«Metegol»: tirar centros a la olla
METEGOL es la película más cara de la historia del cine argentino, con un presupuesto aproximado de unos 20 millones de dólares, una cifra impensable para una industria cuyas películas raramente superan los 2 o 3 millones de esa moneda (¿serán dólares a precio oficial? ¿blue? ¿cómo saberlo?). Producción animada en 3D, tardó unos cuatro […]
METEGOL es la película más cara de la historia del cine argentino, con un presupuesto aproximado de unos 20 millones de dólares, una cifra impensable para una industria cuyas películas raramente superan los 2 o 3 millones de esa moneda (¿serán dólares a precio oficial? ¿blue? ¿cómo saberlo?). Producción animada en 3D, tardó unos cuatro años en completarse y tiene seguramente otro récord: los créditos más largos de la historia del cine nacional. Es -lo dijo el propio Campanella- una inversión que no se puede recuperar localmente «ni aunque todos los argentinos vayan a verla dos veces cada uno», por lo que es más que evidente que necesitará del mercado internacional, y no sólo el latinoamericano y el español. METEGOL habrá que venderla en todos lados.
Más allá de estos datos técnicos -a la crítica de cine debería preocuparle poco y nada estas cuestiones a la hora de analizar un filme-, lo que tenemos ante nosotros es una película de ambicioso diseño visual y un trabajo de animación logradísimo, a la altura de cualquiera de los filmes animados que circulan internacionalmente. Tomando en cuenta que ése era el gran desafío técnico, hay que decir que METEGOL cumple con su cometido y que lo hace «sobrando la parada». Hay algo en ella que recuerda a formatos estéticos ya conocidos de la animación, por lo que tal vez lo que veamos no sea del todo original. Pero el enorme desafío de crear -a la vez- personajes humanos y muñecos, darles «vida» y personalidad a través de específicos detalles (la mirada, el movimiento, la luz) y hacer que todo eso funcione con fluidez no es poco mérito para esta ambiciosa producción. Claro, podrán decir que con 20 millones de dólares cualquiera «compra» buena animación, pero sea como sea lo cierto es que el trabajo está muy bien hecho.
Es una pena, entonces, que como película METEGOL no termine de estar a la altura de su animación. En ella sucede casi lo contrario a lo que uno esperaría en un producto de este tipo, salido de una industria con historia en la materia pero sin demasiada producción. Si lo esperable era encontrarse con un muy buen guión y muy buenos personajes en un filme con una animación apenas pasable, lo que llama la atención en METEGOL es encontrarse con una película impecablemente animada pero con problemas estructurales: de historia, de trama, de personajes. Más todavía en una película de Juan José Campanella, quien suele por lo general destacarse en esos terrenos. Más allá de que a unos les gusten sus películas más que a otros -o los temas que trabaja-, es innegable que el director de EL SECRETO DE SUS OJOS maneja como casi nadie en la Argentina los resortes más clásicos del guión.
Los problemas de METEGOL son varios en ese terreno. Es una historia que comienza centrada en un personaje, al que luego abandona y al final recupera. En el medio, los protagonistas son los jugadores de metegol que cobran vida (a excepción de uno, no se sabe cómo lo hacen), pero en el final del filme quedan prácticamente relegados de la acción. Y, lo que es aún más extraño, en ese final aparece una decena de nuevos personajes, tenuemente delineados, que súbitamente pasan a ocupar el centro de la acción. Y si todo eso no parece tener demasiada «unidad» es porque, sencillamente, el protagonista es excesivamente gris y poco interesante: su conflicto es clásico y hasta evidente (superar su timidez para vencer al villano, conquistar a la chica y recuperar el pueblo), pero su personalidad es casi nula.
Es por eso que, como los «minions» de MI VILLANO FAVORITO, los personajes secundarios (si es que son secundarios, no es muy claro) son lo más interesante del filme. Me refiero a los jugadores de metegol que funcionan casi como una serie de estereotipos basados en la mitología futbolera argentina de los años ’50, actualizados a los ’70 y reubicados en esa especie de presente futurista que tiene el filme. «El Capi», «Beto», «El Loco» y los demás son como esas figuritas de fútbol de los ’70 (Luque, Tarantini, Gatti, Alonso y así) que hablan en un exageradísimo lunfardo «argentino», al punto de parecer personajes de PELOTA DE TRAPO, EL HINCHA, o esos personajes «argentinos» de las traducciones al español de Disney de los ’60, pero con modismos de distintas épocas. Seguramente se transformarán en favoritos de los espectadores aquí, aunque habrá que ver que otros modismos y estereotipos usan cuando traduzcan el filme a otros países.
Pero ni siquiera estos personajes terminan de ser lo ricos que podrían haber sido. Sus chistes y frasecitas tienden a ser reiterativas («El Loco» abusa del slang new age, lo mismo que «Beto» hablando en tercera persona), la mecánica de su relación jamás tiene la lógica ni la precisión, digamos, de la rivalidad entre Woody y Buzz de TOY STORY (aquí son amigos y, más allá de peleítas y celos, nunca se duda de eso) y, en definitiva, su aporte «a la causa de recuperar el pueblo» tampoco es demasiado importante. Tampoco, digamos, aparece aquí la problemática «existencial» que enriquece y mucho a los personajes de aquella saga de Pixar.
Hay, para mí, un problema estructural en el relato, que parece llevado de las narices por una lógica narrativa bastante incierta. METEGOL no deja de tener sus muchos momentos agradables y placenteros sueltos, pero la sensación es que narrativamente la película nunca fluye del todo bien, sino que está como empujada, soplada por impulsos de guionista que busca peripecias para lanzarle a los personajes por la cabeza sin justificación alguna y que luego se las rebusca para volverlos a poner en caja.
Casi nunca lo que sucede parece resultar consecuencia de la lógica interna del relato. Hay demasiados puntos narrativos lanzados al aire como si fuera un equipo que tira centros a la olla a ver si algún jugador con algo de suerte los cabecea, personajes lanzados a la maraña narrativa nunca desarrollados (un montón, literalmente, de otros jugadores y jugadorcitos, como «cambios» para tratar al final de torcer el rumbo del partido) y un conflicto central (dos: la chica y el pueblo) bastante desteñidos, más allá de que sea particularmente gracioso que en una película que empieza con el logo de Universal, el villano sea una compañía llamada precisamente así.
El tema de las voces argentinas del filme será seguramente discutido por muchos. A mí me molestó al principio especialmente en los personajes de Armando y el de su hijo, al que le cuenta la historia que vemos. Es algo que siempre me hace ruido en la animación argentina (y española y latinoamericana) y que muy pocas veces lo encuentro, digamos, en la americana: los actores declaman, impostan, recitan. Dicho de una manera más obvia: sobreactúan cada uno de sus parlamentos. Aquí, eso sucede, pero el problema es salvable ya que el villano está bien logrado aún usando esos recursos (se sabe, los villanos se manejan mejor con frases hechas y en tonos altisonantes), la chica es graciosa y logra evitarlos casi siempre (para mí es el personaje más simpático de todo el filme) y los jugadores de metegol son muñecos estereotipados que hablan ex profeso en clichés, por lo que es esperable de ellos una serie de porteñismos varios. Fueron, después de todo, construidos o imaginados para diferenciarse de esa manera. De a poco, ese tono old fashioned del habla, como de vieja película argentina, se transforma en la «lengua franca» de METEGOL. Y uno se acostumbra…
Tal vez esté siendo demasiado detallista en esta crítica, pero es que de una producción como ésta, que tomó tanto tiempo de trabajo y tan enorme presupuesto, uno se imagina que deben haber habido decenas de horas de charlas y debates sobre cada uno de estos aspectos. Nada debe haberse tomado a la ligera y sé que Campanella y sus colaboradores son tremendamente serios con su trabajo. Como no dudo de esa seriedad es que me sorprende esa desprolijidad narrativa (o curiosa estructura), y es por eso que me tomo el atrevimiento, por usar una frase que podría salir de la boca de algunos de los jugadores, de «buscarle la quinta pata al gato».
Es que así como me parecen celebrables la mayoría de las elecciones de animación (el fútbol que se juega, pese a ser muy poco realista, funciona), hay otras que no me gustan nada, como algunos personajes (la «mujer bigotuda», especialmente, o ciertos toques de «terror»), algunos largos planos animados desprovistos de timing cómico (como cierto «ballet») y el arranque, con una broma/referencia a 2001, ODISEA DEL ESPACIO, que es demasiado berreta y de sketch televisivo como para dar comienzo a una película así. Seguro que esa escena funcionará y tal vez la gorda bigotuda sacudiendo las tetas también haga reír a alguna gente, lo cual no quita que me parezcan muy flojas.
Otro asunto que a muchos les resultará problemático es el regreso del Campanella más nostálgico de LUNA DE AVELLANEDA (película con la que tiene muchísimos puntos de contacto) en lugar del más oscuro de EL SECRETO DE SUS OJOS, con su pueblo chico solidario enfrentado a la corporación corrupta y cruel que viene a acabar con las sanas costumbres de su buena gente, un tópico repetido si los hay. A mí, en lo personal, no me preocupa demasiado. Me parece que este tipo de películas suele necesitar alguna especie de mensaje obvio y hasta trillado si se quiere, por lo que no me incomoda tanto.
Tengo la impresión de que METEGOL va a funcionar bastante bien, aunque quizás no tanto como para cubrir los gastos que sus enormes costos de producción deben requerir. Creo que tiene los elementos suficientes como para ser un éxito entre los chicos y hasta un gran programa para ir con sus padres (puedo imaginar los diálogos explicando las referencias futboleras de antaño). Dudo un poco más con respecto al público femenino, ya que me cuesta imaginarme a las niñas tan entusiasmadas con una trama sobre fútbol (es sobre eso, no otra cosa) y no sé si generará el entusiasmo desbordado que una película merece para hacer más de 2 o 3 millones de espectadores. Ojalá suceda, pero no estoy muy seguro. Internacionalmente, requerirá de un gran manejo del doblaje y una muy buena adaptación del guión como para reformular la lógica de ciertos personajes, pero es esperable que al menos en América latina y en algunos países de Europa funcione bastante bien. Si en España funcionó EL RATON PEREZ o la lamentable MANUELITA, una película como METEGOL tiene que ser, ay, un golazo…
Muy buena critica. De las mas de 10 criticas de Metegol que abre leído hoy es con la que mas coincido. La mayoría de los críticos de los elogiaron su realización técnica («esta película no tiene nada que envidiarle a una de Hollywood» lo lei textualmente 10 veces) y la catalogaron cono una buena historia de amistad, amor, etc, yo que a esta película de semejante producción había q pedirle mucho más que eso, yo esperaba muchísimo de este film, no es que me defraudo (pero pego en el palo, aprovechando q ningún critico pudo dejar de hacer analogía sobre futbol en su critica). El cine de Campanella, me gusta mucho, es un tipo q maneja la narración clásica y el guion mejor q cualquier otro director de la argentina (Bielinky lo hacia también). La verdad q es asi como lo decís los problemas estructurales y las fallas de guión. A toda la gente del cine le encanto la película sobre todo a los niños, tiene momento lindo, y chistes graciosos. Lo que a mi me pareció ver fue una buena películas para niños.
También me pareció pedorro es la parodia de 2001, no tiene mucha gracias y es totalmente innecesario para arrancar la película.
Saludos, disculpa lo extenso del comentario.
Hola, ahora me disculpo yo por la demora en subir el comment y responder. Creo que es una película rica para analizar y coincido con lo que decís: no es que sea mala, pero tenía todo para ser mejor, acaso una gran película. Y frustra un poco que no lo sea. Igual, en comparación a todo el cine de animación que se hace acá, está a años luz de distancia…
Mala crítica. El autor cae, como la mayoría de los críticos argentinos, en el vicio de exigirle a las películas nacionales cosas que se les perdonan a las extranjeras o ni siquiera se les notan.
Jamás leí a ningún crítico argentino preguntarse como cobraban vida los muñecos de Toy Story; pero si se preguntan como cobran vida los de Metegol.
Tampoco perece molestar las constantes referencias que se hace en las películas de Pixar o Dreamworks a clásicos del cine, como E.T o Jurassic Park; pero si molesta cuando se hace esto en Metegol.
En definitiva, se castiga un producto nacional de increible realización por el solo motivo de ser nacional y considerarse, por tanto, que en estos casos hay más de trabajo a pulmón (con mucho esfuerzo pero resultados magros)que de profesionalismo. Y en esto se equivocan.
No estoy de acuerdo con vos Norberto. Primero en Toy Story, los muñecos no cobran vida, los muñecos «tienen vida». Dentro de la logica interna de la pelicula, no hay que explicar porque, asi como no hay que explicar porque en Star Wars las naves vuelan o lo sables son luminosos. Eso pertence a lo que es propio del mundo que se esta contando. En Metegol, los jugadores al principio no tienen vida y luego si. Es una modificacion en lo que se venia contando. Lo de las citas es cuestion del nivel de las citas, la de Metegol es berreta, las de Pixar no. Las de Scary Movie son berretas, las de Mel Brooks no. Tan simple como eso, no impota de donde es la pelicula.
No se castiga nada, es una critica bien valida, con la que se puede o no estar de acuerdo. Pero no es castigo. Y nada de a pulmon, Universal, 20 millones, esos son muchos pulmones.
Un abrazo
Cuanta japa mental, Matías. Usando tu mismo razonamiento, Campanella podría contestarte que, de acuerdo a la lógica interna del universo de Metegol, una lágrima de un chico acongojado tiene el poder mágico de despertar a sus juguetes (amigos). Hay un millón de fábulas y cuentos de hadas que también recurren a un elemento mágico.
Si no se piden explicaciones racionales de porque los comuñes de Toy Story están vivos, tampoco hay que pedirselas a la animación súbita de los comuñes de Metegol.
Es una fábula para chicos, no una película de sci-fi. Bajá un cambio.
El problema no es como cobran vida los muñecos o los soldados sino como se los inserta en la historia articulada con los humanos, cosa que no pasa, en el final están de «hinchada». La película se llama «Metegol» y sólo se disputa un partido de ese juego, es evidente que Campanella dudó del dispositivo y lo llevó para el lado del fútbol. No hay nunca química entre Amadeo y los 3 jugadores. Para otro post quedan los motivos irritantes del cine de Campanella como «todo pasado fue mejor», «lo importante es competir» y cosas como «bueno perdimos el pueblo (o un club) no importa hacemos otro al lado».
Para mí el problema es que no está claro el eje. En TOY STORY, por ejemplo, estaban los juguetes principales, los otros juguetes del protagonista y luego los juguetes «sufridos» del vecino. Acá, además de todos esos (el Beto y los suyos, el cordobés y los suyos, los granates) están los demás jugadores de Grosso y todo el pueblo jugando el partido al final. No hay personaje que aguante y la película gira de un eje a otro y de un personaje a otro sin generar jerarquías.
A mi parecer, los jugadores del metegol ya tenian vida pero no se mostraban con amadeo. Ya que al momento de su despertar le recuerdan de sus proesas en el metegol. Para mi despiertan por que en ese momento amadeo necesitaba ayuda…
Pero con el primero, Capi, queda claro. Habría que pensar que los demás cobraron vida «por osmosis». Es probable, je, pero no está bien contado…
José, si la película transcurriera todo el tiempo en el metegol, como pretendés vos, sería un embole. La premisa de la película es que los muñecos salen del metegol a ayudar a los humanos a jugar un partido «de en serio». ¿Qué tiene de malo?
Norberto, no creo que haya mala intención en la crítica son opiniones. Pero en los puntos que marcaste concuerdo completamente con el crítico. En Toy Story los juguetes ya viven de entrada, no hay necesidad de verlos vivir. En cambio en Metegol el primer muñeco vive por las lagrimas del protagonista, pero el resto no (algo bastante raro). Por otro lado en lo que se refiere a las referencias a otras películas, el caso de «2001» es muy burdo y no aporta nada a la película. Es un simple homenaje que si no se entiende que proviene de «2001» no tiene sentido. Diferente es el caso de cuando Metegol hace una referencia a «Apocalipsis Now» con un montón de helicópteros dirigiéndose a destruir el pueblo, ahí si hubo un buen uso de referencia.
Por último, el crítico avaló la impecable realización, pero no se encegueció por ella y planteo los errores de la película. Si esto te parece un actitud anti cine nacional, es tu opinión. Para mi no.
Soy de los que creen que las citas y referencias directas a otras películas o a hechos «de las noticias» abaratan a las películas, les quitan destino de posibles clásicos, las ajustan a una época y a un momento, y precisan del guiño cómplice del espectador.
Pueden ser escenas más o menos divertidas, pero se me hacen del orden televisivo. Me puedo reír viéndolas, pero preferiría que el efecto se consiguiera de otro modo.
Fernardo, estás equivocado. Es el guiño de los helicópteros el que es gratuito. El de 2001, hace una introducción perfecta (y humorística) a como, desde que descubrimos que podíamos patear esa cosa redonda, no nos la podemos sacar de la cabeza y el mundo moderno gira alrededor de la pelota (en pasiones, dinero, marketing, y demás).
Juzgar a una película por su presupuesto me parece desacertado.
El cine me parece que es la historia que se cuenta y la forma en la que se lo hace. El resto no importa, haya costado dos pesos o diez millones. Sé que a veces enriquece pensarla en contexto pero en definitiva hay que pesar la historia y la forma. Si no tenés historia, no te gastes la plata al pedo. Si no tenés guita, no pienses en contar una historia que necesite un presupuesto enorme. Y vale decir que algunas de las cosas más interesantes surgen cuando un factor exige al otro a dar más.
Tampoco me interesa tanto las cuestiones del doblaje en el exterior. Son cuestiones del negocio del cine, no del cine propiamente dicho. Soy de los que piensan que las películas se disfrutan más en su idioma original (aunque en el caso de la animación algunos doblajes sean excelentes) La película es argentina. Si yo fuese de otro país, me gustaría verla con subtítulos. Sé que es difícil cuando un película está apuntada a los más chicos, pero no es mi caso. Y tampoco vas a dejar de contar una historia porque en algún momento diga «no seas pecho frío», salvo que tu intención sea hacer algo universal, en cuyo caso no usarás esa frase.
En cuanto a los «anticampanellistas»… No entiendo esa furia incontenible por salir a matar al tipo, levantando no sé qué bandera. No entiendo por qué, si no les gusta, no la pueden dejar pasar y ya. En todo caso, me parece un mérito de Campanella (intuyo que él también lo toma así) el hecho de que no pueda pasar inadvertido.
Muy buena la crítica, Diego.
Muy linda peli, Preciosa para ver con los chicos.
Está bien la crítica , la peli tiene debilidades de guión y de estructura.
Yo fui con mis hijas, a las que le gusta mucho el futbol, y con mi mujer y la disfrutamos los cuatro. Es un ENTRETENIMIENTO y compite nada menos que con PIXAR/DISNEY.
No tiene la pefección de TOY STORY, no es un 10, es un 7.
Pero las de PIXAR tampoco cuestan 20 palos y tienen el estudio más grande del mundo atrás con 90 años de know how.
Lo banco a Campanella, no se conforma con jugar la copa argentina, quiere jugar con el Barca y de visitante.
La crítica está muy bien, aunque no acuerdo en absoluto con que Campanella demuestre en sus películas demasiada pericia narrativa o en la construcción de guiones «clásicos». Sus películas, por el contrario, están llenas de baches.
Saludos,
L.
Vista la película, sostengo lo dicho. Además de concordar con Diego y con Camargen.
Creo que Campanella contrato gente con mucha experiencia, donde cada uno hizo excelente su trabajo pero en la fusion de las partes dejaba areas vacias donde nadie tomaba real partido o quien debia tomarlo no estaba a la altura. Una cosa que Lasseter te habria bochado a la primera colgada. Un ejemplo, en Toy Story no se muestra jamas Andy y Woody de cuerpo entero juntos cosa che aca se ve en el poster a la entrada del cine.
100% de acuerdo con la crítica. Cuando salí del cine y discutí la peli con mi novio, le planteé exactamente las mismas cuestiones. Me costó muchísimo encontrar gente que pensara igual… Por lo general, las críticas a esta película son muuuuy favorables. Inentendible!
Hay una sola cosa que pienso y que acá no se dijo: El constante desprecio de Amadeo por los jugadores de Metegol. En TODO momento los ningunea y los rechaza, tanto a ellos como al metegol en sí. Los jugdores (en especial el Capi) viven dándole ánimos, haciéndole el aguante y el protagonista vive despreciándolos. Ni siquiera al final hay una suerte de «reivindicación» de Amadeo para con sus jugadores! HORRIBLE!!!!
Me decepcionó muchísimo esta película. No entiendo cómo un realizador como Campanella descuidó TANTO el guión… Una pena :(
Me pareció super interesante la critica, no solo por la postura acida que plantea sino por el debate que se forma en los comentarios, que de alguna manera y sin despreciar, incluso llega a ser mas rico que el texto original en si, mostrando varios topicos de los problemas del cine argentino: si hay que comparar con ee.uu., si hay que medirlo con la misma vara, o ser mas comprensivos y bancarlo solo «por ser argentino».
Personalmente hallé a la peli a medio camino entre definir un codigo bien argentino, y sostener un codigo claramente yanqui de pueblito pintoresco y montañoso muy poco nacional. Por otro lado varios personajes son claramente y casi irremediablemente argentinos a mi gusto y asi la peli no termina de apoyarse en ningun pie.
La pelicula me parecio un embole, la verdad no es buena ni muy linda. Tampoco tiene el nivel de pixar. Si hay algo que me molesto en esta peli es ESCUCHAR a campanella insistiendo que es como una Pixar. Porque no dijo?? Hice esto y espero que les guste. mucho markeitng y publicidad. METEGOL METEHUMO, ES MALA.
Si hay algo que me molesta de los críticos argentinos es lo débiles y superficiales que son al momento de abordar su oficio.
Después de tanta expectativa con Metegol, después de verla dos veces y terminar con la misma sensación que es una película que NO FUNCIONA… me alegra encontrar un artículo como este porque pensé que era el único que pensaba que tanta expectativa no llenó mi estòmago..
yo.. voy al cine a que me cuenten una historia coherente y esta definitivamente no lo es.. no voy a decir en qué estoy en desacuerdo porque me parece que la crítica que hizo el autor de este artículo es simplemente brillante.. como casi nunca encuentro porque los críticos en general en este país parecen más comprometidos con bendecir el producto nacional que con analizar las películas como realmente debe ser…
Acabo de ver la película en chile y debo decir que me aburrió la película porque el argumento era muy malo. Creo que los chistes igual… Muy malos y esas burlas tampoco hacia reír.. casi todo la sala en silencio porque no se lograba el humor. Quizás las traducciones no eran adecuadas.. sólo beto con su acento argentino y sus burradas nos hizo reír… No soy crítico sólo un espectador que ve más de 20 películas semanales… Y debo decir que me aburrió esta animacion … Lo lamento… Y no la recomiendo.. sólo a niños muy pequeños porque al público joven que se encanta con pixar y sus buenas historias. Nunca entendí como el antagonista se hizo rico.. y cosas así.. no se profundizó en nada.. y cosas así.. matan la película.