TV: «Breaking Bad – Felina»

TV: «Breaking Bad – Felina»

por - Críticas
29 Sep, 2013 01:31 | comentarios

«It’s over when I say it’s over»  El final de BREAKING BAD fue perfecto. Acaso demasiado perfecto. Tal vez preocupados por los castigos post mortem que muchas muy buenas series recibieron por tener finales ambiguos, raros o que no estaban para muchos a la altura de lo que se esperaba (caso LOS SOPRANO o LOST, […]

breaking-bad-finale-walter-bryan-cranston«It’s over when I say it’s over» 

El final de BREAKING BAD fue perfecto. Acaso demasiado perfecto. Tal vez preocupados por los castigos post mortem que muchas muy buenas series recibieron por tener finales ambiguos, raros o que no estaban para muchos a la altura de lo que se esperaba (caso LOS SOPRANO o LOST, por citar los más conocidos o los que llegaron con alguna relevancia creativa a su fin), los guionistas de la serie creada por Vince Gilligan sintieron que el cierre tenía que ser, fundamentalmente, eso: un «cierre» en un sentido total.

Esta reseña contiene spoilers sobre el final de BREAKING BAD. Los invito a debatir y spoilear en los comments.

Se trató de un cierre narrativo, sí, pero fundamentalmente psicológico. Como si BREAKING BAD hubiese sido el desarrollo a lo largo de 62 episodios de una especie de terapia de Walter White -o un sueño afiebrado al enterarse que tenía cáncer- para que el hombre finalmente pueda morir en paz. O en algo parecido a la paz. Como dijo Gilligan en una entrevista al acabar la serie: «Abrazado a su precious, como Smeagol/Gollum en EL SEÑOR DE LOS ANILLOS«.

breaking-bad-finale-2bDespués de la serie de fuertes vaivenes narrativos de los últimos episodios, se sintió de entrada que aquí cada escena funcionaba como la última de cada uno de los distintos ejes narrativos abiertos por la serie. Cada pequeño episodio funcionó en distintos niveles y casi con distintos formatos: fue película de suspenso, fue drama y fue -finalmente- película de acción. Y en todos ellos es innegable la maestría narrativa de Gilligan (que dirigió y escribió el episodio), capaz de resolver como un mago decenas de puntas narrativas, toques visuales casi lujosos, resolución psicológica de casi todos los personajes y ese tipo de «piruetas» que la serie nos tenía acostumbrados.

Resumiendo. Mi impresión general es que fue un muy buen final, que estuvo a la altura de las expectativas que se generaron y acorde a la lógica de la serie y de los personajes. Pero, para mi gusto, fue un cierre demasiado feliz, demasiado amable con un personaje que -al menos según lo mostrado en los últimos años de la serie- la sacó demasiado barata. Digamos: salvo morir, todo lo demás le salió bastante bien (considerando, claro, el daño ya hecho, en especial a su familia y a Jesse). Y, en cierto modo, la muerte relativamente rápida es algo a lo que ya estaba condenado en el primer episodio de la serie. Con lo cual, caramba, casi que cerró como él quería cerrar el asunto. Algo que parecía muy complicado… dos episodios atrás.

breaking-bad-finale-2Si Gilligan había llevado al personaje hasta el punto de hacer que los espectadores primero dudaran de su «pertenencia» al llamado #TeamWalt (los que creen que, por más cosas horribles que haga, sigue siendo el ídolo y el héroe de la serie) a luego, en muchos casos, desear que las cosas directamente le salieran mal (#teamJesse), el final fue casi un regreso al cariño que le tenían al personaje: inteligente, implacable, ingenioso y -algo que antes no tenía- hasta asumiendo sus errores. Ganamos todos. ¿Ganamos todos?

A la vez, ese cierre de película de acción, casi heroico o «sacrificial», no quita que podamos ver lo perdido que en cierto punto Mister White llegó al final, recorriendo un laboratorio de «meth» como embobado con su propio talento para la fabricación de drogas sintéticas, con su invención. Esa escena final de sangre, muerte y drogas se enfrenta con la limpieza casi clínica de la casa de Gretchen y Elliot, y Walter se convierte así en el «self made man» que, marginado de las posibilidades del Sueño Americano, se inventa uno propio. Y, más allá de perecer en el camino, triunfa dejándole a su familia un dinero «limpio», procesado por lo que es considerado aceptable dentro del sistema capitalista.

Vayamos a las escenas precisas del episodio.

breaking-bad-s05-e16-finale-24Al principio tuve la impresión que que Gilligan casi que se regodeaba del hecho de tener al público de las narices. Puesto en funcionamiento el mecanismo que llevaba al final, el tipo iba a jugar de manera extraordinaria con los espectadores: una sirena de policía, el auto que no arranca, las llaves que no aparecen. Me reía de sólo pensar lo increíblemente rico que puede ser el lenguaje cinematográfico cuando uno sabe que tiene atrapado al espectador. Cuando se hace una película eso es algo que no se sabe: se escribe, se filma y se termina todo antes de tener idea si el espectador va a tener «paciencia» con las estrategias narrativas de los que hacen la película. En cambio, el procedimiento de ida y vuelta de una serie les otorga a sus creadores la posibilidad de confiar en sus recursos ya sabiendo que el espectador, por lo general, está con ellos. Esa confianza -bien utilizada- genera momentos riquísimos, como toda la primera parte de «Felina».

Un pequeño problema que siempre tuve con BREAKING BAD y que volvió en el último episodio es su preferencia, por momentos, por el ingenio antes que por la inteligencia. Gilligan y su equipo trabajan desaforadamente buscando conexiones imposibles y en general logran sorprendernos: con sus referencias, su originalidad, sus salidas increíbles. Eso le da un plus importante a la serie: es un drama denso, siniestro y por momentos «realista», pero también es un programa divertido y «cinematográfico», lleno de guiños juguetones y resoluciones casi matemáticas. Pero, por momentos, se pasan de listos y les interesa más ser admirados por la originalidad de sus recursos que por la consistencia dramática de las acciones.

breaking-bad-s05-e16-finale-14«Felina» es la historia de dos canciones. La del inicio es un hallazgo increíble: «El Paso», una canción country de Marty Robbins. El tema sirve como adelanto de la trama (la canción habla de un hombre que va a El Paso a rescatar a una mujer llamada Felina) y hasta le sirve de anagrama de «Finale». Aparece casualmente (un casete en el auto que roba) y produce una risa simpática de admiración. Sobre el final, Gilligan decide poner otra canción: «Baby Blue», de Badfinger. ¿Los motivos? La canción habla de un amor y, en el caso de Walter White, se refiere claramente a su obsesión con la «blue meth» que supo crear. Sin embargo, su utilización en el momento más dramático de toda la serie (la muerte de White) es una distracción, un triunfo del ingenio sobre la inteligencia, un momento en el que la serie debía haberse dado cuenta que ya no eran necesarias las referencias inteligentes, que todo lo que había para decir estaba en la pantalla. Como decimos los críticos, «en la diégesis». Tal vez, poner la canción sobre los créditos, o arrancarla muy al final cuando la cámara sube por los aires y vemos entrar a la policía, podría haber minimizado su «impacto».

Las escenas que más me gustaron del capítulo fueron dos: el engaño a Gretchen y Elliot, y la despedida familiar. En el primero, me pareció otra vez que la precisión matemática de la serie mostraba su mejor cara. La amenaza y el pedido son perfectos narrativa, dramática y temáticamente (lo que decía antes sobre las dos caras del «sueño americano»), y el chiste final con la aparición de Skinny Pete y Badger lo cierra con moño. Era una escena para cerrar así.

breaking-bad-s05-e16-finale-2Las despedidas familiares fueron las escenas más emocionantes y, salvo el suspenso de la aparición de Walter tras la columna, se jugaron en forma de drama. Lo hicieron sin exagerar, sin reconciliaciones falsas, pero dejando en el espectador una sensación enorme de pérdida, de dolor, especialmente con las silenciosas despedidas a sus hijos, despedidas que ellos no logran ver y que son, casi, un ida y vuelta entre Walter y el conmovido espectador.

La serie de escenas con las que tengo algunos problemas son las relacionadas a los neo-nazis. En términos de ejecución son casi perfectas y en lo que respecta a la trama entran claramente en el segmento de «serie de género» que siempre tuvo BREAKING BAD. La idea del arma que liquida a todos los neo-nazis es típica de Walt, aunque su ejecución pende de mil hilos (que todo suceda en el ángulo correcto, que pueda tener las llaves a mano, que todos y cada uno de sus rivales estén en la mira). Lo mismo se puede decir del «ricin» usado en el Stevia de Lydia: ingenioso, divertido, brutal. ¿Poco creíble?

Para el final, entonces (voy a terminar acá aunque siento que recién estoy empezando a escribir), queda su cierre con Jesse. Me pareció extraordinaria la forma en la que White lo ve, cambia su actitud respecto a él y termina salvándolo.  Y también fue perfecta la forma en la que no hay reconciliación alguna, más allá de la decisión de Jesse de no matarlo cuando Walter se lo pide. El hombre no quiere seguir haciéndole el favor ni obedeciéndolo. Su «derecho» está en elegir no matarlo. Y así se va Jesse, tal vez a Alaska, tal vez a ver a Brock, tal vez a darse contra un árbol con el auto. No se sabe y está bien que así sea, más allá de que algunos especulen con que se trató de dejar abierta la posibilidad de una secuela.

breaking-bad-s05-e16-finale-11Ya hablé antes del final de Walter White. Si bien tengo la sensación de que fue demasiado redondo (y, ay, se me aparece la canción otra vez) y un poco demasiado feliz para lo que se esperaba, creo que la serie concluyó en sus propios términos, igual que el personaje. Más allá de cierta introspección que le ha permitido (seguramente en sus largos y solitarios meses en la cabaña) darse cuenta de muchos de sus errores, la lógica de Walt se mantuvo hasta el final. Y también la de la serie. Dramática, compleja, realista, ingeniosa, excesiva y poderosa: BREAKING BAD terminó siendo fiel a sí misma. Y ése es el mejor final posible.

 

Algunas puntas para seguir pensando:

-Todavía sigo sin entender cómo hizo para meter el polvillo del «ricin» en un sobre cerrado de Stevia de Lydia. ¿Alguna idea?

-Algunos comentaristas mencionaron que Walt muere intentando salvar a Jesse. Yo vi dos veces la escena y no lo entendí así. El se lanza a cubrirlo antes de accionar su arma de McGyver, y las balas ya empiezan a entrar con ellos en el piso. Más allá de que tenerlo abajo suyo en el piso lo ubicó un poco más arriba (y potencialmente accesible a las balas), no veo más que eso.

breaking-bad-s05-e16-finale-12-Me gustó que Jesse tuviera su revancha con Todd. La escena es fuerte y horrible, pero daba la sensación de que el pobre Jesse necesitaba algún tipo de «release». Y aquí tuvo tres: matar a Todd, negarse a matar a White y fugarse. Ahora pienso que habría sido demasiado, pero apenas terminó quise verlo en una breve coda en Alaska, caminando por la nieve con Brock y encontrándose con Saul Goodman o algo así.

-Una cosa que no tengo clara: ¿Walt pensaba que iba a morir en la contienda final? El hombre presenta la situación y se despide como sabiendo que va «al muere», pero de no ser por esa/s bala/s que lo impactan casi casualmente podía haber zafado de caer ahí. ¿Cuál era su plan de haber logrado sobrevivir? ¿Entregarse a la policía?

-El monólogo de «lo hice por mí» fue uno de los mejores momentos del episodio. Finalmente, él mismo reconoce que la excusa de «la familia» no era más que eso, una excusa. Los meses de encierro en la cabaña lo convirtieron, finalmente, en el Unabomber…

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-Ya escribí varias veces que no me parecía una gran idea lo de los «neo-nazis». Reconozco que fueron unos villanos perfectos, increíblemente potentes, casi los mejores que ha tenido la serie después de Gus Fring, pero su utilización redentora me resultaba problemática. Sigo pensando lo mismo, pero a la vez debo reconocer que funcionaron muy bien a la hora de crear tensión y que el personaje de Todd, especialmente, es increíble.

-Me gustan las referencias cinéfilas discretas de la película. La idea TAXI DRIVER del final, la forma en la que la relación entre Walt y Jesse tiene ecos de THE SEARCHERS, de John Ford (MAS CORAZON QUE ODIO se llamó en la Argentina), el plano Godard en DOS O TRES COSAS QUE SE DE ELLA en la taza de té de Lydia (tal vez es una referencia que imagino solo yo) y la utilización casi «depalmiana» del suspenso y el espacio en la casa de Gretchen y Eliot, que no ven a Walt más allá de su evidente presencia. Sin hacer homenajes obvios, la referencia está ahí y uno puede tomarla o no.

-La mano apoyada en el barril (otro barril más de la serie) fue extraordinaria. Los últimos planos de la serie son impecables e implacables.

-#GoodbyeBreakingBad