Estrenos: «Soy mucho mejor que vos», de Che Sandoval
Literal “spin off” de la muy buena TE CREIS LA MAS LINDA (PERO ERIS LA MAS PUTA), la segunda película de “Che” Sandoval toma uno de los personajes de aquella opera prima –uno que aparecía en una sola aunque larga escena– y lo hace vivir su propia “noche infernal” por las calles de Santiago de […]
Literal “spin off” de la muy buena TE CREIS LA MAS LINDA (PERO ERIS LA MAS PUTA), la segunda película de “Che” Sandoval toma uno de los personajes de aquella opera prima –uno que aparecía en una sola aunque larga escena– y lo hace vivir su propia “noche infernal” por las calles de Santiago de Chile, en un esquema en cierto modo similar al del primer filme.
Esta historia, más adulta y mucho más oscura que la anterior, es la de un personaje de “treintaypico” enfrentándose a situaciones cuyo humor no alcanza del todo a esconder la negrura y desesperanza de lo que le sucede. Es que a partir de las complicaciones de una amarga separación de pareja vamos descubriendo a un personaje que, interpretado por el también realizador Sebastián Brahm, esconde más secretos de lo que parece en un principio.
Con un gran sentido del ritmo narrativo y un timing cómico perfecto (un curso en slang de la capital chilena vendría bien en estos casos al público porteño, o subtítulos), Sandoval sigue apostando a un registro de comedia urbana a lo DESPUES DE HORA que no es tan usual en el cine latinoamericano. Y, por eso, doblemente bienvenido en una serie de cinematografías donde el humor no sobra fuera del circuito de películas más comerciales…
(Versión ampliada de la crítica publicada durante el BAFICI 2013)
Triste y patética historia de un chileno cualquiera, pero un hombre mediocre y falto de horizontes y esperanzas. Falto de carácter. Además, diálogos muy superficiales, no profundiza en la crisis existencial (si es que se puede tomar así la historia del protagonista). Una comedia livianita, llena de estereotipos facilistas, ni me hizo reir, tal vez por la falta de un enfoque más irónico y sutil, más inteligente. Totalmente prescindible.