Estrenos: «Francotirador», de Clint Eastwood
La violencia ha sido el tema central de la carrera de Clint Eastwood. A los 84 años, el actor y director vuelve sobre ella en FRANCOTIRADOR, acaso no la más sutil de sus películas pero sí una que prueba que sigue siendo no solo un gran narrador –eso es algo que nadie puede discutir a […]
La violencia ha sido el tema central de la carrera de Clint Eastwood. A los 84 años, el actor y director vuelve sobre ella en FRANCOTIRADOR, acaso no la más sutil de sus películas pero sí una que prueba que sigue siendo no solo un gran narrador –eso es algo que nadie puede discutir a esta altura de su carrera– sino que sigue sabiendo manejar una muy interesante ambigüedad respecto al tema, una que convierte a este filme en uno de esos experimentos psicológicos en los que cada espectador termina viendo lo que quiere ver.
Todos sabemos que Clint es republicano y lo hemos visto pifiarla feo burlándose de Barack Obama haciendo malas bromas con una silla en una convención de su partido, pero lo cierto es que Clint no es «republicano» en su versión más básica y tarzánica (de hecho, varias veces se manifestó en contra de estas guerras) y en un punto la película es profundamente antibelicista. El personaje es un hombre que valora y respeta ciertas visiones tradicionales mediante las que su país se ve a sí mismo –«el mejor país del mundo», «Dios, patria y familia»– pero esas tradiciones son puestas en discusión por Eastwood de una manera cinematográfica inusual, indirecta.
FRANCOTIRADOR no habla de lo que sucede fuera de las misiones en Irak y de los regresos de Chris Kyle –el «sniper» que da título a la película, un hombre que tuvo 160 muertes confirmadas, casi todas desde su puesto en las alturas, protegiendo a los soldados a la distancia– a su casa. No hay análisis políticos sobre los motivos de la guerra ni se muestra nada fuera del entrenamiento y de los combates. Kyle es un veinteañero de Texas que se vuelve Navy SEAL para defender «al rebaño» (como lo educaron de pequeño), su misión allí es la de francotirador y su trabajo es hacerlo bien, protegiendo a sus compañeros. Y es eso lo que hace.
La película narra las cuatro veces que va Kyle (Bradley Cooper, con barba y 20 kilos más) al frente de batalla y las distintas circunstancias de cada una de sus misiones. Tendrá dos enemigos fuertes: encontrar y eliminar a un hombre clave de Al Qaeda al que llaman El Carnicero y hacer lo mismo con su «némesis», un francotirador sirio, campeón olímpico, que trabaja para «el enemigo». Eastwood y Kyle/Cooper –que funciona, en ese mundo, de manera muy similar a la que lo haría Clint de tener la edad para protagonizar la película– compactan sus misiones con la mirada fija en el objetivo, un poco a la manera de Kathryn Bigelow y su VIVIR AL LIMITE: el protagonista es un especialista, un profesional, casi un adicto, que no puede tomar distancia crítica de lo que hace. Y que, una vez que empieza, no quiere ni puede parar.
La distancia que sí se empieza a quebrar es la emocional. Por la naturaleza de su trabajo, Kyle mata de manera fría, lejana. Las circunstancias de sus asesinatos son duras, pero asépticas. El no termina de involucrarse hasta que, en cada nuevo regreso al frente, las situaciones se van volviendo más duras y complejas (operativos salen mal, mueren amigos, etc) y empiezan a afectarlo de una manera que, si bien él trata de negar, es más que evidente tanto en Irak como de regreso al hogar. Ahí es donde empieza a sentirse su desconexión con ese otro mundo y su necesidad casi adictiva de volver al frente: no termina de (re)conectar con su esposa ni con sus pequeños hijos (a los que ve muy poco), vive tenso, tiene la presión por las nubes y cualquier bocinazo en la autopista lo pone en alerta.
¿Es culpa, perturbación, stress post-traumático? Según Kyle, no. No sabe ni quiere saberlo. O tal vez sí sea culpa, pero no por la gente que mató sino por los que no pudo salvar. Es por eso que siente que cada minuto que no está en el frente es un minuto perdido. De todos modos, no se trata de un personaje a quien el ego le infla el pecho: lo llaman «La Leyenda» –por la cantidad de muertes, al punto que los enemigos le ponen un precio a su cabeza–, pero a él no le gusta que lo pongan en ese lugar y trata de evitar a los que lo miran con admiración. De vuelta: es un tipo que tiene un trabajo para hacer, lo hace bien y punto. A otra cosa…
Si bien la historia real tiene una vuelta de tuerca final algo inesperada y hasta irónica –que no vamos a revelar acá si bien en diez segundos lo pueden encontrar en Wikipedia–, Eastwood siempre mantiene el eje fijo en las rutinas de su protagonista, como si la mirilla de la escopeta fuera el visor de la cámara. Nos pone ahí, en el acto, en el momento presente del combate. Las escenas filmadas en el frente son notables por su precisión narrativa, su justeza geográfica (se entiende todo, está editado con una lógica espacial irreprochable) y por la manera en la que logra trasladar al espectador a la situación. Especialmente notable es un combate tremendo y peligroso que tiene lugar en medio de una nube de humo y polvo que no permite ver prácticamente nada. En medio de ese marrón borroso, son las sombras, los bordes de los personajes los que, como fantasmas, recorren la pantalla. Metáfora más evidente que esa acerca de lo que Clint piensa de la guerra, no hay en todo el filme.
FRANCOTIRADOR es una película que requiere, especialmente fuera de los Estados Unidos, a un espectador de mente abierta que pueda por unos momentos despegarse de prejuicios políticos absurdos, de esos que llevan a decir a muchos que odian tal o cual película por ser «pro-yanqui» o banalidades por el estilo. En ese sentido, el filme de Eastwood bien podría ser un western y Kyle el hombre encargado de evitar que los indios invadan la propiedad de algún pionero. Sí, sabemos que en el verdadero Oeste el territorio pertenecía a los indios y que los invasores eran los «hombres blancos» pero eso no nos impide (o no debería impedirnos) disfrutar de esos westerns, aún cuando se tengan diferencias ideológicas. De otra manera uno termina diciendo estupideces a la manera de Quentin Tarantino que afirma odiar a John Ford por ciertas cuestiones de ese tipo que ve en sus películas. Es un reduccionismo banal y que ni siquiera refleja la complejidad de las películas de Ford.
Con Eastwood pasa algo parecido: sus películas van mucho más allá de las coincidencias ideológicas que podamos tener con su director. No solo por la brillantez de la ejecución en todos sus rubros sino por que son más complejas y ambiguas de lo que parecen a simple vista. FRANCOTIRADOR puede ser un poco simplista en su manera de mostrar al «enemigo» como un todo malvado dentro del cual no hay casi diferencias (si parece malo, es malo), pero en el fondo no es una película sobre la guerra en Medio Oriente sino una sobre la adicción a la violencia y la manera en la que la guerra se vuelve un perverso juego autocontenido (el «afuera» no existe, se sale a matar por protección o por venganza): la guerra como una suerte de videogame que nubla los sentidos y empuja a seguir jugando, como adictos, entre la vida y la muerte.
Diego Lerer,varias consideraciones acerca de esta cinta (que ya vi)y de tu crítica:
-¿Qué entiendes por ambigüedad? De verdad una postura dizque acrítica como la de la Sra. Bigelow? pero que terminaba escorándose.
-Consideras banalidades considerar o no a una película pro-yanqui. Déjame decirte que una demasiado clara postura entorpece el visionado de una cinta que pretende erigirse en algo más que un blockbuster de verano.
-Sí,objetar el western así como Tarantino es exagerado (pero justificable)Aunque la supuesta complejidad de Ford no ocultaba sus arcanas convicciones y valores.
-¿Simplismo al retratar al enemigo? Mejor di que es una marca de casa de esta clase de cintas.Y vuelven a la palestra Bigelow y sus retoños bélicos, verbigracia.
Como que el anglocentrismo de estos directores les impide ver como igual al OTRO.Esto va para largo…
Resumen: Cero humanidad para con los MALOS(lo de la madre con el niño y el obús…ajá, sí, como en el libro);Lo episódico de El Carnicero;¿la imparcialidad? Se venera la figura del soldado con todo y sus demonios;¿Es esta cinta diferente de un videojuego de suspense con un personaje huérfano de complejidad y profundidad?. Con razón se nos viene Cooper con un Bolan.
Lerer, vamos a reconocernos banales si una cinta que demuestra la valía de un Eastwood director no nos adormece el espíritu crítico.
Trato de responder cada pregunta/planteo.
-¿Qué entiendes por ambigüedad? De verdad una postura dizque acrítica como la de la Sra. Bigelow? pero que terminaba escorándose.
-No creo que sea acrítica, solo digo que no es una película sobre la guerra de Irak sino una sobre la adicción a la violencia. En ese sentido, ni intenta analizar si la guerra tiene sentido, si matar está bien o mal. Toma el punto de vista del marine y lo sostiene. Las diferencias entre la mirada de Clint y la de Kyle están ahí y para mí son obvias. Si viste más películas de Eastwood sabes que él no es de los que piensan que matar gente no tiene consecuencias («It’s a hell of a thing, killing a man. Take away all he’s got and all he’s ever gonna have.» – Unforgiven)
-Consideras banalidades considerar o no a una película pro-yanqui. Déjame decirte que una demasiado clara postura entorpece el visionado de una cinta que pretende erigirse en algo más que un blockbuster de verano.
-Si ves la autobiografía de un sniper dirigida por Clint Eastwood y esperás ver una película, digamos, «anti-americana», es obvio que no lo vas a encontras. Qué esperabas? Así y todo, Clint se opone a las guerras de Irak y Afganistan (lo dijo mil veces) y creo que a su manera esta es una película antibélica. No hace falta ponerse a levantar la voz a lo Oliver Stone para darte cuenta –observa a los veteranos, a la vida familiar que arruina, a la perturbación mental permanente que tiene– para que la película te deje en claro que su experiencia es terrible, solo que él, Kyle, no se da cuenta. Está demasiado metido adentro del juego del «ojo por ojo».
-Sí,objetar el western así como Tarantino es exagerado (pero justificable)Aunque la supuesta complejidad de Ford no ocultaba sus arcanas convicciones y valores.
-No coincido, para nada. Si tuvo algunos rasgos racistas el cine de Ford fueron, por un lado, parte de la cultura de la época y muy rápidamente fueron desapareciendo de su cine, al punto que no lo encuentras en sus filmes posteriores… Creo que no hay que olvidar los contextos en los que se hacen las películas y Ford dirigió en una época en la que no existía la para mí excesiva «corrección política» contemporánea.
-¿Simplismo al retratar al enemigo? Mejor di que es una marca de casa de esta clase de cintas.Y vuelven a la palestra Bigelow y sus retoños bélicos, verbigracia. Como que el anglocentrismo de estos directores les impide ver como igual al OTRO.Esto va para largo…
-Si, es cierto. Es una película que vilifica al enemigo. De hecho, no le importa. No busca razones de los iraquíes ni intenta mostrar diferencias, ni sutilezas. No estoy de acuerdo con esa mirada de Kyle. Pero sí creo que Clint deja entrever ahí mismo que muchos de los iraquíes funcionaban por miedo, bajo presión o por su propia lógica, tan «asesina», «vengativa» o «violenta» como la de los marines. No hay «buenos» en los iraquíes, es cierto. Tampoco hay «buenos» entre los marines, digamos. La película no propone que unos tienen más razón que otros. Sí, yo creo que los iraquíes tienen más razón y derechos en esa situación, esa es mi opinión. Pero no la de Kyle, él está metido en una misión y no juzga lo que ve. Se inscribió en el Ejército y fue a la guerra convencido de esas estupideces que le enseñan los marines. No le pidas otra cosa. Y creo que Eastwood tiene la tarea complicada de tratar de ser fiel a su autobiografía y a la vez poder tomar cierta distancia.
Resumen: Cero humanidad para con los MALOS(lo de la madre con el niño y el obús…ajá, sí, como en el libro);Lo episódico de El Carnicero;¿la imparcialidad? Se venera la figura del soldado con todo y sus demonios;¿Es esta cinta diferente de un videojuego de suspense con un personaje huérfano de complejidad y profundidad?. Con razón se nos viene Cooper con un Bolan.
-El único plano que me molesta de la película en serio es el de la bala que va de un sniper al otro. Ahí tienes razón: parece un videojuego y es innecesario. Lo demás es mucho más ambiguo para mí, como toda película bélica que pretende ser antibélica. No creo que los marines queden como héroes, pero tampoco se los muestra como salvajes o asesinos. Entiendo si no coincide con tu punto de vista sobre la guerra (con el mío probablemente tampoco), pero creo que si solo nos van a gustar las películas con las que coincidimos ideológicamente nos perderíamos muchísimo buen cine. Uno es un espectador inteligente y puede apreciar una película sin salir convencido que hay que salir a matar iraquíes, digamos. De todos modos, no creo que de eso hable la película, sino tampoco yo la aceptaría. Creo que habla de otra cosa, de la mentalidad violenta/bélica (ejemplo claro de esa distancia la escena en la que echa a su novia a la que encuentra con otro tipo: no lo pinta como un héroe, se ve que es un tipo violento de una manera no del todo defendible) que les impide a estos tipos tomar distancia y salir de situaciones como esta.
Saludos,
d
Nada que decir sobre la mano de este señor a la hora de dirigir: es todo lo que nunca fue como actor. Ahora bien, los parlamentos son robóticos y la fetichización del Ejército nada disimulado. Cómo es que el director que nos regaló en Cartas desde Iwo Jima la mirada nipona de la SGM nos deconcierte al negar la más mínima humanidad a los iraquíes (la madre). Cuando se intenta ver cómo matar a tantos «enemigos» afecta la psique, zas, se cura con una sesión y ya. Madera tiene para óscar, ya veo.
Creo que es una película diferente que IWO JIMA, no habla de lo mismo.
Es una autobiografía de un «sniper» y desde su punto de vista la idea de la «humanización» del enemigo no existe. No hay casi otros personajes «humanizados»: es una película sin intento de visión periférica y en ese sentido es un filme honesto con la visión del mundo de su personaje.
Para mí la inteligencia y la sutileza de Clint Eastwood es saber respetar esa mirada y a la vez tomar una distancia que permita al espectador entender que ese hombre no está del todo bien, aunque ni él lo sepa ni lo pueda reconocer.
Slds
d
Gracias por tus respuestas. Yo añado lo siguiente a la réplica de cada una de mis preguntas:
-La ambigüedad de Eastwood (como la de la otra cineasta mencionada) es real y está bien representada. Es acrítica si no intenta posicionarse o emitir juicio alguno. Lo entiendo bien, ¿Pero obedece a un sentir sincero o a que no lo acusen de parcializarse? Vi Unforgiven, sí sé lo que piensa. Aquí por lo delicado y reciente de los hechos, se nota que no quiere comprometerse.
-Leí la autobiografía, no esperaba de ella otra cosa. Es el punto de vista de un hombre con los orígenes, extracción, cultura y formación de Kyle ¿Había que esperar algo excelso? No soy tonta, qué se supone iba a esperar. No aplaudo cacareos ideológicos del bando que sean. No voy por la vida viendo cine con lupa a ver si hay algo proyanqui o no. Mencionas los nefastos efectos que arrastra el sniper en la cinta. Veo que son superficiales y que con presentados a la ligera.
-Ford fue un hombre de su tiempo, no lo discuto. Sí reconozco el legado de su cine, pero también es cuestión de individuos y ejemplos hay de directores que supieron apartarse de cualquier atisbo etnocentrista. Faltarían años para que se generalizase la corrección política, pero, repito, va unido al legado y formación de cada persona.
-Tú mismo reconociste el simplismo al retratar al «enemigo». Si partimos de la base de que es la visión (estrecha de miras) de Kyle se entiende. Y que Clint solo lo recoge fríamente. Pero adulterar partes del libro para lograr «efectos» de verdad que echan por tierra cualquier tímido intento de darles explicaciones a sus acciones…Mejor es ser sinceros y decir que esto es un asunto de estadounidenses para con sus traumas. Los otros solo son sombras, relleno, extras, partes del paisaje…y letales, como en la oscarizada de Bigelow.
– ¿Marines salen también mal retratados? ¿Clint fiel con la autobiografía? A ver, quiénes al final tienen familia y hogares; tienen vida, por más imperfecta que sea. No sé si leíste el mismo libro que yo, pero la autobiografía que leí es terriblemente sincera y deja al desnudo a un ser impresentable que no pretende ser otra cosa. Qué hace que el viejo Eastwood purgue pasajes que lo dejan ver casi como un peligroso psicópata. En la cinta solo es alguien con PTSD que se cura en un dos por tres. ¿Miedo a que el público no sintonizase con un ser así? Por lo visto, la respuesta ya la dieron casi 80 millones de dólares.
Otra vez ,en resumen, no vasta con orillarse y decir que «filmo solo el punto de vista de otro y no me interesa nada más» La ambigüedad, frialdad o sentimiento acrítico no debe venir permeado de planes pseudo-vindicativos por mucho y que se nos muestre el infierno, tanto el de afuera como el adentro de un soldado ( ya lo dice el beneplácito de la viuda Kyle y su compañía en la promoción de la cinta, entonces sí que hay subjetividad). No es cuestión de posturas ideológicas queribles o no ( reconozco la importancia del cine de Griffith y de los clásicos soviéticos, con todo y que no comulgue con esas ideologías), sino de ver sinceridad en lo que se presenta y no de falsas posturas y superficiales análisis.
También, saludos
Gracias por tus respuestas. Lamentablemente no he leído el libro así que no puedo compararlos.
Llegado el caso, en principio creo que es un problema más del guionista, del adaptador del texto, que decidió quitarle lo «impresentable» a Kyle. A mí, en la escena en la que echa a su novia-mujer de la casa, antes de enlistarse, me queda claro que es un poco una bestia, un tipo bastante bruto. Y que encuentra en «el patriotismo» una forma de canalizar esa violencia…
Más no te puedo decir porque no leí el libro…
Sr. Lerer, de progresistas de salón absolutamente nada. No sé que quiso decir con eso, pero si es cuestión de incomodarse porque alguien (ya sea el mismísimo Clint Eastwood)nos viene a contar una buena cinta en muchos sentidos, pero que destila una compasión y oda indirectos al protagonista. No soy obtuso y entendí todos sus puntos a favor de esta peli, y reconozco que algunos llamados progres ven fantasmas en todos lados. Pero, te explicás por qué le ha ido tan bien en taquilla? ¿No te dice eso algo?
Creo que cada uno ve lo que quiere ver en esta película.
Los veteranos de guerra y la gente más de derecha en EEUU la transformaron en un éxito porque sienten que los muestran de una manera compasiva y sin juzgarlos, que no es la típica mirada «de izquierda anti-americana» que ellos ven todo el tiempo saliendo de Hollywood.
Pero creo que la mirada crítica de Clint está ahí. Es sutil y es de puesta en escena más que de guión. Si lees inglés, un gran análisis del filme es este, de Richard Brody. Lo acabo de leer y creo que es lo mejor que se escribió sobre AMERICAN SNIPER hasta el momento.
“American Sniper” Takes Apart the Myth of the American Warrior
BY RICHARD BRODY
http://www.newyorker.com/culture/richard-brody/american-sniper-takes-apart-myth-american-warrior
«If you think that this war isn’t changing you you’re wrong. You can only circle the flames so long.» (American Sniper)
Leí el texto de Richard Brody. No me sorprende que te haya gustado, pues llega a una conclusión e interpretación similares a la tuya. Y coincido con vos en aquello de que cada uno ve lo que quiere ver en esta película. Ahora,»izquierda anti-americana» y que «ellos ven saliendo todo el tiempo de Hollywood». ¿Es lo que decís que los veteranos de guerra ven o de verdad pensás que eso es Hollywood? Vamos, si la única religión que ahí nadie se atreve a ofender en serio es precisamente la patria y todo lo que está a su alrededor.
Lo que acá mucha gente no tiene en claro es que para buena parte de los norteamericanos, todos en Hollywood son de izquierda. Sé que para lo que en Argentina o América Latina se considera izquierda eso es más o menos una broma, pero para los parámetros americanos –especialmente los de «middle-america», los pueblos chicos y ciudades del interior, que no están en ninguna de las costas– en Hollywood son todos liberales, «anti-patria», drogadictos y otras tonterías así. Y ni hablar para los veteranos de guerra. Muy pocos militares, tal vez ninguno, respete a Hollywood o a los «artistas».
Pero a la vez Hollywood necesita de ese público y filma también para ellos por lo que lo que en EEUU puede ser una película crítica para muchos extranjeros no lo es. Y si no es crítica es propaganda. Estados Unidos, en todo concepto, es un país más corrido a la derecha que casi cualquier otro país del mundo: consideran normal que la gente no tenga seguro de salud público y les parece que debe ser legal llevar armas y ni hablar de la pena de muerte. En ese sentido, digo, una película como AMERICAN SNIPER no puede ser considerada «de derecha» a ese nivel. Tal vez sea menos crítica que otras, que las películas de Oliver Stone, no sé, pero eso es más por la decisión –para mí– de contar el relato en primera persona que porque Eastwood crea que la guerra de Irak valió la pena. Chris Kyle lo creía, de eso no hay duda… Si querés psicologizarlo, no sé, tal vez tenía una violencia encima que necesitaba sacar de alguna manera, pero la película no insiste en buscarle explicaciones. Y hace bien…
Muy buena tu explicación, aparte de necesaria. Es muy cierto lo que apuntás, por eso te pedía que explicaras a qué te referías con aquello de izquierda y Hollywood. Pues claro, para los temas que tratan y el talante de muchos de sus miembros, Hollywood es tan rojo para para el norteamericanito tipo de Kansas, como plenamente sana la justicia en nuestros países. Tampoco hay que comulgar con las ideas de Oliver Stone o Michael Moore para advertir que el talante de «oda al soldado» (por encima de quién haya sido en realidad y cómo se desnudó en su autobiografía) está en la película del genial Eastwood, de ahí que haya más bien que definirla como una mezcla indefinida entre alegato antibélico y saludo patriótico. Creo que se hubiese beneficiado con un mayor distanciamiento del personaje (entonces cero colaboración de la viuda)y menos superficialidad con la vida doméstica y los traumas. Buscarle explicaciones o no a Kyle es relativo.
Coincido con un comentario de Minaya. Entiendo que está narrada a través del punto de vista del sniper pero me sigue haciendo ruido la película. El convertirlo en héroe de esa manera, ampulosa y grandilocuente no me gusta mucho. Hay una escena en la que está con el psicólogo en la que dice que no se arrepiente de 160 personas que mató sino de las que no salvó, y en la idiosincracia del personaje me suena a que habla de sus compañeros muertos. Un personaje que resuelve mágicamente su levemente atribulada mentalidad(la escena de la televisión y los sonidos que escucha que lo llevan a la paranoia más que a otros estados) sin culpa, hace que no haya empatía. Esa cosa documental al final, tampoco me gustó. Pero bueno, supongo que será una cuestión ideológica y respeto la de Clint.
PD: Hablemos de la escena del bebé berreta de plástico, porque es de no creer.
No la noté cuando la vi, pero pensándolo bien cual sería el problema?
Para qué torturar a bebés teniéndolos horas en rodajes???
Es un «efecto especial», como cualquier otro… je!
Coincido en lo de torturar bebés, pero se podría haber hecho algo mejor con 60 millones de dólares. Me dolió verlo jaja. Era alevoso. Me sacaba de la escena.
Te concentraste en lo anecdótico del bebé falso, pero no comentaste nada de lo principal que expresó Hernán.
Te quedás en lo anecdótico del bebé falso y no en las demás cosas expresadas por Hernán.
Ok, contesto.
Pensé que ya había dicho lo mío al respecto. Creo que su falta de «trauma» es falsa: él no lo quiere ver, pero es mentira. Te das cuenta mirándolo en cada escena que tiene en casa, en su difícil relación con los veteranos, en su tensión permanente. Y tenés razón en lo que decís: perdés empatía porque te das cuenta que el tipo cree que no pasó nada, que es normal, que quiere ir a matar más gente y esas cosas… Ese es el juego de la película: si vos ves eso como algo que la película celebra te va a parecer fascista, pero en realidad lo que estás viendo y lo que sutilmente la película te muestra es que se trata de un boludo negador que no tiene idea lo que le pasa por la cabeza ni lo que hizo en Irak. Esa es la mentalidad del soldado yanqui, no otra. Y eso es lo bueno para mí de la película: ponerse al lado suyo y marcar las diferencias de maneras sutiles pero sin desmarcarse del todo ni juzgarlo, algo que clásicamente hace Hollywood, poniéndose en un lugar de «superioridad» respecto de estos personajes y lo que termina pasando es que las películas solo las ven los que ya coinciden ideológicamente con la propuesta de entrada.
Pensaste que habías dicho todo al respecto,¿pero de quién? No fue de Hernán. Bueno hubiera sido también que le respondieras a la tal Ximena. Che, muy a la defensiva con ella.
Le responderé a Ximena cuando tenga un poco más de tiempo, creo que le vengo respondiendo a todo lo que plantea y bastante civilizadamente, más allá de que sea convincente o no…
Gracias por tu preocupación.
;)
d
Kyle asesina a un niño iraquí para evitar que mate a un grupo de soldados estadounidenses con una bomba, mientras que en otra escena un guerrero iraquí mata a un niño atrozmente, con un taladro, con el único propósito de lanzar un mensaje a los suyos. Ambas escenas tienen en común al niño muerto, pero su ejecución no puede ser más diferente. !Cuánta objetividad! Y después uno se pregunta por qué esta cinta triunfa, porque la vitorean, por qué los sentimientos antiárabes en USA… Pero para Lerer estas son cuestiones extra cinematográficas. El público ha aplaudido y vitoreado a Bradley Cooper en el momento en el que consigue asesinar al francotirador del bando rival. Seres humanos congregados ante una pantalla celebrando el asesinato de otro ser humano que, además, resulta que es un francotirador, igual que el protagonista, y se dedica a hacer exactamente lo mismo que él.
¿Película antibélica? Hace aguas por todas partes. Hay momentos en los que la historia hace amago de mostrarse crítica con la guerra y su barbarie, pero siempre acaba encontrando formas de justificarla, de sacar pecho por su bandera, de colgar medallitas aquí y allá. La cinta es muy notable y no escatima en crudeza a la hora de mostrarnos que el campo de batalla no es ningún patio de juego y que cientos de soldados, de uno y otro bando, mueren a diario en luchas que escapan a cualquier lógica humana. Pero todos aquellos que consideran a Chris Kyle un héroe nacional por sus hazañas de guerra (es decir, por haber matado a más de un centenar de personas) encontrarán en la película un homenaje a mayor gloria del soldado. Y eso no puede significar nada bueno. Sí, vemos a un montón de gente con miembros amputados y a viudas de soldados y a excombatientes trastornados. Pero por cada acto bárbaro e inmoral que ejecuta un estadounidense en la película, enseguida llega una réplica aumentada por el bando de los “salvajes”
Es como si un escultor al servicio de los nazis hubiera realizado una magnífica estatua representando a heroicos soldados alemanes gaseando a judíos con rasgos demoníacos. Está bien hecha, pero no está bien.
Si vas a juzgar la película por cómo la reciben ciertos «tarzánicos» estás equivocando el camino. No es forma de analizarla. Creo que la película se pone muy cerca del punto de vista del protagonista y trata de poner al espectador en su lugar. En cierto sentido es más honesta que muchas de las películas que se ponen por arriba de sus personajes y los juzgan. Acá no se lo hace o si se lo hace es muy sutil y podés tomarlo o no. Para mí, por ejemplo, todos los que aplauden y sacan banderas al final son vistos de la misma manera que Scorsese ve a los que escuchan a Belfort al final de EL LOBO DE WALL STREET: los mismos americanos que compran y celebran y perpetúan la idea de seguir atacando países por intereses económicos, los mismos que siguen manteniendo el ciclo del capitalismo más salvaje en la otra película. Hay un dejo irónico en todo eso: en su muerte, a manos de un veterano, en su mitificación. Tal vez Clint y el guionista no hayan tenido el coraje de ser más directos y poner en evidencia esos pensamientos e ideas, pero a mí me parece inteligente esa decisión aunque es obvio que los cavernícolas pueden entender que la película apoya sus ideas más retrógradas…
Entiendo que es una película complicada, pero creo que está bueno que se busque puntos de vista más complejos que el de la obvia película típicamente antibélica que no es vista por otra gente que la que ya está convencida de lo mal que están esas guerras. Esta película la van a ver los militares y las otras no. Ojalá puedan entender que FRANCOTIRADOR no pinta la guerra como algo fabuloso y que le hace bien a nadie, pero son militares así que no les pidas demasiada inteligencia tampoco… ;)
Además, debo reconocer que a mí me gusta ver películas con las que no terminó de estar de acuerdo ideológicamente (no digo que esta lo sea, pero entiendo que puede ser vista así). Me desafían a entender cómo piensa el otro, en que lugar se pone, conocer su lógica. Las películas que me dan palmaditas en la espalda para sostener mi corrección política usualmente me aburren, no dicen nada que yo no sepa.
Para empezar, Lerer, lo que digan y sientan esos «tarzánicos» (sí, cómo me quita el sueño lo que opine alguien como Sarah Palin)no me interesa. Simplemente he manifestado las incongruencias de este film, al que en ningún momento he demeritado en su factura y en la presteza de su director. A mí, las ideologías y la corrección política me parece que están de más a la hora de analizar el cine, y en nada contribuyen nuestros prejuicios más íntimos si lo que queremos es contribuir a valorar las expresiones artísticas de los otros.
Dices que Clint y su guionista no han tenido el coraje de ser más directos …La verdad, señor, es que cuál de esta clase de cintas lo ha sido, y no me refiero a que tengan que caer en el burdo anti-belicismo obvio, que al final es igual de fascista que lo que se pretende atacar.
No sé qué clase de cinta vio, dice que una que no toma partido, que no juzga (pero que malos, malos, malos son los que no son yanquis)y que se pone en el lugar del otro (ah, del otro, del que es yanqui)para conocer su lógica (que hacía tanta falta, porque mucho no se sabe) Nadie habla de pedir pedagogía barata, de reclamos tipo «la guerra es tan mala, usan a las personas como peones, las embrutecen…» (gran descubrimiento, ¿no?) Sino de vehicular una idea coherente y no torpemente contradictoria. Usas el ejemplo de la cinta de Scorsese,de su final, pero se te olvida que no solo es el ciudadano de a pie quien sostiene tal patraña, puesto que se trata de una industria, la «industria de la guerra», manifestada más que límpidamente en ese sacrosanto derecho de portar armas en la nación y que produce nefastos resultados, con seres alienantes como el que acabó irónicamente con la vida del sniper (clarísimamente subrayado en la cinta)
Dónde, por fin, viste tú la complejidad, señálamelo. ¿Fue en los diálogos, en los traumas livianos, en la obvia incorreción familiar del protagonista (solo por el episodio de la novia infiel vemos como era de MALO, ¿cierto?)o solo porque el viejo Clint no subraya, pero tampoco olvida que cuestionar muy profundo conlleva el escatimo de las bendiciones de la Academia y del público, poco avispado o no para notar la sutil crítica.
Dices que te gustan las cintas con las que no coincides del todo ideológicamente. En las intervenciones anteriores leí tus objeciones acerca de esta cinta, el retrato simplista de los «malos» y hasta la injusticia de esa guerra. Y ahora dices que ésta no es de aquellas con las que no estás de acuerdo…¿Es entendible? Amigo, no solo no te aburras con las palmaditas en la espalda en pos de la corrección política, sino con este otro tópico: el retrato de un héroe que ni debería ser retratado (al menos, no de esta forma) ni mucho menos debería considerarse un héroe.
P. D.: Si no quieres o no puedes rebatir los puntos que en este foro los participantes tocamos, en qué consiste la finalidad de todo esto.
A ver: no me queda claro. La finalidad de todo esto debería ser rebatirnos el uno al otro, agredirnos y pelearnos? No sé si es la primera vez que entrás a este blog, pero no es mi «modus operandi», digamos. Me interesa en general escuchar o leer lo que la gente tiene que decir sobre las películas o los temas que acá se discuten y no es mi prioridad ganar ninguna pelea ni discusión. No es para eso que hago esto, no es mi forma de trabajar. Soy de los que creen que, al contrario, con amabilidad y respetando la opinión del otro se pueden llegar a conclusiones más interesantes que las que se llegan poniéndose todo el tiempo a la defensiva a ganar batallas retóricas. De hecho, creo que también por eso me gusta/interesa la película y por eso es que no suelo pelearme ni con las películas ni con los que comentan en el blog. Así que si esperas que rebata todo lo que decís, te equivocaste de sitio.
Al contrario, me interesa lo que decís porque es una película complicada para mí también porque no tengo las mismas convicciones que Kyle sino más bien las opuestas. Pero creo que mucha gente confunde el punto de vista del personaje con el del director y Eastwood también es una persona que usualmente no tiende a dar «lecturas» acerca del mundo sino muestra a personajes viviendo en él. Me parece inteligente y coincido con esa decisión. Creo que la película va por ese lado. Puedo entender que la critiquen y coincido que no trata de manera compleja a «los malos» pero para mí lo hace así, primero, porque no es su intención hablar de la guerra de Irak en términos concretos/políticos y mucho menos del pueblo iraquí, sino de la mentalidad de un francotirador que no es un paladín de la corrección política. De hecho, yo veo en el hecho de que lo haya asesinado un ex combatiente como la prueba más evidente de la postura de Clint: Kyle puede no reconocer ni admitir su locura ni su alienación (son obvias pero él no las quiere ver), pero esos otros veteranos con PTSD son muestras más que evidentes que la guerra es un sinsentido de aquellos. Y encima es uno de ellos que lo mata, no un iraquí…
¿Crees a esta altura que a Eastwood le cambia mucho la Academia, los premios o la taquilla? Tiene 84 años y ya está de vuelta de todo. Creo, también, que es una película más compleja de lo que muchos ven, incluso nosotros mismos. Las vidas de muchos norteamericanos están afectadas por la violencia y la locura bélica intrínseca a la cultura política de ese país. Y la película lo ve y lo deja en claro tratando, a la vez, de convocar a esos espectadores de una manera que otras películas no lo hacen porque, en principio, se dedican primero a juzgarlos y después a contar sus historias… Eastwood no lo hace: no los sobra, no se pone por arriba de ellos, no es «mejor» que los soldados, no viene a enseñarles nada. Trata, a mi manera de ver, de mostrarles los efectos trágicos de lo que hacen. Algunos lo querrán ver, otros no…
Saludos,
d
Saludos para ti también
A ver, creo que aquí la mala interpretación corre en dos direcciones. No soy de las que participan en estos debates con ánimo de disentir o atacar a alguien en particular. No es mi estilo y no creo en eso. Lo único que hice fue expresar mi parecer sobre una cinta en la que no hemos coincidido ni llegado a las mismas conclusiones. Creo que eso no es un crimen, el no opinar igual. Lamento si herí tu susceptibilidad, quizá utilicé un tono un tanto acre, pero solo es una característica en mí, no un arma con la que zaherir o incomodar. Deploro si esto te ofendió o molestó, pero a veces hay que ser sinceros, aunque no guste lo que oigamos.
Jamás ha sido hábito en mí criticar injustificadamente. No me he unido a ese coro ensordecedor que pide la cabeza de Eastwood. Es una tontería, ¿verdad? Simplemente he señalado lo que otros se han tozudamente negado a admitir, cegados por una única lectura de este filme, notable en lo que cabe, al igual que su director, sin importar su conocida afiliación política. Considero que eso es lo de menos.
Consignas el episodio de la muerte del «héroe», reconoces la ausencia de profundidad del «otro» y la única lectura capaz que te sale es que la cinta solo es sobre la mentalidad del tirador. Menuda lectura, cuando yo he analizado todos los flancos y aceptado la multiplicidad de vistas, tú solo te conformas con una banal explicación que no por tan sobada deja de ser trivial.
No sé qué colegiste con la mención que hice del director, la Academia y la taquilla. Solo acoté que su visión le ha valido la enhorabuena de esa institución y los pingües beneficios económicos. No es un pecado, pero es la explicación que más de uno (no solo yo) le puede dar a este suceso, más allá de las intenciones de su creador. Si dices que la vida de mucha soldadesca de EEUU está afectada por ese conflicto bélico, por la cultura política de la nación, que la cinta lo ve y lo deja claro, cómo es que para dejar constancia de eso no haya eludido los cansinos lugares comunes, la beatificación de ese mismo sniper como si por encima de todo, lo que hay que seguir señalando es al mítico soldado que da la vida por su país y los suyos, es cierto que por las razones más espurias. Si esto se obvia ¿entonces se juzga, eso quieres decir? ¿Para no estar por encima de los soldados no basta con ser objetivo, así nada más…hay que aplicarles la pátina de heroicidad por encima de todo? Es tu interpretación, te la respeto, pero no la comparto, y nada tiene que ver con mis convicciones ideológicas, gustos, idiosincrasia, carácter o lo que sea. Estoy convencida que tú y yo somos adultos con criterio y provectos como para caer en infantiles acusaciones o infames generalizaciones.
Las batallas retóricas me son irrisorias. Me gusta/interesan las películas en general, no peleo con ellas ni con los que las comentan, ya sea en este u otro blog. El solicitarte las pertinentes razones tuyas a los puntos que los otros te adversan, el ser únicamente solícito con lo que se supone es un foro no es rebatir a mansalva, con deseos de vacua camorra. Repito, si fue así como lo interpretaste, estás equivocado, no soy de ese tipo de personas. Encomio tu digna labor y me gusta, poco importa si no siempre coincidimos, eso es normal y hasta sano.
Reitero mis respetos y deseo superes la incomodidad que sin proponérmelo te produje. Dispensa si te parecí beligerante, puede que no estés acostumbrado a ello. La cinta de Clint está sujeta a varias lecturas, yo hice la tarea y me posicioné en cada una para llegar a una sola conclusión. Cada quien es libre de interpretarla como quiera, sin que eso sea una tonta competencia, como tampoco lo fue , creo, este debate…
Abrazos,
x.
Tal vez mi explicación sea trivial, pero sigo viendo una película narrada con un punto de vista subjetivo –el del francotirador, después de todo es su autobiografía– y me parece excesivo pedirle a Eastwood que humanice lo que Kyle no humaniza. El francotirador ve el mundo en blanco y negro y pedirle que sienta compasión por la gente que mata es pedirle que no sea quien es. Pero, insisto, no creo que Eastwood haga lo mismo: mostrar a un chico iraquí intentando tirar una granada a los americanos no es necesariamente tratarlo de «bestia», sino pensar que, en función de las circunstancias, está haciendo lo que debe hacer: «proteger al rebaño», como le enseñaron a Kyle. La madre le da la granada de la misma manera que el padre de Kyle le enseña a disparar…
Ver a los iraquíes atacar en combates francos a los americanos no es «pintarlos como el Diablo» ni nada parecido, es verlos defenderse de la manera en la que, digamos, un espectador progresista esperaría que se defiendan. ¿Qué es un «iraquí bueno» en el contexto de la película? ¿Uno que acepta, festeja y celebra la llegada de los soldados norteamericanos? No, es un tipo que se defiende, desde su punto de vista. Desde Kyle, es el enemigo.
Si no contesté antes esto es porque siento que siempre vuelvo a lo mismo: al punto de vista, a no ponerse el director por encima de los personajes y juzgarlos, a que no es una película sobre los iraquíes y ni siquiera lo es sobre la guerra. Lamento si soy monótono o no tengo más argumentos. Creo que la diferencia que marco es fundamental a la hora de la interpretación general de la película. Al menos de la mía…
Saludos,
d
Che, en vista de lo vacias que estan en comentarios las otras entregas, vale que respondas a las que todavía te hacen en esta. Más que preocupación lo que siento aquí es letargo.
Que ganas de pelear al pedo que tenés.
Contesto cuando quiero y cuando tengo ganas.
Tengo otras cosas que hacer.
Fijate, por ahí vos también tenés…
Creo que lo de «civilizadamente» ya se te agotó. Con vos no recurrí al insulto ni a la palabra malsonante (al pedo…). No esperés a que te responda igual, no te pedí que te pusieras a escribirle a nadie de una vez. Si lo que te frustra es que ya nadie participa en tu blog no es asunto mío. Saludos,;)
Vos decís que bardear el blog sin motivo alguno y decir que nadie comenta ni participa (y volver a decirlo ahora) y hasta forzarme a contestar, patoteramente y varias veces en una discusión que ni siquiera es con vos, no es agresivo?
No te conozco, Heraldo, y a mí cuesta mucho hacerme calentar. Pero lo lograste. Y si lo que escribiste no fue para bardearme porque sí, no entiendo para que lo hacés… Sí, soy civilizado, pero los energúmenos me rompen las pelotas. Estamos?
Ya este asunto rebasó lo «civilizadamente» para entrar en el terreno de la grosería, lo soez y el ataque personal. Mirá,te dije que no iba a caer en tu glosario lunfardo de arrabal y porquería, si te sentís más hombre así o es que cuando te «calentás» se te sale el verdadero cobre, no lo sé. Yo jamás me dirigí en mis intervenciones de este modo con vos. Solo te señalé que con la inexistencia de nuevos comentarios le respondieras a quienes dejaste en el aire. No «bardeo» a nadie y si lo tomaste así, lo siento. Te llamás civilizado y confesás que contestaste como un «patotero». Entonces, ¿quién es el agresivo y el energúmeno acá? Ante falta de argumentos para rebatir y de convocatoria por impopularidad, me imagino que a cualquier se le «rompen» y culpa a otros. ¿Te suena?
Perfecto, entendido. No fue mi intención ser grosero, pero sigo sin entender tu lógica.
Cuando quieras te mando las estadísticas de visitas al sitio debido a que, evidentemente, vos pensás que se miden solo en comentarios de lectores…
Saludos,
d
Acepto tus disculpas. Aunque si decís que no fue tu intención ser grosero el tono y las palabras reflejaron otra cosa. No mencioné el asunto de los comentarios para agredirte o burlarme, simplemente son el reflejo más inmediato de participación para mí. Y lo traje a colación porque en vista de que no respondiste por completo a los cuestionamientos de otros, creo que no había excusas para la indiferencia. No, no estoy interesado en que me mandés nada porque no lo he pedido. Deploro el que seas tan sensible con este asunto de las visitas o no al blog. Si estás tan seguro de tu éxito no lo demuestras.
Antes que nada, déjame decirte, con todo respeto, que no te pedí que me volvieras a escribir. Si tú dices que sientes que vuelves a lo mismo, yo igual. No le solicité a este tipo que me refutaras (apenas hace unos minutos entré a tu blog), puesto que entendí que ya el intercambio de ideas había terminado y yo no tengo vocación para la pugna sin sentido. Ahora bien, en vista de que traes el tema y expones de nuevo tus puntos de vista, aun más endebles esta vez, te respondo:
Una cosa es que Eastwood retrate tal cual al sujeto (según una autobiografía cribada)y otra que se apegue al sacrosanto canon de este tipo de cintas que no es otro que la mitificación post mortem del “buen” soldado yanqui. ¿El director lo humanizó? No, no del modo clásico ¿Yo dije que había que hacerlo? Tampoco. Perfectamente entendido que el único punto de vista por el que se optó aquí fue por el sesgado del bruto. Paradójico que no repares en que si bien éste no aprende nada, son otros los que ,una y otra vez expuestos a su convicción, terminan por aceptar su simplista visión acerca de ovejas, lobos y guardianes.
Dices que no hay que pedirle que sienta compasión por la gente que mata. Te remito: No le tembló la mano para eliminar al niño con la granada cortesía de mamá; pero respiró aliviado cuando otro que tenía en la mira arrojó su arma. A buen entendedor…¿No qué sentía cero compasión por los “salvajes”? ¿No que era excesivo pedirle al viejo humanizar lo que el otro no humaniza?
Un chico que tira granadas no es retratarlo “a lo bestia”, no es maniqueísmo, según tú; razones de sobra hay para que haya sido orillado a eso (expusiste en otra entrada), un punto válido que corre el riesgo de difuminarse al emparejarlo con el adoctrinamiento del soldado cuando era niño, puesto que son dos circunstancias muy distintas. Sumado a esta otra escena: un guerrillero iraquí que le taladra la cabeza a un inocente infante a modo de advertencia…¿Esto no es pintarlo como al diablo, al necesario típico villano? Y no se trata de que estemos hablando aquí de iraquíes en combate franco contra estadounidenses, un hecho que carece de ideologías para discernir el concepto básico de invasor e invadido. Si la lectura subrepticia del film (que no del sniper) es que el “iraquí bueno” es el que se defiende, ¿a qué viene el incurrir en esta grotesca caracterización que neutraliza lo impresentable del “bando” yanqui? ¿ De nuevo es la visión monocromática del soldado? o ¿es la persistencia del arquetipo del enemigo que cintas bélicas que no miran ya al estilo de Wayne se resisten en eliminar? Este “detalle” no lo veo de modo tan baladí como tú, es más “embarra” tu premisa tan defendida de que el director evita juzgar a sus personajes, de que no es una cinta ni sobre iraquíes ni sobre guerra. Ya cansino, más que monótono este razonamiento tuyo, y casi una tautología explicitarte que ese punto de vista lo entendí a la perfección. Es una interpretación general de la cinta, la tuya, que comprendo.
Para resumirte y dar fin a esto: Está claro que tío Clint no ha hecho una película patriotera…solamente. Es el retrato de un obtuso que nunca dejó de serlo con guerra y enemigos solo de fondo, nada más. Bien, con los aciertos y deficiencias en dirección, actuación y guión. ¿Cómo se explican los 107 millones o más en taquilla?, Esto podría ser una aporía o simplemente un cuestionamiento dilucidable, sin caer en tontos reduccionismos. Yo en lo personal no creo que si te gustó esta cinta, Lerer, es porque eres “facha”. Tampoco creo que sea lícito meter en el saco de “liberales-progres” a quienes no les gustó, ¿verdad? ¿O son intercambiables Moore, Rogen, Biden y Fonda? Hete aquí los factores: la promoción gratuita del Óscar, Eastwood, un patriota con luces largas, y el retratado. Constaten que la afluencia fue en “Texas”, Nuevo México, Tennesee…la Norteamérica profunda y con fuerte presencia militar. Con pases para familiares y veteranos por parte de Warner y la ayuda de asesores de Washington. Parece que Clint no solo logró afluencia por haberse limitado a no juzgar y solo contar.
No, Lerer, no deploro si eres monocorde o si te quedas corto en argumentos. Es lo tuyo y lo respeto. Pero creo que sí es importante ver todos los flancos que esta cinta plantea y que creo pasan por algo más que la denuncia poco diáfana y entronca con los viejos resabios del cine bélico, tan queridos por un público poco cuestionador.
Saludos,
x
Dos cosas. Lerer, ya tenés que saber detectar los trolls con tu experiencia en el intercambio virtual. Así que no des pelota.
Otra curiosidad. En todos lados veo que los críticos hablan de la escena del taladro. Todos están convencidos de que asesinan al niño. Pero en la toma general final de la terraza se ve que el niño se está levantando del suelo, y quien murió fue su padre. El irakí no llegó a matarlo.
Lo que quiero decir es que con animadversión, se ve lo que uno quiere.
Por otro lado, una falla muy general de los críticos es tomar este film en soledad, y no relacionarlo con la obra de Eastwood. Si hacemos una lista de los personajes recurrentes de su cine, éste último encaja perfectamente con la galería de solitarios torturados que pueblan su obra.
Entiendo la molestia que este film ocasiona, pero estoy de acuerdo con vos en que es un error confundir al creador con el personaje. así es como en su momento a Flaubert se lo enjuició por «Madame Bovary».
saludos
No recuerdo ahora exactamente los detalles de esa escena. La volveré a ver y te respondo. Pero creo que sí, mata al padre y no al niño.
Y estoy completamente de acuerdo con el otro punto: ver esta película sin relacionarla con la obra de Eastwood no tiene sentido.
Creo que entran en la misma lectura banal que hacían desde los tiempos de HARRY, EL SUCIO: la idea de tomar todo como una defensa del fascismo, del «ojo por ojo», sin entender que Eastwood va mucho más allá de eso, siempre lo fue. Que reconoce ese «instinto americano» (ahí tenés otro buen título para una peli, je!) y que busca meterse adentro de él, ver las terribles consecuencias que tiene tanto para sus protagonistas como para los demás. Solo hay que ver cinco, seis películas de Eastwood y lo notás. Lo que me interesa a mí de su cine, entre otras cosas, es su reconocimiento de ese instinto, de esa presencia cultural que tiene la violencia en EEUU, donde a los chicos les enseñan a disparar antes que a leer… (no digo a todos, obvio)
No hay una apología del heroísmo acá ni nunca la hubo en el cine de Eastwood (salvo algún momento que otro a principios de los ’80). El problema es que Clint se metió acá con una guerra que todavía enerva a mucha gente –y me incluyo– por lo cual el espectador no tiene la distancia que podría tener con un western o con la Segunda Guerra Mundial. Si la gente pudiera ver la película con la, digamos, frialdad que ven películas sobre guerras pasadas quedaría más claro que lejos está Eastwood de hacer una apología de la invasión a Irak o de tratar a Kyle como un héroe.
Dices tú que no trata Eastwood al soldado como héroe. Y ese final dentro de qué lógica cabe? Me parece que el director y Cooper se han tenido que desgalillar en explicaciones porque el resultado de su creación emana tanta ambigüedad diluida que su recepción como propaganda parece casi planeado. Mejor hubiese sido equilibrar tanto patriotismo.
El niño muere en uno de los golpes más bajos de esta cinta. Pareciera que no es mentira aquello de que se quiere reinterpretar o leer otra lectura. Incluso para esto.
No creo que sea un golpe bajo matar al chico. Un golpe bajo (una trampa emocional) sería no matarlo, es exactamente al revés.
Pensalo!
Saludos,
d
Tal vez su idea nunca haya sido hacer una película contra la guerra.
No creo que sea propaganda, pero no es claramente una película que busca analizar o explicar la guerra.
Supongo que también, en un punto, uno debería pensar que más allá de las decisiones de los gobiernos los soldados son seres humanos que, equivocados o no, tomaron la decisión de participar en un delirio como este. Creo que la película respeta y tal vez homenajee a esos soldados, lo cual no quiere decir que celebre ni la guerra ni su decisión de participar en ella.
Vuelvo a decir lo que dije otras veces: es la autobiografía de Kyle, basada en SU libro respecto a SUS experiencias. Uno puede estar en contra de SU ideología o su forma de ver el conflicto, lo cual no es lo mismo que decir que la película es una basura.
Creo que como espectadores tenemos un problema muy grave y que es que no podemos aplaudir algo con lo que no coincidamos políticamente. Yo, insisto, no creo que esta película celebre la guerra en Irak. ¿Pero y si lo hiciera? ¿Sería imposible pensarla como una gran película? Yo tengo miles de películas que me parecen geniales con las que no coincido ideológicamente y muchas con las que coincido que me parecen espantosas. No creo que todo pase por esa coincidencia. Sino el cine –y el mundo– sería un lugar muy pequeño.
Creo que no me entendiste. Dije que fue un golpe bajo la misma acción, el modo en que se ejecutó al infante y lo es porque es ahí, con ese episodio netamente ficcionalizado(El Carnicero ni siquiera existió como tal, solo se basaron en un personaje real)que se le restó seriedad a lo contado y más pareció una escena del malo de una cinta de Stallone. Golpe bajo en tu definición de trampa emocional,pero que por supuesto. Cómo queda la imagen de ese otro, del enemigo, ¿acaso más compleja? No. ¿Perfectamente delimitada para el espectador promedio? Claro sí. He aquí la trampa,la trampa puesta para que la identificación caiga sobre el marine y los suyos. Cero distanciamiento y mucho efectismo, el mismo efectismo de videojuego entre el tirador sirio y el protagonista, que no te gustó.
Una cosa más. Una vez un viejo crítico me dijo que asistió a una proyección en cinemateca de «The Birt of A Nation», y que un espectador hizo un comentario con sorna en una escena en la que había una elipsis de paso de tiempo, y según este espectador un personaje de un plano a otro «había crecido demasiado». Es decir, había un bebé en el plano inicial y luego pasaban cuatro años y en la siguiente escena ponían un pibe de siete años. ¿Tanto creció?, decía este pánfilo. Estaba viendo una obra maestra del cine y se fijaba en una verosimilitud pediátrica.
Lo mismo puede decirse de la escena del bebé. Yo la vi antes de leer las críticas, y ni me fijé en esa tontería.
Todos estos hipsters que se hacen los correctos ante el film y le buscan el pelo al huevo…
Y me voy porque tengo que ir a practicar tiro con mi Carabina Springfield. (La misma que usaba John Wayne).
Saludos a todos:
Lo primero, no estoy de acuerdo con las descalificativos, vengan de donde vengan. Aquí somos adultos y estamos para hablar de cine y nada más.
No comparto lo dicho por Gervasio: al niño le taladran la cabeza y queda muerto en un charco de sangre. Murió al igual que el padre. Una cosa es que a uno le haya gustado o no la peli, por las razones que sean. Pero interpretar por antipatía es una cosa y otra describir lo que se vio en esa escena, la misma puede ser corroborada por diversas fuentes.
Comparto en parte tus otras opiniones, pero recuerda que Flaubert también dijo: «Madame Bovary soy yo».
P. D. : Ojo, no digo que esto último se aplica a Eastwood.
Gervasio, no solo a ti le trae al pairo este asunto del bebé mecánico. Me parece que el visionado debe pasar de pequeñeces así, salvo que de verdad trastoque seriamente.
Bien por tu pasatiempo a lo Wayne. Yo, por mi parte, después de haber valorado lo que hay que valorar de esa obra llamada «El pájaro de una nación», me dispongo a ver la no menos polémica «El triunfo de la voluntad».
Bueno, perdón por la gaffe tipográfica de The birth of a nation.
No sé si veo visiones, pero la escena del chico y el taladro la pase dos veces. (uy, he admitido mi piratería) ¿Habrá dos versiones distintas según la zona de distribución? No creo. En fin, son minucias. O no.
Pienso que es complicado para nosotros los argentinos relacionarnos con estos films llenos de guerra, condecoraciones y militares. Pero de alguna manera debemos hacerlo.
Siempre voy a sentir que encarar la crítica desde el contexto (la era de Charlie Hebdo) político es interesante, pero fatalmente reduccionista.
quizás la pregunta sería: ¿el film de Eastwood se sostiene más allá de la mirada política? ¿Tiene distintas capas? Yo creo que sí.
Por lo que vi en el cine y en la copia alternativa, el viejo sigue filmando con prolijidad y efectividad, yendo al punto, avanzando bien. Entonces la textura de sus films debería estar, deberían haber varias capas de sentido.
¿Es lícito comparar el personaje de kyle con la biografía del kyle verdadero? ¿O Eastwood se separa de esa biografía y construye en su propio terreno imaginario? En las otras biopics vuela hacia otros lugares, más allá de lo biográfico. (No vi la de Hoover, pero en «Bird», en «White Hunt, Black Heart», en «Jersey Boys», construye sobre una base real, pero no recrea la noticia biográfica).
Por otro lado, hay una lista interminable de directores clásicos que al incurrir en temas bélicos, patrióticos, históricos, han sido tildados de extremos derechistas.
En «El Rata», Fuller le hace decir a Widmark: «Si me quieren para acabar con un comunista, cuenten conmigo». Nadie diría que Fuller era de derecha. (Y ni hablemos de Marvin en «The Big Red One»»).
Se lo criticó a Ford por glorificar las armas, a Aldrich por banalizar la guerra, a Peter Weir por matar niños en «Master and Commander». Hasta se le dijo de todo a Taylor Hackford por ser militarista en «An officer and a gentleman», no viendo que ese film es una gran historia de amor, entre otras cosas.
bueno, voy terminando y no hago más que empezar.
esto es todo culpa de los izquierdistas. Y conste que digo «izquierdistas» y no de izquierdas. Como decía mi amigo Theodore Kaczynski en su lúcido manifiesto: «si los conflictos no existen, los izquierdistas los inventan». Lástima que de tan lúcido el pobre Theodore volcó mal y se puso explosivo.
Ahora si me voy. Tengo que escribir el ensayo «Sexo tántrico y sadomasoquismo light en el film Interestelar».
abrazos
La escena del niño. No creo que sea minucia si lo que se desea transmitir es algo concreto. No vi nada que permita dudar del fallecimiento.
Una cosa es reinterpretar una vida en celuloide y otra alterarla significativamente. Me parece que deberíamos hablar en este espacio sin etiquetar como derechista o izquierdista. Eso es también reduccionismo.
Estimado Diego:
Más allá de que no veo de ningún modo la «ambigüedad» y «brillantez» que ves en la película (decís también que es buena porque «se entiende todo» y «por la manera en la que logra trasladar al espectador a la situación», virtudes que podrían aplicarse a cualquier telefilm del montón, hay cosas que escribiste que me cuesta entender, y sobre las que me gustaría preguntarte.
1) Decís que «es una película que requiere, especialmente fuera de los Estados Unidos, a un espectador de mente abierta que pueda por unos momentos despegarse de prejuicios políticos absurdos, de esos que llevan a decir a muchos que odian tal o cual película por ser pro-yanqui o banalidades por el estilo.» ¿Vos considerás que estar en contra de la guerra/invasión a Irak es un prejuicio antiyanqui absurdo? ¿Por qué un crítico o espectador debe olvidarse del país al que pertenece, con su historia y su cultura? ¿Ser cinéfilo lo convierte a uno en ciudadano de ninguna parte, en una especie de eunuco político?
Decís también que si la película celebrara la «guerra» de Irak igualmente podría pensarse como una gran película «Yo tengo miles de películas que me parecen geniales con las que no coincido ideológicamente y muchas con las que coincido que me parecen espantosas.» ¿Creés realmente que en una película forma y contenido pueden analizarse por separado? ¿Acaso la perfección y la belleza de movimientos de EL TRIUNFO DE LA VOLUNTAD, o la manera con la que en algunas de sus películas John Ford encuadraba a los «pieles roja» no tienen que ver con lo que se estaba contando y con la ideología de sus directores?
Sinceramente, no entiendo a algunos críticos argentinos a quienes sólo les indigna que una película sea aburrida, y no les mueve un pelo una que mire con comprensión a un militar ciego de racismo, o, ni siquiera, una escena (que vos ni mencionás) en la que se justifica la matanza de un niño y su madre por razones «patrióticas»».
1) No digo que estar en contra de la invasión sea absurdo, si de la idea de que no se puede apreciar una película que esté en las antípodas políticas de uno, siempre que no supere ciertos límites. Yo tampoco estaría a favor de una película que niegue el Holocausto, pero a la vez no todas las películas, digamos, anti-nazis son buenas por decir eso. De todos modos, no creo que esta película responda a ese modelo. Sí creo que si el espectador la mira solo desde ese ángulo, es difícil que pueda ver otra cosa y apreciarla.
Como crítico, me considero bastante formalista y tiendo a apreciar o no las películas por su factura. De hecho, más me importa de parte de los directores sus posturas éticas ante el mundo que sus preferencias políticas. Lo mismo me pasa en la vida. Puedo ser amigo de alguien que no coincida para nada políticamente pero no podría serlo de alguien que me parezca un mal tipo.
Respecto a la nacionalidad del espectador, no digo que uno deba olvidarse porque es imposible –uno está marcado por su historia–, pero creo que la identidad es una construcción mucho más compleja que la nacionalidad, involucra otros aspectos que exceden el hecho del país en el que nacimos.
«¿Ser cinéfilo lo convierte a uno en ciudadano de ninguna parte, en una especie de eunuco político?» No sabría qué es un eunuco político, pero si te referís a alguien que no tiene opinión política, no creo que tenga que ser así. Pero debe tener la mente abierta para apreciar lo que no coincide con lo que uno opina políticamente, de la misma manera que un analista de fútbol, digamos, debe poder apreciar lo bien que juega un partido Boca aunque sea hincha de River, por poner un ejemplo tonto. Igual, insisto, no es eso lo que me sucede con esta película…
”¿Creés realmente que en una película forma y contenido pueden analizarse por separado?»
Creo que no, que contenido es forma y no al revés. Que la puesta en escena es lo que expresa el contenido y no que el contenido formatea la puesta en escena. Esa es la parte más divertida del trabajo de la crítica, lo que la hace parecida a la terapia psicoanalítica. Entender qué se dice sin casi querer decirlo. Un ejemplo: INFANCIA CLANDESTINA. Una película que dice homenajear a la militancia de los ’70 pero que formalmente hace más bien lo contrario… Uno puede pensar que ese es el mismo sistema, consciente o no, de Eastwood acá: parece que la película celebra la guerra cuando en realidad está haciendo lo contrario. Las escenas del polvo en la batalla, los encuentros de Kyle con los veteranos, la manera en la que trata a su primera novia, etc, etc. Está llena de escenas que muestran que la película no es la celebración de la invasión que muchos quieren ver. Pero también es respetable y entendible que veas/n eso.
Y no, no me molestan las películas aburridas. Cito a una colega: «el aburrimiento no es una categoría estética». Lo que a vos te puede parecer aburrido, para mí no lo es…
Perdón por la demora en responder, saludos
d
Gracias Diego por tu respuesta tan extensa, valió la pena la espera…
Creo que cualquiera que tenga idea de lo que es el cine tiene que estar de acuerdo con lo que decís, de que no basta con que una película denuncie una situación injusta: una película no es su guión, decía Truffaut. Te considerás formalista: creo que todos los cinéfilos lo somos o deberíamos serlo. Coincido en que la postura ética del director ante el mundo es lo que importa, y no a quién votó o votará (aunque no suele estar muy diferenciado una cosa de la otra. Es cierto, y me parece una buena reflexión, eso de que «la identidad es una construcción mucho más compleja que la nacionalidad», aunque me cuesta imaginar a un argentino, ante una película europea en la que se maltrata a un inmigrante sudamericano, poniéndose en el lugar del europeo, por ejemplo. No sé si me caería muy bien ese compatriota.
Muy interesante también lo que decís respecto a que la puesta en escena es lo que expresa el contenido y que el trabajo de la crítica tiene algo de terapia psicoanalítica. El ejemplo de INFANCIA CLANDESTINA es discutible, ya que B.Ávila ha dicho que su intención era que el espectador se identificara con el chico protagonista y mostrar la militancia de los ’70 como algo cotidiano (https://espaciocine.wordpress.com/2012/10/06/avila/). Creo que lo ilustran mejor los films sobre el Che, tanto el documental de T.Bauer como los de ficción de S.Soderbergh: si lo que se quiere es si lo que se quiere es hacer justicia al ideario de un revolucionario y a su agitada vida, el resultado debería ser incómodo, perturbador, transmitir el clima de violencia (de algún modo como el CARLOS de Assayas). Digamos que, finalmente, en esto estamos de acuerdo. Y me tranquiliza leer estas aclaraciones que hiciste.
En lo que probablemente no podamos ponernos de acuerdo es en la valoración del film de Eastwood. Está claro que no es la biopic triunfalista tipo ARGO, pero me cuesta encontrarle valores a un film tan desapasionado, mediocre incluso (el bebé de plástico, todas las escenas con la esposa…), como FRANCOTIRADOR. Y mi inquietud continúa: lo veo a Eastwood demasiado tibio, demasiado complaciente, ante un conflicto tan grave como el ataque de EEUU a Irak. Y demasiado tibios y complacientes a muchos críticos nuestros ante una película menor (en el mejor de los casos) de un gran director.
Lo de las películas aburridas lo dije porque parece que lo único que llega a indignar a algunos críticos (seguramente no es tu caso) es que una película no los entretenga.
Tengo la sensación de que Clint es un director mucho más sutil de lo que muchos creen. Esa sensación surgió cuando vi «Medianoche en el jardín del bien y del mal». Al principio no la entendí. La vi años después y pude darme cuenta de las cosas sutiles que quería transmitir.
Con este Blockbuster me pasó lo mismo. La vi hace unos días y tuve la sensación de «meh, ni fú ni fá». Después leyendo otras críticas y reflexionando, creo saber por qué me ocurrió eso de nuevo: al verla, tuve una sensación «deshumanizada» con lo que veía. Tanta muerte, tanto sin sentido de la guerra. El personaje de Bradley Cooper va y vuelve, y mata como si nada. Pero entendí: las b*las como si nada! Es un personaje que va perdiendo la humanidad poco a poco, que no puede conectarse con sus afectos cada vez que vuelve, a la manera del protagonista de «The hurt locker» (perdón, no puedo decir el ridículo titulo que le pusieron en español). Chris llama a su esposa en medio del tiroteo diciendo «Amor, estoy listo para volver a casa». Y cuando vuelve, está en un bar sin avisarle que volvió. Con cada uno que se cruza, él defiende la guerra, lo que están haciendo en Irak, y cada uno de ellos lo mira casi con incredulidad, como pensando «Fuck the war». Ahí encuentro un claro mensaje antibélico del director. Bien sutil, obviamente.
Creo que lo político es un factor interesante en la película pero no el predominante. Lo que importa acá es la acción deshumanizante de la guerra, lo que provoca en una persona antes alegre y con simples intenciones de formar una familia, al convertirla en una máquina de matar que no cuestiona lo que hizo, si no que usa como chivo expiatorio el argumento de «sólo lamento no haber salvado a mas compatriotas». Por eso creo que es buena la interpretación de Bradley Cooper: se ve cómo va perdiendo el brillo en sus ojos a medida que avanza el metraje.
Igualmente, no es una película demasiado recordable para mí. Está lejos de ser una película digna de ser nominada como una de las mejores del año, pero por lo menos es entretenida.
No me molestaría que hubiese estado nominada «Edge of tomorrow», que a pesar de tener algunos problemillas en el guión, la considero una película inteligente y terriblemente entretenida.
Saludos a todos.
¿Puedo saber, Diego, por qué no has respondido las preguntas que respetuosamente te dejé hace una semana? ¿No te interesa el intercambio con tus lectores?
Es evidente, si ves el blog, que sí me interesa el intercambio.
Es que ahora estoy en el Festival de Berlín y tengo poquísimo tiempo para responder bien, como debería hacerlo.
Prometo hacerlo a la vuelta, el fin de semana.
Disculpas,
d
Sigo esperando… Reconocé que tengo motivos para pensar que el intercambio no te atrae mucho que digamos.
¿Y si lo del bebé fue a propósito?
Ya Eastwood tocó el tema de la propaganda militar con lo del lío de la foto de la bandera y los soldados sobre Iwo Jima.
En este caso, un héroe militar que dice hacer todo por su familia y las futuras generaciones. Pero sus hijos son… de plástico.
Jamás se sabrá.
Hace casi un mes encaré al dueño de este blog por la misma razón que lo hace Fernando ahora. Después de un serio cruce de palabras, espero que el tiempo no me haya dado la razón.