Diario del Festival de Roma: Parte 4
Yendo de sección en sección según me permiten los tiempos y obligaciones diversas en el Festival de Roma es lógico pasar de una superproducción china mainstream a una muy independiente película filipina, de una comedia europea a un filme de autor mexicano, y así. El recorrido es caótico y desorganizado por lo cual es difícil […]
Yendo de sección en sección según me permiten los tiempos y obligaciones diversas en el Festival de Roma es lógico pasar de una superproducción china mainstream a una muy independiente película filipina, de una comedia europea a un filme de autor mexicano, y así. El recorrido es caótico y desorganizado por lo cual es difícil hacerse un verdadero panorama de cada sección (hay muchas que no vi en la competencia internacional y también muchas que me faltan en la paralela más interesante, CinemaXXI) y lo más lógico es ir aquí de película en película.
Uno podría empezar con BACK TO 1942, del chino Feng Xiaogang, que sigue a su exitosísima AFTERSHOCK, la película más taquillera de la historia de ese país. Considerado por algunos como «el Spielberg chino», Feng es un realizador hàbil y efectivo, que sabe narrar y busca constantemente explotar el contenido emocional de cada una de sus escenas. Su problema es que, por momentos, puede ir demasiado lejos.
De cualquier manera, sin su talento casi hollywoodense para la construcción dramática (una ironía para otro post será considerar cómo es que el realizador chino más exitoso usa los recursos narrativos más «occidentales» posibles), su película sobre la sequía y hambruna que plagó a una provincia china durante la Segunda Guerra sería directamente intolerable. Así como está es una película menor, algo básica, sobre los problemas de una familia que va perdiendo a sus miembros en una procesión por el desierto de reminiscencias entre bíblicas y de western, mientras los políticos patean la pelota afuera y no resuelven nunca la situación de 30 millones de personas.
Escenas al estilo David Lean -con grandes paisajes y enormes masas de gente en movimiento- se mezclan con el trágico melodrama de esta familia, mientras Adrien Brody interpreta a un periodista de la revista Time que intenta averiguar qué pasa y luego denunciar la situación. Algunos apuntes sobre la macropolítica son interesantes, algunos momentos del melodrama familiar también lo son, pero tras 140 minutos el asunto termina siendo bastante agotador. Uno imagina que, igualmente, tendrá un enorme éxito en China.
El ruso Andrei Fedorchenko sorprendió a muchos en Venecia 2010 con su premiada SILENT SOULS. Su nueva película, CELESTIAL WIVES OF MEADOW MARI tiene algunas cosas en común con ese filme, ya que se mete en el mundo de las extrañas y ancestrales costumbres de una región de la Rusia profunda. En aquella película, el director contó que esos ritos eran totalmente inventados. Aquí es probable que sea el mismo caso, ya que estas 23 historias/viñetas acerca de jóvenes mujeres que buscan contraer matrimonio son tan absurdos y ridículos que no queda tomárselos de otra manera.
Más que una película es una colección de pequeños apuntes sobre el tema, con personajes (todas mujeres cuyos nombres empiezan con la letra «O») y situaciones que en algunos casos son más interesantes y/o graciosas que en otras, yendo entre tradiciones y rituales bastante zarpados y extravagantes. No conviene adelantar mucho aquí de qué van los mejores porque esas pequeñas sorpresas están entre lo más rescatable que tiene esta idiosincrática película para ofrecer.
Tras China y Rusia (dos países con fuerte representación en Roma, mercados crecientes del cine mundial), otra presencia clave es la del cine estadounidense. Si bien no es tan fuerte como, dicen, fue en años anteriores, hay varios autores interesantes aquí y MARFA GIRL, de Larry Clark, aún con sus problemas, es una de las mejores películas que he visto en la competencia internacional. La película del director de KIDS se centra en varios personajes de los barrios marginales de Marfa, un pueblito del sur de Texas: un adolescente, su madre, sus amigos, una artista neoyorquina pintando y experimentando allí, los policías del lugar y así.
El personaje central es Adam, que cumple 16 años en una ciudad que no le permite soñar con mucho futuro, mientras anda con su novia, se acuesta con una amiga y se cuida de un policía que lo tiene en la mira. La «Marfa Girl» del título, uno supone, es la artista creativa en plan turismo de experimentación sexual en una zona de hijos de inmigrantes latinos, su «target» favorito. El filme va de los diálogos entre los personajes al sexo, de allí a una banda de rock que hace sus primeras armas en el barrio, para finalmente centrarse en la persecución policial de la que todos terminan siendo víctimas, en especial por culpa de un «patrolman» particularmente desagradable y obsesivo.
Tal vez el entramado dramático sea lo menos interesante de un filme que, por otro lado, tiene la habitual cuota del realismo sucio clásico de los filmes de Clark, con sus adolescentes lánguidos y su crudeza física y verbal, y con esas imágenes que ya son clásicas en el cine y en los trabajos fotográficos del realizador (y, posteriormente, banalizados en cientos de campañas fotográficas y publicidades que usaron su estilo). Aún en sus zonas más improbables, MARFA GIRL transmite una verdad de tiempo y de lugar que pocas películas tienen. Los diálogos y las imágenes son lo suficientemente poderosas como para meternos en ese mundo y pasar 100 minutos ahí dentro.
En la sección CinemaXXI vi JUNGLE LOVE, del filipino Sherad Anthony Sanchez, prueba no solo que es la sección que toma más riesgos del festival, sino que el cine filipino sigue siendo uno de los mas creativos y originales de los últimos años. Aun con sus problemas y excesos, JUNGLE LOVE nos mete de lleno en el viaje por la jungla de tres personajes (dos hombres y una mujer) y, en paralelo, de una mujer mas grande con un bebe a cuestas. Esos caminos se cruzarán de maneras insólitas y extravagantes, pero lo narrativo no es precisamente lo mas fuerte ni lo mas interesante del filme, sino su capacidad para ir creando subyugantes y misteriosos climas mezclados con escenas de sexo bastante gráficas y directas. Como un «demo» de TROPICAL MALADY mezclado con una película porno. O algo asi. Complicada de explicar, digamos, pero disfrutable, muy creativa y con una canción pop difícil de sacarse de la cabeza por días y días.