó la pelicula, es imprescindible verla en 3D
Hola, Diego. A mí «Gravity» me ha parecido todo un logro de Cuarón en los apartados técnicos y algo más; el mexicano ha demostrado con creces que es un buen director, prueba de ello son su filmografía mexicana,la mejor cinta de la saga de Harry Potter y Los hijos del hombre, del 2006. Sin embargo, a nivel argumental su película presenta muchos baches y adolece de superficialidad, sin contar que en 2013 pues resulta que los rusos vuelven ser los culpables de algo(¡Supérenlo!)Comparar esta cinta con «2001» y con(HORROR)»Solaris» me parece un despropósito en todos los sentidos y solo a mentes como a James Cameron se les puede ocurrir.Esas cintas, sobre todo la de Tarkovsky, eran de una profundidad y calado que ya la tesitura de «Gravity» (como a bien acabas de analizar)no ofrece parangón alguno. No cabe duda de que esta correcta cinta de Cuarón tiene madera para Óscar a mejor película.
P.D.:Concuerdo totalmente contigo a propósito de tu crítica de la última cinta de Woody Allen. Este director no retrató a los barceloneses como sí lo hace sin pintoresquismos a los neoyorquinos. Es por eso que me extraña que en esa pieza sobrevalorada llamada «Argo» que tanto encomiaste pasaras por alto el retrato,la verosimilitud y los equívocos que se hizo sobre Irán y los iraníes. Me parece que así como no se te escapó la mirada coppoliana de Buenos Aires y los bonaerenses en «Tetro» debiste ponerle atención a lo que hizo Terrio y Afleck a los iraníes y…a los canadienes,neocelandeses, et al.
si la pelicula terminara en el plano exterior del aparato sin combustible con el fondo de la aurora boreal sería perfecta, lástima que tiene el final más «Oscar a mejor película» del mundo.
Todo muy interesante pero a mi, despues de la primera mitad, me empezò a aburrir por reiterativa y endeblez conceptual.
El primer plano secuencia: Cine con mayúsculas. Después, es todo cuesta abajo.
Es un muy buen cortometraje alargado, no apto para conocedores de la física.
Se me ocurrió una interpretación política de GRAVEDAD. Tengo toda la impresión que es caprichosa y absurda, pero no me la puedo sacar de la cabeza.
Es más o menos así: los residuos rusos que van por el espacio serían «residuos del capitalismo» que explotó por los aires y que hacen mierda a las estaciones satelitales (digamos, las estructuras sociales/económicas) norteamericanas, rusas y también chinas. Pero la «nave» china es la única que sobrevive con capacidad para reinsertarse en el planeta que no por nada está desierto y parece casi prehistórico.
La «nave americana» revienta, pero gracias a su ingenio sobreviven dos personas, un hombre y una mujer. Luego, él muere y ella sobrevive. o, más bien, Clooney («prototipo del «sabelotodo» americano) se sacrifica por ella para que pueda «engendrar» a «el hombre nuevo» (sí, lo mismo que en «2001»).
Es simple: metáfora del fin del capitalismo y de la primacía del «hombre occidental». Sobrevivirán las mujeres y la tecnología china.
Bueno, o algo así… Tengo que pensarlo más!
Perdòn…..2001 se refiere a la crisis econòmica argentina y el hombre nuevo serìa Duhalde?
Exacto. Kubrick lo vio venir en el 68.
Un talento… :)
el extinguidor como la pelicula de wall-e
si salis de la película hablando de los detalles técnicos o la fotografía quiere decir que fallo lo mas importante: la historia.
Interpreto la película como una clara alegoría al renacer de la protagonista.
La actriz logra luego de un momento crítico llegar al útero, o sea a la capsula rusa. De hecho se la muestra en posición fetal. Luego de un proceso traumatico ella es extraída del mismo, no sin trabajo, para ser extraída del agua, pisar la tierra y aprender a caminar de nuevo. Lo expliqué muy mal, pero me parece que ésto es así claramente.
como dijeron más arriba… la película tiene reparos, bueno, mucho más que eso, el film tiene problemas en el su contexto cinematográfica, fallos en la historia como acotaron, además de los relacionados con la física. aquí un resumen de ellos y los porqués http://elcanelondeperalta.blogspot.com.ar/2014/04/los-errores-de-gravity.html
es una película berreta como las de las sagas de Aeropuerto pero con producción.