TV: «Better Things», «Insecure», «You’re the Worst»

BETTER THINGS (Temporada 1)

La serie creada y protagonizada por Pamela Adlon, en la que Louis CK actúa como productor y ocasional coguionista (ella actuaba y producía LOUIE) intenta ser, de algún modo, una versión californiana y con protagonista femenina de la serie de CK. Ambos son profesionales, separados y con hijas (dos en el caso de CK, tres en el de Adlon) y tienen que encontrar la manera de combinar sus trabajos y el cuidado de las niñas. En el caso de Sam Fox (es el nombre del personaje de Adlon) la situación es aún más complicada ya que sus hijas viven con ella (en el caso de Louie pasan buena parte del tiempo con la madre), lo que las convierte en una parte aún más central de su vida y de la narrativa de la serie. Está también la abuela, es cierto, pero por motivos que verán, no se trata de alguien del todo confiable para dejar al cuidado de las chicas.

A lo largo de sus diez episodios la serie va cada vez enfocándose en las idas y vueltas, en los conflictos de la relación de Sam con sus hijas, especialmente con la mayor, con la que tiene permanentes peleas y tibias reconciliaciones. Frankie, la segunda, es un caso más complejo. Vivaz, ácida e inteligente, su historia toma un vuelco hacia el final que conviene no revelar aunque seguramente muchos podrán en cierto sentido anticiparlo. La más pequeña, por ahora, es la única que por lo general obedece a su madre y no la pone siempre frente a situaciones conflictivas. La abuela, en tanto (madre de Sam) es una británica excéntrica por donde la mire, con algunos problemas mentales pero a la vez divertida y con comportamientos bizarros.

La que vive en estado de permanente conflicto y caos es Sam: es actriz y hace doblajes (Adlon hace lo mismo en la vida real), pero su vida personal va perdiendo peso en la serie ya que las distintas situaciones que tiene que atravesar con sus hijas la tienen ocupada casi todo el tiempo, lo cual para mí es un pequeño problema que BETTER THINGS debería tratar de corregir para la segunda temporada: la combinación entre ambos mundos le daba a la serie un buen balance temático, de ambientes y de personajes pero cuando el foco se pone exclusivamente en las corridas, peleas y reconciliaciones de Sam con sus hijas uno como espectador puede llegar a sentirse tan agobiado como la protagonista, que ama a sus hijas con devoción pero a la que las chicas manipulan de aquí para allá de una forma por momentos que se siente excesiva.

Ese detalle no impide que BETTER THINGS sea una serie disfrutable y muy honesta respecto a las complicadas vidas de personas que trabajan en la industria de Hollywood pero no son estrellas ni mucho menos, y que deben lidiar con trabajos pequeños que les permitan vivir y ocuparse de sus hijos. Por lo visto Sam/Pamela se las arregla bastante bien en lo económico, pero su vida sigue siendo un caos en el  que tiene que resolver más cosas que las humanamente posibles. En ese punto bien podría considerarse a su serie como una suerte de homenaje a las madres que trabajan y se ocupan de sus hijos casi sin ayuda externa. De hecho, cuando le preguntan a la siempre ácida Adlon a quien está dedicada la serie ella no tiene problemas en decirlo: «A mí».

INSECURE (Temporada 1)

Como ATLANTA, esta serie de HBO parte de las experiencias personales de un comediante afroamericano (en este caso una mujer, Issa Rae) para explorar en sus vidas, en este caso ligadas a las parejas, las amigas y el trabajo y, especialmente, en la forma en la que Issa se maneja dentro y fuera de su comunidad. Ella trabaja en un colegio, en un programa que trata de armar actividades extracurriculares para chicos de bajos recursos y allí es una especie de «especialista» simplemente por un tema racial. Su vida personal, en cambio, se desarrolla en un mundo similar de clase trabajadora al de la serie de Donald Glover, solo que aquí el tono es más de comedia realista y no apuesta a una búsqueda estilística por momentos tan extraña y arriesgada como la de ATLANTA.

Los problemas de Issa no son muy distintos a los de las protagonistas de otras series similares. Tiene una pareja con la que atraviesa varios cambios emocionales a lo largo de la temporada, empezando por una crisis para luego reconciliarse y, cuando todo parece funcionar bien, finalmente volver a meterse en problemas a causa de un affaire. Tiene una amiga, Molly, que es una profesional exitosa –abogada– pero que no logra mantener una pareja más de un par de semanas (ella los deja cuando no le interesan y ellos hacen lo mismo cuando ella se involucra demasiado) y con su trabajo Issa tiene una relación de amor-odio que parece encaminarse de a poco.

El secreto de la serie es la carismática Issa y su relación con Molly, dos amigas que rondan los treinta y tienen que navegar en el mundo del trabajo y las relaciones personales, confiando mucho la una en la otra hasta que esta amistad también entra en una zona enrarecida y frustrante para ambas. La diferencia para el espectador en este caso –y lo que le da un elemento de curiosidad mayor– es el marco en el que transcurre, con los códigos, comportamientos y, especialmente, el soundtrack de la vida cotidiana en un ambiente casi exclusivamente afroamericano. En lograr entrar en esos códigos, en las sutiles (y no tan sutiles) diferencias entre estas experiencias y las que transcurren entre blancos, está gran parte del deleite de INSECURE, una serie que no será tan rupturista como ATLANTA pero que tiene una honestidad psicológica y emocional a la que llegan pocas. Y lo hace sin abusar casi nunca del golpe bajo o la situación traumática, manteniendo la balanza entre el humor y el drama en un punto justísimo.

Aquí les adjunto el soundtrack de la serie que armé en Spotify

YOU’RE THE WORST (Temporada 3)

Esta serie me confunde, me frustra y cada vez que pienso en dejarla entra en una zona interesante, compleja e inesperada. De todos modos, siento que esta temporada es la más fallida de las tres, ya que el experimento de usar un tono de comedia pura y dura con situaciones personales traumáticas de un corte mucho más realista se triplicó (antes había un personaje así, ahora son varios) y al procedimiento se lo siente un tanto más mecánico y menos orgánico. Además, no se me ocurre otra forma de decirlo, los personajes se me van volviendo directamente insoportables. Si bien se supone que deben ser así (ellos s vanaglorian de su egoísmo, su crueldad y su desinterés por los otros) por momentos llega a niveles de patetismo que me resultan intragables.

Como otros años, pero en este caso aún peor, la primera mitad de la temporada es la más floja, apostando a un humor de trazo grueso, con personajes excesivos y que ya más que desopilantes son insufribles. De a poco el eje va variando: la muerte del padre de Jimmy, los cambios en la vida de su amigo Edgar y la manera en la que Gretchen comienza a organizar de a poco sus cosas van permitiendo que los cruces de tono sobre el final tengan una potencia superior al humor un tanto burdo de los primeros episodios. Pero aún así siento que las idas y vueltas entre el chiste de comedia de sitcom y el lado más traumático que habitan los personajes conviven de manera dificultosa y nunca terminan de hacer del todo pie.

Tal vez el riesgo de esta serie sea mayor al de otras y eso es aplaudible. No muchas se animan a girar la aguja de manera tan radical de un momento a otro, a veces en una misma escena que pasa de la broma más banal a una situación de aborto o de stress post-traumático de uno de los protagonistas. Los secundarios (especialmente, Lindsay y su marido Paul) funcionan como comic relief pero por momentos son directamente víctimas de los chistes más básicos mientras que en otros momentos la serie intenta volverse más seria respecto a las disfuncionalidades evidentes de sus personajes. YOU’RE THE WORST cae todo el tiempo en los agujeros de la trampa que el propio creador (Stephen Falk) ha armado. Por momentos saca la cabeza del pozo y logra recuperar aire. En otros (hay un episodio especialmente malo que tiene solo a dos secundarios como protagonistas) se hunde de una manera que parece sin remedio. Pero uno sigue, sabiendo que algún momento poderoso e intenso aparecerá. Y aparece…