Berlinale 2013: Linklater, Nicloux, Coté, Loach, Benning
Sigue el festival de Berlín y si bien va mejorando en general el nivel de las películas vistas, todavía tengo la sensación de que no hay obras maestras ni los grandes descubrimientos y confirmaciones de los últimos años. Sin embargo, de los filmes de este nuevo reporte hay varios que me gustan mucho. De hecho, […]
Sigue el festival de Berlín y si bien va mejorando en general el nivel de las películas vistas, todavía tengo la sensación de que no hay obras maestras ni los grandes descubrimientos y confirmaciones de los últimos años. Sin embargo, de los filmes de este nuevo reporte hay varios que me gustan mucho. De hecho, salvo el documental de Loach, estamos hablando de cuatro de los mejores filmes del festival hasta el momento, dos de los cuales (Nicloux y Coté) pelean por los premios de la competencia. Por ahora creo que el de Coté es el mejor visto en esa sección. Claro que faltan muchos todavía…
BEFORE MIDNIGHT, de Richard Linkater (Oficial, fuera de competencia) En lo que parece ser una tradición cada nueve años, el combo Richard Linklater, Ethan Hawke y Julie Delpy vuelve sobre la particular historia de amor entre un norteamericano y una francesa que se conocen en un viaje en tren. La primera película, ANTES DEL AMANECER, contaba el encuentro. La segunda, ANTES DEL ATARDECER, el reencuentro en París. Aquel filme tenía un final abierto, ya que no se sabía si ellos iban a seguir juntos o a volverse a separar. Nueve años más tarde tenemos la respuesta en BEFORE MIDNIGHT. Y, si no quieren saber nada, deberían dejar de leer este texto aquí mismo. La saga retoma con una escena en un aeropuerto en Grecia. Vemos a Jessie (Hawke) despidiendo a su hijo de 13 años, quien se sube al avión para volver a los Estados Unidos. Es claro que no viven juntos y, cuando Jessie deja el aeropuerto algo compungido por la despedida, la presencia de Celine (Delpy) esperándolo en el auto deja en claro que están juntos. Y, aún más, al abrir la puerta de ese auto nos topamos con un detalle no menor: tienen dos hijas gemelas. La película, entonces, reencuentra a la pareja en unas vacaciones en Grecia, más precisamente en el Peloponeso, donde se han ido a pasar un verano en una suerte de residencia para escritores, lugar paradisíaco que comparten con otros autores y sus parejas. Allí nos enteramos que se han casado y que viven en París, y que si bien parecen quererse y llevarse muy bien, Jessie siente que no está muy presente en la vida de su hijo y le plantea a Celine la posibilidad de mudarse a Chicago. Ella no quiere saber nada con la idea y esa diferencia de criterios abrirá un hueco en su relación (ver la crítica completa aquí, en OtrosCines.com)
LA RELIGIOSA, de Guillaume Nicloux (Competencia) Basada en la célebre novela de Didier Diderot llevada al cine en los años 60 por Jacques Rivette, esta versión dirigida por Nicloux, un cineasta con una bastante larga carrera con títulos poco conocidos, es una sobria y por momentos muy efectiva adaptación, volviendo sobre la historia de la joven francesa que es enviada a un convento contra su voluntad y tiene que sobrevivir allí a una serie de situaciones complejas y humillaciones de todo tipo, mientras trata de no dejar sus creencias de lado por culpa de la corrupción de la institución. La película, seca e intensa, cuenta con una gran actuación de Pauline Etienne en el rol principal. Isabelle Huppert aparece sobre la segunda parte del filme encarnando a una madre superiora bastante particular. La aparición de Huppert es efectiva en sí misma, pero lleva a la película a una zona casi humorística, debido a la manera en la que encarna a su personaje, más cerca del sketch cómico que del drama que la precedía. Lo suyo divierte, pero es de otra película.
VIC + FLO SAW A BEAR, de Denis Coté (Competencia) Un gran hallazgo poner al canadiense (quebecois) Coté en la competencia de Berlín. Su película sin duda es la más original e intrigante de esa sección hasta el momento, contando una extraña historia de Victoria, una mujer de 60 años que sale de la cárcel y se va a vivir a una cabaña en medio de un paraje desolado, donde se reúne con Flo, su pareja, una mujer bastante más joven. Su complicada relación se enrarece aún más por la aparición de otra mujer -que quiere vengarse de Flo por una deuda del pasado- y por la presencia de un oficial de libertad condicional que las controla. Todo esto está contado de una forma cercana al absurdo, pero sin exagerarlo del todo hacia la comedia. Es una relación curiosa atravesando una situación nada usual en una película que no se parece a muchas otras. Fría y un poco cínica, pasa de la tensión sexual al absurdo y su narración es episódica y muy original. Generará amores y odios, pero no dejará a nadie indiferente.
SPIRIT OF ’45, de Ken Loach (Berlinale Special) En este documental bastante simple y básico, consistente en entrevistas mechadas con material de archivo, Loach recupera el llamado «espíritu del ’45» en Gran Bretaña, la época de la reconstrucción nacional de posguerra en la cual el gobierno laborista nacionalizó muchas industrias y creó el sistema nacional de salud pública y universal allí. Los testimonios de quienes sintieron las consecuencias de los cambios y de algunos expertos (historiadores, economistas) contextualizan los cambios que menciona el filme que luego irá a los años ’80 para mostrar cómo Margaret Thatcher demolió casi todo lo que se había hecho. Es un documental político, casi de campaña para salvar el plan de salud, y no tiene mayor complejidad que un programa televisivo. No es del todo casual que ese «espíritu del 45» tenga mucha relación con lo que ese año significó para muchos argentinos a partir de la llegada del peronismo al poder y algunas de sus similares conquistas sociales. Si fuera un documental nacional, sería sobre los logros del primer gobierno justicialista, sin discutir nada al respecto.
STEMPLE PASS, de James Benning (Forum) Esta nueva película de Benning -que viene a un ritmo creciente de títulos a sus 70 años- consiste en cuatro largos planos de una media hora cada uno que muestran una misma cabaña ubicada en una zona boscosa de los Estados Unidos en las cuatro estaciones del año. Mientras se ven esas imágenes, se escucha la voz del propio Benning leyendo los diarios de Ted Kaczynski, más conocido como el Unabomber, cuya cabaña real esta imagen replica (la cabaña que se ve fue construida por el propio Benning). Con la cámara ubicada prácticamente en el mismo lugar, lo que atrapa son los cambios de luz y la posibilidad que esa contemplación va abriendo respecto al espacio físico. Ese paisaje bucólico mezclado con los terroríficos relatos generan un efecto muy poderoso y permite reflexionar sobre la naturaleza y la violencia ligadas a lo largo de la historia norteamericana.
Benning haciendo este tipo de películas puede hacer unas 40 más antes de morirse.
Excelente. Muchas gracias por el texto.