«Dreileben», de Christian Petzold, Dominik Graf y Christoph Hochhäusler
La primera vez que vi una serie de filmes basados en el concepto de contar una misma historia desde perspectivas diferentes la idea me había fascinado. Se trata de TRILOGIA, una película (tres, en realidad) del actor/director belga Lucas Belvaux que no trascendió demasiado -ni gustó a todo el mundo-, pero a mí me interesó, […]
La primera vez que vi una serie de filmes basados en el concepto de contar una misma historia desde perspectivas diferentes la idea me había fascinado. Se trata de TRILOGIA, una película (tres, en realidad) del actor/director belga Lucas Belvaux que no trascendió demasiado -ni gustó a todo el mundo-, pero a mí me interesó, esencialmente, por la idea que encerraba: todos somos protagonistas de nuestra historia, pero personajes secundarios en las historias de otros.
La idea de TRILOGIA era la siguiente: tres películas interpretadas por los mismos actores/personajes, centradas en la misma historia y en tiempos cronológicos muy similares, cada una contada con un tono distinto (comedia, thriller, drama) y cambiando los protagonistas. Los que dominaban la narración en una película, eran secundarios en las otras, y los cruces entre personajes y situaciones se iban completando y complementando con el correr de los filmes, modificando la percepción que uno tenía previamente.
DREILEBEN tiene algunos paralelos y muchas diferencias con aquel proyecto. También son tres filmes y también los personajes se cruzan a través de las tres historias. Las diferencias son que no tienen un mismo director, que no tienen que ceñirse cada una a un género específico (acaso lo menos interesante, o el error conceptual más importante de aquellos filmes de Belvaux) y que, digamos, los cruces no son tan permanentes. Recién en la tercer película de esta trilogía se empiezan a mezclar con intensidad las historias.
Al ser películas de autor, cada filme en DREILEBEN tiene un tono diferente, una estética y una concepción bastante distinta. Dirigidas por Christian Petzold, Dominik Graf y Christoph Hochhäusler, las películas (hechas para la televisión alemana) tienen como hecho en común la fuga de un hombre condenado a prisión por matar a una mujer y que se esconde en los bosques de una zona de Alemania del Este.
Este personaje aparece en el filme de Petzold como muy secundario, vuelve en el de Graf de esa misma manera y sí es central al de Hochhäusler, en donde se resignifica casi todo lo que se vio antes sobre él. La película de Petzold es, si se quiere, la más personal y alejada de la cuestión troncal de la trama. Se centra en la extraña historia de amor que surge entre un joven que está haciendo una pasantía en un hospital y una mujer, inmigrante, a la que encuentra en el bosque cuando es dejada allí por una bandita de motoqueros.
La historia de amor es curiosa por la forma en la que aparece, la intensidad que cobra y por cómo sobre el final los acontecimientos confirman el tono entre fantasioso y onírico que todo el filme tiene. La presencia del asesino y de la mujer hablan a las claras del tono de fábula que rodea a esta historia, ligada a leyendas de monstruos y criaturas misteriosas ocultas en esos bosques.
El filme de Graf es un drama con bastantes toques cómicos en el que una mujer (psicóloga) llega al pueblo para ayudar a atrapar a este criminal, tratando de adivinar sus pasos. Pero esa parte de la trama no es la central, sino la que establece con una vieja amiga, y el marido de ella, en cuya casa para durante ese tiempo. El filme indaga no sólo en las relaciones entre los tres: lo más importante es el pasado que las dos amigas comparten (un hombre que fue pareja de ambas a la vez, años atrás) y que recién ahora descubren.
Uno de los miembros de la policía y el criminal en fuga son centrales en el filme de Hochhäusler. Del primero, al que vimos en las anteriores películas pero muy poco, sabremos más de sus problemas de salud, de su familia y de cómo la investigación sobre el paradero del asesino lo obliga a revisar el caso en un estilo, digamos, similar al de EL SECRETO DE SUS OJOS (hallando fotos reveladoras). Y, paralelamente, se nos muestra el andar de este “monstruo” por los bosques, cómo lo persiguen, sus encuentros allí (con un chico, con gente haciendo camping, con turistas, con otros curiosos personajes y con la pareja del primer filme), cerrando el hilo, finalmente, de la trama general.
Acaso el último filme torna el proyecto más conceptual de lo que parecía tras ver los dos primeros. No son, ya, tres historias levemente conectadas por un lazo en común, sino que los filmes terminan cerrando una especie de trama general con dos “desviaciones”. Más allá de que sonaba más tentadora una idea menos cerrada de la trama (que, igualmente, no es tan cerrada como un policial tradicional), la tercer película es tan intensa y lograda (en ese sentido es la mejor de las tres) que uno termina rindiéndose ante la genialidad de la estructura.
A diferencia del proyecto de Belvaux, que aseguraba que las tres películas suyas se podían ver en cualquier orden, aquí es esencial verlas en el que orden que está establecido: Petzold-Graf-Hochhäusler. De los climas de ensueño y fantasía de la primera, al cruce entre drama y comedia de la segunda, al thriller de la tercera (que tiene algo de “El aura” o de la reciente “Essential Killing”, de Skolimowski), la historia va evolucionando de manera tal que el final de la tercera es, efectivamente, el final de la saga.
El proyecto DREILEBEN («Tres vidas») nació de una discusión por email entre los tres cineastas sobre cuestiones de géneros cinematográficos que fue publicada por la revista de cine alemana Revolver. Una buena idea es que los debates entre realizadores (o entre realizadores y críticos) puedan plasmarse como películas y discutirse con imágenes. No siempre el resultado será tan bueno como éste, pero es un gran ejercicio. Aquí, uno espera continuar la discusión.
En todo thriller, en otra época en que se hablaba en español, decíamos película de suspenso de misterio… el guión está resaltando este hecho. Por ejemplo en esta película:
El guión nos quiere mostrar cual es la actividad de el protagonista Johannes y nos lo muestra bañando una anciana y luego va ha buscar una toalla, pero cuando vuelve, la anciana no esta, desapareció, con una música apropiada, se crea un gran suspenso.
La protagonista Ana camina por una avenida al costado del bosque sola y siente un ruido de motor, una cara un poco asustada, ¿que llegará?… es un gran camión de leña; la atropellará, se parará, se bajará el asesino… no sigue de largo, pero dio para que nos agarráramos de la butaca.
Y así la película esta llena de esos hechos que pertenecen a una ciudad apocalíptica y no por estar destruida o algo semejante, sino pues estando en verano en un hospital y en un bosque junto al lago, ESTA DESIERTA. Más de uno dirá que hay otras personas. SI. Las que estaban indicadas en el guión y que son los protagonistas ya no principales sino secundarios que cumplen papeles guionados. Pero todo este suspenso se desarrolla en un pueblo abandonado (viene muy bien para filmar) por su gente. A usted no le paso nunca tener que entrar a un hospital. Le parece que es igual al del film. Donde las cámaras de seguridad solo filman el vacío y los hechos necesarios para el desarrollo de la historia. Donde el protagonista casi único habitante de ese hospital (no más de cuatro con el director, su hija y un paciente) hace de enfermero y en el tiempo libre, que debe ser mucho (solo tiene un paciente), duerme delante de las cámaras de seguridad viendo eso si lo único importante para el guión la llegada de Ana.
Ana va caminando para su trabajo acompañada por Johannes por una AVENIDA DESIERTA de personas, de autos, tan solo se puede ver tres trabajadoras entrando a un hotel de lujo. En este caso no dejo a Ana sola, el director se acordó de poner presencia humana.
En definitiva me parece “relativamente fácil” hacer una película en un lugar desierto, en verano en el bosque junto a un lago, con absolutamente ningún extra que pueble esa ciudad, tan solo los actores justos para desarrollar la historia.
Demasiada fantasía, poco creíble, que el director en su afán de crear y seguir su guión se olvido del resto de la producción.
Quisiera verla en youtube.
Que una pelicula este poblada de extras mo garantiza ni determina la calidad artistica de ningun film. En este caso la trilogia esta «poblada» de atmosferas logradas.