Lo mejor de 2012: escenas
Hace muchos años, en una galaxia paralela pre-internet, yo leía la revista Film Comment en la Biblioteca Lincoln, un lugar notable (ubicado en la calle Florida, dependiente de la Embajada de los Estados Unidos) al que le debo buena parte de mi educación cinematográfica. Allí podías sacar libros de cine, leer revistas y consultar archivos […]
Hace muchos años, en una galaxia paralela pre-internet, yo leía la revista Film Comment en la Biblioteca Lincoln, un lugar notable (ubicado en la calle Florida, dependiente de la Embajada de los Estados Unidos) al que le debo buena parte de mi educación cinematográfica. Allí podías sacar libros de cine, leer revistas y consultar archivos (en, ejem, microfilms), por lo que me pasaba muchas horas libres entre clase y clase de la facultad sin salir de ahí.
Fue en ese ámbito que descubrí una lista de fin de año que Film Comment hacía entonces. Se llamaba «Moments Out of Time» y era una lista de escenas de películas en lugar de la clásica de títulos. Me fascinaba porque me permitía ingresar un poco más en el universo de esas películas y compartir o no las que conocía y marcar las que todavía no habían llegado. No se hablaba de «spoilers» entonces, pero la lista no los tenía, era casi una condición.
Lo que sí tenía era un recorrido por momentos específicos, mínimamente comentados, de «momentos robados al tiempo», pequeños gestos («la belleza del gesto», como dirían en una escena de HOLY MOTORS) que habían fascinado a los críticos que allí participaban. Tengo la impresión de que en estos tiempos de consumo fervoroso, desorganizado y desequilibrado, de enorme acumulación de imágenes, más que nunca son «escenas y momentos» los que quedan impregnados en la memoria.
Como pequeña diferencia, esta lista de escenas y momentos no se limita solamente al cine. Si bien la mayoría de escenas salen de ahí, hay algunas de televisión, literatura, música, etc. También se limita, claro, a mi memoria, cada día más inestable y caprichosa. Allá vamos.
-El narrador (Miguel Gomes) nos va a contar un cuento increíble, de mujeres en fuga, fantasmas misteriosos, exploradores enamorados y criaturas exóticas en el inicio, bellísimo, de TABU. Una ficción dentro de una ficción que terminará en otra ficción y que es la puerta de entrada hacia un película que es un universo.
-En un hotel, un grupo de policías debe -al mejor estilo MISION: IMPOSIBLE– hacer caer en una trampa a un narcotraficante. Uno de ellos se hace pasar por otro narco y debe jugar un peligroso juego que incluye consumo de cocaína purísima y manejo de cámaras puestas en los lugares más insólitos para sacarle información. La escena (la de las drogas) y la secuencia (la del hotel) de suspenso más lograda de todo el año, en DRUG WAR, de Johnnie To.
-Lisa (Anna Paquin) va a confrontar al conductor del bus (Mark Ruffalo) que pisó a una mujer en la calle y la situación se vuelve más tensa y enervante de lo que supone, en una de las tantas grandes y notables escenas de esa extraordinaria película maldita que es MARGARET, de Kenneth Lonergan.
-Las miradas cruzadas, los cuerpos en movimiento y la lectura que uno puede hacer a partir de detalles mientras suena NIGHT SHIFT, temazo de The Commodores, y los protagonistas hacen como que bailan, en una de las tantas escenas increíbles de 35 RHUMS, de Claire Denis.
-El momento en que Walter White (Bryan Cranston) descubre que tiene más dinero del que podrá usar en toda su vida y, tal vez, sea da cuenta de que ya es hora de parar la locura de poder y ego en la que está metido. Una montaña de billetes, su rostro y el de su ¿ex? mujer, en uno de los episodios y momentos más logrados de la última temporada de BREAKING BAD.
-En LOS SALVAJES, de Alejandro Fadel, los protagonistas se bañan en un río, haciendo un alto en el camino a ninguna parte que narra el filme. Allí, en medio de la extensión imposible de la naturaleza, parecen pequeñas criaturas abandonadas tratando de limpiar sus pecados para poder ser rescatados por la mano de algún ser superior.
-Los 91 goles de LIONEL MESSI en el 2012: la belleza de la improvisación, la poesía del movimiento, la genialidad del gesto. Para verlos mil veces y descubrir que eso que tanto admiramos y tratamos de encontrar en el cine -ese «momento mágico»- lo puede hacer un chico con una pelota pegada a su pie izquierdo.
-Otro arranque maravilloso, que compite con el inicio de TABU como mejor corto del año: una niña en medio de un campo, rodeada de perros y jugando con ellos, mientras una tormenta se avecina. La cámara descubre a la niña (hija de Carlos Reygadas) con la intimidad que da esa relación, y ese registro queda impregnado de un montón de resonancias que nos acompañarán a lo largo de POST TENEBRAS LUX.
-«Social Services» no es una institución sino una persona (Tilda Swinton), o bien las dos cosas, en una escena de conversaciones telefónicas cruzadas de antología en UN REINO BAJO LA LUNA, de Wes Anderson, donde el circo de personajes que rodean a los protagonistas queda expuesto.
-Admito que tengo un «punto débil» con los momentos musicales de muchas películas, pero aquí, cuando la gente del pub se une para cantar YOU BELONG TO ME y la protagonista, Rachel Weisz, los mira admirada, fascinada y confundida (sin saber bien la letra y enamorándose del todo en el acto) es un momento doblemente revelador de THE DEEP BLUE SEA, de Terence Davies. Y si encima esa canción te gusta especialmente (la conocía en una versión de Bob Dylan), lo más probable es que sea un Rewind automático.
-Tres idiomas y la verdadera esencia del «multiculturalismo» en una casa salteña: wichi, castellano e inglés entre un padre, su mujer y sus hijos, en la extraordinaria EL ETNOGRAFO, de Ulises Rosell, que trabaja sobre estos temas sin nunca ponerlos en mayúsculas.
-Explicación de «spielberguiano»: véase escena de niño haciendo trabajar desesperadamente a su caballo para que no sea vendido, véase escena de niño sufriendo cuando su caballo es finalmente vendido, véase caballo cabalgando en el medio de las trincheras de la Primera Guerra Mundial, véase CABALLO DE GUERRA, de Steven Spielberg.
-De todas las escenas destacables de HOLY MOTORS, una película «de grandes momentos», me quedo con el musical, cerca del final, con Kylie Minogue cantando WHO WERE WE?, de Neil Hannon, en medio de un enorme edificio abandonado. Dentro del excéntrico surrealismo de la película de Leos Carax, tal vez sea el momento más emotivo.
-El final de ESTE-OESTE, el primero de los TRES CUENTOS, de Martín Rejtman, cuando Esteban, uno de los protagonistas, imagina a lo largo de una página las otras «vidas posibles» que le habría gustado tener. Un momento extraordinario -por las resonancias que tiene, por la fluidez del texto- en un libro desopilante y genial.
-George Clooney se despide de su mujer en LOS DESCENDIENTES. Alexander Payne hace uso de esa arriesgada forma de mezclar comedia con drama, ironía y emoción, en el momento más duro de una película que se enfrenta a una tragedia sin perder nunca del todo el humor.
-El «bañero» entusiasta que se vive cruzando con Isabelle Huppert demuestra sus condiciones como cantante en una bonita página musical (otra más…) del año, en IN ANOTHER COUNTRY, otra genialidad más del imparable Hong Sang-soo. Su corto, THE LIST, es una «escena genial» de principio a fin.
-El momento en el que Joan se da cuenta que sus «compañeros de trabajo» están dispuestos a que ella se prostituya para no perder una importante cuenta -y la decisión que ella toma respecto a eso- en uno de los grandes momentos de la oscura y brillante quinta temporada de MAD MEN.
-En THE SHINE OF THE DAY, Tizza Covi y Rainer Frimmel retoman uno de los personajes de LA PIVELLINA y lo llevan a conocer a su sobrino, un famoso actor teatral. El viejo artista de circo lo ayuda a estudiar la letra de sus personajes y lo corrige cada vez que se equivoca. Un momento seguramente improvisado… y brillante.
-Un texto de Shakespeare se convierte en una danza de seducción circular mientras los cuerpos se mueven y el texto se va reiterando en VIOLA, de Matías Piñeiro, en una escena notable en la que se lucen Agustina Muñoz, Elisa Carricajo, el director de fotografía Fernando Lockett y, por supuesto, el maestro de ceremonias Piñeiro.
-En ARGO, los dos productores de la falsa película de ciencia ficción deben interrumpir un rodaje para llegar a atender una importante llamada telefónica en uno de los tantos cruces entre ficción y realidad de esta muy buena película de Ben Affleck.
-La chica debe viajar a atender un cliente y para eso toma un taxi que recorre un largo camino atravesando una nocturna y alucinante Tokio mientras ella escucha mensajes telefónicos en LIKE SOMEONE IN LOVE, de Abbas Kiarostami.
-Un cineasta experimental le explica su nuevo Dogma cinematográfico al protagonista de AVANTI POPOLO!, de Michael Wahrmann. Un Dogma que consiste, básicamente, en no filmar nada. El momento más gracioso y uno de los mejores de esta pequeña gran película brasileña.
-De los cientos de grandes momentos de la tercera temporada de LOUIE me quedo con David Lynch explicándole a Louie (Louis CK) cómo conducir un talk show con una rigurosidad bizarra que sólo cabe en el universo cruzado de ambos. La escena en el auto con Melissa Leo se lleva el segundo premio. Y Parker Posey. Y las niñas. Y…
-Otro momento musical insoslayable: las hermanas de ABRIR PUERTAS Y VENTANAS escuchan, tiradas en el living de su casa, «Back to Stay», de John Martyn (en versión de Bridget St. John), una escena que pinta a las claras la relación y la historia entre ellas, sólo a través de la puesta en escena, en este notable filme de Milagros Mumenthaler.
-En EL CHICO DE LA BICICLETA, de los hermanos Dardenne, el protagonista no se quiere convencer de que su padre no tiene ningún interés en su vida. Y va a buscarlo. Y… de ahí sale una de las grandes escenas de esta excelente película.
-«This is not a horror film. This is a Santini film». BERBERIAN SOUND STUDIO, de Peter Strickland.
-Los perros de SIN TITULO (CARTA PARA SERRA), de Lisandro Alonso.
-Mitchell se ha ido a Europa y la India en una búsqueda religiosa y, también, para escapar de un romance frustrado de la universidad. En Grecia recibe una carta de Madeleine (su amor no correspondido) y duda, un buen rato, hasta leer las revelaciones que hay allí en un momento clave y emotivo de la muy buena aunque despareja novela THE MARRIAGE PLOT, de Jeffrey Eugenides.
-Más allá de los problemas que tuvo esta segunda temporada de HOMELAND, hay momentos que se destacan y dejan ver el excelente y no siempre aprovechado potencial de la serie. En esta temporada, es el episodio del interrogatorio a Brody, donde se frena la corrida narrativa y la serie encuentra su mejor pulso, el humano.
-Siguen los momentos musicales, pero éste es inevitable: el tema dramático, emotivo, de LOS MUPPETS, que se puede ver en este clip. Emoción sincera, con un toque de humor, que nos hace dar cuenta que estamos en muy buenas manos y, a los fans de FLIGHT OF THE CONCHORDS nos hace recordar muchas escenas de ese gran show.
-Eric Packer: There’s a poem I read in which a rat becomes the unit of currency.
-Michael Chin: Yes, that would be interesting.
-Eric Packer: Yeah, that would impact the world economy.
-Michael Chin: The name alone, better than the dong or the kwacha.
-Eric Packer: The name says everything.
-Michael Chin: Yes. The rat.
-Eric Packer: Yes, the rat close lower today against the euro.
-Michael Chin: Yes, there’s going concern that the Russian rat will be devalued.
COSMOPOLIS, de David Cronenberg.
El caballo corriendo ya sin jinete en War Horse.
El final con Julio Iglesias!! en Tinker, Taylor, Soldier, Spy.
El comienzo de Frankenweenie
El comienzo de Argo.
Say my name!! en Breaking Bad.
muerte por exilio!