Televisión: «The Americans» (Temporada 1)
Imagino que no debe haber sido fácil para Joe Weisberg, el creador de THE AMERICANS, vender esta propuesta a los productores y cadenas de televisión. Se trata de una serie sobre espías que transcurre a principios de los años ’80, pero con la particularidad de que los protagonistas son espías rusos en los Estados Unidos […]
Imagino que no debe haber sido fácil para Joe Weisberg, el creador de THE AMERICANS, vender esta propuesta a los productores y cadenas de televisión. Se trata de una serie sobre espías que transcurre a principios de los años ’80, pero con la particularidad de que los protagonistas son espías rusos en los Estados Unidos y no al revés. Esto es: THE AMERICANS es una serie que nos pone casi siempre del lado de la Unión Soviética durante una época particularmente intensa de la Guerra Fría.
Por suerte para Weisberg y para los espectadores, FX aceptó poner al aire la serie y es así como tenemos entre nosotros a este extraordinario producto, que combina lo mejor de las tramas de espionaje de los años ’70 y ’80 con una especie de drama familiar acerca de un «matrimonio» entre dos espías rusos que viven en los Estados Unidos hace décadas y que, para todo el mundo, no son otra cosa que una simpática pareja con dos hijos y una agencia de viajes. Pero nosotros sabemos que no sólo son espías soviéticos sino que ni siquiera son verdaderamente una pareja. ¿O si?
Keri Russell (la ya grandecita chica de FELICITY) y Matthew Rhys (de la serie BROTHERS AND SISTERS) encarnan a Elizabeth y Philip Jennings. Ellos se hacen pasar por matrimonio y si bien técnicamente lo son solo para disimular sus verdaderas actividades (hasta tienen dos hijos a tal efecto), a lo largo del tiempo que han pasado juntos se comportan y sienten casi como si fueran uno real. El trabajo los lleva a matar gente, robar secretos militares y usar todas sus armas (el sexo es una de ellas) para aportar, digamos, a la grandeza de la URSS. Pero los cruces entre el trabajo y la intimidad se van haciendo cada vez más complicados, especialmente cuando él empieza a tener alguna duda sobre su fidelidad a la Gran Nación (tantos años en Estados Unidos, se ve, le hicieron replantearse algunas cosas) y ella a tener dudas sobre otro tipo de fidelidad.
Paralelamente seguiremos a Stan Beeman (Noah Emmerich), un agente de Contrainteligencia del FBI con sus problemas domésticos y un pasado oscuro, que justo se muda enfrente de la casa de los Jennings. Las parejas socializarán y los hijos también, aunque mientras los Jennings saben quién es el y qué hace, él parece no sospechar nada de ellos. La trama es bastante episódica y, por lo general, cada capítulo o serie de capítulos los pone a nuestros espías a resolver algún entuerto, pero a la vez hay líneas narrativas más largas que se van desarrollando a lo largo de la temporada, como la relación de Beeman con una empleada/topo de la Embajada soviética, la relación de los espías con su supervisora (Margo Martindale) y una serie de affaires romántico/sexuales más o menos laborales.
Pero el eje principal y el que la convierte en una serie más interesante de lo que sería una de «resolución de casos» está ligado a la cambiante relación entre Elizabeth y Philip, que va pasando de lo profesional a lo íntimo para volver a complicarse promediando la temporada. Hay algo del esquema Howard Hawks en la trama: ellos son dos profesionales que se entienden y se llevan bien cuando están enfocados en la aventura y en la resolución de problemas, pero se les complica todo cuando tienen que manejarse, digamos, domésticamente. Ella es especialmente severa con él (y obediente con sus jefes), mientras que él siempre parece estar más cerca de quebrarse… en todo sentido.
La serie tiene algo de la mejor etapa de HOMELAND. Los enredos de la trama (los hitchcockianos «MacGuffin») son lo suficientemente interesantes y atrapantes como para mantener la atención del espectador, pero lo que realmente convoca y da mayor aire y complejidad a la serie son los tres protagonistas. La época es un elemento agregado que funciona extrordinariamente bien: la vieja tecnología (especialmente la ligada al espionaje), las ropas, los autos y la muy buena música de la época (Fleetwood Mac, Phil Collins, Echo & The Bunnymen, Roxy Music, The Cure, Peter Gabriel) le generan un condimento único, lo mismo que el tono por momentos humorístico y con situaciones (ellos viven cambiando de apariencia, con pelucas y ropas propias de ESCANDALO AMERICANO) que dan para la comedia en un estilo John Le Carré. Más que recomendable. De lo mejorcito de los últimos años.
(THE AMERICANS se emite en Argentina por el Canal FX)
Aquí, un playlist que armé en Spotify con algunas canciones de la primera temporada de THE AMERICANS:
No me olvido de esa escena al ritmo de Tusk!
Comparto que seguramente será «la serie» del 2014 (ya se espera la segunda temporada con ansiedad); me parece que supera a True detective. Algo que le suma a la serie es que no hay celulares y ganan los momentos de tensión.
Es buenísimo ver una serie en la que no todo se resuelva online, no?
Ya parece imposible ver una película actual que no sea otra cosa que enfrentamientos entre hackers…
Excelente serie y con grandes actuaciones, sobretodo de Margo Martindale, la jefa.
Coincido, ella es genial.
Todos están muy bien…
hola diego¡ tenes idea cuando se estrena la segunda temporada? la primera termino en junio de 2013 por fx. y nadie anuncia el comienzo de la segunda. saludos¡
Si, empieza en breve, fin de febrero si mal no recuerdo…
Excelente serie,solo objetaria que en los flashbacks que ocurren en la URSS a principios de los 60 ellos estan igualitos,lo unico que les cambian es el peinado.
Si, es cierto. Es un poco pobretón eso…
Cuando arranca la 2 temporada en la Argentina