Crónica de un sueño cumplido

Crónica de un sueño cumplido

por - Críticas
13 Oct, 2012 10:58 | comentarios

Desde que vi LA EDAD DE ORO, la obra teatral de Agustín Mendilaharzu y Walter Jakob, centrada en un par de amigos fanáticos de Peter Hammill (pueden ver mi comentario aquí), me fascinó no sólo lo que la obra cuenta (la historia de dos amigos que venden discos usados pero que, a una cierta edad, […]

Desde que vi LA EDAD DE ORO, la obra teatral de Agustín Mendilaharzu y Walter Jakob, centrada en un par de amigos fanáticos de Peter Hammill (pueden ver mi comentario aquí), me fascinó no sólo lo que la obra cuenta (la historia de dos amigos que venden discos usados pero que, a una cierta edad, les parece que es hora de cambiar de actividad y de vida) sino también el grado de fanatismo de los personajes y, por ende, de los creadores de la obra.

Cuando Agustín envió una crónica de lo que les pasó en Bilbao, hace unos pocos días, cuando fueron a ver a Peter Hammill allí, le dije enseguida que quería contar acá esa otra historia, ese cierre acaso real de LA EDAD DE ORO, en el que los amigos fanáticos reciben la bendición de su Maestro. Un «Deus ex machina», a la manera de la aparición de Bruce Springsteen en la película ALTA FIDELIDAD, que termina por cerrar la historia real que enmarca la historia de ficción.

Quise saber más de la historia y Agustín y Walter me enviaron la «saga» desde el principio. Hay algunas partes in inglés que no traduje (los emails intercambiados) y luego va la crónica bilbaína. Ahora sí, muchachos, como diría Pappo, es hora de conseguirse un laburo decente…

On 26 Sep 2012, at 16:26, Agustín Mendilaharzu wrote

Dear Peter,
Our names are Walter Jakob and Agustín Mendilaharzu. We’re both Argentine playwrights and theatre directors. Your work has been tremendously influential and inspiring for us since the day we came to know it, in the early nineties. We’re sending you the English translation of our second play, called La Edad de Oro (Golden Age). It’s about becoming an adult and being forced to let go of some old passions. But it’s also about the fervor your work produces in two generations – authentic music lovers, we hope, not energy vampires!
We would really appreciate it if you could take a look at this material. We are currently in Spain, where we’ll do presentations of our previous play, Los Talentos, in Festival de Girona on October 5th and Vitoria on October 6th, and we have tickets for your concert in Bilbao the 7th. Great thing for us, since we haven’t heard you live since the 90’s in Buenos Aires. We really wish there is a chance to shake hands and say hello after your concert, like we once did, a long time ago, in our hometown. Only this time you’d meet two adults, slightly changed from what you can see on the picture we attach here.
We hope this e-mail finds you very well.
Thanks and kindest regards from,
Walter and Agustín

Y la respuesta de Peter Hammill, que cualquiera que haya visto la obra ya sabe lo que significa, aquí:

From: peter
Date: 2012/10/3

HI there…

 actually, before the concert, maybe at sound checktime would probably be a better shake hands moment…
 we’ll be there at around 6pm…just come along and introduce yourselves?
 hope to see you then, & sorry but in the onrush I haven’t managed to look at the translation…yet!
best regards
PH
Para cerrar, la frutilla del postre: la crónica del show y el encuentro con Peter Hammill:
Por Agustín Mendilaharzu
14.00. Walter, Carolina y yo llegamos a Bilbao, procedentes de Vitoria.15.00. Nos alojamos en el Hotel Bilbi.15.45. Salimos a caminar por la ciudad.

16.30. Llegamos al teatro, la Sala BBK. Muy bonito por fuera. Moderno. Primera cosa que vemos: un fan con remera de VDG y bolsa de disquería vinílica de Barcelona (una en la que tanto W como yo hemos hecho nuestras compras). Resulta ser un venezolano que vive en Barcelona. Antipático.

16.40. Intentamos imprimir las entradas que compramos por internet. No se puede hasta las 17. Salimos a hacer tiempo.

17.00. Con las campanas de la iglesia dando las cinco, entramos e imprimimos las entradas. Vamos a buscar algo de comer. Se nos suma Richard Segura, un amigo de toda la vida. Hammilliano moderado. Vive en Barcelona hace más de diez años. Viene manejando desde ahí y ya tiene su entrada.

17.40. Dejamos a Richard y Caro y vamos hacia el teatro. Ellos entienden que no podemos ser muchos los que entremos a ver a Hammill.

17.45. Nos reunimos con Pablo Sigal en la puerta. Él es actor en “La edad de oro” y un hammilliano en ciernes. Somos el trío que entrará a hablar con PH. Comienza la espera.

18.00. Lo vemos llegar. Viejísimo y flaquísimo. Viene con el sonidista Paul Ridout y alguien más. Traen un estuche de guitarra.

18.01. Entran al teatro. Los aborda el venezolano. Obtiene su foto. Nosotros decidimos no avanzar.

18.05. Entramos al teatro. Decimos que somos Agustín y Walter, que Hammill nos espera. Los vascos que nos atienden no tienen ni idea de qué les hablamos. Uno se mete al interior del teatro a averiguar. Pensamos que tal vez entendimos mal el mail, que tal vez hubiéramos tenido que abordarlo antes de que desapareciera en el interior del teatro. El terror se apodera de nosotros.

18.10. Luego de una espera que se nos hace eterna, sale un gordo. Dice que Hammill nos recibirá.

18.20. Vuelve el gordo. El venezolano sigue ahí y nos mira, incrédulo. El gordo nos hace pasar.

18.21. Entramos en la sala. Es hermosa. Como un viejo cine. Tiene pasillo central. En el escenario, a la izquierda, un piano de cola microfoneado; al centro, la guitarra con su correspondiente silla y otro micrófono. Gente trabajando. Nos sentamos.

18.25. Sobre el escenario, como un fantasma, aparece Hammill. Camisa blanca y pantalón negro (como siempre). Parece mirarnos y sonreírnos. Se pierde por un instante. Reaparece bajando la escalera. Viene francamente hacia donde estamos sentados. No podemos creer que esto esté pasando. En un momento, no hay duda de que su sonrisa está dirigida a nosotros. Nos paramos. Se acerca rápido y nos tira la mano. “Hello…”. Nos sonríe mucho. Muy cálido y cariñoso. Viejo, alto, flaco: un gigante. Nosotros, unos niños. Nos pregunta por Gustavo De Cesare. Le explicamos que estuvimos hace poco con él. Que resultó ser admirador de nuestra obra anterior, que la vio tres veces sin saber nada de nosotros, y que manda saludos para él y el sonidista Paul Ridout (compañero de ruta de Hammill hace décadas). Que venimos de hacer esa obra en Vitoria, y que el hecho de que él esté tocando en Bilbao es una coincidencia increíble. Nos pregunta cómo nos fue. Le contamos algo de Girona y de Vitoria. Espontáneamente, dice que hace mucho que no toca en Buenos Aires. Le explicamos que, a raíz de la obra, tenemos la sensación de que debe volver. Nosotros y… el inglés me falla, titubeo. “And a few more people”, completa él. Lanza alguna fórmula como “habrá que pensarlo”. Nos pide que saludemos de su parte a De Cesare y a Marcelo Gobello (periodista marplatense especialista en PH, con quien sabe que hemos estado escribiéndonos). Y, cortésmente, nos explica que debe comenzar su prueba de sonido. Rápidamente, Walter le dice que tenemos una copia de la obra en papel para dejarle. Peter la recibe agradecido, diciendo que eso hará más fácil y cómoda la lectura.

18.30. Ya estamos de nuevo en la calle. La reunión con PH duró unos tres minutos, no más. Ni siquiera atinamos a sacarnos una foto. Estamos mareados. No sabemos ni cómo nos fue. Poco a poco, logramos hacer un balance. Sólo lamentamos no haber sacado esa foto. Pero Julián Larquier, que está con nosotros, observa que hemos trascendido la categoría de fans. Estuvimos un paso más arriba que eso. No hay foto, y está bien así.

18.40 a 19.30. Hacemos tiempo cerca del teatro, entre cañas y pintxos. Pero estamos nerviosos. Queremos estar ahí.

19.30. Llegamos al teatro. Hay sólo cuatro o cinco personas delante nuestro en la cola. El venezolano, firme, es el primero. No se movió del lugar y se hizo de unos amigos. Me pongo a sacarle una foto al cartel que anuncia el show. Una chica muy amable me dice que tiene algunos de más y que puede regalarme uno. Lo acepto con gusto. Walter se acerca y le pide uno para él. Se lo da. No es muy lindo, pero es un documento del show de Peter. Walter se acuerda entonces del Negro Maidana y Andrea Suárez, dos amigos de La Plata que nos acompañaron en esta cruzada hammilliana. Walter me dice: “Che, deberíamos pedir un afiche para ellos”. Lo pide. Se lo dan.

19.45. Dan sala. Entramos. El venezolano y sus amigos ocupan los mejores lugares de la primera fila, con buena visibilidad tanto para las partes de piano como para las de guitarra. Detrás vamos nosotros.

19.50. Habrá unas 200 personas en la sala. Algunos más con remeras de VDG, unos pocos lookeados. Escasos jóvenes. La mayoría, gente de entre 40 y 60, de apariencia poco llamativa.

19.55. Notamos que un gordo con remera de VDG está armando un set casero de grabación. Decidimos que lo encararemos a la salida para que nos pase la grabación.

20.00. Con unos 250 espectadores sentados, se apagan las luces.

20.02. Entra Pedro. Saluda muy brevemente. Se sienta en el piano y comienza el show. Los primeros tres temas me parten literalmente la cabeza y el corazón. “Easy to slip away”, “Too many of my yesterdays” y “(Caught in) The mousetrap». El primero, una joya de la canción progresiva. El segundo, incluido en “La edad de oro”. El tercero,  sobre un actor de teatro. Empiezo a pensar que nos está dedicando el show. Piel de gallina permanente y ojos bañados en llanto.

Luego de eso, vienen dos temas de su producción más reciente. A continuación, como es costumbre en él, se cambia a la guitarra. Después de cuatro temas también recientes, Peter cambia la afinación de la guitarra. Empieza a tocar algo rarísimo, que muy pronto reconocemos con Walter: es “Slender threads”. Me vuelvo loco.  En un momento del tema, no aguanto más y me largo a llorar.

Para resumir, copio, la lista completa del show, elaborada por Walter:

PIANO

1- Easy to slip away
2- Too many of my yesterdays
3- (Caught in) the mousetrap
4- The mercy
5- Close to me
GUITARRA

6- Stumbled

7- Amnesiac
8- Our eyes gave it shape
9- Like Veronica
10- Slender threads
11- The habit of the broken heart

PIANO
12- Bravest face
13- Unrehearsed

14- A way out
15- Your tall ship

DESPEDIDA Y LUEGO BIS, EN GUITARRA:
16- (On tuesdays she used to do) Yoga

El recital termina con ese único bis. Si hubiese sido en Buenos Aires, lo habríamos obligado a salir más veces. Pero estamos en Europa, y Peter está grande: tiene que descansar.

Salimos y nos quedamos haciendo migas con los fans locales. Cambiamos mails con el gordo del grabador, que resulta ser amigo de Gobello.

Al rato, sale Hammill. Un par de adelantados (entre ellos el venezolano) hacen la rutina del fan (fotos y autógrafos).

Nosotros esperamos, prudentes. Finalmente lo encaramos. “Oh!”, exclama al vernos. Le explicamos que necesitamos la foto que no tenemos para mostrarla en casa. Cuando nos acercamos para el abrazo fotográfico, nos dice: “No sé si notaron que canté un par de canciones sobre actores!”. Claro que lo notamos. Pablo nos saca la foto. Volvemos a darle la mano y Peter se despide diciendo: “Hope to see you soon in Buenos Aires”.

Detalle: a ver si notan, en la foto adolescente de Agustín y Walter con Hammill, quién se esconde atrás…