Los cambios en el BAFICI (parte 2)
En el sitio de acá arriba (me gusta imaginarme que OtrosCines.com está en la planta baja de un edificio, en una coqueta oficina, y yo acá trabajando en un subsuelo oscuro, lleno de películas, libros, discos y mugre), Diego Batlle anunció algunos cambios que tuvieron lugar en el BAFICI y no tardó en armarse «la […]
En el sitio de acá arriba (me gusta imaginarme que OtrosCines.com está en la planta baja de un edificio, en una coqueta oficina, y yo acá trabajando en un subsuelo oscuro, lleno de películas, libros, discos y mugre), Diego Batlle anunció algunos cambios que tuvieron lugar en el BAFICI y no tardó en armarse «la controversia». Más que controversia, lo que sucedió fue una serie de acusaciones y enojos, combinados con las agresiones habituales «al paso» sumados a la agresión, ya que estamos, al portador de la noticia por haberla dicho muy neutralmente, o tardíamente, o brevemente, o en castellano, ya no se…
Mi punto de vista sobre la cuestión es muy claro. Técnicamente, cualquier nuevo director de festival tiene la prerrogativa de cambiar a quienes y cuantos quiera del grupo de programadores que tiene. Uno puede estar o no de acuerdo con esos cambios, puede parecerle una buena o mala decisión, pero no existe canallada alguna en poner un programador o sacar a otro. A los que han comparado la situación con la de Mar del Plata, cuando se hizo un escándalo ante el cambio de programadores, allí fue un despido masivo, movilizado a partir de situaciones bastante desagradables (el director del festival bastardeando a sus programadores públicamente, entre otras cosas), que no parece tener nada que ver con el BAFICI.
Si lo que suponemos y esperamos de un festival como el BAFICI es que cambie, que gire un poco de su eje, que se altere a sí mismo, no veo porque pueda ser un problema cambiar de programadores. Sé que en los casos del BAFICI, la gente que se fue no se quedaría sin trabajo ya que se los podrá reubicar en otros sectores de «la planta», sea o no el propio BAFICI. Y, en las circunstancias que nos convocan, lo molesto es dejar a alguien sin trabajo, no el cambio de nombres en una función determinada.
No puedo decir si estoy o no de acuerdo con los cambios en cuanto a nombres ya que tanto los entrantes como los salientes son colegas, bastante amigos, tengo con ellos una bastante buena relación y no me causa ninguna gracia que se queden sin ese trabajo. Y estoy convencido que, cada uno en lo suyo, tanto Eloisa Solaas como Fernando Chiapussi como Diego Trerotola han hecho excelentes cosas y ayudado mucho para que el BAFICI sea lo que es hoy. Pero, a la vez, también es respetable la decisión de la dirección de hacer modificaciones. Las mismas modificaciones que muchos pedimos al ver al BAFICI un poco quedado, reciclándose a sí mismo, en las últimas ediciones. Nadie, por supuesto, quiere echar o pide que echen a nadie de ningún lugar, pero se torna complicado rearmar equipos si no es posible cambiar de gente. Como decía antes, sé que las intenciones de la dirección es reubicar a los que dejaron de programar en otros sectores del festival, por lo cual -sea o no molesto el asunto-, no habría realmente de qué quejarse.
Todos, o casi todos, los cambios de directores de festival implicaron cambios en los equipos de programación. Hubo gente que se fue por su cuenta, otra gente a la que «fueron» y así. Como espectadores/periodistas esperamos cambios y, a la vez, nos escandalizamos cuando esos cambios se realizan y no son de nuestro agrado. Yo he trabajado en festivales y, a la llegada de un nuevo director, no me han llamado para seguir. Y no lo consideré un escándalo ni mucho menos. Considero que un puesto en festivales, y más uno de programación, tiene las limitaciones que da el tener determinado «feeling» con la dirección artística. En mi caso, cambió el director y me cambió por otra persona. Seguramente me hubiese gustado quedarme, pero no me considero con derecho a ningún pataleo en tanto y en cuanto las condiciones de mi contrato se hayan cumplido. Cosa que se hizo. Y no, no se me reubicó ni nada. Es así como funciona.
Todos podremos opinar sobre amiguismos y lealtades; podremos decir si estuvieron bien o mal los cambios, si nos gusta o no la decisión, pero me parece inobjetable que una nueva dirección artística haga cambios de la misma manera que, digamos, un nuevo director técnico hace cambios en un equipo de fútbol y se queda con los jugadores que más le gustan o los que respetan su estilo. Sería ideal, vuelvo a repetir, que nadie se quede sin trabajo, y espero que así sea (no veo que sea un «achicamiento de planta», pero si me equivoco, corrijanme). Aquellos programadores despedidos de Mar del Plata, por ejemplo, hoy trabajan, todos o casi todos, en el INCAA, en distintas funciones. Algunos, de mayor responsabilidad y mejor salario que la que tenían cuando eran programadores del festival, sin ir más lejos.
En cuánto a las acusaciones vía Facebook (no nombro a nadie porque no sé de donde nació) acerca de porqué se reportó tan tarde todo esto si ya se sabe hace algunas semanas, es muy sencillo de aclarar, tanto como lo sería para los «acusadores» preguntarnos, si se dedicarán al verdadero periodismo y no a las acusaciones berretas por internet. No se reportó -o al menos yo no lo reporté- porque era un rumor, un comentario, algo que se decía al pasar, pero que nadie había confirmado. En mi caso, no lo «investigué a fondo» porque éste no es un sitio de noticias, y para el diario en el que trabajo un cambio de programadores de un festival, nos guste o no, tampoco es una noticia relevante. La nota de Otros Cines deja muy en claro que esto está informado expresamente por Marcelo Panozzo, el nuevo director artístico. Eso lo convierte en una noticia chequeada. Lo otro, disculpen el francés, es puterío…
Hace varios años, al término del primer Bafici que Wolf dirigió, él en una entrevista me dijo que su principal objetivo era lograr la autonomía del Bafici através de una legislación que regulara la designación de sus autoridades y lo independizara del dedazo. Pasaron los años, Wolf se fue y no cumplió con su principal objetivo. Panozoo fue nombrado por el dedo, como todos los anteriores y a su vez el usa su dedo para poner y sacar. La idea defendida acá, de que el director tiene la facultad de nombrar los programadores es similar a la defendida hace poco de que los programadores no deben dar cuenta de sus criterios (a propósito de la exclusión de Tierra de los padres de los festivales Mar del Plata y Bafici). Es un residuo del poder monárquico: un director de festival es alguien investido de una autoridad incuestionable, hasta que sea removido por el alcalde de turno y ponga a otro director y programadores que se volverán monarcas absolutos de su gusto privado y así hasta el infinito…
Por otro lado, el texto de Fernando Peña que inició la polémica llamaba la atención sobre un doble estándar de la prensa amiga de Panozoo, al haber difundido primero que no iba a haber grandes modificaciones entre el equipo de programadores y, quince días después, cuando Panozoo remplazó a tres programadores argentinos por un amigo español, la prensa amiga silenció la noticia hasta que Peña la difundió. ¿Hay un blindaje corporativo para Panozoo?
Por mi parte, nunca leí ningún texto de Peña sobre el tema hasta que Batlle -o un comentario en el post de Batlle- lo mencionó. Yo sólo conocía el asunto por un comentario de un amigo que sabía del tema y me lo dijo hace una semana o algo así. No fue un «blindaje» ni nada por el estilo: no me pareció un asunto de investigación periodística. Tampoco me hubiese parecido si al subir, digamos, Peña, cambiaba a un par de programadores. De hecho, no recuerdo si lo hizo o no. Pero tal vez me equivoqué, a juzgar por las reacciones…
Lo del alcalde + director + autonomía es cierto, es un tema que amerita mayor discusión. Estoy seguro que ningún gobierno de turno (ni este, macrista, ni uno kirchnerista si lo hubiese) va a querer desprenderse del todo del rédito político que da un hecho cultural exitoso.
Pregunto: ¿Quién debería elegir a los programadores? ¿Por presentación de pliegos? ¿Currículum y esas cosas? Tal vez deba ser así, no sé, de cualquier manera eligirían lo que quieren, porque ni vos ni yo nos vamos a enterar. De la misma manera que los cargos del INCAA son políticos y no otra cosa: mejor ni sepas el CV del 80% de los que trabajan ahí.
Y lo de «argentino» vs. «español» es una huevada que no merece comentarios. No sólo por eso, sino porque Fran Gayo tiene la capacidad suficiente para dirigir el BAFICI si quisiera…
Saludos.
Lo que yo creo es que hay una cobertura abundante de ciertos actos de gobierno (y la dirección de un festival lo es) y un silencio llamativo respecto de otros, según quién sea el sujeto. Panozzo asumió diciendo que no iba a hacer grandes modificaciones en el equipo de programadores y a los 15 días despidió por mail a 3 de ellos. El periodismo cercano no informó de los cambios hasta que Fernando M. Peña lo hizo público. Seguro no es cobertura corporativa. Quizá sea solo casualidad permanente.
Saludos
Cuantas buenas preguntas. Pero ¿quién podría responderlas sino son ustedes? No lo veo a Majul haciendo un informe sobre el bafici.
che cuervo, si tenés esa idea tan democrática de la vida, entonces por qué sos kirchnerista? si en este gobierno tan vertical como el virreinato del río de la plata, se elige a cualquier funcionario según la venia o no de la presidente. ¿acaso el poder ejecutivo nacional debe tener más prerrogativas monárquicas que la dirección de festivales de la ciudad? Estamos de acuerdo con que la autonomía del festival es el bulto al que le esquivaron todos los directores (incluido Peña) y que debería haber por ende una suerte de cuerpo colegiado que lo ordene hacia adentro y hacia afuera y que esté por encima del director y por fuera del gobierno de turno, ahora, mientras esto no exista, cómo imaginás que los pogramadores de un festival deben ser elegidos? mediante elecciones ? a través de los comuneros de la ciudad?
Soy democrático y kirchnerista. No veo contradicción, dado que es el gobierno más democrático de historia la Argentina. Claro que tu idea de la democracia debe ser la de ceder al apriete de las corporaciones. A eso se lo supo llamar «gobernar por consenso». Nuestra Constitución dice que el P Ej es unipersonal y el presidente designa a los ministros y secretarios de estado, cuyo único poder se funda en los votos que recibió quien encabeza la fórmula. Seguramente la democracia no es sino un proceso y hay en nuestro sistema institucional una necesidad de seguir democratizando muchos residuos del poder monárquico, como por ejemplo los jueces. Eso para referirme a la dimensión política nacional con la que querés descalificar mi palabra. Soy kirchnerista. Y vos qué sos? (si no te da vergüenza decirlo y sos algo).
Por otro lado, así como el poder ejecutivo se ejerce mediante los límtites establecidos por la cosntitución, lo mismo debería suceder con los festivales de cine. Si se legislara quedaría todo más claro y podríamos discutir si un funcionario x falta a sus deberes. De este modo que está ahora, todo queda librado a Su Graciosa Majestad.
Estimado Lerer ¿nada tenés para decir de lo que está haciendo el gobierno de Macri con el BAFICI? ¿es posible que te moleste más lo que dice Peña que lo que hace Macri? ¿acaso el hecho de que Panozzo sea declaradamente anti K pensás que es pura coincidencia? No soy simpatizante del gobierno nacional, pero muchachos… seguramente vos y Batlle no pueden decir lo que piensan (sobre el BAFICI) en los diarios donde publican, pero acá sí!… Si vamos a discutir hagámoslo en serio.
Si eligen a Panozzo por ser declaradamente anti K es un problema de ellos y una tontería en un punto. Quisiera creer que lo hacen porque lo consideran una persona capaz para su trabajo. A la vez, tampoco imagino muchos funcionarios macristas o votantes de Carrió en cargos públicos del gobierno nacional, llegado el caso. Prefiero pensar que no es por eso que lo llevan a Marcelo…
No son cambios, son recortes de programadores (el 50%), entonces no es un cambio de jugadores, es una limpieza de jugadores. Porque si entraran nuevos, listo no hay drama, pero se van 3 y no vienen tres. Además lo de la autonomía es un tema que no se trata, se sigue poniendo y sacando a dedo. Entre Wolff y Lombardi pusieron a un nuevo director, no es muy democrático eso. Más allá que Wolff hace años que esté metido en el BAFICI no lo convierte en el dueño de la pelota ni mucho menos al Ministro de Turismo y Cultura. Pero bueno ahora el año próximo van a haber 3 tipos que programen algo así como 133 películas cada uno, si se mantiene esta tendencia de 400 películas. Lamentable todo, y sí es un puterío… todo comenzado por el Sr. Panozzo, el Ministro Lombardi y el ex-director del festival Sergio Wolff.
Pensalo de otro modo: vos realmente sabes si son 200, 150, 180 o 300 los que trabajan en BAFICI? Sabés si en los años de Macri trabajan menos que antes? Si es así, podemos hablar de una limpieza, un recorte o lo que sea.
Los números grandes de un festival no lo dan uno o dos programadores que salen: te pueden levantar un departamento entero y ni te vas a enterar. La verdad, no estoy haciendo esos números. Si alguien se fija en cuanta gente trabajaba para el Bafici pre-Macri y cuanta desde que Macri está, tal vez podríamos seriamente hablar de «recorte» o lo que sea.
Sé que no hay aumentos de sueldos consecuentes con la inflación y eso sí puede ser un «recorte» disfrazado. Pero también te dirán que el INCAA recortó el dinero que le pasaba al BAFICI por motivos que son obvios.
Hablar de un «vaciamiento» del BAFICI es bastante más complicado que dos programadores más o menos, te lo aseguro.
De acuerdo pero 3 tipos para 400 películas no te parece poco? Al menos con los números fríos que planteé? Digo además convengamos que no fue el mejor comienzo para un director que dice que no va «hacer cambios importantes» y al poco tiempo deja afuera a la mitad del equipo que venía trabajando. Es como menos desprolijo y dudoso, lo cual genera todas estas suspicacias porque si la explicación no hubiese sido vaga no se estarían planteando cosas como la ideología política o la poca o no cobertura del asunto.
Te podría asegurar, con conocimiento de causa, que gran parte de la gente que trabaja en distintas funciones del Bafici son kirchneristas en su pensamiento político. Y no creo que ninguno vea amenazada su continuidad por eso.
También conozco bastantes personas que no son kirchneristas trabajando en cierta relación de dependencia con el INCAA.
Creo que exageran con esas cosas desde una paranoia que no termino de entender.
Yo trabajo en Clarin hace 20 años y nadie jamás me preguntó por quién votaba… ni me piden tests de fidelidad política a nadie.
Yo creo que hay dos puntos de discusión que son distintos:
1-La autonomía del BAFICI tanto para tener mecánicas de designación de autoridades que supere el dedazo como para asegurar su continuidad en el tiempo más allá de los vaivenes políticos.
2-La potestad del director del Festival de designar un equipo de programadores.
Personalmente creo que el primer punto es importante más por el lado de asegurar la continuidad del Festival que por la metodología de designación.
En cuanto al segundo punto creo que Panozzo tiene que tener la libertad de modificar todo lo que quiera, ya sea programadores o la propia estructura del Festival que no tiene grandes cambios desde que lo pensó Quintín (lo querramos o no)y que los necesita.
Coincido con Cuervo en que sería bueno que director y equipo de artística den explicaciones sobre porque no entró determinada película llegado el caso. Pero primero que tengan plena libertad y que después den sus explicaciones.
Saludos.
Bueno, queda en claro esto de las simpatías que Ud. y otroscines tienen para con algunos programadores. Sus simpatías les hacen pensar que lo de Mar del Plata fue un despido masivo y lo del Bafici es un derecho del director. Yo coincido en que el director pueda hacer los cambios que crea necesarios para la mejor concreción de sus metas y objetivos. ¿Por qué en Bafici se entiende así y en Mar del Plata no?; simple: ustedes no sienten simpatía por el director de Mar del Plata. Es más, siempre escriben con un tufillo de desprecio. Alguien menciona en los post de Otroscines en relación a este tema, que Quintín pensó que eran muchos una «X» cantidad de programadores, y finalmente optó por menos. Seguramente eso, a Quintín, se lo perdonan, pero a Mar del Plata…no, de ninguna manera.
Lo que decís de bastardear a los programadores en público, te sugiero que leas lo que está en este link (es de otroscines, no te asustes):
http://www.otroscines.com/festivales_detalle.php?idnota=2191&idsubseccion=55
…en el cual, el presidente del festival aclara esa situación.
Puedo agregarte, que ante la valiente actitud de Martínez Suárez, hay otras, de programadores en actividad, que no paran de injuriarlo y agredirlo; eso si, en privado, como ustedes pregonan que deben hacerse las cosas. los programadores Ernesto Flomenbaum y Pastora Campos no se cansaron de tirarle dardos envenenados a Don José, injuriándolo, agraviándolo, una tarde que charlaban conmigo en una sala de la ciudad. Ni siquiera cuando les dije que yo era amigo de José.
Con esto quiero decir, que un director de festival tiene todo el derecho de desprenderse de las lacras, y así lo hizo. No es despido masivo, es despido (cosa que tampoco es cierta porque siguen «trabajando»)de los amigos, lo que ofende a estos periodistas, que se han olvidado algunos de los preceptos básicos de la ética de su profesión.
Las lacras??? A qué o quienes te referis con las lacras?
Conozco a los que eran programadores de Mar del Plata antes de la llegada de Martinez Suarez y doy fe que todos son más que competentes en su laburo. El vuelco que pegó el festival de Mar del Plata desde lo que era antes a lo que logró ser después y trata de seguir siendo ahora no lo logró Martinez Suarez, lo hicieron los programadores que rajaron. O crees realmente que más allá de programar una retrospectiva de Garcia Berlanga -genial, no hay duda-, el tipo sabe o le importa quien es Albert Serra o Miguel Gomes, digamos?
Si,José sabe perfectamente quien es Albert Serra; afortunadamente. El día que pasaron esa película de los reyes magos, me advirtió que no iba a aguantar más de 20 minutos la proyección. A los 15 salí del auditorium; no estaba sólo, más de la mitad de la concurrencia hacía lo mismo. Se quedaron los que «realmente» disfrutan de ese cine, acompañados de muchos snobs que simulan disfrutar de ese cine. Lo cierto es que esa película de la que José no es precisamente un admirador, se programó y hasta se lo invitó a este muchacho a la ciudad balnearia. Una muestra de lo que bien dijo Fernando Peña en reportaje de otroscines sobre Martínez Suárez y su amplitud con respecto a gustos de otros programadores. También dijo Peña en ese reportaje (está el link si querés)que cuando José asumió como director, se quedó con el staff de programadores que ya existían para «mantenerles las fuentes de trabajo» (textual de Peña). Ahora, si como dijo José, «Los palos en la rueda al festival los ponen los de adentro» (también los hay afuera y sobretodo en la prensa cinematográfica), no le quedaba más remedio que deshacerse de determinados personajes. Personajes que tal vez no sean tan competentes en su trabajo como decís. Se que es difícil ver defectos en los amigos, pero traten de esforzarse.
Sería realmente un hecho feliz, que tanto Ud. como Battle, reconozcan que a veces no pueden despegarse de los sentimientos de amistad con algunas personas, al momento de ejercer su profesión.
Qué gente fea la que nombrás Mariano.
En los ultimos años aprendi a evitar lo que Flomenbaum y Campos firman en el catalogo. Me canse de clavarme con las peliculas que presentan con una soberbia y arrogancia. Es como que el cine es solo eso y ellos solos lo saben y te convidan un poco. ¡Esa gente le hace mal a los festivales, no Trerotola!
Verdaderamente Irma; aquella vez que charlè con ellos, me resultaron dos personas desagradables, envueltas en veneno y resentimiento.
Diego, Martinez Suarez es opositor al Gobierno Nacional y lo pusieron igual al frente de Mar del Plata. No es que uno espere que pongan a un kirchnerista en el Bafici, pero es evidente que Lombardi y ¿Macri? eligieron a alguien de afinidad ideologica con el Gobierno de la Ciudad.
Martínez Suarez es una figura pública de esas que están «más allá del bien y del mal», a esta altura…
Genial entonces que MDP esté mas allá del bien y del mal, mientras en el BAFiCI siguen de mal en peor.
Dije que Martínez Suarez lo estaba, no el festival, por la supuesta extrañeza de que una persona probablemente no muy K que digamos dirija el festival.
Está claro que si los despidos en el BAFICI los hubieran hecho compañeros kirchneristas Cuervo los consideraría gestos de nobleza y patriotismo militante (nunca leí que le reconociera una sola flaqueza a este gobierno que idolatra ridículamente).
Y está claro que Batlle y Lerer nunca criticarán a Panozzo ni a Wolf ni a Quintín. Cualquier crítico que no forme parte de la FIPRESCI sería motivo de escarnio por mucho menos.
Un debate auténtico y desprejuiciado sobre los rumbos que viene tomando el BAFICI todavía no se ha hecho. Y, discúlpenme, pero no se hará nunca en Otros Cines ni en Micropsia.
Panozzo no forma parte de FIPRESCI, por un lado, y creo que acá hubo críticas bastante severas durante el último BAFICI (el tema Prividera, sin ir más lejos, entre otros), así que no estoy de acuerdo en absoluto con lo que decís.
Panozzo no integra la FIPRESCI… ahora. Hasta hace poco sí.
Y lo que decís de «Tierra de los padres» en un punto me resulta gracioso: las críticas a la exclusión de esta película también tienen que ver con cuestiones de amistad y de, digamos, «afinidad cinéfila». De hecho, Otroscines está invitando a los lectores a la premiere de la película. Si el director y el productor no fueran Ratto y Prividera no sólo no se hubieran calentado, ni siquiera se hubieran enterado.
Poco son unos 9-10 años, Javier.
Tengo buena relación con Prividera, pero si publiqué la polémica fue porque me pareció valiosa e interesante, no por conocerlo. Obviamente que le das más crédito por el «rechazo» que a alguien que no hizo ninguna película, porque sabés que tanto su obra previa («M») como la misma película que el pone en discusión son interesantes y relevantes.
El BAFICI puso el documental de Jonathan Perel, por ejemplo, que te puede gustar no pero no puede ser tildado jamás de «macrista»…
Cuando Quintín fue echado del Bafici la revista que yo dirijo lo sacó en la tapa (creo que fue el único medio que lo sacó en tapa, mientras La Nación lo acusaba de corrupto y El Amante le dedicaba un espacio exiguo) y escribí una decidida defensa de su gestión. Nunca celebré ningún despido. Y en mi léxico no figuran términos como «patriotismo militante». Pero si adjudicarme términos falsos te facilita el trabajo para polemizar, adelante, Javier, seguí inventando cosas.
Si,José sabe perfectamente quien es Albert Serra; afortunadamente. El día que pasaron esa película de los reyes magos, me advirtió que no iba a aguantar más de 20 minutos la proyección. A los 15 salí del auditorium; no estaba sólo, más de la mitad de la concurrencia hacía lo mismo. Se quedaron los que “realmente” disfrutan de ese cine, acompañados de muchos snobs que simulan disfrutar de ese cine. Lo cierto es que esa película de la que José no es precisamente un admirador, se programó y hasta se lo invitó a este muchacho a la ciudad balnearia. Una muestra de lo que bien dijo Fernando Peña en reportaje de otroscines sobre Martínez Suárez y su amplitud con respecto a gustos de otros programadores. También dijo Peña en ese reportaje (está el link si querés)que cuando José asumió como director, se quedó con el staff de programadores que ya existían para “mantenerles las fuentes de trabajo” (textual de Peña). Ahora, si como dijo José, “Los palos en la rueda al festival los ponen los de adentro” (también los hay afuera y sobretodo en la prensa cinematográfica), no le quedaba más remedio que deshacerse de determinados personajes. Personajes que tal vez no sean tan competentes en su trabajo como decís. Se que es difícil ver defectos en los amigos, pero traten de esforzarse.
Sería realmente un hecho feliz, que tanto Ud. como Battle, reconozcan que a veces no pueden despegarse de los sentimientos de amistad con algunas personas, al momento de ejercer su profesión.
Salvo alguna excepción, no soy amigo de los ex programadores del festival de Mar del Plata y tampoco lo soy de los del Bafici. Los conozco, a unos más y a otros menos, pero nada más.
Creo que, en su mayoría, son muy buenos en lo que hacen o hicieron.
No tengo nada en contra de Martinez Suarez, pero no creo que sea la persona más adecuada para dirigir un festival de cine que pueda abrirse a las nuevas tendencias, si bien entiendo que hace un esfuerzo por bancarse ese tipo de películas que no les gusta.
Y no celebro que dejen a nadie sin trabajo, pero respeto la idea de que Panozzo forme un equipo propio.
¿Es una contradicción?
¿Cómo lo resolverías vos?
Lo dije antes Diego, para mi está bien que Panozzo elija con quien trabajar. En eso no hay controversia. En todos los post aquí y en otroscines, opiné exactamente eso: la libertad de un director de festival para designar a sus colaboradores.
No coincido con tu opinión acerca de José como director de Mar del plata; primero porque no creo que sea un festival cuyo objetivo sea el de las nuevas tendencias. ¿Cuándo lo fue?; alguien explicaba eso más arriba. Para eso está justamente el Bafici.
Y la verdad es que a mi no me consta que vos o Battle sean amigos de programadores o ex programadores; sólo que se nota que las simpatías están más con el Bafici y que las reacciones (escritas) ante este tipo de situaciones, no son iguales.
Con respecto a cómo resolvería el tema de Panozoo, te repito, para mi no hay nada que resolver, que el tipo elija a quien crea conveniente. la cuestión más profunda de que los festivales estén ligados a la política, es algo que no le veo solución en lo inmediato. Argentina todavía no sabe separar la paja del trigo en ese aspecto. De hecho, un festival como el que teníamos en Río Negro, se deja de hacer por cambios en el color político; no hay que olvidar, que un agregado importante en la desición de no hacerlo, también está dada en que la gestión anterior no ha pagado todavía premios y servicios contratados.
No sabía que eras de Río Negro. Entonces sabrás muy bien lo que pasó en Mar del Plata ya que uno de los programadores de Río Negro fue acusado públicamente (ya no me acuerdo de qué lo acusó, en realidad) por el director del festival, y eso, en parte, desató lo que pasó después.
Digo, hay dos lados para cada moneda. Y también me queda en claro que, como a cualquier ser humano, te cuesta un poco separar la amistad -o el cariño o el respeto- que sentís por JMS de lo que pasó ahí. ¿O me equivoco?
Ser de Río Negro no me faculta conocer lo que pasó en Mar del Plata.
Ahora, ser amigo de JMS y conocer por el festival de Río Negro a PM, claro que me da un conocimiento bastante acabado de lo que pasó en MDP. Es más, lo he hablado con ambos en distintas oportunidades; y de haber sido yo el presidente del festival de MDP, hubiese actuado del mismo modo que JMS en ese caso puntual.
Como alguien dijo antes, es un caballero, y en eso le creo a fondo. Puedo disentir en cuestiones cinematográficas como con cualquier otra persona del cine, pero lo conozco bien y se que sus actitudes son genuinas y de una poco frecuente recitud. Que su acusación haya sido pública, habla de ello.
Esto no ha obstado a mi colaboración en todo lo que he podido en el afianzamiento del festival de Río Negro, a pesar de no estar de acuerdo en todo lo que se ha propuesto hasta ahora; y lo seguiría haciendo cuando las propuestas sean claras y honestas, aunque a mi no me guste tal o cual película o tal o cual jurado, o el festival sea el de una provincia que tenga tal o cual color político. Es por eso que espero con ansias que se le pague lo que se le debe a todos. Se que el actual gobierno está preocupado por ello y ojalá se resuelva pronto.
Pero me voy del tema central, y ya me queda claro el reconocimiento implícito que hacés en referencia a las amistades. Valoro, aunque no concuerde, en tu opinión sobre JMS como director del festival de MDP; no muchos se atreven a escribirlo. Y de eso se trataba mi primer comentario, de la palabra escrita del periodista que no mide con la misma vara.
Sinceramente no veo cual es el problema, o polemica con que un nuevo director elija a sus colaboradores, de hecho pasa en todos los festivales del mundo, siempre que asumen nuevos cargos, por otro lado, no es algo a lo que la mayoria solicitaba luego de la ultima edicion?? Despues uno podra discutir quien le gustaba mas como programador o no, o si realmente ayudo a algo en la proxima edicion pero no veo por que tanto escandanlo.
No esta bueno que alguien se quede sin trabajo claramente, pero estoy seguro que ninguno de los 3 que a fin de año no va a formar mas parte del festival como programador quede sin opciones laborales…
Adrian,
la polemica es el hecho de que todo se lee segun banderas politicas. A nadie le importa sinceramente que algunas personas tengan que buscar otro trabajo: esta polemica al igual que otras (como la de prividera) en seguida sirve de pantalla para otro tipo de discusión y pegarse palos (también sin fondo) entre los k o anti k.
Fijate sino, lo de traer el caso Mar del Plata, y la comparación de ambas situaciones, no del todo comparables.
Aclaro que no me gusta Panozzo como director del Bafici, y la elección de programadores que hizo me resulta un poco cobarde y algo rancia.
Pero, sobretodo, me apena algo en el aire que consolida el fin de una etapa más joven y fresca del bafci, hacia un una edad cada vez más chupada por una runfla de color amarillo (y No soy K!)que no tiene nada de lo romántico que tuvo históricamente. Pareciera que se va profesionalizado, pero perdiendo gracia a pasos agigantados.
Pero no son cosas muy discutibles, habrá que desear que futuras gestiones den giros en otros sentidos y no mucho más. Aunque pareciera que el bafici ya es demasiado importante para que no esté politizado.
En fin…de manera pesimista más o menos esa creo es la cuestión.
¿En serio quieren que un equipo de programación explique porqué no entra una película a un festival?
Eso fue un tema que se planteó durante el BAFICI por la exclusión de la película de Nicolás Prividera.
Entiendo que el pedido viene a cuento de que, al ser un festival oficial, estatal, pagado con «dinero de todos», deberían dar esas explicaciones.
Yo no estoy muy de acuerdo.
A ver, pueden dar «explicaciones», pero va a ser una formalidad, como hacen todos los festivales. «Nos encantó la película, pero lamentablemente etc etc».
Ser de Río Negro no me faculta conocer lo que pasó en Mar del Plata. Ahora, ser amigo de JMS y conocer por el festival de Río Negro a PM, claro que me da un conocimiento bastante acabado de lo que pasó en MDP. Es más, lo he hablado con ambos en distintas oportunidades; y de haber sido yo el presidente del festival de MDP, hubiese actuado del mismo modo que JMS en ese caso puntual.
Como alguien dijo antes, es un caballero, y en eso le creo a fondo. Puedo disentir en cuestiones cinematográficas como con cualquier otra persona del cine, pero lo conozco bien y se que sus actitudes son genuinas y de una poco frecuente recitud. Que su acusación haya sido pública, habla de ello.
Esto no ha obstado a mi colaboración en todo lo que he podido en el afianzamiento del festival de Río Negro, a pesar de no estar de acuerdo en todo lo que se ha propuesto hasta ahora; y lo seguiría haciendo cuando las propuestas sean claras y honestas, aunque a mi no me guste tal o cual película o tal o cual jurado, o el festival sea el de una provincia que tenga tal o cual color político. Es por eso que espero con ansias que se le pague lo que se le debe a todos. Se que el actual gobierno está preocupado por ello y ojalá se resuelva pronto.Pero me voy del tema central, y ya me queda claro el reconocimiento implícito que hacés en referencia a las amistades. Valoro, aunque no concuerde, en tu opinión sobre JMS como director del festival de MDP; no muchos se atreven a escribirlo. Y de eso se trataba mi primer comentario, de la palabra escrita del periodista que no mide con la misma vara.