Entrevista a Joaquim Pinto («E agora? Lembra-me»)
Elegí a E AGORA? LEMBRA-ME, de Joaquim Pinto y Nuno Leonel, como la mejor película no estrenada comercialmente en 2013 en la Argentina (ver aquí). Y si combino la lista con la de las estrenadas retendría también el primer puesto. En ocasión del estreno porteño del filme en el FIDBA tuve la oportunidad de entrevistar […]
Elegí a E AGORA? LEMBRA-ME, de Joaquim Pinto y Nuno Leonel, como la mejor película no estrenada comercialmente en 2013 en la Argentina (ver aquí). Y si combino la lista con la de las estrenadas retendría también el primer puesto. En ocasión del estreno porteño del filme en el FIDBA tuve la oportunidad de entrevistar a Pinto acerca de este extraordinario documental en el que el director recorre un año de su vida en el que se sometió a un duro tratamiento experimental para combatir sus dos enfermedades: VIH (virus del sida) y VHC (hepatitis C). La entrevista quedó a la espera de una buena oportunidad para ser publicada y haber seleccionado la película como la mejor del año que recién terminó me parece un gran momento para hacerlo. Así que aquí está la palabra precisa y las fotos, los archivos y los links que envió el portugués Pinto acerca del filme revelación de 2013, la dura, tierna y conmovedora E AGORA? LEMBRA-ME.
-¿Cómo nació el deseo de hacer una película con tu experiencia a partir del uso de drogas experimentales para tu tratamiento? ¿Querías que la cámara funcionara como una memoria?
-La idea de hacer esta película surgió cuando me enteré de que por fin iba a ser incluido en un protocolo de pruebas experimentales. Al investigar sobre el tema me di cuenta de que no sólo las películas en «primera persona» habían desaparecido sino que había una nueva corriente de películas «negacionistas» en relación con el VIH y el VHC, que manipulaban datos y declaraciones de los científicos de una manera lamentable. Aquí te dejo un texto de intenciones que escribí antes de comenzar el rodaje y que tal vez te dé una idea de cuál era mi propósito.
Según el plan inicial, hicimos algunas entrevistas con médicos, investigadores y ONGs antes del inicio del rodaje y después de terminarlo. Ese material no está en la película. Cuando comencé el tratamiento me di cuenta que ya no tenía las condiciones físicas y psicológicas para viajar. Entonces recentré la idea del rodaje: hice un círculo estrecho (de 2 o 3 kilómetros) alrededor de la casa a partir de un mapa y toda la película se rodó en este espacio confinado. Es como el universo en una taza de café de DOS O TRES COSAS QUE SE DE ELLA (aquí)
Por supuesto que no podíamos tener un plan cerrado y un guion predefinido porque la película vive la idea de estar atentos a lo que pasa a lo largo del tratamiento y en el mundo. Uno de los aspectos que me hizo usar la cámara como memoria fue haber perdido el registro del año en el que hice el primer tratamiento experimental con interferón y ribavirina. De ese año (2000/2001) sólo recuerdo las reacciones que mis brotes inesperados de agresividad provocada por los químicos causó a Nuno, mi pareja, y la profunda tristeza que eso me produjo a mí.
-¿Cómo te organizabas para filmar? ¿Tenías una rutina, estaba siempre presente la cámara en tu vida cotidiana?
-Teníamos dos cámaras. Una HD profesional (más pesada) y una DSLR HD compacta que utilice por ejemplo en los viajes a Madrid en los que estaba solo, ambas con objetivos intercambiables. No puedo decir que haya andado siempre con alguna cámara a lo largo del año, pero casi. En un sentido se tornaron casi una extensión de nuestra propia visión, un poco como Cartier-Bresson, que andaba siempre con su Leica. No teníamos una planificación del tipo “hoy vamos a filmar esto”, pero la cámara estaba siempre disponible y filmábamos cuando se sentíamos que se justificaba.
-¿Cómo fue la relación de Nuno con la película? Parece que al principio no quería salir y luego lo fue aceptando. ¿Es así?
-Con Nuno estábamos bastante desilusionados con el cine actual y habíamos decidido que era más importante editar y dar a conocer obras clásicas de otros que hacer una película. Pero el acto de filmar cambió nuestra percepción y Nuno no sólo se unió al proyecto sino que el proyecto adquirió una dimensión totalmente compartida. Yo diría que la película está hecha en parte por mí y Nuno, y en gran parte por esa mano a la que no puedo asignar un nombre, y que yo no diría que es el azar. Nuno diría «Dios». Nuestro trabajo consistió en encontrar contactos, conexiones, hacer llamadas, organizar estas piezas de imágenes y sonidos, de tiempos y espacios con el fin de encontrar sentidos.
-Lo que me fascina del filme es que, más allá de ser una crónica de una etapa difícil para tu vida y tu salud, es una historia de amor y de afecto familiar (Nuno, los perros, una contención frente a las crisis). ¿Siempre estuvo claro ese elemento de la película o fue surgiendo durante la grabación?
-Desde el momento en que avanzamos con la película juntos, se hizo evidente que no íbamos a cambiar nada en nuestra vida diaria, no íbamos a «actuar» la realidad por el hecho de quererla filmar. Si esta «historia de afectos» se trasluce en la película, tal vez porque es parte de nuestra vida cotidiana.
-La película transcurre en estos «tiempos tristes» de crisis económica que han afectado, entre otras cosas, los tratamientos médicos gratuitos. ¿Hasta qué punto crees que es importante en la película su relación con la crisis económica? ¿Por qué decidiste hablar de eso?
-Filmamos de una manera abierta y, en ese sentido, la «crisis» que se había instalado en Portugal antes de empezar a rodar (la solicitud de asistencia financiera de mayo de 2011 y la victoria de la derecha en las elecciones en junio, anunciando recortes en salud y educación) se trasluce en la película. El inicio del tratamiento coincide con la victoria del PP en España. Aunque yo no sea la persona adecuada para hacer un documental sobre y en nombre de los muchos millones que no tienen acceso al tratamiento no podía dejar de mencionar el tema. Después de todo soy un privilegiado, que tengo (aún) cobertura médica y no dependo de terceros desde un punto de vista económico. Creo que esa libertad me exige la responsabilidad de exponer todas estas cuestiones, y en esa medida la película es también una película política.
-La película es también un homenaje a los amigos que has perdido en el camino. ¿Sentís también que han influenciado el tipo de película que E AGORA? es? ¿Qué cineastas o películas te influyeron a la hora de pensarla?
-No pensé directamente en influencias a la hora de filmar, pero claramente los realizadores que nos gustan y las películas que hemos visto contribuyen a nuestro modo de ver. Sin nombrar muchos nombres, personalmente sin duda tienen que estar, entre otros, Renoir, Flaherty, Buñuel, Rossellini, Visconti y Pasolini. Entre las personas con las que trabajé, Schroeter y Oliveira. En cuanto a Nuno, no lo sé. Nuno trabaja/funciona con sus propios ojos y oídos, y no tiene un enfoque técnico y/o estético -en el sentido de la teoría de los autores- en relación con el cine.
En Portugal no había tradición de exposición de los cineastas frente a la cámara hasta João César Monteiro. Cuando empecé con Monteiro a preparar RECORDACOES DA CASA AMARELA no se suponía que él iba a participar en la película como actor, a pesar de que el personaje era su alter ego. La idea era encontrar a alguien, un poco como Luis Miguel Cintra en su primera película como actor y la primera ficción de João César, QUEM ESPERA POR SAPATOS DE DEFUNTO MORRE DESCALSO. Insté y apoyé la decisión de Joao de participar en como actor principal de su película y tal vez su ejemplo me ha servido de inspiración.
La escena de amor entre Nuno y yo nos recuerda (a posteriori) la escena a contraluz en la que Mireille Darc describe su aventura en WEEKEND de Godard (foto aportada por Pinto).
-En la película mencionás a Copi, que es un artista argentino bastante famoso aquí. ¿Cómo es tu recuerdo de él?
-Conocía más a Copi por los cómics que por las obras literarias y teatrales. Fue a través de Claudio Martínez que nos conocimos y fue también Claudio quien me dio a leer sus obras. Algunas de sus obras fueron representadas en Portugal. Recuerdo su buena disposición y su humor cáustico, y tal vez un lado tímido y reservado que contrastaba con su producción artística. Como curiosidad, el chico que asumió el personaje de Nuno (ya que mi Nuno no aceptó) en mi segundo largometraje, ONDE BATE O SOL, adoptó el apodo de Copi, en homenaje a Raúl Damonte Botana (foto).
Excelente entrevista. ¡Grande Pinto!
Gran película de una belleza salvaje y una verdad abrumadora.
Muy buena entrevista.