Cannes 2019: crítica de «The Climb», de Michael Covino (Un Certain Regard)
Una amistad tóxica como pocas es el eje de esta comedia independiente norteamericana que se centra en dos amigos cuya extraña y complicada relación se mantiene a lo largo de los años pese a los problemas que a uno de ellos le causa. Acida, incómoda y divertida.
Con un espíritu de comedia ácida indie norteamericana que hace recordar a las primeras películas –o las más pequeñas– de los hermanos Duplass o la reciente DONALD CRIED, el film que dirige y coprotagoniza Covino cuenta la historia de una extraña amistad, la que existe a lo largo de los años entre Kyle y Mike. Este largo es una expansión de un corto, también llamado THE CLIMB, sobre estos mismos protagonistas (a Mike lo encarna el propio director) y conserva un poco esa estructura episódica, como si Covino hubiera creado el largo a partir de acumular varios cortos/viñetas que se extienden en el tiempo (la película ocupa unos diez años en la vida de los personajes) y van torciendo cada vez más esa relación.
Lo de amistad extraña tiene que ver con que Kyle es un bonachón amable y un poco tontuelo y Mike es un egoísta vividor que se la pasa aprovechándose de su buenudo amigo. El conflicto de la primera secuencia, que transcurre en un paseo en bicicleta, tiene que ver con que Mike se acostó con la novia de Kyle y se lo confiesa abiertamente. Pero pese a tomar distancia un tiempo, la relación entre ellos continúa. Difícil, y con complicaciones, pero sigue habiendo un lazo entre ambos que es, por un lado, incomprensible y, por otro, inevitable. Los siguientes cruces los llevarán a vivir situaciones similares, de esas que podrían catalogarse como cringe comedy, con otros personajes que los dividen y unen ante situaciones claves en la vida de Kyle en las que Mike siempre aparece para crear problemas.
Mike es una especie de “diablillo” que confunde y conflictúa a Kyle, pero pese a que todos le dicen que trate de evitarlo y que lo expulse de su vida, no solo no puede sino que hasta por momentos, curiosamente, algunas actitudes suyas terminan sirviéndole. THE CLIMB es una pequeña y por momentos muy divertida historia de una amistad y de cómo esas relaciones muchas veces tóxicas terminan siendo tan o más centrales en nuestras vidas de lo que imaginamos. Un “amigos son los amigos” pero en versión comedia negra indie americana.