Berlinale: Día 2
Las dos películas vistas en la competencia de Berlín de hoy muestran a las claras el universo en el que se mueve el festival, especialmente en esa sección. Por un lado tenemos MARGIN CALL, la película políticamente correcta, discutible, que aporta al festival la presencia de estrellas como Jeremy Irons y Kevin Spacey, entre otros. […]
Las dos películas vistas en la competencia de Berlín de hoy muestran a las claras el universo en el que se mueve el festival, especialmente en esa sección. Por un lado tenemos MARGIN CALL, la película políticamente correcta, discutible, que aporta al festival la presencia de estrellas como Jeremy Irons y Kevin Spacey, entre otros. Por el otro, la película minimalista latinoamericana, otro «clásico» del festival, que ya ha traido con éxito varios títulos así, como las mexicanas LAKE TAHOE y TEMPORADA DE PATOS, la argentinao/uruguaya GIGANTE y las nacionales EL OTRO y EL CUSTODIO.
Una justifica a la otra, parece, y el día arrancó con una dosis de cine americano de digna factura para contar la historia de una empresa de Wall Street y lo que sus ejecutivos hacen a lo largo de una noche en la que ven que todo se va a la mierda y no les quedan muchas opciones. Tensión, nervios, buenas actuaciones, obviedades varias, la película se sigue con interés pero su presencia en la competencia internacional de un festival grande sólo está justificada por la presencia de estrellas. El filme en sí, dirigido por JC Chandor, no aporta demasiado a lo que ya vimos, leímos y oímos sobre la crisis de Wall St. y los comportamientos de los banqueros ambiciosos frente a esa situación. Lo peor que se puede decir del filme es que Chandor quiere humanizar a sus personajes haciendo, por ejemplo, que quieran a sus perros (algo que significa, en términos hollywoodenses, que tan mala persona no es), y lo mejor es que se sigue con cierta intriga, especialmente para aquellos interesados en conocer cómo la caída de Wall St. se materializó a través del traspaso de pérdidas de una a otra empresa.
EL PREMIO es una película totalmente distinta: minimalismo latinoamericano en su máxima expresión, Dirigida por la realizadora argentina radicada en México Paula Markovitch, la película (que no cuenta con producción argentina alguna, se presenta aquí como coproducción entre México y Polonia), se centra en la vida de una pequeña de siete, ocho años, en la época de la dictadura, Más sobre el filme y una nota a la directora pueden encontrar en www.clarin.con/espectaculos
Más tarde vi un interesante pero para nada trascendente documental coreano en el Forum, Su título?: Cheonggyecheon Medley: A Dream of Iron by Kelvin Kyung Kun Park. El filme se centra en una ciudad que creció a partir de la explotación del hierro y cómo sobrevive hoy, cuando ese material ya forma parte de la tradición del lugar, pero a la vez no lo define ni le da de comer. Con algunos buenos momentos y testimonios, se trata de un filme pequeño y logrado, una de las tantas películas que hacen pensar en que lo realmente valioso de seguir aquí en Berlín es el Forum. Se puede pifiar y mal, pero siempre hay sorpresas y películas que no caminan por los caminos esperados.
Luego, una recepción en la Embajada Argentina y unas cuantas cervezas con amigos culminaron el día. Ahora es tiempo de dormir.
Peacock. Al hablar de la película de Markovitch no mencionaste una cuestión fundamental: si se muestra mucho San Clemente.
Me olvidé lo fundamental!!!! No, no muestra casi nada, es una casita a unos cien metros de la playa que podría ser en cualquier lado. Médanos, viento, etc. Te suena alguna casita asi?
Me parece que mucho no podía mostrar de la ciudad porque se notarían los cambios en 35 años. Una escuelita, que parece que existe, también se ve, y Markovitch dice que es la misma escuela a la que ella fue.
Pero en los créditos dice que se filmó allá, posta. Vos te enteraste que se estaba filmando? Se «revolucionó» la comunidad local??? Ehhh????
abz desde berlin
d
pd. Mientras la veía, cada tanto, en esos planos largos, me imaginaba a alguno de ustedes cruzando por la playa y a Q. diciéndole a la mina, «no, no, ese plano es una mierda!!!»
Sí, se filmó acá. Un año antes nos encontramos en la calle con Lita Stantic que nos habló de la posibilidad de que eligieran San Clemente. Después Lita creo que desistió de la producción. Durante una parte del rodaje no estuvimos, pero cuando estábamos ni nos enteramos. Al final, el pueblo no es tan chico. Se sabía que rodaban pero nadie le dio mucha bola. Es cierto que varias escuelas están como hace 35 años y otras locaciones también. El progreso no pasó mucho por acá. Pero no sabía que Markovitch era de SC.