¿La piratería ya ganó la batalla?

¿La piratería ya ganó la batalla?

por - Críticas
23 Oct, 2012 12:49 | comentarios

Cualquiera que tenga cierta idea de cómo bajar películas por internet (descargas directas, torrents, el sistema que sea) se podrá dar cuenta que hay momentos –días exactos para ser más precisos– en que una película empieza a circular por la red y se hace imparable. Es como una carrera contra el tiempo que la piratería […]

Cualquiera que tenga cierta idea de cómo bajar películas por internet (descargas directas, torrents, el sistema que sea) se podrá dar cuenta que hay momentos –días exactos para ser más precisos– en que una película empieza a circular por la red y se hace imparable. Es como una carrera contra el tiempo que la piratería siempre gana: aparece una versión de una película y se reproduce infinitamente, por más intentos de borrar links y torrents que hagan los involucrados y damnificados.

No es el tema de este post debatir sobre lo correcto o incorrecto, moral o inmoral, legal o ilegal de la piratería: es un debate inútil, es como estar en contra de la lluvia. La piratería online es un hecho, todo parece indicar que llegó para quedarse, y la posibilidad de borrarla del mapa parece imposible (Comentario aparte: me da mucha curiosidad saber quiénes trabajan de «perseguidores» de links y cómo lo hacen).

Lamentablemente, los que más pierden en este juego son los distribuidores y cineastas independientes. Los grandes estudios han descubierto que la mejor forma de reducir los daños económicos de la piratería es el llamado «day and date», que consiste en estrenar una película el mismo fin de semana en todo o casi todo el mundo, casi sin dar posibilidades a que circulen copias piratas. De hecho, las que puede haber en simultáneo al estreno de una major suelen ser terribles versiones grabadas con camcorders.

A diferencia de lo que pasa en la música, donde los discos empiezan a circular días, semanas y a veces meses antes de haber salido al mercado, en cine es muy raro que eso suceda. Digamos que es recién cuando una película se estrena, que empiezan a circular las copias más truchas. Y el cine empieza a parecerse a la música a la hora de la salida del DVD/BluRay: generalmente un poco antes de que un filme se edite en ese formato en los Estados Unidos o en Europa, copias de buena calidad comienzan a «circular por internet».

Esto afecta, decíamos, a las películas independientes o pequeñas o de países no centrales que, habitualmente, no se pueden estrenar en ese «sistema mundial» que, aparentemente, sólo las grandes multinacionales pueden manejar. Digamos que si un distribuidor argentino compra un filme independiente y se edita en DVD en los Estados Unidos antes de su estreno local, hay muchas chances de que esa película esté circulando online en el momento del estreno. Mucho antes, en realidad…

Y la ventana -el tiempo entre el estreno en salas y en el cada vez más simbólico mercado hogareño- es mínima: cada año que pasa los DVDs se editan más rápido en relación a un estreno comercial, por lo que, digamos, un estreno en la Argentina no debería hacerse mucho más de uno o dos meses luego del mundial. Pero, por diversos motivos que no podría resumir acá, eso no siempre parece posible. ¿El resultado? A la hora de estrenar la película en cuestión en la Argentina, ya hace semanas circula en perfectas versiones (y hasta en BluRay) por internet.

Veamos sólo los últimos casos. MOONRISE KINGDOM, de Wes Anderson, estuvo online unas semanas antes del estreno local. Las inminentes COSMOPOLIS, de David Cronenberg; la comedia THE CAMPAIGN, con Will Ferrell y Zach Galifianakis (que e conocerá aquí como LOCOS POR LOS VOTOS) y THE CABIN IN THE WOODS también circulan por la red en pristinas condiciones. MAGIC MIKE, de Steven Soderbergh, un gran éxito en los Estados Unidos, está también online y aquí está anunciada recién para enero de 2013. Y ON THE ROAD, de Walter Salles, circula en lo que estimo será la versión estrenada en Francia luego del Festival de Cannes. También hay filmes no hollywoodenses online que recién se estrenarán en semanas y/o meses, como EL MINISTRO, SIETE DIAS EN LA HABANA, ELENA, BEL AMI, W.E. (la película de Madonna), V/H/S, y la lista sigue…

A la vez, muchas películas de terror que estrenan esas mismas compañías (algunas independientes, otras son majors) llegan mucho más cerca del estreno estadounidense, lo que parece probar que hacerlo no es tan imposible como se cree. Lo que sucede, uno supone, es que las películas de terror son más rentables y llevan al cine a un público mucho más al día con lo que sucede online, por lo que esperar semanas o meses para estrenarlas es directamente «mandarlas al muere». En cambio, se asumen, la mayoría del público de películas como las de Cronenberg, Wes Anderson, Soderbergh o Salles no estarían tan al día con lo que está online como puede estarlo un fan de ACTIVIDAD PARANORMAL 4 o alguien interesado en ver SINISTER o LA CASA DE AL LADO.

Si sumamos a las películas que se estrenan tarde el hecho de que una buena cantidad de cine ya directamente no llega a las pantallas locales, el panorama cinematográfico «adulto» se vuelve cada vez más limitado. Y si las películas al estrenarse no funcionan como se espera (el caso de MOONRISE KINGDOM tal vez sea uno de esos), eso parece ser la prueba para los distribuidores de que no hay mercado para ellas. Lo hay, claro que lo hay, sólo que funciona por otros lados.

No parece haber mucha salida para esta situación (algo parecido sucede con las series, pregúntenle sino a un fan de GAMES OF THRONES, por ejemplo, si va a esperar que la estrene HBO o si va a bajarla). Es un tipo de cine no demasiado rentable como para correr con los gastos extra que implica estrenarlo mundialmente de inmediato y, a la vez, esa demora en el estreno achica aún más el público que una película así podría tener. Y eso les sucede a las comedias hollywoodenses también, películas que, salvo excepciones como TED, corren con todas las de perder: nadie parece estar muy interesado en estrenarlas y, si lo hacen, suele ser tardísimo…

Haber estrenado simultáneamente con los Estados Unidos filmes «para adultos» como LOOPER o ARGO fueron jugadas riesgosas que, uno espera, den sus frutos. La segunda, especialmente, podía haber sido una de esas películas que se dejan para febrero, especulando estrenarla junto a posibles nominaciones al Oscar, como sucederá seguramente con THE MASTER, de Paul Thomas Anderson. Es complicado, imagino, decidir la estrategia: apostar a esperar a un crecimiento de la expectativa a costa de las posibles pérdidas por la piratería o lanzarse ahora y no perder un solo espectador por culpa de los benditos torrents y DVDs piratas. Imposible saberlo. Lo único que queda claro es que, cada vez más, el público adulto funcionará con un circuito alternativo de estrenos: el que le dicta los tiempos de internet.