De chinos y marzianos
El otro día, a la salida de la función privada de LOS MARZIANO, un grupo de colegas comentábamos acerca de la potencial recepción del público a la película de Ana Katz, y la comparábamos con la que tendría UN CUENTO CHINO, de Sebastián Borensztein. Si bien se estrenan con algunas semanas de diferencia, se producen dos […]
El otro día, a la salida de la función privada de LOS MARZIANO, un grupo de colegas comentábamos acerca de la potencial recepción del público a la película de Ana Katz, y la comparábamos con la que tendría UN CUENTO CHINO, de Sebastián Borensztein. Si bien se estrenan con algunas semanas de diferencia, se producen dos interesantes fenómenos con estos filmes. Por un lado, se trata de un cine que alguna vez llamamos «de autor-comercial» y, por el otro, representan una especie de «enfrentamiento» entre los dos actores más taquilleros del cine argentino, Darín y Francella, que juntos hicieron ese doblete que fue EL SECRETO DE SUS OJOS. Doblete, digo, porque cada uno suele llevar alrededor de un millón de espectadores a sus respectivas películas, y los dos juntos hicieron algo asi como 2,5 millones, una suerte de suma de sus públicos.
La diferencia de ambos filmes, para mí, no es menor. Más allá de tener un costado autoral innegable y de tener trailers algo engañosos que venden comedias cuando no terminan de serlo (lo son, pero el peso dramático en ambas es importante, en especial en LOS MARZIANO), la película de Borensztein responde a un modelo algo más convencional y establecido de la comedia dramática, el choque de culturas, las bromas que parten de esa situación y la esperable resolución en la que surje la emoción y se aplacan las diferencias. No estoy hablando de gustos aquí, sino más bien de recepción: me parece que UN CUENTO CHINO funciona de una manera, responde un poco más a las expectativas que se crearon sobre ella. Y, además, Darín no necesita probarse en otros géneros y estilos. Ya quedó bastante demostrado (CARANCHO, EL AURA) que al hombre lo siguen adonde va. Acaso el pequeño fracaso de SAMMY Y YO sea un fantasma en el horizonte. ¿Le podrá pasar algo asi a la película?
El riesgo de LOS MARZIANO es mayor. Ana Katz es una cineasta más personal, menos «testeada» en las ligas del relato comercial y del tempo algo más televisivo que si podría tener Borensztein, y su película descoloca mucho más que UN CUENTO CHINO: su humor es más sutil y enrevesado, basado en momentos curiosos y con un tempo y tono que despistará a más de uno, y Francella no está tan probado en taquilla haciendo cosas no «Francellianas». Podrán decir que me equivoco, que EL SECRETO DE SUS OJOS prueba lo contrario, pero no creo que sea asi. En la película de Campanella, Francella era un plus, no el centro de atención. Llevó espectadores que seguramente se sorprendieron con la propuesta, pero fue una sorpresa positiva y generó un «boca a boca» que trajo un público extra.
El humor seco, asordinado, el drama familiar con ribetes graciosos que trabaja LOS MARZIANO (recién pensaba que hay algo del cine de Wes Anderson dando vueltas por ahi) es un mundo nuevo para Francella y me resulta complicado saber cómo reaccionará el público, especialmente el que va a ver «una de Francella». El actor está en un registro serio (pasan cosas cómicas. pero él casi nunca las «ayuda» con un guiño cómplice al espectador), su personaje sufre de una extraña enfermedad, y en un sentido tampoco es el protagonista único de la historia, roles que se dividen bastante bien Arturo Puig, Mercedes Morán, Rita Cortese y el propio Guillermo. Tengo la impresión, tras ver la película (si me equivoco, corríjanme, yo sé que algún productor del filme lee esto), que deben haberle agregado música aquí y allá, como para «empujar» esos momentos secos hacia algo que el espectador «comprenda» más como comedia. Una suerte de subrayado de intención, algo que diga: ante la duda, la música te está diciendo que deberías reirte.
Son películas distintas, las dos con muy buenos momentos y otros fallidos. Por sensibilidad me siento más cerca de la de Katz, pero a la vez reconozco que es la más «difícil» de las dos, tanto en estilo como en tono y ritmo, y su para mí bienvenida decisión de no explicar muchas cosas de la relación entre los personajes y de cuestiones puntuales de la trama que no voy a adelantar acá. Pero, se sabe, eso que a muchos críticos nos gusta (el fuera de campo, los finales abiertos, las cosas irresueltas), a los espectadores muchas veces les fastidia o molesta. Esperemos que no suceda aquí: la película tiene méritos más que suficientes como para evitar eso.
En mi opinión, UN CUENTO CHINO va a funcionar mejor que LOS MARZIANO. En mi opinión, también, LOS MARZIANO es mejor película que UN CUENTO CHINO. Supongo que la gente que la hizo, a esta altura de la inversión, estará más preocupada por los resultados comerciales que por saber qué opinamos algunos críticos de sus películas. De hecho, iría más lejos aún: creo que si Francella protagonizaba UN CUENTO CHINO y Darín LOS MARZIANO, podrían funcionar mejor, comercialmente, de lo que lo van a hacer. Ya expliqué los motivos: me parece que Darín lleva a un público más abierto y receptivo, y que está preparado para ver cosas con él que se salgan de la media. Los casos EL AURA y CARANCHO son la prueba más clara. Francella es un misterio en esta nueva etapa, notable, de su carrera como actor. De UN ARGENTINO EN NUEVA YORK a LOS MARZIANO hay un enorme cambio y evolución suya. Ojalá el público lo acompañe.
POSTDATA: ¿Notaron que las caras, las expresiones y hasta el corte de barba de Darín y Francella en ambos pósters, y en ambas películas, es casi el mismo? Curioso, ¿o no?