Series: crítica de «The Deuce» (Episodio 1)

Series: crítica de «The Deuce» (Episodio 1)

por - Críticas, Series
15 Sep, 2017 06:22 | Sin comentarios

La nueva serie del creador de «The Wire», David Simon, transcurre en el centro de Nueva York a principios de los ’70, en los inicios de la industria pornográfica y en un universo de prostitución, mafia y violencia urbana que recuerdan al cine de Martin Scorsese de esa época. Desde este domingo, por HBO.

Ya es parte del canon establecido de la nueva Edad de Oro de las series de televisión que THE WIRE es lo que no puede faltar en la baulera de cualquier especialista. Para los que empezaron a ver series después que David Simon destruyó con todo lo conocido en TV y dio inició a su versión 2.0, THE WIRE son los deberes, la tarea para el hogar, EL CIUDADANO de la televisión del siglo XXI. Con cinco temporadas que pasaron con muy buenas críticas y poca repercusión comercial entre 2002 y 2008, la serie sobre Baltimore (así, en general) llegó antes que la explosión de las redes sociales y del streaming, cuando mirar una serie en modelo binge-watching generalmente quería decir conseguir o alquilar temporadas completas en DVD y verlas una tras otra.

Simon es periodista de raza y guionista después. Y todas sus series tienen ese espíritu de profunda investigación periodística, de esas largas y muchas veces apasionantes notas que los medios norteamericanos –de los diarios y sus revistas dominicales a publicaciones tipo Rolling Stone o The New Yorker– solían producir muy seguido, antes de volcarse al click-bait y generar artículos como «las 29 mejores pizzas de New York» o «los 14 momentos en los que me asusté mirando IT«. Hoy queda poco de ese periodismo y alguno se ha volcado, a su modo, a la televisión. THE WIRE y luego TREME, GENERATION KILL y SHOW ME A HERO son algunos de esos ejemplos. A los que habrá que sumarle a THE DEUCE, acaso la primera de todas ellas capaz de volverse un éxito de público ahora y no retrospectivamente.

¿Qué la diferencia de sus anteriores producciones? Para empezar, el tema es mucho más accesible. Las series previas de Simon requerían del espectador un alto grado de concentración para narrar historias que no necesariamente atraían de entrada. Era la forma en las que estaban contadas y sus personajes las que las volvía imprescindibles, ya que los problemas de la policía de Baltimore o de los políticos de Yonkers no piden a gritos ser vistos por millones de espectadores. THE DEUCE va más al grano: es la historia del surgimiento de la industria de la pornografía en el medio de Times Square, a principios de los ’70, con la prostitución y la pesada noche neoyorquina de esa época como telón de fondo. A ese combo de «sexo, drogas y rhythm and blues» hay que sumarle un elenco que al menos tiene como cabezas de equipo a dos celebridades como James Franco y Maggie Gyllenhaal, rodeados del típico casting perfecto, casi de documental, de las series de Simon, quien en series anteriores reveló al mundo a Idris Elba (Stringer Bell en THE WIRE), Michael K. Williams y Aidan «Littlefinger» Gillen, entre muchos otros.

THE DEUCE se inspira claramente en el cine del Nuevo Hollywood en su versión nocturna y neoyorquina, con Martin Scorsese (CALLES VIOLENTAS y TAXI DRIVER) a la cabeza, pero incluyendo título de blaxplotation (BLACK CAESAR, SHAFT), de cine de acción y policiales (CONTACTO EN FRANCIA, THE TAKING OF PELHAM 123) y hasta dramas como PANIC IN THE NEEDLE PARK o todo el cine de Sidney Lumet de entonces. Pero es cierto que si solo nos valemos de las referencias nos quedamos con VINYL y no hacemos nada más que eso: crear un homenaje a una época sin personajes ni una historia demasiado interesantes. Eso nunca sucede en THE DEUCE. La serie, como todas las de Simon (que aquí trabaja con el novelista George Pelecanos, otro veterano de THE WIRE y TREME) ofrece, de entrada, el ingreso a un universo a través de casi una veintena de personajes que, en principio, parece que serán relevantes en la historia.

Están los mellizos Vincent y Frankie Martino (ambos interpretados y ambos con bigotazo de época, por James Franco), uno de ellos un laburante de bares cuya crisis matrimonial (Zoe Kazan encarna a su esposa) lo lleva a involucrarse cada vez más en negocios turbios mienras que el otro ya los venía ejecutando desde mucho antes y está rodeado de deudas y perseguido por matones. El bar de Times Square en el que trabaja Vinnie es uno de los lugares por los que circulan los pimps (chulos, tratantes de blancas), las prostitutas que ellos emplean, policías, empresarios, mafiosos. Todos mezclados en esa subcultura de la densa noche neyorquina de 1971, mucho antes que la zona se transformara en el parque de diversiones público para turistas que es hoy. Ese escenario ya mítico es uno de los protagonistas de la serie, lo que hace que las citas a películas, discos y las vestimentas más estrafalarias de la época estén plenamente justificadas por la zona y los personajes.

Del cúmulo de habitantes de la noche de THE DEUCE, además de los hermanos Martino, se destacan Candy, la prostituta que encarna Gylenhaal y que trabaja «sin hombre», defendiéndose sola en la calle y que en uno de sus primeros trabajitos la vemos atender a un adolescente llevado por amigos en su cumpleaños para su primera vez. También está Margarita Levieva, una muy inteligente y rápida estudiante universitaria que para el final del primer episodio doble ya se verá tentada a abandonar la vida académica y a entrar en los antros de la calle 42. Y ellos están rodeados de un grupo de pimps —algunos más complicados que otros– y de prostitutas –algunas más rápidas que otras– cuyos destinos se irán cruzando a lo largo de la noche neoyorquina, tanto en hoteles baratos y sucios (sí, había hoteles baratos en Manhatttan entonces; sucios sigue habiendo) como en las estaciones de policía, terminales de tren o, claro, el propio «deuce» como le decían entonces en la jerga a la zona de Times Square.

Si bien THE DEUCE corre el riesgo –como sucedió con VINYL y THE GET DOWN, una de HBO y otra de Netflix– de no tener un público gigantesco que garantice temporadas y temporadas de la serie, de entrada da la impresión que es mucho más efectiva, rica en personajes y mucho más atrapante que las otras dos. HBO sabe, además, que lo que Simon hace es material de catálogo. Podrá no llegar ni al 20% del público de GAME OF THRONES, pero durarán en el tiempo, así como hoy de THE WIRE es canónico y forma parte de programas de estudios universitarios. Habiendo visto un solo episodio (doble) no se puede saber si THE DEUCE quedará en la historia como aquel clásico, pero tiene todos los elementos para transformarse en una de las mejores –si no la mejor– serie de este año. Y, quién sabe, tal vez de varios más…

(Los domingos por HBO Latinoamerica)