No-estrenos: Baumbach, Apatow, Corbijn, Ponsoldt, Garland y otros

No-estrenos: Baumbach, Apatow, Corbijn, Ponsoldt, Garland y otros

por - Críticas
27 Dic, 2015 05:35 | comentarios

Las últimas y calmas semanas del año suelen ser –al menos para mí– una oportunidad de ponerme al día con algunas películas que no pude ver durante el año. Para esta temporada tiendo a preferir películas norteamericanas que no se estrenaron comercialmente o que no alcancé a ver en su momento y documentales que jamás […]

end-of-the-tour-posterLas últimas y calmas semanas del año suelen ser –al menos para mí– una oportunidad de ponerme al día con algunas películas que no pude ver durante el año. Para esta temporada tiendo a preferir películas norteamericanas que no se estrenaron comercialmente o que no alcancé a ver en su momento y documentales que jamás llegan a las pantallas locales. Este año preferí centrarme en documentales musicales utilizando un criterio obvio: por más que la calidad del filme pueda no interesarme sé que al menos querré conocer la historia de tal o cual grupo, de tal o cual cantante. También evité películas de las llamadas festivaleras, que es lo que más veo durante el año y que, más allá de gustos, es lo que más se parece a trabajar…

De esa larga serie de películas que están online –no me refiero a los screeners recientes ya que esas serán estrenadas pronto y serán reseñadas en su momento– acá van unas breves reseñas de once que pude ver entre los centenares que circulan. No todos los filmes son recomendables, pero espero que esta lista sirva al menos para orientar a algunos lectores sobre el abundante panorama de películas que nadie trae, que nunca llegan, pero que circulan por el mundo y tienden a ser mejores que lo que se estrena en los cines locales.

Si alguno tiene recomendaciones de películas que vieron online y las quiere compartir en los comments son más que bienvenidos…

 

wolfpackTHE WOLFPACK, de Crystal Moselle. Una historia extraña y fascinante es la de la familia Angulo, compuesta por padre, madre y siete hijos a los que el padre no deja salir de su departamento neoyorquino. Nunca. Esto es: nunca jamás. Más allá de algunas excepciones muy específicas, los chicos (adolescentes ya la mayoría) no han pisado jamás la calle y viven encerrados en su departamento. Pero el padre les permite ver películas y su vida consiste en verlas una y otra vez, actuarlas, hablar como los personajes y vestirse como ellos, con PERROS DE LA CALLE, de Tarantino, como su favorita. La historia de cómo la familia llegó a vivir en esa situación es fascinante y lo mismo sucede con los comportamientos y conversaciones con los jóvenes –tan inteligentes como curiosamente perturbados– y ni hablar de los padres, pero la directora Moselle no logra armar un relato del todo consistente con ese universo al que logró acceder, confundiendo con las cronologías, los momentos y los personajes. En síntesis: una realización bastante mediocre y descuidada para contar una historia tan fascinante que, pese a esos problemas, es imposible no estar viéndola y asombrándose a cada minuto.

 

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LIFE, de Anton Corbijn. Gran fotógrafo pero desparejo director, Corbijn hace aquí su película más floja con un tema potencialmente muy rico: unos meses en la vida de James Dean, antes de volverse famoso, en las semanas previas al estreno de AL ESTE DEL PARAISO en las que se relacionó con Dennis Stock, un fotógrafo freelance que se propuso vender a la revista Life un ensayo fotográfico sobre el carismático y extraño actor, en ese entonces a punto de «explotar». Stock (Robert Pattinson) es el protagonista y es a partir de su mirada que vemos al taciturno y cool Dean (Dane DeHann), un tipo muy rebelde para un sistema de estrellas de Hollywood solícito y obediente de los estudios de entonces. Pero Corbijn nunca logra ir más allá de eso, mostrando esa relación como una serie de intercambios semi-terapéuticos entre dos tipos, cada uno a su manera, un poco perdidos en su mundo. Dane está muy bien imitando los tics de Dean pero su cadencia al hablar –por más realista que sea– se vuelve como un somnífero: hasta que termina de decir una frase pasan cinco minutos. Y el problema es que aquí tampoco es muy interesante lo que tiene para decir…

 

the-ties-that-bind-1920THE TIES THAT BIND, de Thom Zimny. Lanzado por HBO al mismo tiempo que Bruce Springsteen editaba la edición especial del álbum «The River» que incluye material no usado allí y el disco (titulado como el documental) que originalmente presentó a la compañía para luego retirarlo, regrabarlo y agregarle otras canciones (que es lo que hoy conocemos como «The River»), se trata de un documental breve y casi promocional que tiene la gran ventaja de no intentar contar toda la historia ni reconstruirla a partir de un ambicioso sistema de miles de entrevistas, sino que hace centro en algún material de archivo y, principalmente, en entrevistas al propio Bruce, en lo que parece ser su casa. Más allá de sus relatos acerca de la época y las idas y vueltas de ese mítico disco, lo impresionante aquí es el mini-unplugged de varias canciones que Springsteen hace ahí en el patio de su casa tocando algunos clásicos de ese disco en la guitarra. Eso solo vale toda la película.

 

trainwreckTRAINWRECK, de Judd Apatow. Casi no he visto el show de televisión de Amy Schumer, pero sí la vi en incontables entrevistas en talk-shows y en su propio show como stand-up comedian y la verdad es que esperaba más de esta película. O, al menos, esperaba lo que propone en su primera mitad: la vida de una mujer treintañera en Nueva York que no quiere adaptarse a las supuestas obligaciones de la edad: tener un novio y un trabajo fijos, empezar a abandonar las «locuras» de los veintipico, etc. Por un rato la película funciona (gracias también a la habilidad y timing cómico de Apatow como director) a mitad de camino entre dos referencias televisivas como pueden serlo GIRLS y BROAD CITY (digamos: un poco más ácida y brusca que las primeras, no tanto como las segundas), pero cuando hace su aparición una potencial pareja estable (Bill Hader) y sucede otro hecho que conviene no adelantar, la película toma los caminos más trillados de la comedia romántica con toques dramáticos. (De aquí en adelante, van algunos SPOILERS). Eso no sería un problema si no fuera que todo lo que el personaje propone como modo de vida, básicamente, tiene que ser tirado por la borda para llegar a un final feliz. Y así, la película pasa de ser una especie de celebración de la independencia femenina para convertirse casi en una película de los años ’50. No hacía falta renunciar a todo para llegar a un final feliz…

 

wilkoTHE ECSTASY OF WILKO JOHNSON, de Julien Temple. Otra vez, un gran personaje y una extraordinaria historia puesta al servicio de un director que intenta todo el tiempo ser más importante que la persona a la que está filmando. Wilko, guitarrista estrella, personaje bizarro del rock inglés de los ’70 (tocaba en la mejor época de Dr. Feelgood) y hasta actor de GAME OF THRONES (descubranlo: es pequeño pero importante), tiene una vida asombrosa y una personalidad muy particular. En 2013 se le dijo que tenía un cáncer incurable y que le quedaba menos de un año de vida por lo que decidió, en lugar de someterse a un tratamiento durísimo y finalmente inútil, salir de gira «de despedida» tocando por Inglaterra. El documental se apoya en entrevistas a Wilko, escenas de sus nuevos shows y un poco de su historia previa (no demasiado). El personaje es fascinante en cuanto a su historia y su particular fascinación por la literatura medieval y las artes, pero Temple no puede evitar armar un indigesto collage de imágenes, sonidos y juegos audiovisuales que terminan alejando al espectador del corazón de la historia, que promete sorpresas todo el tiempo. Si uno tiene paciencia para las tonterías de Temple, la película vale para conocer mejor al extravagante Wilko Johnson.

 

The-End-of-the-Tour-ReviewTHE END OF THE TOUR, de James Ponsoldt. Tal vez la mejor película de todo este post sea este drama centrado en la semana en la que un periodista de la revista Rolling Stone viajó para entrevistar al escritor David Foster Wallace, que acababa de publicar –con gran éxito de crítica y público– su monumental novela de más de mil páginas, INFINITE JEST. Interpretado por Jason Segel, Wallace es un grandote un poco tímido y extravagante (usa una bandana en la cabeza todo el tiempo), muy inteligente pero con una vida modesta y solitaria, y con una historia que incluye serios problemas de depresión y alcoholismo. Dave Lipsky (Jesse Eisenberg) es también un escritor, muy poco conocido como tal, y en la relación y conversaciones entre ambos –especialmente a lo largo de un viaje a Minneapolis a presentar el libro en cuestión–, se ponen en juego cuestiones de poder, celos, las historias personales de cada uno y la propia sensación de Wallace, un tanto incómoda, de estar siendo conciente que todo lo que se dice será usado para una de esas célebres largas entrevistas de la revista. Esta conversación con idas y vueltas dramáticas mínimas pero muy ricas entre dos personajes inteligentes filmadas por el director de THE SPECTACULAR NOW y de la inminente adaptación de la novela de Dave Eggers, THE CIRCLE (y en mi opinión, uno de los nombres más interesantes del cine actual), se convierte en un juego que va de lo intelectual a lo personal y de lo cómico a lo dramático, con la permanente sensación angustiante que da el saber que Wallace terminó suicidándose a los 46 años, en 2008 (no es «spoiler»: no solo es un hecho conocido sino que la película arranca como un flashback a partir de la noticia de su muerte). Es interesante compararla con la fallida LIFE, con la que tiene muchos puntos dramáticos en común (la situación periodista inseguro y entrevistado peculiar, el saber que el entrevistado morirá, los diálogos sobre las respectivas vidas y filosofías de ambos, etc), pero a la que esta supera por inteligencia, sutileza y humanidad. De paso, la banda sonora de pequeñas gemas de los años ’90 es otro punto a favor de la película.

 

keithdoc-10-webKEITH RICHARDS: UNDER THE INFLUENCE, de Morgan Neville. Así como HBO sacó un documental en simultáneo a un nuevo disco de Bruce Springsteen, Netflix hizo lo propio con Keith Richards cuando él sacó el suyo. El documental de Neville (relizador de la ganadora del Oscar, 20 FEET FROM STARDOM y la reciente BEST OF ENEMIES) se centra también en conversaciones, ensayos y charlas con amigos y compañeros de aventuras del guitarrista, pero está más interesado en la relación de Richards con la música que lo influenció y el blues en particular que en las historias de los Rolling Stones, sobre las que tanto ya se ha filmado, hablado y escrito, inclusive por el propio Keef en su biografía. Ese eje ayuda a que esta no sea otra película más de anécdotas de los Stones: es Richards homenajeando y celebrando a sus ídolos, desde Muddy Waters a los temperamentales Chuck Berry y Jerry Lee Lewis pasando por Buddy Guy, entre otros. Un recorrido por las historias del blues y del rock de la mano de los que mejor lo conocen. Y con el agregado de pasar un rato con Keith, uno de esos tipos con los que uno quisiera pasar la sobremesa más larga de la historia de las sobremesas…

 

mistressamericaphotoMISTRESS AMERICA, de Noah Baumbach. Otra película independiente norteamericana que pasa de largo en las carteleras locales (pese a un director y una actriz conocidos como Baumbach y Gerwig), esta nueva colaboración de la dupla se centra en Tracy, una chica solitaria que llega a Nueva York (Lola Kirke, de la serie MOZART IN THE JUNGLE), donde conoce a Brooke (Gerwig), que pronto será su media hermana ya que la madre de Tracy y su padre se casarán entre sí. Tracy quiere ser escritora pero su experiencia de vida es mínima y sus ideas, muy pocas. Y será la alocada Brooke la que le servirá de inspiración, una de esas chicas mundanas de ciudad grande, que parece conocer a todos y a todas, moviéndose en varios círculos sociales (fiestas, eventos, shows, etc) y con planes de poner un restaurante en Brooklyn. Pero Brooke es mucho más frágil de lo que parece y Tracy, al contrario, es menos inocente de lo que su imagen de chica de pueblo da. Las idas y vueltas de esa relación serán el corazón de esta historia, que Baumbach juega en un tono de comedia parecido al de FRANCES HA, apostando más por el absurdo que por la emoción o el realismo. Esa apuesta hace que la película tenga grandes momentos pero otros que no funcionan tan bien, siendo más irregular que lo deseado. Pero es una consecuencia casi directa de esa decisión. Cuando la película y la acelerada Gerwig entran en sintonía, MISTRESS AMERICA es genial. En otros momentos, patina y pifia, como buscando hacer pie. Más allá de su carácter desparejo, es una película muy divertida y humana, con un toque del Woody Allen de antaño, de ese que vemos aparecer en cuentagotas.

 

daftpunkDAFT PUNK: UNCHAINED, de Hervé-Martin Delpierre. No hay mucho para decir de este documental. Se trata de una suerte de biografía autorizada que cuenta la historia de este dúo de músicos franceses, de cómo empezaron a descubrir la electrónica, sus sucesivos éxitos, su único fracaso y la explosión mundial con «Get Lucky», incluyendo su decisión de preservar su identidad y empezar a usar cascos a principios de este siglo. Entrevistas con sus colaboradores de distintas épocas y periodistas, más presencias especiales (incluidas de ese modo en el documental) de Pharrel Williams, Kanye West y Nile Rodgers, entre otros, además de material de archivo de sus videoclips y shows en vivo, se trata de un documental convencional al punto de que cada vez que un entrevistado aparece se vuelve a poner quién es. Sirve, sí, para conocer cosas de la banda a alguno que no haya leído dos o tres notas en alguna revista de rock (y si sos fan, no debe haber nada para descubrir acá), pero no mucho más. Los secretos reales estarán detrás de los cascos. Y el verdadero arte audiovisual de Daft Punk estará en los videos y en su excelente ELECTROMA.

 

Ex_MachinaEX MACHINA, de Alex Garland. Estrenada en la primera mitad de este año en varios países del mundo hasta ahora no ha llegado a la Argentina (si bien está anunciada, tentativamente, para marzo) este drama con toques de ciencia ficción dirigido por el autor de LA PLAYA. Domnhall Gleeson y Oscar Isaac (ambos vistos recientemente en la nueva STAR WARS) encarnan a un empleado de una empresa de computación y a su CEO, un multimillonario que vive encerrado en una casa ultramoderna a la que nadie tiene acceso. Caleb, el empleado en cuestión, ha ganado un concurso para pasar una semana trabajando con el mítico y admirado CEO, y cuando llega ahí descubre que el proyecto que lo ocupará será testear a un robot (interpretado por Alicia Vikander) para saber si tiene realmente o no lo que conocemos como «inteligencia artificial». Allí comenzará un juego de poder entre los tres del que mejor no adelantar mucho pero que resultará intrigante desde lo conceptual y relativamente sorprendente desde lo narrativo. Este juego de ajedrez entre dos hombres y una máquina tiene un costado filosófico, si se quiere, y otro de tipo sexual, poniendo la discusión en un eje más cercano al de los géneros. Las sorpresas y giros serán varias y Garland se las arregla para que esta mezcla entre ELLA y MOON –con evidentes referencias a Frankenstein y su monstruo– sea consistente durante gran parte de su desarrollo y casi de película de terror a lo Kubrick para el final. Agobiante, por momentos, y un tanto excesivamente calculada, en otros, pero valiosa de principio a fin.

 

misfitsMUSIC FOR MISFITS: THE STORY OF INDIE, de BBC 4. En octubre pasado, la BBC emitió en Gran Bretaña un documental en tres partes de una hora cada una revisitando la historia de la llamada «música indie» en ese país, comenzando –en el primer episodio– por el fenómeno de los grupos que empezaron a autoeditarse (el llamado DIY, o «do it yourself») como los Buzzcocks para luego analizar el surgimiento de pequeños pero influyentes sellos como Creation, Domino, Rough Trade y otros en varias ciudades británicas. Además de los cambios económicos que produjo el «indie» en lo ligado a los medios de producción y distribución (para una banda era imposible casi, entonces, lograr un éxito sin estar en un sello grande tipo Columbia, EMI o Warner), el documental va a centrarse en los tipos de música que surgieron de ese fenómeno y cómo fueron cambiando con el correr de los años, hasta llegar a la explosión «indie» en el mainstream con el britpop en los ’90 (y luego, con The Libertines o Arctic Monkeys), que a esa altura de independiente no tenían nada. En ese recorrido entran decenas de historias (conocidas y no tanto), de bandas, de álbumes y canciones que el documental recorre en tres horas que son un paseo por gran parte del extraordinario pop y rock «indie» que se hizo en Gran Bretaña en los últimos casi 40 años, incluyendo a Joy Division, The Smiths, The Jesus and Mary Chain, Happy Mondays, Blur, Oasis y miles de bandas no tan conocidas como esas pero igualmente claves. Realizado con acceso a muchísimo material de archivo y con incontables entrevistas a buena parte de los protagonistas (aunque otros, muy importantes, faltan), el recorrido histórico, geográfico, económico y musical por el indie británico puede no ser demasiado revelador para los especialistas en el tema, pero para gran parte del público que no conoce bien algunas de estas historias y le interesa estar al tanto de la evolución de esa movida es un material de consumo imperdible.