No-estrenos: cinco comedias

No-estrenos: cinco comedias

por - Críticas
03 Ene, 2015 03:39 | comentarios

Cada día es más claro que la cartelera cinematográfica comercial es limitadísima. Uno puede pasarse horas buscando opciones interesantes o fuera de lo común para ver y lo más probable es que se encuentre con que hay poco, muy poco. Y llegado el caso que uno se tope con algo que parece valer la pena, […]

are_you_hereCada día es más claro que la cartelera cinematográfica comercial es limitadísima. Uno puede pasarse horas buscando opciones interesantes o fuera de lo común para ver y lo más probable es que se encuentre con que hay poco, muy poco. Y llegado el caso que uno se tope con algo que parece valer la pena, la única opción para verlo bien es en la otra punta de la ciudad y en un solo horario por día, por ejemplo. O en ese cine que nunca limpian o en tal otro que se escucha lo que proyectan en la de al lado. Salvo que tu dieta sea consumir solo películas que tienen un número atrás (o tres títulos, tipo LOS JUEGOS DEL HAMBRE + SINSAJO + PARTE 1), lo más probable es que termines eligiendo algo medio al azar (o por conveniencia de locación y horario) y tal vez termines pifiándola.

El asunto se vuelve aún más frustrante en estas épocas del año en la que, por un lado, parecen ser días de permanentes vacaciones aún cuando no hayas salido de la ciudad (casi no hubo días laborables desde el 23 de diciembre) pero, por otro, hay pocos estrenos en salas. Tradición local ligada a varios factores (el calor, las fiestas pasadas en familia, etc.), los distribuidores argentinos estrenan poco, muy poco, durante las fiestas. Y las películas que se cuelan en ese vacío, lamentablemente, tampoco son alternativas demasiado atractivas, salvo ciertas excepciones.

Land-Ho-posterAsí que, calculo que como muchos de ustedes, estas semanas fueron y por unas horas más seguirán siendo, muy buenas para recuperar esas series que no pudiste ver en el año –a razón de media temporada por día– o bien para ver esas películas que no llegan a la cartelera comercial porque se quedan a mitad de camino de todo: no son grandes éxitos de taquilla, no ganan premios en festivales, no son argentinas, no tienen ningún gancho comercial demasiado obvio o, simplemente, a nadie se les ocurrió comprarlas para su estreno. Ya lo dijimos más de una vez: hoy las películas «perdidas» son ciertas comedias independientes y algunos dramas pequeños norteamericanos. No se estrenan, no circulan por festivales, la salida en DVD es una fantasía. Ergo, lo único que queda es encontrarlas online.

Aquí va un repaso de cinco comedias (o comedias dramáticas) estadounidenses y británicas que circulan por la web y que son, en algunos casos, bastante más interesantes que lo que hay en la cartelera comercial.

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obvious-childOBVIOUS CHILD, de Gillian Robespierre. Esta pequeña comedia dramática podría ser una suerte de cruce entre GIRLS y LOUIE, por citar dos ejemplos actuales de comedias irreverentes que cuentan historias en lo que parece ser «primera persona» y que saltan del humor al drama sin inconvenientes. En este caso, si bien el guión es de la propia Robespierre, la protagonista del filme es Jenny Slate –una ex miembro, por muy breve tiempo, de SATURDAY NIGHT LIVE y actualmente en la serie de FX, MARRIED–, quien encarna a Donna, una chica que hace un stand up muy personal, centrado en los asuntos más íntimos (y hasta escatológicos) de su vida privada, y que acaba de separarse de su pareja, que la engañó con su mejor amiga. Pocos días después, le anuncian que en breve cerrará la librería de usados en la que trabaja dejándola sin empleo. En plena crisis de llantos varios, alcoholes de diversas graduaciones y desesperaciones al borde de lo patético, tiene sexo casual con un chico rubiecito y bastante tímido, solo para descubrir pocas semanas después que está embarazada.

La película mezcla momentos cómicos y otros dramáticos para mostrar, en paralelo, su decisión de abortar, las reacciones de sus amigos y familiares, y su incapacidad para decidir si decirle o no del embarazo a esa ocasional pareja, quien no está enterado de nada pero intenta seguir en contacto con ella. OBVIOUS CHILD usa los parámetros casi modélicos de la comedia romántica/dramática pero casi nunca pierde el tono realista, honesto y plausible (tiene algo de lo que fueron las primeras temporadas de LOUIE, especialmente), con un personaje principal caótico y confundido, y una forma de acercarse a un asunto que, si bien es legal en Estados Unidos, nunca es tratado demasiado francamente en el cine. Pese a que la idea «comedia sobre el aborto» resulta un tanto curiosa –y el motivo probable de su fracaso comercial haya sido que la gente la pensara de ese modo–, OBVIOUS CHILD es bastante más que eso. El «aborto» en sí no es un tema que se discuta demasiado en el filme sino que funciona como punto de partida para un replanteo de Donna sobre su vida en casi todos sus aspectos. Con un gran elenco de secundarios (Gaby Hoffmann, David Cross, Richard Kind, Polly Draper), se trata de uno de los mejores ejemplares recientes del género.

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land-ho2LAND HO!, de Aaron Katz y Martha Stephens. Del sector aún más independiente del cine norteamericano (Katz es el director de filmes cercanos al llamado mumblecore como QUIET CITY y COLD WEATHER) surge esta road movie acerca de dos amigos de la tercera edad que se van de viaje por Islandia. Mitch y Colin fueron cuñados (estuvieron casados con hermanas) y no se veían hace tiempo. Cuando Mitch, un cirujano recientemente retirado, se entera que Colin se ha vuelto a separar, lo invita a pasar unos días en Islandia. El tímido, serio y algo deprimido Colin (que es australiano) acepta sin demasiadas ganas y convencido por Mitch, que es un señor sureño muy simpático y entrador a quien, de no ser por su carisma, uno podría definir como un «viejo verde».

Si bien el viaje y el choque de estilos da para una comedia hasta ampulosa, la película nunca se va del registro casi de diario de viaje, con algunas situaciones cómicas y absurdas (Mitch quiere levantarse a mujeres de mucha menor edad y le gusta fumarse sus porritos casi todas las noches ante el fastidio de su más serio cuñado), pero más centrado en los pequeños descubrimientos personales y anecdóticos que en dar grandes «mensajes» sobre «vivir la vida» antes que se termine y ese tipo de cosas. Si bien eso la vuelve, por momentos, un tanto demasiado minimalista, los personajes logran hacer que cada pequeño incidente (una sobrina que los visita, una cena en un lugar muy elegante, perderse en el medio de la nada, visitar un geyser, conocer gente extraña en el camino) tenga su peso y sea amablemente gracioso. La belleza de Islandia ayuda y si bien por momentos los directores no pueden evitar caer en ciertos apuntes paisajísticos, no resultan exagerados. Sería casi absurdo tener a nuestros personajes en escenarios así y ni siquiera ponerlos como coprotagonistas de esta pequeña y simpática serie de desventuras emocionales.

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the-trip-to-italy-steve-coogan-rob-brydonTHE TRIP TO ITALY, de Michael Winterbottom. La historia de esta película requiere de un pequeño background. THE TRIP (2010) fue una serie de seis episodios de la TV británica que seguía a los comediantes Steve Coogan y Rob Brydon en un recorrido culinario por seis restaurantes británicos en un viaje que, más que un programa de cocina/comidas, era una suerte de retrato de una amistad a lo largo de un viaje que dirigió Winterbottom. THE TRIP tuvo luego una versión reeditada para su estreno en cines. THE TRIP TO ITALY (2014) es lo mismo, pero cuatro años después: primero serie, luego película, siempre con Coogan, Brydon y Winterbottom al frente, pero con dos diferencias, una que le juega a favor y otra no tanto.

A favor, claro, que la cocina y paisajes de Italia que ambos recorren son mucho más atractivos que los de la campiña del norte inglés (la comida luce espectacular aquí). Un tanto en contra, en cambio, es que el intercambio humorístico entre los personajes empieza a volverse un tanto reiterativo y previsible, especialmente si uno vio la película anterior. THE TRIP TO ITALY no es un filme sobre comidas (se ve en detalle lo que comen pero se habla poco de el tema) sino sobre la relación entre estas versiones ligeramente ficcionalizadas de Coogan y Brydon, el segundo conocido más que nada en Gran Bretaña como conductor de TV y gran imitador. Y si bien sus «imitaciones» pueden terminar siendo un tanto agotadoras o reiterativas, son parte integral de su personalidad, un tanto insegura y temerosa.

En el curso del viaje hay amoríos, una oferta laboral para Brydon, un problema familiar para Coogan y, por supuesto, todo lo que tienen para ofrecer visualmente lugares bellísimos como la Toscana (Pievescola, cerca de Siena), Liguria (Camogli, San Fruttoso), Roma, la Costa Amalfitana (Ravello) y Capri, siempre claro hospedándose en bellos hoteles y viajando en un descapotable. Un eje narrativo que recorre el filme es seguir los pasos de escritores como Byron y Shelley a lo largo de Italia, lo que le da por momentos un toque de «poética seriedad» a los acontecimientos. Más que otra cosas y pese a la fama de los protagonistas, su capacidad humorística casi inagotable, los bellos paisajes y la excelente comida, THE TRIP TO ITALY tiene mucho en común con LAND HO!, en la que dos «nadies» viajan tratando de encontrarse a sí mismos en el camino y alejarse de una evidente soledad que, por distintos motivos, parecen acecharlos. Acaso no logren superar sus problemas, pero la pasan bastante bien en el intento…

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the one i love duplass_moss1THE ONE I LOVE, de Charlie McDowell. De los productos norteamericanos provenientes de Sundance, éste aparenta ser uno de los más standard –convencionales, previsibles–, pero termina siendo todo lo contrario, aunque no siempre para bien. No es la primera vez que cineastas y actores conectados con el mumblecore intentan acercarse al género (algo hizo Katz en COLD WEATHER, varias veces lo intentó Joe Swanberg y Mark Duplass, coprotagonista de esta película, probó suerte en su propia BAGHEAD, codirigida con su hermano Jay), pero esta película se aleja bastante de esos parámetros también.

Duplass y Elisabeth Moss (la muy requerida coprotagonista de MAD MEN) son una pareja en crisis que, debido a la recomendación de un psicólogo (Ted Danson) decide ir a pasar unos días a una casa de campo en la que, supuestamente, podrán empezar a resolver sus problemas. Pero la casa en cuestión no es sólo un lugar de descanso, paseos, diversión y sexo, sino que termina siendo algo un tanto más extraño. No conviene adelantar mucho aquí, pero en la casa de huéspedes del lugar habitan otras personas que llevan toda la situación a un terreno, si se quiere, metafísico, entre el juego perverso y la situación directamente fantástica.

En lo temático, el choque entre la pareja y esos otros que viven allí funciona como catalizador de los problemas existentes entre ambos, claro, pero la debilidad del filme es que nunca termina de ser del todo creíble ese forzado sistema terapéutico/metafísico en el que se meten, volviendo a la película una tanto reiterativa y forzada en su desarrollo dramático. De todos modos, hay planteos que el filme hacen que resultan interesantes, en especial los ligados a los conflictos que surgen entre las parejas una vez que terminó la «idealización» inicial y la realidad cotidiana con sus miserias y problemas se vuelve omnipresente y agobiante. Lástima que el director McDowell no supo resolver del todo bien dramática ni visualmente los intrigantes planteos que su guión genera.

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you-are-here_-torontoARE YOU HERE, de Matthew Weiner. Tengo la impresión que esta película produjo una enorme confusión entre quienes la vieron en su debut, en el Festival de Toronto 2013. ¿Una buddy comedy con Owen Wilson y Zach Galifianakis dirigida por el creador de MAD MEN? ¿Cómo será eso? La película parece no haber cumplido con las expectativas de nadie y fue recibida con duras críticas y estrenada sin éxito alguno, por lo que fue rápidamente olvidada. Pero vale la pena, y mucho, rescatarla, aunque sea para observar lo que pasa cuando un director intenta ir más allá de los parámetros establecidos. Weiner, se ve, puede y sabe hacerlo en la TV. En el cine, le es más complicado. Pero ARE YOU HERE no es una mala película ni mucho menos sino que es una comedia que no es realmente tal y un filme que debería ser en realidad una serie de TV de un par de temporadas.

Wilson es el «Don Draper» del filme. De hecho, una mujer le dice en la cara que es «un hombre en caída libre tratando de engañar a todos, y a sí mismo, con su encanto». Owen anuncia el estado del tiempo en un canal de televisión de un pueblo chico y es tan mujeriego y alcohólico como nuestro antihéroe de MAD MEN y, como él, es también capaz de ser funcional, chanta y encantador aún en un lamentable estado psicológico/etílico. Se engaña y nos engaña con una vida que ni él sabe bien si quiere seguir llevando o no. Galifianakis es su mejor amigo, un delirante soltero y solitario bipolar que delira todo el tiempo y escribe una interminable y aparentemente grandiosa novela. Debería medicarse, pero no quiere hacerlo.

IMG_0496.CR2Cuando el padre de Zach muere, ambos viajan al pueblo y se enredan en una serie de peleas familiares por la herencia con la hermana de Zach (Amy Poehler) y, en especial, con la joven y un tanto New Age ex mujer del recién fallecido (Laura Ramsey), quien parece confrontarlos con sus propias fragilidades y confusiones. La película irá y vendrá entre la ciudad y el campo, entre el drama y la comedia, entre un personaje en otro, casi nunca manteniendo los previsibles arcos y giros dramáticos que las películas de este tipo nos tienen acostumbrados. Si bien el «arco narrativo» termina siendo más o menos clásico, la forma en la que Weiner hace evolucionar la narración no lo es, por lo que el tono de la película será cambiante, tanto como los personajes que se contradicen todo el tiempo.

Eso es lo que la vuelve original, pese a sus debilidades, a ARE YOU HERE. Nunca sabemos bien qué harán los personajes (finalmente es la historia de dos adictos, a la manera de Draper y Roger Sterling), nada parece claramente determinado en sus vidas (hasta el final es abierto al respecto) y, en cierto momento, el componente cómico desaparece casi por completo y no estamos muy lejos de la narrativa de un hombre en caída libre que se busca a sí mismo pero no parece poder encontrarse nunca a sí mismo ni aquí ni allá, ni solo ni acompañado, ni sobrio ni borracho. Nada muy diferente a lo que cuenta MAD MEN. Habrá que ver si Don Draper termina como Owen Wilson aquí o Weiner tiene otro final pensado para él…