El operativo retorno de Schwarzenegger y Stallone
Con pocas semanas de diferencia vuelven a las salas Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone. Si bien los dos (especialmente el último) aparecieron hace poco en LOS INDESTRUCTIBLES, aquella película tenía algo de «grandes éxitos del cine de los ’80» y juntaba a varios héroes de acción de aquella década. Estas dos, EL ULTIMO DESAFIO y […]
Con pocas semanas de diferencia vuelven a las salas Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone. Si bien los dos (especialmente el último) aparecieron hace poco en LOS INDESTRUCTIBLES, aquella película tenía algo de «grandes éxitos del cine de los ’80» y juntaba a varios héroes de acción de aquella década. Estas dos, EL ULTIMO DESAFIO y UNA BALA EN LA CABEZA respectivamente, son películas protagonizadas casi exclusivamente por los actores, y en ambos casos resulta interesante ver cómo han decidido cada uno emprender el regreso, o la despedida.
Sin duda que el éxito internacional de LOS INDESTRUCTIBLES ayudó a que ambos pudieran hacer sus películas. Tengo la impresión de que se trata de dos figuras que, por distintos motivos específicos pero con la edad como factor esencial, dejaron de ser «actuales» en algún momento de finales del siglo XX y ahora pueden ya regresar «nostálgicamente», apostando al factor retro, habiendo dejado un tiempo suficiente como para que se los extrañe. También, claro, imagino que el regreso será breve: por la edad de ambos (Arnold tiene 65 y Sly, 66) y por que la simpatía que producen sus regresos no creo que de para muchas películas más.
La aparición de ambos en la ceremonia de los Globos de Oro dejó ver que ya no existe la competencia (tal vez los más jóvenes no lo crean, pero en un tiempo, 25/30 años atrás, la había), que ya se toman con humor a sí mismos (Sly burlándose del pésimo e incomprensible acento de Arnold y Schwarzenegger diciéndole que a a él tampoco se le entiende cuando habla) y que, claro, ambos aprovechaban la situación para promocionar en conjunto sus respectivos estrenos.
Las películas tienen bastantes cosas en común, aunque también varias diferencias. Empezando por sus parecidos, ambas tienen un claro espíritu retro, de presupuesto relativamente limitado y se apoyan en géneros clásicos: la de Arnold es un western disfrazado de thriller y la de Sly es un policial clásico con dos hombres muy diferentes que deben trabajar entre sí. Los dos protagonistas resuelven sus conflictos de la manera más tradicional posible (puños, peleas limpias de la «vieja escuela») y ninguno teme hacerse cargo de esas frasecitas («one liners») que los hicieron tan famosos y también criticados.
Claro que hay importantes diferencias entre las películas. Dirigida por Kim Jee-woon (I SAW THE DEVIL, A TALE OF TWO SISTERS, THE GOOD, THE BAD & THE WEIRD, A BITTERSWEET LIFE y THE FOUL KING, que se dio en el Bafici 2001), EL ULTIMO DESAFIO intenta ser, si se quiere, más contemporánea, mezclando el tono retro que le da Arnold con una puesta en escena más espectacular, que recuerda el cine que Kim hace en su país, con potentes escenas de acción pero sin descartar el humor y el gusto por el absurdo.
También, a diferencia de la otra, la película de Schwarzenegger tiene el protagonismo más compartido. Sí, el centro de la acción sigue siendo Arnold, pero durante buena parte del tiempo la historia pasa por Forest Whitaker, Johnny Knoxville, Luis Guzman, Rodrigo Santoro y con Peter Stormare y Eduardo Noriega como los villanos.
La trama toma elementos clásicos que pueden encontrarse en westerns como A LA HORA SEÑALADA y RIO BRAVO -la anunciada llegada de un villano a una pequeña ciudad de frontera con un sheriff que lo espera parece sacada de la primera-, pero les agrega escenas de persecuciones a alta velocidad, de fugitivos escapando por los aires y de tiroteos a gran escala. Como si Kim tuviera en claro que su misión era intentar algo parecido a lo que hizo en su western THE GOOD, THE BAD & THE WEIRD. Por eso es que por momentos la película se siente como navegando a dos aguas, un poco como pasaba con la secuela de LOS INDESTRUCTIBLES: hecha con los recursos de esta época pero adornada, en la superficie, de un toque retro.
En ese sentido, BULLET TO THE HEAD es bastante distinta. Su contenido «retro» la atraviesa de punta a punta: en lo formal, en lo temático, en lo estilístico. Desde los chistes que se hacen y la música que se escucha hasta la puesta en escena, el veterano Walter Hill (48 HORAS, CALLES DE FUEGO), filma como si los ’80 nunca se hubieran acabado. Aquí Stallone, a diferencia de Arnold, es el protagonista casi excluyente del filme y se lo ve físicamente más entero -digamos- que su colega. Su compañero de aventuras es un policía coreano (gran ironía que una tenga director coreano pero casi ningún actor de esa nacionalidad y que sea la otra la que tenga un coprotagonista de ese país) que es legalista y dependiente de la tecnología al extremo, creando un enfrentamiento clásico entre dos visiones opuestas del mundo.
El rol de Stallone es, también, más ambiguo (es un asesino a sueldo y no un policía semiretirado) y en la película casi todas las escenas de acción (tiroteos, explosiones, persecuciones, peleas) están hechas a escala humana, como las de la primera mitad de los ’80. Si uno quisiera ponerse aún más retro, tal vez debería llegar a la conclusión de la más «old fashioned» de las recientes películas de género fue JACK REACHER, con Tom Cruise. Su fracaso hace pensar que tal vez su protagonista todavía no esté en edad para ese tratamiento retro-nostalgioso. Todavía le falta pasar de moda -ser extrañado, olvidado, caer del todo en desgracia- y regresar ya más veterano.
Muchos críticos comentaron que la película de Arnold es su intento de «hacer una de Eastwood». Y algo de eso hay, especialmente por su rostro arrugado, su tono medio cascarrabias y su intento de esconderse dentro del disfraz de un policía de pueblo chico. Extrañamente, al hoy visiblemente más musculoso Stallone (originalmente era al revés), y también bastante desfigurado por sus cirugías plásticas, le resulta algo más complejo hacerse pasar por un tipo común. El austríaco fisicoculturista gobernador -con todo lo absurdo que eso parece- da al menos en estas películas mejor el rol de «working class hero» que su muy americano colega.
Habrá que ver cómo funcionan en taquilla. THE LAST STAND se estrenó ayer y muchos anticipan que no funcionará bien en los Estados Unidos. Pero, se sabe, gran parte de la recaudación de las películas de estos héroes de acción viene del mercado internacional, así que recién dentro de unas semanas o meses se sabrá si el «operativo retorno» funcionó. Lo mismo pasará con Stallone, cuya película, me parece, tendrá mejores críticas pero menores posibilidades de triunfo, ya que su tono retro funcionará seguramente muy bien con cinéfilos y críticos, pero no tanto con los espectadores comunes que, más allá de la nostalgia, quieren ver una película de acción más o menos parecida a todas las demás películas de acción.
Es irónico, pero The Last Stand me recordó mucho a un westerns de Walter Hill. Los números en EEUU no fueron muy buenos, lo cuál me sorprende un poco. Especialmente porque las críticas vienen siendo bastante positivas. Y en Argentina me parece que las críticas van a ser todavía más positivas por el entusiasmo que se manifiesta en las redes sociales. Espero con ansias la de Hill.
Sí, tienen mucho en común las dos películas. Pero la de Hill es más pura y dura en el sentido «ochentoso» del término.
Es extraño que menciones al BAFICI por THE FOUL KING y no que el resto de la obra de Kim Jee-woon (casi toda)se haya proyectado en el Festival de Mar del PLata: I SAW THE DEVIL (MDP 25º), THE GOOD, THE BAD & THE WEIRD (MDP 23º), A BITTERSWEET LIFE (MDP 21º) A TALE OF TWO SISTERS (MDP 19º)y DOOMSDAY BOOK (MDP 27º) en donde dirige uno de los capítulos de la película. Ay, los críticos y ese amor por el BAFICI. Que no sería tan malo de no venir siempre acompañado por un ninguneo al Festival de MDP. Saludos.
Tenés razón, la verdad es que recordé THE FOUL KING porque me acordé de la delegación coreana de ese año de BAFICI y estuve chequeando si él había venido o no. Y no pude encontrar el dato. Era también, reconozco, una época que estaba más al día con todas las películas coreanas. En los últimos 7, 8 años medio que perdí un poco el rastro del cine coreano más allá de las películas grandes que trascienden.
Otras películas suyas yo las vi antes, A TALE OF TWO SISTERS o THE GOOD THE BAD THE WEIRD. Tal vez por eso no recordaba que fueron a Mar del Plata. O será porque no fui tanto yo a MDQ esos años. Disculpas, igual, y gracias por el dato.
Ma intriga mucho ver The Tomb, la pelicula con Sly y Arnold juntos haciendo de presos.El director me dacosa, es el de El Rito y 1408.